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filosofía

teoría general sobre los hijos de puta


Para el doctor en fisiología Marcelino Cereijido, la errónea combinatoria de educación y religión genera este flagelo humano que sería peor, según él, que la lepra, el cáncer y el alzheimer juntos. Todo desde una perspectiva genética que publica en su ensayo "Hacia una teoría general sobre los hijos de puta".
[Carlos Salazar] Argentina. Para el científico e investigador argentino Marcelino Cereijido (1933), la mala calidad humana es un problema genético, según explica en su ensayo ‘Hacia una teoría general sobre los hijos de puta’ (Tusquets 2011). No se trata de un estudio sobre el popular vocativo, sino de un serio trabajo de divulgación que se sumerge en una duda sobre la que todos tienen certezas, pero nadie una explicación.
Cereijido se pregunta: ¿por qué existe gente infame?, ¿por qué la investigación no se ha abocado a descubrir una cura contra la hijoputez? Así, desarrolla un ensayo que lo ha llevado de gira por la región y desde México nos contesta cómo pasó de un juicio de valor a una investigación de laboratorio sobre este impronunciable mal.
"Fue sencillo. Si usted abre el diario de cualquier día en cualquier página, se dará cuenta de que la mayor parte de las desgracias en el mundo son causadas por la hijoputez humana", dice este doctor en fisiología celular y molecular que ha repartido su trabajo en universidades como Harvard y Munich, y como asesor de la OEA y la Unesco.
Desde una perspectiva genética, el científico aclara que "es cosa fácil convertirse en un hijo de puta, pero lo difícil es encontrar una cura a ese mal que sería la causa de flagelos históricos de la humanidad o más recientes como Guantánamo, guerras y exterminios varios".
"Los científicos del campo de la biología hemos notado que cuando una característica es universal porque ésta tiene raíces biológicas. Por otro lado, si se fija usted, nosotros los seres humanos hablamos en idiomas distintos, pero eso es un rasgo cultural, no es biológico. Sin embargo, como especie todos dormimos, lloramos o podemos llegar a ser hijos de puta, lo cual configura estas características como biológicas", dice Cereijido.
Explica que él, como hombre de ciencia, no realiza a priori una calificación de este concepto de grueso calibre. Simplemente la usanza le ha demostrado que el peor insulto (en cualquier idioma) que alguien puede recibir es éste relacionado con la madre.
"Por mi profesión me encuentro con colegas de todas partes del mundo y como hobby he recolectado entre ellos todo tipo de insultos. Les he preguntado por la palabra soez más neurálgica, más hiriente de todas e indefectiblemente el lugar común es "hijo de puta", recuerda. "Me llama la atención que a nadie le griten ‘¡Berenjena!’ o que para todo el mundo, ser hijo de una prostituta es sinónimo de ser gente perversa", reflexiona.

Los Ingredientes del Hijo de Puta
"La humanidad está llena de hijos de puta y el sufrimiento inflingido a ella por estos es muchísimo más grave que los desconsuelos ocasionados por el cáncer, la lepra y el alzheimer juntos", escribe el autor.
A continuación, se pregunta por qué nadie hace nada al respecto en la comunidad científica si se dedican tantos millones a erradicar la sarna, la sífilis y la tuberculosis. Este ensayo es un paso, al menos escrito en un lenguaje cercano y entendible.
"Mire usted, ahí tiene a Alemania que ha producido gente como Beethoven, artistas y genios y sabios como Einstein. De repente ese pueblo se pone a meter  gente a las cámaras de gas y aunque uno dice que depende de las circunstancias, uno rastrea qué tan poderosas son estas circunstancias para que una persona que hasta ayer era un vendedor de pescado, se convierte en alguien reclutable por la policía o las Fuerzas Armadas y se pone a trabajar para Augusto Pinochet", explica el profesor.
Agrega otras preguntas que desde el sentido común, tampoco tienen respuesta. "¿Qué hace que una persona torture a una mujer por consignas políticas y haga cosas terribles como eliminarlos? ¡Caramba!, nos preguntamos qué tiene la difteria o el Bacilo de Koch que puede pudrirle los pulmones a alguien, que puede provocarle tuberculosis. Estudiemos eso, investiguemos cómo se activa esa tendencia que transforma a la gente en hijos de puta", invita, pues es la neurobiología la que encuentra núcleos y sinapsis, mediadores químicos que explicarían esta extraña conducta.

 ¿Pero hasta ahora usted ya ha identificado algunas causas de la hijoputez y ha propuesto un tratamiento?
Como en el mismo caso de la tuberculosis, esperamos que en un futuro venga la parte terapéutica. Si Fulano ya tiene tuberculosis, la idea es que haya algo para recuperarlo. En tal caso existen antibióticos, pero actualmente no conozco remedios para curar la hijoputez, salvo intervenir con anterioridad con una mejor educación y una religión menos perversa. Nosotros le enseñamos a nuestros hijos que adoren a un ser sublime, pero que se enojó cuando se comieron una manzana, la única forma de que se le pase la rabia es pasarle a mi hijo para que se lo sacrifiquen.

¿Cómo ha recibido la comunidad científica sus ensayos?
Antes de convertirlo en libro, di muchas conferencias sobre el tema y muchas veces la audiencia se dividió mitad a favor y otra mitad contra mi mamá. A veces no estaba tan dividida la cosa y eso es bueno porque uno aprende mucho del debate y de la investigación. De rastrear por ejemplo por qué este tipo amantísimo con su familia de pronto ahorcó a su mujer. Ahí hay algo de la química de su cerebro y la ciencia siempre se debe preguntar a qué se debe esto y después pasar a hacer algo al respecto.

¿Qué cree usted que le falta a la divulgación científica para acceder al gran público?
La divulgación que tenemos en el Tercer Mundo es pobre y copiona. No divulga porque hay tantos hijos de puta, qué es la evolución o la religión, porque hay temas que se autocensuran y eso ya es sospechoso. Es como si te enteraras de que los microbiólogos que divulgan información relevante sobre la sífilis no dan a conocer lo que saben sobre otra enfermedad. Te preguntarías qué hay ahí, sería llamativo. Creo que nuestra divulgación es pobre y autolimitada porque no discute cosas que nos ayudarían a tener un mundo menos imperfecto.
3 de agosto de 2011
2 de agosto de 2011
©la nación

murió edmund carpenter


Arqueólogo y antropólogo. Escribió con su colega Marshall McLuhan y es autor de varias etnografías sobre los esquimales.
[William Grimes] Murió el 1 de julio en Southampton, Nueva York, el arqueólogo y antropólogo que, impaciente con los límites tradicionales entre las disciplinas, hizo un pionero trabajo en el cine antropológico y en la etnomusicología y, con su amigo Marshall McLuhan, sentó los fundamentos de los modernos estudios de los medios. Tenía 88 años.
Su muerte fue confirmada por su esposa, Adelaide de Menil.
Carpenter, discípulo del antropólogo francés Frank Speck, empezó excavando en sitios indios prehistóricos en el Nordeste, pero pronto mostró signos de una inquietud intelectual que marcaría toda su carrera.
En una época en que pocos antropólogos mostraban interés en el Ártico y sus pueblos, él se embarcó en una serie de expediciones entre los aivilik y publicó varios libros sobre los inuit: ‘Time/Space Concepts of the Aivilik’ (1955), ‘Anerca’ (1959) y ‘Eskimo’ (1959), republicado bajo el título de ‘Eskimo Realities’ en 1973.
Su interés en el lenguaje y la cultura lo llevó a una fructífera colaboración con McLuhan cuando ambos enseñaban en la Universidad de Toronto en los años cincuenta. Juntos organizaron el influyente Seminario sobre Cultura y Comunicación para discutir el papel de la radio, televisión, cine e imprenta en la transformación de las relaciones humanas.
Carpenter tomó la delantera con la publicación de Explorations, la revista interdisciplinaria que surgió del seminario; publicaba a escritores como la antropóloga Dorothy Lee y el crítico literario Northrop Frye.
En 1969, él y su esposa, De Menil, una fotógrafo con la que se casaría más tarde y miembro de la familia que fundó la Menil Collection en Houston, viajaron a Papúa Nueva Guinea para observar los efectos de las comunicaciones modernas sobre los pueblos tribales. Invitado por el gobierno australiano, aceptó la posición de profesor investigador en la Universidad de Papúa Nueva Guinea porque ofrecía "una oportunidad sin paralelo para entrar y salir de diez mil años de historia, observando, probando, explorando", escribió en ‘Oh, What a Blow That Phantom Gave Me!’ (1972), su libro mejor conocido. "Yo quería observar, por ejemplo, lo que ocurre cuando una persona, por primera vez, se ve a sí misma en un espejo, en una fotografía, en una película, cuando oye su voz, ve su nombre."
Era profundamente escéptico sobre las pretensiones científicas de imparcialidad y le preocupaban los efectos destructivos de la vida moderna sobre los pueblos tribales. Aunque continuó enseñando antropología y apoyó a numerosos cineastas etnográficos a través de la Rock Foundation, una organización benéfica fundada por su esposa, se apartó de la profesión.
Enseñó intermitentemente en Estados Unidos y pasó ocho años en el Museo de Etnología de Basilea publicando los escritos del historiador de arte Carl Schuster, que fueron publicados en doce tomos, tales como ‘Social Symbolism in Ancient and Tribal Art: A Record of Tradition and Continuity’ a fines de los años ochenta, y ‘Patterns That Connect: Social Symbolism in Ancient & Tribal Art,’ en un tomo.

Edmund Snow Carpenter, conocido como Ted, nació el 2 de septiembre de 1922 en Rochester. De niño excavaba a la búsqueda de artefactos en la casa de verano de la familia en el Lago Gull, Michigan. A los trece conoció a Arthur C. Parker, antropólogo de Seneca y director del Rochester Museum and Science Center, que lo invitó a participar en excavaciones en sitios iroqueses prehistóricos en el Alto Valle Allegheny.
Se inscribió en la Universidad de Pensilvania en 1940 para estudiar con Speck, pero se enroló en los Marines pocos meses después de Pearl Harbor. Participó en operaciones de combate en Nueva Guinea, las Islas Solomon, las Islas Marianas, e Iwo Jima. Tras el fin de la guerra, fue asignado a vigilar a cientos de prisioneros japoneses, a los que puso a trabajar en una excavación arqueológica en la Bahía de Tumin, Guam.
Tras su licenciamiento de los Marines en 1946, con el rango de capitán, volvió a la Universidad de Pensilvania. Se doctoró en 1950. Su tesis giró sobre prehistoria en el Nordeste.
En la Universidad de Toronto, donde empezó a enseñar en 1948, le cautivó lo que llamó más tarde "el mundo espiritual no sensorial de los medios electrónicos."
Sus colaboraciones con McLuhan incluyeron numerosos artículos a dos manos y la antología ‘Explorations in Communication’ (1960). El artículo ‘Fashion Is Language,’ que apareció bajo el nombre de McLuhan en un número especial sobre McLuhan del Harper’s Bazaar en 1968, fue en realidad escrito por Carpenter después de que McLuhan ingresara al hospital para una cirugía cerebral. Fue publicado como libro en 1970, con el nombre de Carpenter, bajo el título ‘They Became What They Beheld.’
Carpenter estuvo profundamente involucrado en ‘La comprensión de los medios como extensiones del hombre’ [Understanding Media,] el libro que convirtió a McLuhan en una celebridad intelectual. Comenzó como una colaboración, pero Carpenter empezó a retirarse poco a poco y el libro fue publicado bajo el nombre de McLuhan. "Admiraba la inteligencia y el estilo de Marshall, pero simplemente no era yo," escribió Carpenter a los antropólogos Harald E. L. Prins y John Bishop en 2002. El texto publicado fue un híbrido. "La versión final de ‘La comprensión de los medios’ combinaba nuestras dos contribuciones", escribió en un ensayo de 2001. "Esto explica en parte el tono desigual."
Carpenter, que había dirigido programas innovadores sobre arte tribal en la radio y televisión canadienses, encontró una recepción más amplia para el cine en el San Fernando Valley State College (ahora la California State University, Northridge), universidad a la que fue invitado para iniciar un programa conjunto experimental de antropología y arte, con especial énfasis en el cine antropológico. Con la folclorista Bess Lomax Hawes y otros, filmó la banda Georgia Sea Island Singers, que presentaba canciones y bailes gullah tradicionales.
Después de volver de Papúa Nueva Guinea, Carpenter enseñó en la New School for Social Research en Manhattan, Adelphi University en Long Island y en el Center for Visual Anthropology, de Harvard.
Carpenter vivía en Manhattan y Sag Harbor, Nueva York. Además de su tercera esposa, Adelaide, conocida como Addie, le sobreviven tres hijos: Stephen, de Columbia Station, Ohio; Rhys, de Pittsboro, Carolina del Norte; e Ian, de Astoria, Queens, y una hermana, Barbara Grace, de Rochester.
Carpenter ayudó a organizar dos exposiciones ahora en la Menil Collection: ‘Upside Down: Arctic Realities,’ una exhibición de arte ártico antiguo, y ‘The Whole World Was Watching: Civil Rights Era Photographs From Edmund Carpenter and Adelaide de Menil.’
20 de julio de 2011
7 de julio de 2011
©new york times

murió richard cornuelle


Escritor libertario.
[Margalit Fox] Murió el 26 de abril en su casa en Manhattan el escritor libertario Richard Cornuelle, cuyo conocido libro ‘Reclaiming the American Dream’, proponía el trabajo voluntario como un instrumento para solucionar problemas sociales como la pobreza, el desempleo, la delincuencia y el deterioro urbano. Tenía 84 años.
Según informó su esposa Elizabeth K. Fonseca, la causa de su muerte fue un cáncer.
Publicado en 1965, ‘Reclaiming the American Dream’ fue el primer libro de Cornuelle. En este utilizó la frase "sector independiente" para describir la red de asociaciones voluntarias existentes -fundaciones, iglesias, sindicatos, colegios profesionales y organizaciones fraternales- que, argumentaba, podían unir sus recursos para resolver un amplio rango de males contemporáneos de modo mucho más eficiente que el gobierno.
El libro gozó de amplia atención, como igualmente Cornuelle, cuya ideología política -que no era ni un conservadurismo ni un liberalismo puros- desafiaba toda clasificación. Quizás se le describe con más precisión como un liberal clásico en el sentido decimonónico del término, defendiendo los derechos de los individuos mientras trataba de limitar la influencia del estado.

Richard Charles Cornuelle nació el 10 de abril de 1927 en Elwood, Indiana. Estudió en el Occidental College de Los Angeles en 1948 y en la Universidad de  Nueva York, donde estudió con el eminente economista y defensor del mercado libre, Ludwig von Mises.
En los años cincuenta, Cornuelle fue vicepresidente y director editorial del Princeton Panel, un centro de estudios del capitalismo estadounidense; más tarde fue presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes.
Ayudó a fundar varias organizaciones sin fines de lucro, incluyendo los United Student Aid Funds (ahora USA Funds), que otorga becas estudiantiles.
El matrimonio de Cornuelle con Sydney Walton terminó en divorcio. Además de su esposa, la señora Fonseca, con la que se casó en 1974, entre sus sobrevivientes se encuentran sus tres hijos (Suzanne Schutte, Jenny Krusoe y Peter Cornuelle) de su primer matrimonio con Walton; tres hijastros (Quina, Caio e Isabel Fonseca); y doce nietos.
Otros libros suyos son ‘De-Managing America: The Final Revolution’ (1975) y ‘Healing America’ (1983).
Aunque la prensa de los años sesenta describía a Cornuelle a menudo como conservador, más tarde le molestaba esa descripción, contó su esposa el viernes. De todos modos, se esforzó durante toda su vida por articular una construcción personal del mundo.
Como dijo a la revista Life en 1968, "la idea de que los conservadores son indiferentes a los problemas humanos es un mito, el mismo mito que dice que el gobierno es el único instrumento que tenemos para resolver problemas sociales".
18 de mayo de 2011
4 de mayo de 2011
©new york times
cc traducción mQh

murió harold garfinkel


Sociólogo de UCLA que estudió el sentido común.Autor de ’Studies in Ethnometodology’ y profesor de sociología en la Universidad de California en Los Angeles.
Murió el 21 de abril en su casa en Pacific Palisades, a causa de una insuficiencia cardiaca congestiva, el profesor de sociología Harold Garfinkel, sociólogo de la UCLA durante largo tiempo cuyo revolucionario trabajo analizó la importancia del sentido común en situaciones cotidianas -informó su esposa Arlene.
"Fue uno de los sociólogos más importantes del siglo veinte", dijo el profesor de sociología de la UCLA, John Heritage, que escribió un libro sobre Garfinkel. "Su principal contribución fue esencialmente minar y revertir varios presupuestos que hacen los sociólogos sobre el mundo".
Los sociólogos creían que los contactos sociales como conversaciones, eran demasiado aleatorios y desordenados como para ser estudiados y explicados. "Garfinkel decía que vivimos nuestras vidas en detalle con interacciones cotidianas", dijo Heritage. Las teorías de Garfinkel se convirtieron en una subdisciplina de la sociología conocida como etnometodología.
Garfinkel, que se incorporó en la facultad de la UCLA en 1954, utilizaba "procedimientos muy originales, aunque de nombres raros" para demostrar el "tremendo cuerpo de conocimientos de sentido común que usamos", explicó Heritage.
En un ejemplo, los estudiantes de Garfinkel fueron a una tienda de abarrotes y negociaron precios más bajos, demostrando la importancia de los presupuestos de sentido común que utiliza la gente todos los días para lograr que la sociedad funcione, "socavándolas", dijo Heritage.
El libro de Garfinkel ‘Studies in Ethnomethodology’, de 1967, fue "uno de los diez libros de sociología más importantes de los últimos cien años", dijo Heritage.

Garfinkel nació el 29 de octubre de 1917 en Newark, Nueva Jersey. Estudió economía en 1939 en lo que ahora es la Universidad Rutgers, se licenció en sociología en la Universidad de Carolina del Norte en 1942, luego sirvió en la  Fuerza Aérea del Ejército hasta 1946 antes de doctorarse en sociología en Harvard en 1952.
Garfinkel fue nombrado profesor emérito a fines de los años ochenta.
9 de mayo de 2011
4 de mayo de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh
 

murió sai baba


Sai Baba murió 12 años antes de la fecha en que él mismo había predicho su propia muerte. Falleció en la India, en su ciudad natal, Puttaparthi, en el hospital que él había ayudado a construir. Miles de personas pasan delante de su féretro.
India. Millones de personas en todo el mundo lloraron la muerte de Sathya Sai Baba, el popular guía espiritual. Autoproclamado como Dios, falleció ayer a los 84 años en su ciudad natal, Puttaparthi, en el sudeste de la India. A lo largo de los años, el gurú logró millones de seguidores en su país y en el extranjero por sus supuestos poderes sobrenaturales, y se convirtió en un icono del movimiento "hippie". Por otra parte, había sido denunciado por abusos sexuales por sus discípulos. Sai Baba predijo que ocho años después de su muerte, que según él iba a ser a los 96, nacería un nuevo avatar. En más de 100 países, sus seguidores deberán aguardar por su próxima reencarnación.
"Sathya Sai Baba ya no está con nosotros. Ha muerto a las 7.40 horas, como cualquier otro paciente humano", dijo el médico A. N. Safaya, a cargo de su cuidado. El guía espiritual murió por un fallo cardiorrespiratorio en el hospital que él levantó en su ciudad natal, y en el que recibía asistencia desde marzo por problemas cardíacos, pulmonares y renales. La noticia conmoncionó a sus seguidores, entre los que figuran líderes políticos, empresarios y famosos. Por dos días, sus fieles podrán ver su cuerpo para rendirle pleitesía antes de iniciar las ceremonias funerarias.
El guía era considerado por sus devotos como la reencarnación de un hombre sagrado, Sai Baba de Shirdi, que murió en 1918. Una fuente del Consejo Sathya Sai aseguró que tras "abandonar su cuerpo mortal", Sai Baba estará ahora "omnipresente" en la naturaleza, y que el deber de sus seguidores será "sentirlo y buscarlo" de forma "diferente", hasta la llegada de su próxima encarnación. Por otra parte, el gurú predijo que después de su muerte nacería un nuevo avatar, Prema Sai Baba.
Sai Baba –su verdadero nombre es Sathyanarayana Raju– nació en una familia pobre; a los catorce años dijo tener naturaleza divina y predicó por tres días bajo un árbol de Puttaparthi, donde luego alzó su centro religioso. Años más tarde se hizo famoso por sus supuestos milagros, habilidades místicas con las que producía ceniza o comida de la nada, o se sacaba de la boca joyas, bolas de oro y relojes, unas prácticas denunciadas como supercherías por diversas asociaciones. "Llevábamos décadas intentando desenmascararlo. El mismo dijo que moriría a los 96 años, y mire. Su influencia ha sido negativa para la India. Hoy hay unas 7000 personas que dicen ser avatares de Dios", dijo el presidente de la Asociación de Racionalistas Indios, Sanal Edamaruku.
Conocido por su melena estilo "afro" y su larga túnica naranja, adquirió popularidad en Occidente en la década del ’70, en gran medida por el movimiento "hippie". También fue acusado de haber cometido abusos sexuales por varios de sus discípulos, aunque nunca fue acusado formalmente e, incluso, un ex primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, llegó a defenderlo en público.
Su centro religioso es lugar de peregrinación para muchas personalidades indias, hasta la presidenta, Pratibha Patil, como el primer ministro, Manmohan Singh, acudieron a su último cumpleaños. "Sathya Sai Baba era un líder espiritual que inspiró a millones de personas a, sin renunciar a su propia religión, llevar una vida moral, siguiendo las ideas de verdad, conducta adecuada, paz, amor y no violencia", se lamentó Singh en un comunicado.
Tras las acusaciones de fraude, Raju había abandonado sus milagros, y se había centrado en las ayudas sociales y la caridad (más sencillas de lograr y menos expuestas a las críticas), apoyado en un Consejo que gestiona, según el Ministerio de Hacienda indio, más de 9 mil millones de dólares en donaciones, lo que revela la facilidad de llegada desde el poder público. En Puttaparthi hay decenas de escuelas, hoteles, una universidad, un aeropuerto y un hospital en el que doctores fieles a Sai Baba brindan tratamientos y realizan operaciones a precios simbólicos para los más pobres. A partir de su muerte, varias de las especulaciones giran en torno de lo que sucederá con el complejo que había logrado construir.
26 de abril de 2011
25 de abril de 2011
©página 12

murió josé argüelles


Pensador new age, creador del concepto de Convergencia Harmónica. Ofreció una interpretación de los calendarios mesoamericanos que académicos consideran una chifladura.
[Elaine Woo] En 1983 el historiador de arte José Argüelles conducía por el Wilshire Boulevard en Los Angeles para devolver un auto alquilado cuando tuvo una visión: El 16 de agosto de 1987, una crítica masa de humanidad se reuniría en sitios sagrados en todo el planeta para vincularse con el cosmos y prevenir una catástrofe global.
La teoría detrás de la propuesta reunión era rebuscada e incluía a mayas extraterrestres y sincronía con el universo, pero al alba del día indicado, el llamado de Argüelles fue respondido. Desde Mt. Shasta en California y Central Park en Nueva York hasta Machu Picchu en Perú y las Grandes Pirámides en Egipto, miles de personas bailaron, se abrazaron, cargaron sus cristales con energía solar y recitaron ‘om’. Algunos escudriñaron el cielo a la búsqueda de ovnis. Argüelles, en un campamento cerca de Boulder, Colorado, sopló su caracola 144 veces.
¿Era una "convergencia morónica, una suerte de día nacional de los fruit loops, como se burlaba la historieta cómica ‘Doonesbury’? ¿O era una Convergencia Harmónica como llamó Argüelles al inhabitual acontecimiento?
Lo único cierto era que la idea de Argüelles había encontrado eco en una generación de buscadores en la ola New Age de los años ochenta. A principios de la década, las reflexiones de la actriz Shirley MacLaine sobre la reencarnación habían contribuido a provocar una masiva curiosidad sobre la espiritualidad alternativa, aunque la dimensión galáctica de Argüelles la llevó a una cúspide. La convergencia harmónica, escribieron J. Gordon Melton y James R. Lewis en su libro ‘Perspectives on the New Age’, atrajo "más atención pública que cualquier otro evento de antes o después en la historia del New Age".
Argüelles estaba coordinando otra convergencia para 2012 cuando falleció el 23 de marzo en su retiro en Australia central. Tenía 72 años y murió de peritonitis, informó su pareja y asistente de investigación, Stephanie South.
Los fundamentos de la convergencia harmónica fueron descritos en el libro de Argüelles de 1987, ‘The Mayan Factor: Path Beyond Technology’. Sobre la base de su interpretación del antiguo calendario maya, determinó que el 16-17 de agosto de 1987 ofrecía una crucial ventana en el tiempo planetario para corregir la "disonancia" de la Tierra e iniciar los últimos veinticinco años de un ciclo de 5.125 años, que terminaría en 2012. Su libro popularizó la idea de que el 2012 presenciaría un cambio de época.
Para que se lograra la convergencia harmónica, Argüelles dijo que se necesitaba "el voltaje humano mínimo" de 144 mil participantes. En Estados Unidos, algunas de las reuniones convocaron a multitudes: cinco mil personas en Mt. Shasta; otras cinco mil en Sedona, Arizona; mil en Chaco Canyon, Nuevo México; y más de mil quinientas en Central Park.
Los académicos lapidaron a Argüelles tildándolo de chiflado y dijeron que su comprensión de la cosmología maya era deficiente. "Aunque he pasado años estudiando calendarios mesoamericanos", escribió el profesor de astronomía y experto en cultura maya de la Universidad de Colgate, Anthony Aveni, "debo confesar que no entiendo ninguno de los complicados diagramas de Argüelles. Tampoco entiendo su explicación... puntuada de jerga científica incomprensible incluso para científicos".
Analistas de la post-convergencia buscaron signos de cambio. Durante los siguientes dos años, el presidente soviético Mikhail Gorbachev propagó la glasnot, los manifestantes por la democracia hicieron temblar la Plaza Tiananmen en China y Hugh Hefner, el fundador de Playboy, se casó, pero si estos eventos eran evidencia o no de una reinicialización cósmica no pudo ser verificado.
Dos meses después de la convergencia, el hijo de Argüelles, Josh, de dieciocho años, perdió la vida en un accidente automovilístico. La tragedia no mitigó su creencia de que la convergencia harmónica estaba funcionando. "Independientemente de que la gente lo entendiera", dijo, "sintieron la señal -fue a un nivel como cuando una especie recibe una señal para cambiar su patrón de migración".

Su señal para el cambio llegó pronto. Nacido en Rochester, Minnesota, el 24 de enero de 1939, hijo de una madre alemana y un padre mexicano, Argüelles vivió en México durante varios años, volviendo a Minnesota cuando tenía siete. Herido por los prejuicios contra los mexicanos, dejó de hablar español y se asimiló, un curso de acción que mantuvo hasta 1953. Ese año visitó las pirámides de Teotihuacán en las afueras de Ciudad de México y sintió un "profundo sentimiento" para volver a conectarse con sus raíces. Empezó un estudio del calendario maya y finalmente hizo campaña para reemplazar el calendario gregoriano, al que consideraba la principal causa de los males del mundo, por su propio sistema de trece meses.
Después de doctorarse en historia del arte en la Universidad de Chicago en 1969, Argüelles se convirtió en un académico, enseñó brevemente en la Universidad de Princeton antes de mudarse a la Universidad de California en Davis y más tarde a la Universidad Evergreen de Washington. En Davis, ayudó a organizar un ‘happening artístico’, lo que condujo en 1971 al primer Festival de Toda la Tierra, que viene de cumplir cuarenta años.
Argüelles veía la reciente avalancha de terremotos, maremotos y guerras como propios de 2012, aunque no era un pesimista. Anticipaba una "edad galáctica" más halagüeña durante la cual la gente volvería a un modo de vida más simple y se comunicaría por telepatía.
"Algo va a pasar", escribió no hace mucho. Pero la historia continuará sin uno de sus soñadores más extravagantes.
Argüelles, que vivía en Ashland, Oregon, y en Palenque, México, se divorció tres veces. Aparte de South, le sobreviven una hija, Tara; su hermano gemelo, Iván; y su hermana, Laurita Kinsley.
19 de abril de 2011
10 de abril de 2011
©los angeles times

murió samuel ruiz


El ‘obispo de los pobres’ mexicano. En el 70 adhirió a la teología de la liberación. El obispo emérito, ex mediador entre el gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, falleció a los 86 años en Ciudad de México, donde estaba internado desde el 12 de enero.
México. El portavoz de la diócesis de San Cristóbal, Pedro Arriaga, informó que sus restos serán trasladados por la tarde a la ciudad donde ‘Tatic’ ("Gran padre", para los indígenas) ejerció su trabajo entre 1959 y 1999. La muerte de Ruiz ocurrió en vísperas de cumplirse el 51 aniversario de su nombramiento como obispo, y 17 desde que el EZLN tomara la ciudad de San Cristóbal, hecho que lo transformaría en mediador entre las tropas lideradas por el ‘subcomandante Marcos’ y el gobierno federal.
Al cumplir 75 años, Ruiz se retiró como obispo y se fue a vivir al Estado de Querétaro, en el centro de México, aunque siguió teniendo apariciones públicas en asuntos relacionados con derechos humanos. Hace dos años formó parte de la comisión mediadora entre el gobierno y Ejército Popular Revolucionario (EPR), que reclamaba conocer el paradero de dos militantes desaparecidos.
En 1989 el obispo creó el Centro Fray Bartolomé de las Casas, organización que desde entonces desarrolló una activa labor en favor de los derechos de los pueblos indígenas y que recibió en 2009 el premio que lleva el nombre del fraile español. El religioso ha sido galardonado con numerosos reconocimientos, entre los que se destaca el Premio Simón Bolívar, concedido por la UNESCO en 2000, "por su especial compromiso personal y su papel en tanto que mediador, contribuyendo así a la paz y al respeto de la dignidad de las minorías".
El actual titular de la diócesis de San Cristóbal, el obispo Felipe Arizmendi, durante las celebraciones por los 50 años de la ordenación de Ruiz, afirmó que la vocación de éste quedó marcada por "descubrir y ver de cerca la marginación de una cantidad de comunidades ante una situación de dominación generalizada".
1 de febrero de 2011
24 de enero de 2011
©página 12
rss

dietas veganas se hacen populares


Y comienzan a establecerse firmemente como una opción.
[Michael Hill] Ridiculizada en el pasado como una dieta marginal para empleados alternativos de tiendas naturistas, el veganismo está siendo considerado cada vez más como una dieta normal en Estados Unidos.
Los libros de dietas veganas de la serie ‘Skinny Bitch’ son éxitos de venta, productos básicos de los veganos, como el tempeh y el tofu, se pueden adquirir en cualquier supermercado y algunas cadenas de restaurantes promueven ansiosamente sus cartas de menú veganas. Los veganos de hoy son profesionales urbanos, madres suburbanas, estudiantes universitarios, incluso atletas profesionales.
"Definitivamente hay más diversidad. No es lo que te podrías imaginar hace veinte años, cuando era algo de hippies y libertarios", dijo Isa Chandra Moskowitz, autora de libros de cocina como el nuevo ‘Appetite for Reduction’. Dice que ahora es más fácil ser vegano porque hay más disponibilidad de productos a nivel local y modos más interesantes de cocinar.
"Ya no se trata solamente de verduras guisadas, arroz integral y lentejas", dijo.
En lo esencial, el veganismo es un vegetarianismo estricto. Mientras que un vegetariano podría poner mantequilla en su rosco, o comer un pastel hecho con huevos, los veganos rechazan todo producto animal: nada de carne, queso, huevos, miel ni mayonesa. Los veganos éticos comparten su aversión moral a causar daño a animales para que sean consumidos por humanos, se trate de un bife o de zapatos de cuero, aunque a veces el término es usado para describir a personas que observan la dieta, pero no la filosofía.
Es difícil encontrar cifras sobre la cantidad de veganos practicantes. Hay una borrosa línea entre la gente que se define a sí misma como vegana y vegetariana y otros entran y salen de dietas vegetarianas. Por ejemplo, el crítico gastronómico del New York Times, Mark Bittman, tiene su plan de salud "vegano hasta las seis", en el que se hace más omnívoro a medida que avanza la tarde.
En una encuesta de 2009, partidarios de la organización sin fines de lucro Vegetarian Resource Group informaron que cerca del uno por ciento de los estadounidenses son veganos, casi un tercio de las personas que se definieron como vegetarianas. Otra encuesta dada a conocer el año pasado por la misma organización encontró un desglose similar para estadounidenses entre ocho y dieciocho años.
Eso convierte al veganismo es una especie de moda pasajera que atraviesa al país, como alguna vez lo hicieron los productos bajos en carbohidratos. Considere que mientras Kraft Foods informa que exportó más Boca Original Vegan Burger Patties y Boca Ground Crumbles el año pasado, el aumento fue de un modesto uno por ciento. Sin embargo, hay muchos indicios de que los veganos han salido de su antiguo y exclusivo capullo, que llevaron alguna vez al célebre chef Anthony Bourdain a burlarse de ellos llamándolos "grupo disidente [de vegetarianos] al estilo de Hezbollah".
La principal evidencia serían los libros de dietas ‘Skinny Bitch’, que ofrecen datos sobre el modo de vida vegano en un estilo bastante informal, como si estuvieras hablando con tu novia por teléfono. (Una muestra: "La soda es Satanás líquido. Es el demonio.") La actriz Alicia Silverstone agregó algo más de brillo a la causa vegana con ‘The Kind Diet’, que se encuentra en el primer lugar de los éxitos de venta. Las dietas veganas también han sido promovidas por otras celebridades, incluyendo a Emily Deschanel en ‘Bones’ y Lea Michele de ‘Glee’.
El veganismo ha sido animado por la misma ola de preocupación por la salud que ha llevado a un número sin precedente de estadounidenses a adoptar dietas de grasas reducidas y vegetarianas y alimentos orgánicos. La idea de alimentarse por la parte de abajo de la cadena alimentaria es especialmente atractiva para los consumidores preocupados por el medio ambiente, debido a que la producción a gran escala es una importante fuente de gases de invernadero.
El veganismo también proporciona un seguro refugio para el creciente número de personas preocupadas por el origen de la carne que compran en el supermercado. Los detractores del procesamiento a escala industrial de los alimentos, como el escritor Michael Pollan, han empezado a convocar audiencias más amplias en los últimos años.
Y -como signo de los tiempos- algunos tipos famosos están convirtiéndose al veganismo.
Bill Clinton, conocido por su inclinación por las hamburguesas cuando era presidente, dijo, en la boda de su hija en Chelsea este verano, que debe su buen estado físico a una "dieta vegetariana" (aunque a veces come pescado). Incluso el ex campeón de peso pesado, Mike Tyson, ha hablado sobre su dieta vegana.
Y los libros de cocina veganos, antiguamente productos selectos, están siendo publicados a tal velocidad que ahora se han formado sub-nichos. Los veinte libros de cocina veganos de Da Capo Press en catálogo incluyen un libro sobre soul food vegano y otro con recetas veganas latinas. Un libro de recetas veganas con alcohol, ‘The Tipsy Vegan’, está por salir.
Abstenerse de productos animales es una antigua práctica que se puede encontrar en culturas en todo el mundo. Pero el veganismo nunca logró echar raíces en los carnívoros Estados Unidos. Tracye McQuirter, vegana durante veintitrés años y autora de ‘By Any Greens Necessary’, una guía vegana dirigida a las mujeres negras, dijo que las cosas fueron diferentes hasta hace cerca de diez años. Aunque pertenecía a una comunidad vegana en su ciudad natal de Washington, dice que más allá de la comunidad había muy poca comprensión.
"La gente no sabía lo que significaba", dijo McQuirter. "No había muchas opciones en términos de tiendas de abarrotes. No existía Whole Foods... Básicamente, teníamos que cocinar todo nosotras mismas".
Eso ha cambiado. Más de la mitad de los mil quinientos chefs encuestados por la Asociación Nacional de Restaurantes para su nueva lista de ‘What’s Hot in 2011’, que incluye entradas veganas como una tendencia de moda. Las entradas veganas ocuparon la posición 71 de 225 tendencias (cerveza orgánica y postres bebibles), lo que las deja bastante lejos del primer lugar, pero dejan en claro que el veganismo está incursionando más allá de bastiones urbanos como la Ciudad de Nueva York y Los Angeles. Algunas cadenas de restaurantes como Souplantation y Pizza Fusion han introducido artículos veganos en sus cartas de menú.
En Fort Lauderdale, Florida, Roseann Marulli Rodríguez, una bloguera de la página web SuperVegan, dijo que aunque no había muchos restaurantes veganos en su zona, su supermercado local ofrecía palitos de pollo sin carne y tocino artificial.
"Definitamente hay más disponibilidad de productos", dijo Rodríguez, que ha sido vegana durante los últimos cinco años que ha estado viviendo en Nueva York. "Creo que es por eso que hay más veganos, porque ahora es más fácil".
19 de enero de 2011
5 de enero de 2011
©washington post
cc traducción mQh
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