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substituyen a general iraquí


[Dexter Filkins] Bagdad, Iraq. Comandantes estadounidenses dijeron el lunes que han nombrado a un nuevo comandante de la fuerza de seguridad iraquí en Faluya, dejando caer a un general que ha sido acusado de participar en la generalizada represión durante el régimen de Sadam Husein.
Los comandantes dijeron que habían nombrado a Mohamed Latif, un antiguo oficial de los servicios secretos, para dirigir la nueva fuerza iraquí de seguridad. A diferencia del hombre al que substituye, Yasin Mohamed Sale, Latif parece ser considerado un opositor a Husein.
Según un antiguo oficial iraquí que trabajó para él, Latif estuvo encarcelado durante 7 años por desobedecer una orden de Husein que implicaba el desplazamiento de sus tropas.
"Fue investigado por los servicios de seguridad y ha sido aprobado", declaró un oficial estadounidense de alto rango.
El general Sale, por otro lado, era considerado por muchos iraquíes tan cercano a Husein que su resurrección a manos de los estadounidenses amenazaba con poner al mando de la ciudad a la misma gente contra las que habían estado combatiendo. Varios miembros chiíes del Consejo de Gobierno iraquí habían protestado por el nombramiento del general Sale a causa de su supuesto papel en la violenta represión de la rebelión chií contra Husein en 1991.
El oficial americano dijo este lunes que el general Sale muy probablemente tendrá algunas responsabilidades en la nueva fuerza de seguridad, posiblemente como comandante de uno de los batallones.
La fuerza de seguridad de Faluya, un grupo de alrededor de 900 iraquíes, fue reunida apresuradamente por los estadounidenses como un medio de asegurar el control de la ciudad evitando un ataque de los marines.
Los combates del pasado mes, desencadenado por el asesinato y mutilación de cuatro guardias privados ha causado la muerte a cientos de iraquíes y de soldados estadounidenses.
Los combates continuaron en muchos lugares el lunes. Al sur de Bagdad un soldado americano perdió la vida y otros dos fueron heridos durante un ataque contra un grupo de soldados que custodiaban un escondrijo de armas que había sido descubierto la noche anterior. Un marine estadounidense perdió la vida en la provincia de Al Anbar al poniente de Bagdad durante una operación de "seguridad y estabilidad".
En la ciudad santa chií de Nayaf, han estallado sostenidos combates entre soldados americanos y seguidores de Moktada al-Sader cuando miembros de su propia milicia, conocidos como el Ejército de Majdi, atacaron una base norteamericana y un convoy. Testigos dijeron que las batallas duraron más de una hora.
Soldados americanos ocuparon recientemente posiciones en la ciudad después de la partida de las tropas españolas. Aunque no hubo partes de bajas americanas, funcionarios del hospital de Nayaf informaron de que cinco iraquíes fueron muertos y 20 heridos. Como en muchos de los encuentros en Iraq, donde las guerrillas no llevan uniforme, funcionarios del hospital dijeron que no podían determinar si los muertos eran civiles o insurgentes.
Hubo indicios el lunes de que la violencia en Faluya se intensificará, como ya habían previsto oficiales estadounidenses a medida que preparan el traspaso de soberanía al pueblo iraquí el 30 de junio. El lunes por la mañana, un barrio de Bagdad fue empapelado de octavillas advirtiendo a la gente mantenerse alejada de la principal carretera hacia el aeropuerto, que es intensamente usada por soldados estadounidenses y civiles.
El lunes noche estallaron fuertes combates cerca del aeropuerto entre soldados e insurgentes, con un fuerte ataque de la artillería pesada estadounidense, que se podía oír kilómetros a la redonda. La carretera hacia el aeropuerto fue clausurada, al menos temporalmente.
La continuada violencia hace surgir nuevas preguntas sobre la capacidad de los estadounidenses y de Naciones Unidas de iniciar un cambio político.
El lunes, un funcionario de Naciones Unidas delineó un proceso mediante el cual los iraquíes propondrían a los miembros de una comisión electoral iraquí, que gozará de la autoridad de elaborar reglas y crear una infraestructura electoral para las elecciones nacionales previstas para enero de 2005.
Según el proceso descrito por el funcionario, iraquíes de a pie podrían nominar a personas a la comisión electoral, aunque la decisión final sobre los miembros deberán tomarla las Naciones Unidas, el Consejo de Gobierno iraquí y L. Paul Bremer, el interventor de Iraq.
Debido al clima de violencia, empero, sólo 13 de los 18 regentes del país pueden proponer miembros a la comisión. El funcionario dijo que su equipo va a seguir adelante de todos modos, y esperaba que la situación de seguridad mejorara.
Una de las pocas notas positivas para los estadounidense esta semana fue el escape de Thomas Hamill de sus secuestradores iraquíes, que fue contado con más detalles este lunes. Hamill, un contratista privado de Mississippi, fue secuestrado por insurgentes el 19 de abril, pero logró escapar de sus captores corriendo hacia un grupo de soldados de la Guardia Nacional de Nueva York que patrullaban cerca de la ciudad de Samarra.
El lunes, cuando Hamill abandonaba el país y se dirigía a un hospital estadounidense en Alemania, los soldados estadounidense contaron cómo lo habían encontrado. Hamil, dijeron, fue sacado de una pequeña choza de adobe en un área despoblada cuando oyó el sonido de los vehículos todoterreno Humvee. Empujó la puerta y corrió hacia las tropas.
"Gritaba, ´Soy estadounidense, soy un prisionero de guerra estadounidense´", contó el teniente Joseph Merrill. "Estaba sin afeitar y más delgado que cuando lo secuestraron, pero aparte de eso, estaba bien. Estaba feliz de vernos".
Uno de los soldados, el sargento Mark Forbes, dijo que Hamill le había contado que había tenido varias oportunidades de escaparse, pero que estaba siempre en el desierto y no tenía más que una botella de agua.
"Dijo: ´Pude haber escapado un montón de veces, pero ¿hacia dónde? Sólo tenía una botella de agua y no tenía mapa. ¿Hacia dónde tenía que escapar?"

4 mayo2004 ©new york times ©traducción mQh

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