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murió en su primer día


[Marla Dickerson] Jefe de policía mexicano asesinado en su primer día de trabajo. Autoridades responsabilizan a traficantes de drogas.
Ciudad de México, México. Alejandro Domínguez Coello, dueño de una imprenta, fue el único con suficiente coraje como para aceptar el cargo de jefe de policía en esta ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, agobiada por la violencia.
Desde febrero ha sido asesinados seis agentes de policía, así que cuando renunció el último jefe, los funcionarios del ayuntamiento estuvieron durante semanas buscando a un reemplazante antes de dar con Domínguez. A pocas horas de asumir el cargo el miércoles, el nuevo jefe murió en una lluvia de balas, presumiblemente disparadas por traficantes de drogas.
La emboscada y asesinato de Domínguez fue uno de los crímenes más osados en una serie de asesinatos relacionados con el tráfico de drogas, que han aterrorizado a Nuevo Laredo en los últimos meses. Desde enero han sido asesinadas 63 personas en la norteña ciudad mexicana de 315.000 habitantes. Las autoridades creen que la mayoría de las víctimas son bajas de una intensa guerra entre bandas de traficantes de drogas rivales por el control de un centro clave de transportes en la frontera con Texas.
Domínguez, ex presidente de la Cámara de Comercio de Nuevo Laredo, aceptó un trabajo que daba miedo incluso a policías veteranos. Muchos residentes dijeron que su decisión era equivalente a pegarse un blanco en la espalda. Pero el hombre, 56, padre de tres niños, dijo a los periodistas durante su investidura el miércoles que no tenía miedo.
"No le debo nada a nadie. Mi compromiso es con la ciudadanía", dijo Domínguez. "Creo que los que deberían tener miedo son los que están implicados".
Seis horas más tarde, sus asaltantes abrieron fuego con rifles de asalto cuando el nuevo jefe subía a su camioneta Ford.
La policía dice que no tiene sospechosos, pero los residentes creen que las docenas de cartuchos que se encontraron junto al cuerpo agujereado de balas de Domínguez pertenecían a los narcotraficantes que están enviando el mensaje de que son ellos los que controlan las calles de Nuevo Laredo.
"Están desafiando abiertamente al estado mexicano", dijo el politólogo de Ciudad de México Jorge Chabat. "Están demostrando que pueden matar a cualquiera, cuando quieran. Es escalofriante".
La violencia en la frontera norte de México ha causado más de 500 muertes este año. Hace algunas semanas el ministerio de Asuntos Exteriores norteamericano advirtió a los ciudadanos americanos que la guerra entre las bandas de traficantes ponía en peligro su seguridad si viajaban a la región.
La alerta de viaje paralizó el turismo en Nuevo Laredo, obligando a cerrar restaurantes y tiendas. Funcionarios mexicanos, incluyendo al ministro del Interior Santiago Creel criticó el aviso, diciendo que "iba demasiado lejos".
El jueves el embajador norteamericano en México, Tony Garza, calificó el asesinato de Domínguez como un "sin sentido" y repitió la preocupación de Washington sobre los estadounidenses que viajan al norte de México.
"Como amigos y vecinos, debemos ser honestos sobre la situación en rápido deterioro a lo largo de la frontera y el casi caos en otras partes", dijo Garza en su declaración. "Aunque no tengo interés en criticar al gobierno mexicano, dada mi responsabilidad para fomentar la seguridad de los ciudadanos norteamericanos, no me quedaré callado si se pone en juego la seguridad".
Los mexicanos se han llevado el peso de la carnicería, que las autoridades dicen que está siendo causada por la guerra entre las dos bandas de narcotraficantes más grandes de México, los carteles de Juárez y del Golfo, por el control del comercio de drogas en la frontera. Entre los muertos hay periodistas, funcionarios elegidos, policías y matones de las bandas desde Tijuana a Matamoros.
Nuevo Laredo ha surgido como un campo de batalla especialmente peligroso. La reportera radial de la crónica roja, Guadalupe García Escamilla, fue asesinada a balazos en la calle el 5 de abril después de que terminara su programa en la emisora. Pasó una semana en el hospital antes de sucumbir a sus heridas.
Hace poco pistoleros enmascarados atacaron un convoy policial a plena luz del día en una ajetreada avenida. Aunque no murió nadie, las autoridades dijeron que el lugar quedó sembrado con más de 500 cartuchos de balas y dos lanzagranadas.Agentes policiales dicen que los barones de la droga compiten por el área por la misma razón que los negocios legales: Es el punto de cruce más grande para el transporte de carga a lo largo de la frontera estadounidense-mexicana. Cuatro puentes internacionales conectan a Nuevo Laredo con su ciudad hermana de Laredo, Texas. Hay un quinto puente en preparación.
En 2003, el Puerto de Entrada de Laredo recaudó 79.4 billones de dólares, o un 40.5 por ciento del valor total del comercio estadounidense-mexicano, de acuerdo a cifras de la Cámara de Comercio de Laredo.
"Cada día cruzan unos 8.000 a 12.000 camiones de carga" desde Nuevo Laredo, dijo René Salinas, un agente especial del FBI en San Antonio. "Eso es significativo porque algunos de ellos son usados para el transporte de drogas ilegales.
"Un montón de los problemas que están ocurriendo en México son el resultado directo de la demanda de drogas en Estados Unidos. Esa es la verdad".
Las operaciones de los barones de la droga han causado víctimas entre empresarios legítimos.
Julián Vigil, gerente del restaurante El Principal, de Nuevo Laredo, dijo que los visitantes se habían asustado con la violencia reciente.
"Los negocios están cerrando", dijo. "Los turistas tienen miedo... y las ventas han caído en picado".
Alberto Guerra González, columnista del diario de Nuevo Laredo, El Diario, describió a Domínguez como un buen empresario que gozaba de amplia simpatía. Dijo que Domínguez se sentía responsable para con su comunidad.
La rápida ejecución de Domínguez, dijo Guerra, fue un golpe especialmente doloroso para la gente en Nuevo Laredo.
"Ahora nadie quiere ser jefe de policía", dijo.

Cecilia Sánchez y Narayani Lasala contribuyeron a este reportaje.

10 de junio de 2005
©los angeles times
©traducción mQh

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