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enamoradas de curas


Un grupo de mujeres enamoradas de curas envió una carta a Benedicto XVI contra el celibato obligatorio. Son 39 mujeres italianas que enviaron una carta abierta al Papa para reclamarle que permita casarse a los curas. Se declaran amantes secretas de sacerdotes. Tres de ellas cuentan sus historias.
Vaticano. Un grupo de mujeres italianas redactó una carta abierta dirigida al Papa. No fue encabezada como "Dear Pope" ni "Caro Papa" porque el tema del texto es un reclamo, en fin, un pedido de aggiornamiento que para Benedicto XVI no parece figurar dentro de los appuntamenti de su agenda: presentadas como "las amantes de los sacerdotes", le piden la abolición del celibato obligatorio de sus párrocos. La redacción fue realizada por 39 mujeres italianas y firmada por tres de ellas con santo y seña. Dos de ellas, incluso, cuentan sus historias y preguntan los motivos de su sufrimiento.
Y una, que decidió impulsar aún más su estandarte de liberación de sotanas, abrió un blog para que todas las que pasan por situaciones semejantes puedan expresar lo que les ocurre y cambiar ideas públicamente y sin tanto cuchicheo.
El domingo 12 de marzo, el papa Joseph Ratzinger había pronunciado unas palabras durante el congreso sobre Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote, en medio de los escándalos de pedofilia que saltaban alrededor del Vaticano. En esa ocasión, Benedicto XVI intentó ajustar las tuercas avanzando por el lado del "valor del celibato sagrado". Para qué. Habida cuenta de la cantidad de situaciones no declaradas, era obvio que en el ajuste rechinarían las tuercas. Pero rechinaron por un lado que sorprendió a todos, al menos al caro Ratzinger y a una buena cantidad de sacerdotes involucrados en amoríos secretos, al menos 39 a juzgar por la cantidad de demandantes del grupo.
"Quien escribe –comienza el texto, dirigido al papa Benedicto XVI– es un grupo de mujeres, de todas partes de Italia, que han vivido o viven todavía ahora la experiencia de una relación con un sacerdote. Estamos acostumbradas a vivir en el anonimato esos pocos momentos que el sacerdote logra otorgarnos y vivimos diariamente las dudas, los temores y las inseguridades de nuestros hombres, supliendo sus carencias afectivas y sufriendo las consecuencias de la obligación al celibato."
El argumento de las amantes delle tonache (sotanas) es sencillo y, aunque resulte casi banal, es comparable al de buena cantidad de los equipos que disputarán el Mundial, esto es, el rendimiento de sus jugadores pasa por mantener relaciones sexuales con sus esposas. Para el caso, las 39 italianas sostuvieron ante Benedicto: "¡No se asombre Su Santidad! Para lograr ser testigos efectivos de la necesidad del amor tienen necesidad de personificarlo y vivirlo plenamente, de la forma que su naturaleza lo exige" y se preguntan si "esto es una naturaleza enferma. ¿Transgresora?".
La carta es muy crítica respecto de las hipocresías del nuevo orden vaticano, donde la pederastia hace eclosión, y sostiene que la ley que mantiene el celibato obligatorio "no tiene nada de sagrado, se conserva sin atender a los derechos fundamentales de las personas". Recuerda que a Jesús le gustaba rodearse de discípulos, "casi todos casados, y de mujeres", aclara con acento el texto. Reconocen que Jesús vivió soltero y "el sacerdote simplemente se configura a El con su elección", pero subraya que se trata de una elección, "y una norma (la de obligación del celibato) no puede ser nunca una elección". Además, recuerda que la norma fue impulsada en el sistema jurídico canónico por "interés y conveniencia económica" y que con el tiempo "todo ha sido adobado con una cierta dosis de misoginia y de hostilidad hacia el cuerpo, las pulsiones psicológicas y sus exigencias primarias". Se trata de una ley humana y reciente, y como tal, modificable o eliminable.
La carta fue publicada en Il dialogo, un periódico digital de Monteforte Irpino, una comuna de la provincia de Avellino, Campania, al este de Nápoles, y reproducida en medios europeos. Tres de las 39 demandantes firmaron con nombre y apellido: Antonella Carisio, Maria Grazia Filippucci y Stefania Salomone. Esta última, incluso, publicó su foto y abrió en la misma página del diario un foro dirigido a todas las amantes delle tanache que quisieran expresar algo. En algunos medios se sostuvo, erróneamente, que "sólo tres se animaron a firmar". En realidad, el resto, si no se animó fue por no desenmascarar a sus queridos sotanos. Está claro que la sola publicidad de la carta y de los nombres de las tres amantes debe haber provocado una somatización en forma de sarpullido a más de uno, del tono de ¿Qué le pasa, padre?, No, nada, reflexionaba sobre los desastres de la guerra, sálvanos de nuestros pecados, amén.
La página web avanza en algunas historias. Antonella, de 41 años, cuenta que pasaba todo el tiempo en la parroquia hasta que un buen día el cura brasileño E.C. la acompañó a la casa y le mandó un piquito (un bacino). A la noche, el cura le mandó una carta, de tono adolescente, en la que le decía que se había tratado de un error, y que nada, que se olvide y ya. Antonella dijo que a la otra noche se encontraron para aclarar las cosas, y para qué. Otro bacio y otro más. Dos años y medio duró el pecado que se extendía más allá de las tareas parroquiales, porque el cura empezó a quedarse a dormir en su casa. "En mi familia todos lo conocían, incluso mi nona. Eran todos muy amables con él." Hasta que una carta fogosa cayó en manos de un superior y la cosa no paró hasta el Vaticano. E.C. quedó en la cornisa del infierno y, dado a elegir, cortó por lo más fino y se mudó a una parroquia en Roma. Por su lado, Stefania, de 42, y ejecutiva de Roma dijo con una mirada de ternura que "la mayoría de ellos no están listos para dejar el sacerdocio por una mujer. Mejor tener las dos cosas". B. de 40 años y de Toscana, cuenta que se relacionó con un cura que "es crítico respecto del conservadurismo de la Iglesia y de la disciplina del celibato obligatorio". Y cuando el obispo le dio una nueva oportunidad no cortó con B. Igual, la mantuvo como amante secreta.

3 de junio de 2010
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evo quiere reformar catolicismo


Evo Morales le pidió al Papa la abolición del celibato y el acceso de la mujer al sacerdocio. El presidente de Bolivia, en una entrevista de 25 minutos que mantuvo con el Papa en el Vaticano, expresó también su preocupación por el abuso de niños por parte de sacerdotes.
Bolivia / Vaticano. El presidente de Bolivia, Evo Morales, se reunió ayer durante 25 minutos con el papa Benedicto XVI: primero le obsequió una bufanda blanca de alpaca y dos pequeñas figuras en madera confeccionadas por campesinos del Altiplano boliviano y luego le entregó una carta en la que le pide nada menos que la abolición del celibato, el acceso de la mujer al sacerdocio y la "humanización y democratización de la estructura clerical".
La entrega de la carta fue anunciada por el propio Morales, tras el encuentro que mantuvo con el Papa, a solas, con la sola excepción de un intérprete, en la Biblioteca Privada del Pontífice. En la misiva, Morales se presenta como "miembro de la Iglesia Católica, cristiano de base".
Según dijo a la prensa, tras reflexionar "sobre las lecciones de amor, justicia, igualdad y entrega al prójimo de Nuestro Señor Jesucristo", decidió "proponer muy respetuosamente al Papa la necesidad de superar la crisis de la Iglesia que, como usted dijo, está herida y en pecado".
"Para ello es imprescindible democratizar y humanizar su estructura clerical. Democratizarla para que a todas las hijas e hijos de Dios se les reconozcan los mismos derechos religiosos y que las mujeres puedan tener las mismas oportunidades que los hombres para ejercer plenamente el sacerdocio", escribió Evo.
Morales agrega en la nota que la Iglesia "no tiene que negar una parte fundamental de nuestra naturaleza como seres humanos y debe abolir el celibato (sacerdotal)". Aboliéndolo, según el mandatario, "habrá menos hijas e hijos no reconocidos por sus padres y así podremos sincerarnos ante la realidad".
"Del mismo modo, y con mucha decisión, debemos proteger a nuestros niños de quienes, valiéndose de la confianza que debe inspirar un sacerdote, abusan de ellos. Quienes cometen estas atrocidades pecan y también delinquen", añade la carta.
El presidente boliviano se mostró convencido de que el Papa valorará "con sabiduría" sus propuestas, con las que quiere "humildemente ayudar a cerrar las heridas de la Iglesia".
En la entrevista, Morales también informó al Papa de las duras críticas que recibe semanalmente, en las homilías de las misas, por una parte de la Iglesia boliviana. Al respecto, el embajador de Bolivia ante la Santa Sede, Carlos de la Riva, puntualizó que el presidente dejó en el Vaticano "documentación" de las críticas y ataques que recibe por una parte de los "jerarcas" de la Iglesia, entre los que citó al cardenal Julio Terrazas.
"En Bolivia hay numerosos padrecitos (curas) y monjas que se sacrifican, se sacan la mugre trabajando en favor de los campesinos", le dijo Morales al Papa, según relató De la Riva. El presidente también le contó al Sumo Pontífice "todo lo que está pasando en Bolivia y lo que quiere hacer él" en el país.
Con el Papa, añadió Morales, le une una "enorme coincidencia" en la defensa de la Madre Tierra y de los inmigrantes, un problema que afecta a ciudadanos de los países en vías de desarrollo que ven cómo son rechazados en el primer mundo.
Al respecto, el presidente criticó duramente la ley de inmigración del estado de Arizona, en los Estados Unidos, y señaló que "no comparte" la exclusión, a la vez que recordó que europeos y otros extranjeros llegaron a América latina en otras épocas y nunca fueron rechazados. Advirtió además sobre las amenazas del cambio climático y resaltó la labor de la Iglesia en la lucha contra ese fenómeno.
Tras reunirse con el Papa, el presidente Morales se entrevistó luego con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y el ministro de Relaciones Exteriores, el arzobispo Dominique Mamberti. "Durante los coloquios ha habido un fructuoso intercambio de opiniones sobre la actual coyuntura internacional y regional y la necesidad de fomentar una mayor sensibilidad social para la tutela del ambiente", informó el Vaticano. En el comunicado –en el que no se hace mención a la carta de Morales, y menos aún al pedido que en ella se formula– se añade que el Papa y Morales analizaron "algunos aspectos de la situación de Bolivia, en particular la colaboración entre la Iglesia y el Estado en materia de educación, sanidad y políticas sociales en defensa de los derechos de los más débiles".
Morales llegó al Vaticano acompañado de un séquito de siete personas, entre ellas el ministro de Economía, Luis Arce.
Cuando se le preguntó a De la Riva si no había una extralimitación con la carta de Morales al Papa, el embajador respondió que Evo simplemente ha expresado su punto de vista como católico de base, para luego hacer una invitación a Benedicto XVI a visitar Bolivia.

18 de mayo de 2010
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murió moshe hirsch


Rabí estadounidense anti-sionista .
Murió el domingo en Jerusalén el rabí estadounidense anti-sionista y estrecho colaborador del difunto líder palestino, Yasser Arafat, informó Eida Haredit, una organización paraguas formada por sectas judías anti-sionistas ultra-ortodoxas. Tenía 86 años.
Hirsch era una importante figura en Neturei Karta, una pequeña secta ultra-ortodoxa que se opone a la existencia de Israel como estado judío y se ha unido a sus enemigos. Nació en Nueva York y estudió en una academia rabínica en Nueva Jersey.
Arafay, que murió en 2004, nombró a Hirsch su asesor en asuntos judíos.
La organización se hizo conocida por el viaje de sus miembros a Irán en 2006, donde abrazaron al presidente Mahmoud Ahmadinejad en una conferencia en la que se negó el Holocausto. También apoya a los gobernantes de Gaza -Hamas- y a los militantes libaneses de Hezbolá.
Estas alianzas les significaron críticas de parte de otras organizaciones judías anti-sionistas, que creen que sólo el Mesías puede fundar un estado judío.
Neturei Karta, ‘Guardianes de la Ciudad’ en arameo, fue fundada hace cerca de setenta años en Jerusalén por dos judíos que se oponían al proyecto de fundar un estado para Israel.
Se calcula que el tamaño de la organización varía de algunos cientos a algunos miles. Hirsch era el yerno del fundador del grupo, el rabí Aharon Katzenelbogen.

10 de mayo de 2010
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cc traducción mQh
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la procesión de los sikuris


Axel Nelsen, antropólogo, da su visión sobre una fiesta cargada de sincretismo. Cada Lunes Santo parte desde Tilcara una peregrinación que se interna tres días en la montaña. Son 60 bandas de sikuris con dos mil músicos y seis mil peregrinos que suben 23 kilómetros hasta el santuario del Abra de Punta Corral, a 3890 metros de altura.
[Julián Varsavsky] Argentina. En la procesión de Punta Corral observé kollas ‘rubios’ con flequillo emo y anteojos a lo CQC, sikus fabricados con caños de PVC, zapatillas Nike y ushutas modelo inca, ponchos de todo tipo y camperas Patagonia, bufandas palestinas y aguayos con la guagüita colgando en la espalda, chulos peruanos...
Sí, a mucha gente la causa un poco de gracia tanta mezcla, pero es ingenuo pensar una cultura viva como algo estático, como si fuese una esencia que se desnaturaliza cuando se mezcla con otra cosa. La cultura nunca funciona así; es una trama de relaciones permanentemente cambiantes que permite a sus integrantes inventar y tomar los elementos que están a mano, combinarlos y reinterpretarlos de diferentes formas. Los únicos que vemos una contradicción en esto somos nosotros, pero la gente de la Quebrada de Humahuaca se siente cómoda y lo ve como algo natural. Yo creo que una cultura jamás es algo idéntico a sí mismo en dos momentos diferentes.

¿Cuál es el origen de esta celebración?
El origen de la procesión de Punta Corral se remonta a 1835, cuando un pastor, Pablo Méndez –luego de que se le apareciera una virgen– encontró en la montaña una piedrita que parecía una virgen. Al bajar a Tilcara se la entregó al párroco, quien certificó que era una virgen y se quedó con ella. Pero a los pocos días ésta desapareció para reaparecer en su lugar de origen. Y fue el mismo pastor quien la habría reencontrado, por lo que se interpretó que la virgen expresaba su deseo de permanecer en los cerros. Para celebrar el milagro se construyó un santuario de altura. En Tilcara existen documentos certificando la existencia de la peregrinación ya en 1920.

La procesión es liderada por la Iglesia como institución, pero algunas personas ven algo más que una mera celebración católica en Punta Corral, una muestra del sincretismo con la religiosidad aborigen. ¿Será realmente así o eso es ver las cosas como uno preferiría que fuesen y sin embargo no lo son?
Si uno indaga un poco detrás de las vírgenes que se veneran a lo largo de los Andes, descubrirá que detrás de muchas de esas vírgenes hay una piedra. Hay incluso lugares en Bolivia donde el culto es directamente a la piedra, no a la imagen de una virgen; se trata de grandes piedras vestidas con mantos a las que se les dibuja un rostro para asemejarlas a una virgen. Es claramente una deidad aborigen asimilada a una deidad católica, un proceso que seguramente comenzó en un momento lejano en que, si una comunidad no reconvertía sus creencias –o al menos su simbología– hubiera sido sometida a sanciones. De hecho la piedra que dio origen a Punta Corral está ahora –supuestamente– adentro de la imagen de la virgen que se lleva en una de las dos procesiones, la de la vecina localidad de Tumbaya. Por eso muchos cultos a la virgen son en verdad cultos a las piedras, que en las religiones originarias tenían una importancia enorme. Esas piedras se conocían como huacas y eran espíritus con poderes muy concretos en la vida de las personas.

Arriba, en el santuario de Punta Corral, asistí a una misa algo extraña, con dos mil músicos tocando –o saliéndose de la vaina por tocar–, mientras el cura les pedía que hicieran silencio. ¿Cómo interpreta usted esta misa?
Uno ve en esa misa arriba de la montaña una explosión festiva que no es propia o característica de la Iglesia Católica. El formato del rito católico es restrictivo, no da mucho lugar para expresar libremente las emociones. Todo es más contenido, mientras que lo que se ve ahí arriba es una celebración muy festiva. Y después de esa misa llegan las cuarteadas, un baile que se realiza en otras ceremonias del calendario católico, como los días de los santos patronos, pero que tiene que ver con otro tipo de religiosidad. En la cuarteada, parejas de bailarines ofrecen a la virgen mitades de corderos previamente sacrificados, que descuartizan al culminar el baile, llevándose cada danzante un "cuarto" de cordero. Algo así como un sacrificio de raíz andina que la Iglesia Católica tolera.

En la procesión están un poco a la vista elementos sincréticos –o híbridos, como prefieren referirse ahora los antropólogos al hablar de estos cruces– que son parte de dos cosmovisiones religiosas: la aborigen y la católica. ¿Cuál predomina?
Es difícil definir dentro de un fenómeno sincrético cuál de las dos vertientes que lo componen –la católica y la aborigen en este caso– es la predominante. Cuando las bandas son bendecidas en la iglesia de Tilcara antes de partir al cerro, allí predominan los elementos formales del catolicismo. Sin embargo, cuando están arriba en el santuario, la peregrinación se convierte más bien en una fiesta que tiene poco que ver con la liturgia católica y predomina más lo aborigen. En la tradición judeocristiana, la liturgia tiende a ser algo rígido y solemne, a veces hasta oscuro y culposo; en cambio lo que ocurre arriba del cerro es una verdadera fiesta que implica pasarla bien, reírse, emborracharse, bailar. Y la ritualidad de los pueblos originarios siempre estuvo ligada a la celebración de la vida que brota de la tierra como las cosechas. Aquellas celebraciones eran grandes banquetes donde se distribuían los alimentos, las hojas de coca, la chicha y se honraba a las deidades. El santuario de Punta Corral es entonces algo periférico dentro de lo que es la disciplina católica; la gente está allá arriba dispuesta a liberar emociones, además cuartean corderos, encienden fuegos frente al santuario; en definitiva es un formato muy distinto al de la institucionalidad católica. Es un espacio que está un poco fuera del control de la institución, en especial a la noche cuando no hay misa. Luego, cuando las bandas y peregrinos que retornan del santuario ingresan al pueblo y en una escena muy curiosa les entregan la virgen a unos hombres disfrazados de soldados romanos y el cura comienza a predicar con un megáfono, queda muy claro que ése es el momento y el espacio en que los sikuris le devuelven la virgen a la institución católica y ésta retoma el control de algo que allá arriba estaba un poco funcionando según otra lógica.

¿El hecho de que la procesión se haga hacia las alturas no tiene un componente aborigen? ¿No sigue una tradición milenaria anterior incluso a los incas, que por cierto nunca fue parte de la liturgia católica?
El hecho de que la Iglesia de Punta Corral esté en un cerro es algo ligado sin dudas a las culturas originarias, que construyeron muchos santuarios en las alturas a lo largo de la Cordillera de los Andes antes de la llegada de los españoles. Entre las deidades importantes en épocas prehispánicas estuvieron los cerros. Y en la cosmovisión originaria la naturaleza está animada, llena de presencias, espíritus que animan las piedras, los ríos. Y las montañas ocupan un lugar muy alto en esta jerarquía de deidades. Los incas –que llegaron hasta la Quebrada de Humahuaca– no sólo reverenciaban los cerros sino que además subían físicamente a ellos a realizar sacrificios. Como un intento de controlar las idolatrías, la Iglesia comenzó con esa obsesión por ubicar cruces en la cima de los cerros, para apropiarse de las alturas. Porque estos lugares son sagrados en la cosmovisión aborigen.

Un aspecto que me llamó la atención en la procesión fue una variopinta simbología que incluía bandas que portaban una veintena de banderas del Vaticano mientras que otras enarbolaban la Whipala, la bandera de la nación india del Tawantinsuyu.
Ahí se puede ver una muestra de visiones esencialistas de la cultura; los emblemas expresan materialmente la idea de lo cristiano y lo aborigen, son dos "cosas" que no se pueden mezclar, dos objetos que no se pudieran fusionar físicamente. Pero la presencia de estos emblemas oculta algo que es mucho más complejo. La Whipala hace 20 años –cuando yo fui a vivir a Tilcara– jamás se veían ondeando; no existía en la Quebrada de Humahuaca. Esa bandera fue un emblema que se adoptó de otros movimientos indígenas de Bolivia, que en última instancia tiene que ver con un movimiento del Perú y que tienen otro nivel de organización e identificación. Este emblema ingresó en la Quebrada en los años ’90, al igual que ciertas celebraciones como el Inti-Raymi que antes no se celebraban. Es interesante ver cómo algo tan reciente se percibe como algo de tiempo inmemorial. De algún modo es como que la bandera misma crea la nación.

¿Y qué pasa con las banderas del Vaticano que hay en la procesión?
Del mismo modo, diría que la bandera del Vaticano crea al católico, porque si uno indaga lo que es el catolicismo para un campesino de la Quebrada y lo que es para un católico de un barrio de Buenos Aires, estoy seguro de que las respuestas serían absolutamente diferentes. Y de algún modo la bandera tiende a homogeneizar todo esto y da la impresión de que es parte de una sola cosa, que es el catolicismo. Pero el catolicismo es muy diverso, como lo aborigen.

¿Se atrevería a hipotetizar qué sería el catolicismo para aquellos que llevan la bandera vaticana en la procesión y qué significaría la Whipala para los otros?
En mi experiencia, el catolicismo para un campesino del noroeste argentino tiene que ver con la pertenencia a una institución que juega un papel destacado en las culturas locales. Ser católico es ir a la iglesia, participar de los ritos; tiene mucho que ver con la socialidad de la comunidad en esas prácticas y bajo ese sistema de valores. Y de la misma forma, yo creo que quienes llevan la Whipala se sienten más cerca de la religiosidad indígena, es situarse en otro círculo social donde encuentran reconocimiento y se sienten afines con otros individuos dentro de la comunidad. Entonces, creo que mucho tiene que ver con esto lo microsocial que sucede al interior de las comunidades antes que estar referido a una religiosidad u otra, a un emblema u otro. Estos símbolos y esta religiosidad tienen que ver con los espacios sociales e identidades a las que las personas acceden mediante su práctica. No es tanto una especulación filosófica abstracta sobre la existencia de un dios único o la naturaleza de la tierra como deidad dadora y sustentadora de la vida. Más tiene que ver con la práctica y la cotidianidad, con el tipo de interacción que se da en la institución.

En las discursividades sociales de la Quebrada de Humahuaca se ve claramente un resurgimiento de lo aborigen como identidad que años atrás era un poco más difuso.
En Occidente cualquier cultura tiende a verse a sí misma como una cosa antes que como una trama de relaciones. Y en el noroeste los aborígenes han tomado muchas veces, de manera estratégica, esta idea de que la cultura andina es algo en sí mismo. Pero si uno ve la historia prehispánica, los procesos también son enormemente dinámicos. ¿Qué cosa sería lo indígena originario? ¿Lo que sucedía dos siglos antes de que los incas conquistaran las tierras del sur andino? ¿Lo que sucedía 3000 años atrás cuando eran cazadores recolectores y probablemente tenían una religiosidad totalmente diferente? Todas estas posibilidades serían legítimas, válidas, pero el pasado aborigen nunca fue estático. Y por supuesto que hoy en día lo indígena es totalmente distinto a lo que habrá sido en la época de la colonia, en la mita potosina, o en las guerras de la independencia cuando se comenzó a reivindicar al indio por una cuestión de estrategia política en un contexto de guerra. Entonces lo indígena –como lo occidental o lo nacional– también es una ‘invención’. Simplemente es una vertiente, un proceso que tiene raíces, ciertas memorias compartidas, pero también cambia todo el tiempo. Entiendo por qué se hace; por una reivindicación. Se busca esencializar lo indígena como algo distinto que no se mezcla con otra cosa. Es algo que ayuda a identificarse y a establecer sentidos de pertenencia en comunidades que necesitan organizarse y necesitan este tipo de emblemas como la Whipala. Aunque definir lo indígena como algo puro es como preguntarse si existen la argentinidad, la cultura argentina o los argentinos como si fueran en sí mismos algo que existe realmente. ¿Cuál es la argentinidad pura? ¿La de 1810, la de 1855, la de 1880? En realidad es un proceso que incluye una enorme diversidad y que cambia constantemente.

¿Qué papel juega hoy la Iglesia Católica en la Quebrada de Humahuaca? ¿Es una herramienta de dominio?
Todas las religiones, como todas las cosmologías, legitiman o están asociadas a ciertas visiones jerárquicas del mundo. Y por lo tanto favorecen o apuntalan estructuras de poder, relaciones de dominación. Algunas son más desiguales, más severas, más perversas, otras más igualitarias, más inclusivas, más sanas. En ese sentido creo que la religión siempre está asociada a una estructura de poder. Pero en este momento me parece que la Iglesia Católica es mucho menos un vehículo de dominación en relación a lo que fue en la época de la colonia. Hoy en día creo que hay otros elementos mucho más eficaces en lograr ese tipo de dominación. Me refiero a la publicidad, a Internet, la TV, al fomento del consumo por los medios masivos. Difunden una cosmología, ya que ofrecen valores y una interpretación de la realidad, de cómo lograr el éxito, de quiénes somos, de cómo lograr el respeto, la felicidad, es decir que tiene muchos de los elementos que da una religión. Hoy en día veo que los medios masivos tienen mucho más efectividad que la iglesia en instalar estas visiones del mundo al servicio del poder. Es increíble cómo los medios y los valores que difunden llegan hasta los parajes más remotos de la Quebrada y Puna, donde ya hay televisión o cybers.

Retomando el análisis histórico, el cura de la iglesia de Tilcara me dijo en una entrevista que en el siglo XVI "la Iglesia entró a América con la cruz y no con la espada".
Eran dos caras de la misma moneda. La cruz justificaba y facilitaba lo que la espada ejecutaba. Saber si los curas directamente blandieron espadas –algo que debe haber sucedido en más de una ocasión– no es necesario para decir que la Iglesia fue instrumental a la violencia que se ejerció sobre los pueblos indígenas. Además, a partir de fines del siglo XVI y principios del XVII se orquestó la campaña de "extirpación de idolatrías", donde se dieron órdenes muy precisas; se mandaron curas extirpadores a documentar todas las prácticas aborígenes y a destruir violentamente todo lo que tuviera que ver con los objetos de culto e incluso ejecutar a quienes instigaban a esas prácticas. O sea que la Iglesia ejerció violencia física y no solo ideológica. Es algo que está ampliamente documentado.

En aquella entrevista el cura también afirmó que "la Iglesia vino a purificar las religiones autóctonas".
Ah, bueno... así como creo que las culturas puras no existen, no creo que la religión –como parte de una cultura– pueda ser algo estático que se puede presentar de forma pura. Ese es un concepto viciado desde su origen. La religión es una práctica dinámica y en ese sentido la Iglesia Católica no purificó la religión indígena, porque no hay nada más allá de las impurezas. La Iglesia transformó las religiones locales pero no pudo eliminarlas por completo. Y la religión católica también se transformó a sí misma en este proceso. Yo creo que hay una religiosidad popular en los Andes que no tiene nada que ver con la religión católica que uno encuentra en Roma. Los andinos hicieron del catolicismo algo nuevo.

A algunos participantes de la celebración les pregunté si la Pachamama era un Dios y todos me dijeron que no, que era una costumbre. Y tengo entendido que en quechua no existe la palabra Dios.
Claro, la tierra es la tierra. Yo siembro una semilla y sale una planta, o sea que de allí viene la vida. El de Dios es un concepto totalmente occidental. Dios es la tierra. Por eso en la cosmovisión aborigen esa idea no tiene ningún sentido, ya que allí hay una cantidad de entidades animadas de las cuales depende su vida. Preguntar si hay un dios en las religiones aborígenes es como preguntarse: ¿Los incas eran fascistas? ¿Eran comunistas? Esas son categorías occidentales que no tienen nada que ver con otras sociedades. Uno podría encontrar elementos de autoritarismo y elementos colectivistas en los incas, una especie de comunismo extremo. Y en realidad es otra cosa totalmente diferente. Yo creo que el mayor obstáculo que debemos saltear para el entendimiento intercultural es el juzgar con nuestras propias categorías a los demás; entender que otra gente puede organizar el mundo de manera totalmente diferente.

Creo que entendí: los incas eran stalinistas.
Sí, por supuesto.

29 de marzo de 2010
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murió robert carter


Sacerdote y activista por los derechos de los homosexuales.
[Dennis Hevesi] Murió el 22 de febrero en el Bronx el Reverendo Robert Carter, que a principio de los años setenta fue uno de los primeros sacerdotes católicos en el país que declaró públicamente que era homosexual y ayudó a fundar la National Gay and Lesbian Task Force. Tenía 82 años.
Su muerte, en un centro de salud jesuita, fue confirmada por el Reverendo Thomas R. Slon, asistente ejecutivo de la dirección provincial de la Provincia de Nueva York de la Sociedad de Jesús.
El reconocimiento del Padre Carter fue muy público. En octubre de 1973, el doctor Howard J. Brown, ex administrador de los servicios de salud del ayuntamiento de Nueva York, anunció que era homosexual y que estaba fundando una organización que lucharía por los derechos civiles de hombres y mujeres homosexuales. Llamada entonces National Gay Task Force, se convirtió más tarde en National Gay and Lesbian Task Force.
Un artículo sobre el grupo en el New York Times decía: "En el directorio están representadas diversas organizaciones de homosexuales y lesbianas. Uno de los miembros era el Reverendo Robert Carter, sacerdote jesuita y profesor de teología histórica".
Poco después fue visitado por un enviado de la orden jesuita. "Parece que tenían miedo de que yo hubiera sufrido una depresión psicótica", escribe el Padre Carter en sus memorias inéditas.
Aunque hubo llamados para su expulsión por iracundos "jesuitas, padres y alumnos de nuestras escuelas", continuó el Padre Carter, no fue castigado. En aquellos días, la iglesia y la congregación de los jesuitas se mostraban más tolerantes con los homosexuales".
La iglesia sigue considerando que aunque la atracción homosexual es un "trastorno", los homosexuales que son célibes no pecan inherentemente. Sin embargo, en 2005 el Vaticano publicó un documento que decía que la iglesia no debía admitir en sus seminarios, ni ordenar "a los que practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigada o apoyar a la llamada ‘cultura gay’".
El Padre Carter ayudó a fundar el capítulo neoyorquino de DignityUSA, una organización de apoyo de homosexuales católicos. En 1972, con el Reverendo John McNeill, organizó un encuentro del capítulo en la capilla jesuita de la Calle West 98 en Manhattan.
"Yo lo considero el corazón de Dignity", dijo en una entrevista el Padre McNeill, autor de ‘The Church and the Homosexual’ (Beacon, 1976). "Yo me encargaba de escribir, pero él estaba en la primera línea, reuniéndose con gente, aconsejando a la gente".
Cuando las autoridades católicas dijeron que Dignity no podía seguir reuniéndose en locales de la iglesia, el Padre Carter celebró misa en departamentos en todo Manhattan. Realizó ceremonias de bendición de parejas gay. En 1986 declaró a favor de la ley de derechos homosexuales propuesta por el alcalde Edward I. Koch antes de que fuera aprobada por el Concejo del Ayuntamiento. Instó a Dignity a participar en los desfiles del orgullo gay y marchó él mismo, con su alzacuello.
Aunque era un académico especializado en el mundo clásico, era también un asistente social profesional, y prestaba ayuda espiritual a sacerdotes y centenas de católicos laicos homosexuales. "Cuando luchaba por reconciliar ser gay con ser católico", dijo en una entrevista el Padre Brendan, activista por los derechos homosexuales de toda la vida, "Bob Carter me ayudó a pasar del odio contra mí mismo a la aceptación de mí mismo, y luego a hacerme con un lugar entre los activistas gay. Era como un Harvey Milk católico".

Robert Earl Carter nació el 27 de julio de 1927 en Chicago, hijo de Earl e Ila Grace Smith Carter. Su padre administraba varias tiendas de música.
Los padres de Carter eran protestantes que rindieron culto en toda una serie de denominaciones durante su crecimiento. Luego, en la Universidad de Chicago, leyó la novela semi autobiográfica de James Joyce, ‘Retrato del artista adolescente’ [Portrait of the Artist as a Young Man]. Lo introdujo, escribió, "a la centralidad del catolicismo en la historia de la civilización occidental".
Se graduó en junio de 1946 y al día siguiente fue ordenado en la iglesia católica. Tres años después, obtuvo su diploma de licenciado en estudios griegos en su alma mater, y se doctoró en 1953. Ingresó a la Sociedad de Jesús en 1954 y fue ordenado en 1963.
El Padre Carter obtuvo luego la licenciatura en trabajo social en la Universidad de Columbia en 1981. Para 1985 estaba acompañando a pacientes de SIDA en el Lincoln Hospital en el Bronx; más tarde fue supervisor del programa externo de pacientes de SIDA en el Bellevue Hospital Center en Manhattan.
Para él, no había contradicción entre la homosexualidad y el cristianismo.
En sus memorias, el Padre Carter escribió: "Desde que Jesús compartiera la mesa con parias sociales y pecadores, con aquellos rechazados por la clase religiosa de su época, yo considero que nunca he sido más completamente jesuita, un ‘compañero de Jesús’, que cuando admití públicamente que era homosexual, que son los parias de mi época. Podíamos vencer los estereotipos negativos de la sociedad hacia nosotros, y seríamos socialmente aceptados sólo si declarábamos públicamente nuestra homosexualidad".
Le sobrevive su hermana, Nancy Glader, de Prospect Heights, Illinois.

27 de marzo de 2010
14 de marzo de 2010
©new york times
©traducción mQh
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ariel valdés deja los hábitos


Renunció como sacerdote Ariel Valdés, el cura santiagueño que enseña que Adán y Eva no existieron. Álvarez Valdés, teólogo de prestigio internacional, decidió dejar los hábitos porque recibió presiones de la Iglesia. Hace dos años sus denuncias fueron primicia de Página/12. Enseña que Adán y Eva no existieron y que la Virgen María no fue tal.
[Pedro Lipcovich] Argentina. "Para poder enseñar la Biblia libremente, renuncio a la Iglesia Católica", resumió Ariel Álvarez Valdés. El ahora ex sacerdote, teólogo de prestigio internacional, venía protagonizando una controversia con el Vaticano y particularmente con el obispo de Santiago del Estero, Francisco Polti. El conflicto se estancó alrededor de una cuestión puntual: la narración bíblica sobre Adán y Eva, ¿debe considerarse una verdad histórica o un relato metafórico, como tal compatible con la versión científica sobre los orígenes del hombre? Álvarez Valdés no aceptó retractarse de esta última posición y prefirió abandonar la institución que le había prohibido dar clases y publicar libros. En diálogo con Página/12, además de detallar la historia que lo llevó a dejar la Iglesia, el teólogo precisó algunas de sus formulaciones sobre la Biblia: explicó por qué la virginidad de María debe entenderse "no necesariamente como un hecho físico, sino como la fidelidad al marido"; por qué "las apariciones de la Virgen no se producen en el mundo exterior sino en la retina de quien tiene la visión", y por qué "Jesús nos hubiera salvado aunque no hubiera muerto en la cruz, sino viejito en su cama: nos salva a través del amor, y no del dolor".
"Desde hace casi dos años, mi obispo me prohíbe enseñar, escribir, dar conferencias. Intenté hacerlo entrar en razón pero no ha querido ceder. Entonces, como no quiero desobedecer a la Iglesia, para poder enseñar la Biblia libremente, renuncio", explicó Álvarez Valdés. El teólogo, residente en Santiago del Estero, es licenciado summa cum laude en la Facultad Bíblica Franciscana de Jerusalén, y doctor en Teología bíblica en la Universidad Pontificia de Salamanca. Es miembro de varias asociaciones internacionales, incluida la Sociedad Argentina de Teología, y autor de diversos libros en la especialidad.
El 4 de agosto de 2008, el obispo de Santiago del Estero, Francisco Polti, le había prohibido al sacerdote Ariel Álvarez Valdés "dar clase de disciplinas teológicas, incluyendo cursos cortos y conferencias", "participar en medios de comunicación social incluyendo Internet" y "hacer nuevas publicaciones o disponer la reedición de publicaciones anteriores". Álvarez Valdés venía enseñando en la Universidad Católica local y en el Seminario de la diócesis.
En ese momento, la sanción establecida por el obispo Polti había obedecido a una disposición del cardenal Tarsicio Bertone, secretario de Estado del Vaticano. De todos modos, "mi obispo, por ser del Opus Dei, tiene una mirada muy conservadora y cerrada; otros obispos no hubieran reaccionado de esa manera, y de hecho en otras diócesis seguí dando clases y dictando cursos". Álvarez Valdés presentó su renuncia al sacerdocio en julio del año pasado: "En estos meses intenté que mi obispo revirtiera su actitud, pero no hubo caso, y finalmente decidí hacerla efectiva".

Usted entiende que la sanción fue una iniciativa del obispo Polti, que el Vaticano respaldó –observó Página/12.
–Así es –contestó Álvarez Valdés–. La medida fue desproporcionada. Y se mantuvo pese a que llegamos a acordar en diversos puntos, salvo la historicidad de Adán y Eva.

¿Qué sostiene usted respecto del relato de Adán y Eva?
Que no es un relato histórico. El autor que lo escribió no sabía ni pretendía enseñar cómo apareció el hombre sobre la Tierra. Lo que la Biblia sabe es de dónde provino el hombre: de las manos de Dios. Cómo apareció, si fue o no como lo plantea la teoría de la evolución, es tema de los científicos. El relato de Adán y Eva procura destacar la grandeza de un hombre y una mujer creados por Dios: nadie puede abusar de otra persona, por humilde que sea, ya que en todo ser humano reside la imagen de Dios.

¿Y cuál es la doctrina oficial de la Iglesia al respecto?
La inmensa mayoría de los teólogos sostienen lo que acabo de decir. De hecho el Vaticano me envió una carta donde reconocía que mi posición era correcta pero cuestionaban el hecho de divulgarla al gran público, en vez de circunscribirla a libros técnicos de difícil acceso.

O sea que la Iglesia mantendría dos discursos al respecto.
Es de lo que yo me quejé. Si se puede escribirlo en los libros de teología, ¿por qué no va a ser posible decírselo al gran público? Pero le tienen miedo al escándalo, siempre lo mismo. Mi obispo, en los considerandos de la prohibición, aducía que mis afirmaciones causaban "perplejidad" a la gente". Pero el Papa también causa a veces perplejidad. El mismo Jesús, según cuentan los Evangelios, dejaba perplejos a sus discípulos.

Otros puntos de discrepancia se referían a la figura de María...
No es cierto que el ángel Gabriel se le haya "aparecido" a María, como un señor que entrara volando por la ventana: si así hubiese sido, María no habría tenido oportunidad de expresar su fe; si hubiera visto realmente al ángel, no se trataría de fe. En realidad el ángel simboliza la voz de Dios en el corazón de María.

De todos modos, la concepción de María en tanto virgen implicaría ya una intervención sobrenatural.
En la Biblia, la virginidad no necesariamente debe interpretarse como hecho meramente físico. La Biblia entiende por virginidad el hecho de la fidelidad a una misma persona. En el Antiguo Testamento puede leerse: "Feliz de ti, virgen que has concebido a tus hijos...". En este sentido una virgen puede tener hijos con su marido, porque la virginidad no concierne a la biología sino a la fidelidad.

Muchos católicos no suelen entenderlo de ese modo...
Pero estas cosas ya han sido aceptadas. Ya no me piden que me retracte en esos puntos. A lo largo de estos dos años, me aceptaron éstos y otros puntos. La única exigencia de retractación que no levantaron fue sobre Adán y Eva. Y dije que no: ¿con qué cara podría mirar a mis alumnos después de decir semejante barbaridad?

Otro de los puntos era su negativa a admitir "apariciones" de la Virgen María.
Los muertos, según la Biblia, no pueden volver a la Tierra. El que murió no vuelve, y el que volvió nunca ha muerto. Esas historias que recopilaba Víctor Sueyro, de túneles, luces y música, corresponden al más acá: nadie vuelve del más allá. Entonces, la Virgen María no puede "aparecer", no puede presentarse físicamente a nadie. Alguien puede tener una visión de la Virgen María, que ocurre en la retina de la persona pero no en el exterior.

¿Cómo distinguir estas visiones de las que conciernen a la psicopatología?
Son auténticas si los mensajes que trasmiten coinciden con la Biblia. El 90 por ciento de los mensajes que se atribuyen a la Virgen María están contra la Biblia: se dijo que la Virgen de San Nicolás había contado que el nacimiento de Jesús fue como cuando un rayo de sol atraviesa el cristal de la ventana sin tocarlo ni romperlo, pero la Biblia dice que Jesús nació como un hombre, es decir, como nacen todos los hombres.

También planteó usted que los denominados estigmas no son signos de santidad ni provienen de Dios...
Lamentablemente, muchos creen que son signos de santidad enviados por Dios. Pero no pueden venir de Dios, porque duelen mucho. Un estigma es terriblemente doloroso, es un boquete en la mano. Dios es amor y bondad y no puede mandar lastimaduras a la gente. Los estigmas vienen de los desequilibrios mentales de las personas: científicamente, la mente humana puede tener un poder despótico sobre el organismo. De igual modo, mucha gente sigue pensando que Jesús nos salvó con su muerte en la cruz y que, si no, no nos hubiera salvado. ¿Quiere decir que El contrató a Pilatos para que condenara, a Pedro para que negara, a Judas para que traicionara? ¿Si Judas no lo hubiera entregado, El no nos habría salvado? Jesús nos hubiera salvado igual aunque hubiera muerto viejito en su cama. Porque nos salva a través del amor, no del dolor.
Tras dejar los hábitos, Álvarez Valdés, de 52 años, se propone "crear un instituto bíblico para acercar gente a la Iglesia Católica. Ya que no puedo como cura, porque mi obispo me lo prohíbe, doy un paso al costado y lo hago como laico". En cuanto a sus medios materiales de vida, "afortunadamente vivo en la casa de mis padres, que me apoyan; he publicado algunos libros; gracias a Dios, nunca viví de la Iglesia".
El Obispado de Santiago del Estero comunicó que "con dolor hemos recibido esta petición. Durante mucho tiempo hemos intentado encontrar un camino de solución a la situación eclesial del padre pero, aunque reconocemos esfuerzos mutuos, lamentablemente no lo hemos logrado".

16 de marzo de 2010
©página 12
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junipero serra necesita un milagro

Para ser nombrado santo, el fundador de las misiones de California debe demostrar un último portento. Una posibilidad: una artista que todavía vive después de perder un tercio de su cráneo después de catorce intervenciones quirúrgicas de su cerebro.


Santa Bárbara, Estados Unidos. En el subterráneo de la Old Mission Santa Barbara, hay un archivador repleto de descripciones de milagros que no fueron aprobadas.
Un hombre se cae de su caballo y, gracias a Junipero Serra, se levanta ileso. Una mujer visita la tumba de Serra en Carmel y algo la conmueve profundamente, cambiando el curso de su vida. Un alcohólico deja la bebida y atribuye a Serra haberla dejado completamente.
Todos creían que sus experiencias eran milagrosas -pero ninguna fue considerada el milagro que se necesita para elevar a Serra a la santidad, un objetivo que los funcionarios de la iglesia anunciaron hace 75 años, con ocasión del 225 aniversario de su muerte.
Serra, el respetado sacerdote franciscano que fundó las misiones de California, tiene un milagro reconocido oficialmente. Una monja de St. Louis se curó de lupus después de rezarle, que condujo a la beatificación de Serra en 1987.
Pero la santidad exige un segundo milagro, definido por la iglesia como un suceso que no puede ser explicado por la ciencia pero que sí puede ser atribuido a la intercesión del candidato desde más allá de la tumba.
Hace dos años los defensores de Serra pensaban que habían descubierto uno. Una mujer de Denver que había orado a Serra dio a luz a un bebé sano, pese a una horrenda prognosis. El caso llegó a Roma, pero los médicos del Vaticano concluyeron que no era un milagro.
Ahora hay otra posibilidad. Sheila E. Lichacz, una artista panameña, ha sobrevivido catorce intervenciones quirúrgicas para extraerle unos tumores llamados meningiomas después de que le dijeran una y otra vez que se estaba muriendo. En una cirugía le removieron un tercio de su cráneo, que fue reemplazado por placas de acrílico. Pero estas también fueron retiradas después de que le causaran graves infecciones.
Ahora una gran parte de su cerebro está cubierto no por hueso o placas sino solamente por carne. Sin embargo, a los 66 sigue siendo una mujer exuberante y elegante. En un reciente viaje a Santa Bárbara para tratar con sacerdotes sobre su historia médica, llevó un vestido pantalón azul brillante con un sombrero y turbante haciendo juego, pesadas cadenas de plata y un cinturón de cuero negro de su propia hechura, tachonado con trece crucifijos de plata. Sus palabras caen como una cascada de fervor religioso.
"¿Ha visto usted algo como esto?", pregunta Lichacz, que todavía tiene cuatro tumores benignos en su cabeza. "¿Lo ha visto? ¿Operaciones al cerebro durante 45 años? Bendito Junipero -ese pobre hombre me necesita. Él lo dio todo, te lo digo yo, y, sin fanfarronear, también yo daré todo".
Si su historia alcanza a llegar al Vaticano es harina de otro costal. El proceso de determinar milagros es terriblemente y ha devenido incluso más exigente a medida que la ciencia explica fenómenos considerados previamente como misteriosos.
El principal defensor de Serra es el Padre John Vaughn, un sacerdote franciscano que vive en la misión. Hace diez años fue nombrado Vice Postulator para la Causa Serra -el cuarto en una sucesión de sacerdotes encargados de conseguir la santidad para Serra.
"Me sentí honrado; me sentí humillado", dice Vaughn, que, como ex ministro general de la Orden de Frailes Menores, dirigió durante doce años a los dieciséis mil monjes franciscanos del mundo. "Supongo que también me sentí aterrorizado".
En su sotana marrón y cinturón de cuerda, Vaughn cruza lentamente los jardines y los fríos corredores de 189 años de la Misión Santa Bárbara. Ahora de 81 años y sobreviviente de un derrame, está muy consciente de que su trabajo podría superarlo. Después de todo, tomó 755 años canonizar a St. Bede.
En el caso de Serra, gran parte del trabajo pesado ya se ha hecho. Académicos católicos pasaron catorce años reuniendo cartas, diarios de vida, documentos de la iglesia, biografías y relatos de quienes le conocieron. Realizaron investigaciones en 125 bibliotecas. En audiencias en California recogieron los testimonios de cerca de cincuenta descendientes de los indios que trabajaron en las misiones de Serra y de los soldados españoles que los custodiaban.
El cuerpo de Serra fue exhumado dos veces, tal como prescribe la tradición eclesiástica, para asegurarse de que todavía estaba en su sepultura. Cientos de virutas de sus huesos fueron removidos como reliquias para ayudar a los fieles.
"Ya se hizo el trabajo de base", dijo Vaughn, dirigiendo a un visitante en los archivos de la misión. En una pared se exhibe en un marco parte de una vestidura usada por Serra. En la cripta, un registro de defunciones escrito por Serra cuenta sombrías historias de la época de la fundación de Santa Bárbara; su primera entrada es una niña llamada María Antonia -posiblemente la hija de un soldado español y una madre india- que murió el 22 de diciembre de 1782.
En las estanterías, tomo tras tomo -cerca de diez mil páginas en total- constituyen el transumptum, el archivo completo de la petición de santidad para Serra.
Santa Bárbara fue una de las nueve misiones que fundó antes de su muerte en 1784. Serra, nativo de Majorca, la más grande isla de España, evangelizó durante años en regiones remotas de México. Buscando convertir tantos nativos americanos como le fuera posible, recorrió la entonces inexplorada California con una dolorosa úlcera en su pierna, caminando miles de kilómetros para fundar comunidades religiosas. En un momento, volvió a México para cabildear por un decreto que prohibiera que los soldados abusaran sexualmente de las nativas.
Sin embargo, en sus misiones los azotes y los grilletes eran castigos comunes. Los indios que se escapaban eran perseguidos y atrapados -a veces para morir por enfermedades europeas que entonces se expandían vertiginosamente.
Las misiones "apenas si reconocieron a los habitantes de este continente como seres plenamente humanos", dijo Sor Kateri Mitchell, directora de Tekakwitha Conference, una organización católica de nativos americanos.
Vaughn, que dice que los santos "aunque sagrados, no son perfectos", lo había oído antes. "No puedes juzgar a alguien del siglo diecisiete o dieciocho con normas del siglo 21. ¿Cuántos de nuestros Padres Fundadores poseían esclavos?"
Ese argumento ha causado polémica.
"La santidad exige que las experiencias de Serra -especialmente las que tuvo con los indios de California- transciendan tiempo y espacio", escribe James A. Sandos, que estudia la época de la Misión en la Universidad de Redlands. "La santidad significa que este es un ejemplo universal para todos los católicos".
En 1985 el Papa Juan Pablo II concluyó que Serra había vivido una vida de "heroica virtud" y lo declaró "venerable". Eso desencadenó la búsqueda de dos milagros: una para la beatificación y otro para la santidad.
El primero fue la curación de la monja de St. Louis. Gravemente enferma en 1960, Sor Mary Boniface Dyrda no sabía nada de Serra cuando un capellán de California la instó a rezarle. Décadas más tarde su recuperación fue evaluada por comisiones de médicos de St. Louis y Roma, y aprobada por 32 cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano. En 1987 el Papa Juan Pablo II proclamó que la curación había sido milagrosa. Serra fue beatificado y convertido en "Beato Junipero Serra".
El último milagro ha sido elusivo.
En un momento, los defensores de Serra pusieron sus esperanzas en un hombre del condado de Riverside que sufría de cáncer al páncreas en fase terminal. Inspirado por la imagen del sacerdote en un vitral, buscó la ayuda de Serra. Vivió seis años más, pero murió de una deficiencia cardiaca antes de que pudiera dar su testimonio.
Luego, en 2007, el caso de la mujer de Denver parecía prometedor. Debido a que sufría de complicaciones de un embarazo, le dijeron que su bebé nacería gravemente discapacitado. El niño nació sano, pero una revisión médica del Vaticano concluyó que la curación pudo haber sido natural.
Lichacz, la artista panameña, dijo que no conocía a Serra cuando sintió por primera vez su presencia sanadora hace casi treinta años.
Siempre fue una mujer profundamente religiosa. Muchas de sus pinturas juegan con imágenes como las barcas de greda de Cana, donde se dice que Jesús convirtió el agua en vino. Una pintura está en exhibición permanente en la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén; otras han sido expuestas en Harvard y en la Smithsonian. Antes de empezar una tela, Lichacz inscribe en tiza las letras AMDG -Ad majorem Dei gloriam.
A los 21, cuando estudiaba en una universidad católica de Texas le diagnosticaron el primero de sus meningiomas.
Desde entonces su vida ha estado marcada por operaciones quirúrgicas, severos dolores de cabeza y la posibilidad de ceguera y muerte repentina.
En 1979 estuvo en San Diego para un examen neurológico. La noche anterior, ella y su marido, John, mayor en retiro de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, rezó en la Misión San Diego de Alcalá de Serra.
"Los dos vivimos una experiencia etérea", dice Lichacz. "Algo nos estuvo tranquilizando para que pudiéramos hacer frente a lo que se nos venía encima".
Dieciséis años más tarde, la pareja viajó desde su hogar temporal en Miami a San Diego para otra consulta.
En ese viaje visitaron la misión de Serra en San Juan Capistrano.
"Vi su estatua y por alguna razón le toqué los pies con mis manos", recuerda Lichacz. "Lo miré y le dije: ‘Por favor, cuida de mí’. Y Dios es mi testigo, porque empecé a volver al coche y era como si estuviera levitando. No sentía el suelo. Entonces me di cuenta de que era Junipero".
En el silencio del crepúsculo de una capilla en la Misión Santa Bárbara extrae lentamente de su cartera una preciada posesión.
Es un relicario de oro con el sello de lacre de los franciscanos.
Dentro hay un mechón castaño canoso, un hueso de Serra que le dio un monje en Santa Bárbara.
"Él sufrió tanto", murmura. "Es un santo. Yo sé que es un santo".
Un panfleto que promueve la causa de Serra cita el asombro de un neurocirujano no identificado que después de tantas operaciones Lichacz "nunca sufriera ningún déficit neurológico ni trauma psicológico... Si esto no es un milagro, entonces es una prueba de que la fe sana cualquier cosa y te hace más fuerte".
Si los médicos consultados por Vaughn aceptan que la ciencia no puede explicar la relativa buena salud de Lichacz, declarará ante un tribunal y estudiará sus expedientes médicos.
Luego el caso será enviado al Vaticano, donde el Papa tendrá la última palabra.
Funcionarios de la iglesia no quieren especular sobre el resultado para Lichacz.
"Depende de Dios", dijo Vaughn. "Y de otra gente".

15 de noviembre de 2009
28 de agosto de 2009
©los angeles times 
©traducción mQh
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luteranos admiten a homosexuales


La Iglesia Evangélica Luterana de Estados Unidos es la segunda iglesia cristiana en un mes en liberalizar las políticas sobre los homosexuales en los ministerios.
[Duke Helfand] El viernes la denominación luterana más grande del país revirtió la prolongada prohibición al nombramiento de homosexuales no célibes en el clero, convirtiéndose en la segunda iglesia cristiana en un mes en liberalizar sus políticas sobre quiénes pueden administrar la fe.
Líderes de los 4.6 millones de miembros de la Iglesia Evangélica Luterana de Estados Unidos, que se reunieron en Minneapolis, dieron a las congregaciones locales autoridad para elegir ministros o líderes laicos que pueden mantener "relaciones permanentes, monógamas, con personas del mismo sexo".
La decisión se produce después de una medida similar el mes pasado, adoptada por autoridades de la Iglesia Episcopal, que levantaron la prohibición de facto sobre la consagración de obispos homosexuales con relaciones de pareja.
Teólogos y estudiosos de la iglesia dijeron que las dos decisiones podrían influir en otras denominaciones protestantes -incluyendo a los presbiterianos y metodistas unidos- que están luchando por reconciliar conflictos sobre la homosexualidad y la Biblia.
Un estudioso definió la decisión de las dos organizaciones como un momento clave en el cristianismo americano", que podría dividir más a las iglesias que ya hacen esfuerzos por frenar la huida de los tradicionalistas.
"Los que han estado activamente en la campaña por un cambio de este tipo en las otras denominaciones tradicionales verán esto como un indicio de que ellos deberían intensificar sus esfuerzos", dijo en un e-mail Richard Mouw, presidente del Seminario Teológico Fuller, en Pasadena. "Para los que, por razones bíblicas, nos hemos opuesto, está destinado a reforzar la sensación de que ya no somos bienvenidos en las iglesias tradicionales".
Los conservadores en la iglesia luterana condenaron las decisiones de la Asamblea Mundial en Mineapolis, diciendo que las acciones sobre el clero homosexual contradicen las enseñanzas bíblicas sobre el matrimonio.
Una importante organización, la luterana CORE, llamó a las congregaciones luteranas a destinar fondos no a la iglesia nacional, sino a los ministerios "fieles" dentro y fuera de la denominación. La organización está organizando una convención este próximo mes, en Indianápolis, para planificar lo que llamó un "futuro común unido" con luteranos tradicionales.
"No podemos apoyar esta desviación de la palabra de Dios", dijo en una declaración el Reverendo Mark Chávez, director de la organización.

El obispo presidente de la iglesia nacional, Mark S. Hanson, reconoció que el cambio en las políticas de la iglesia ha provocado tensiones en los dos lados del debate y sobre los indecisos.
Pese a que Hanson describió las deliberaciones sobre los problemas como sinceras, apeló directamente a los perdedores. Todos los luteranos, dijo, comparten una fe común.
"Va a tomar tiempo decidir cómo vamos a vivir juntos a la luz de estas decisiones", dijo Hanson en una conferencia en la red. "Sería trágico que no pudiésemos comunicarnos. Esta es una época para una respuesta reflexiva, comprometida, piadosa, imaginativa".
Los luteranos votaron sobre la política de los ministerios dos días después que adoptaran una nueva declaración social sobre la sexualidad humana que reiteraba la definición de la iglesia del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, y además afirmaba que la iglesia todavía tenía que alcanzar consenso sobre las uniones de personas del mismo sexo.
La declaración ‘Sexualidad humana: don y confianza’ [Human Sexuality: Gift and Trust] se estuvo preparando durante los últimos ocho años y la intención es que oriente a miembros de la iglesia para la definición de políticas.
Más de mil representantes en la asamblea nacional debatieron sobre el problema clerical durante más de cinco horas antes de decidir la apertura del ministerio a homosexuales y lesbianas comprometidos en una relación homosexual. En el pasado, homosexuales y lesbianas podían ser clérigos sólo si guardaban su castidad.
La resolución aprobada da a los líderes luteranos locales una "flexibilidad estructurada" para tomar decisiones, sin exigir a las congregaciones que elijan a candidatos que no quieren.
Los líderes luteranos votaron por resoluciones relacionadas que llamaban a la iglesia a comprometerse para reconocer y apoyar las relaciones de personas del mismo género y a "respetar las conciencias de todos".
Las resoluciones provocaron llorosos testimonios de partidarios y opositores, que citaron ambos a la Biblia en sus argumentos.
"Hay personas envueltas en relaciones homosexuales en nuestras iglesias. Viven en comunión", dijo la Pastor Serena Sellers, del Sínodo de Pensilvania del Sureste. "Creo que es importante que la moral de nuestra iglesia es... dar a toda la gente la oportunidad de rendir cuentas por las opciones que toman".
Pero la Reverendo Catherine Ammlung, del Sïnodo de Delaware-Maryland, lo ve de otro modo.
"Lo que habían sido las enseñanzas de mi iglesia ahora se ha reducido a una opinión personal", dijo. "Muchos de nosotros, que somos personas de buena voluntad, quedamos como autónomos... éticos".
Los partidarios del cambio celebraron tras el fin de la votación, diciendo que la Asamblea Mundial había optado por mayor justicia.
"Hoy estoy orgullosa de ser luterana", dijo Emily Eastwood, directora ejecutiva de Lutherans Concerned-Ámérica del Norte, una organización de derechos homosexuales en la iglesia.
Dijo que los ministros homosexuales serán ahora "libres para decir lo que son y que tienen el amor y el apoyo de una pareja para toda la vida... es todo lo que hemos pedido siempre".
Observadores independientes trataron de poner las decisiones en un contexto histórico. Un académico ve la inclusión de los homosexuales en la vida de la iglesia como inevitable, y dijo que la conmoción finalmente desaparecería.
"A medida que se toman estas decisiones, tenemos más claro hacia dónde van", dijo Sheryl Kujawa-Holbrook, profesora de teología práctica y educación religiosa en la Facultad de Teología de Claremont. "La justicia no se puede dividir en partes".

16 de octubre de 2009
22 de agosto de 2009
©los angeles times 
©traducción mQh
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