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REFUGIADOS SERÁN ECHADOS A LA CALLE SI NO COLABORAN EN SU PROPIA DEPORTACIÓN - michiel kruijt



La Haya, Holanda. Solicitantes de asilo rechazados que no quieran volver a su país serán echados a la calle. Los que colaboren en su propia deportación podrán residir hasta su partida en centros de internamiento.
Sobre eso se han puesto de acuerdo los alcaldes de las cuatro grandes ciudades y la ministro Verdonk (Extranjería). Ámsterdam, Rótterdam, La Haya y Utrecht ayudarán a la ex directora de prisiones a buscar más instalaciones para centros de acogida y de deportación.
Este es el resultado de una consulta rápida el jueves entre Verdonk y los alcaldes Cohen (Ámsterdam), Opstelten (Rótterdam) y Deetman (La Haya). Las grandes ciudades escribieron la semana pasada en una carta a la ministro que no colaborarían en echar a la calle a los solicitantes de asilo que llegaron a Holanda después de 2001 y cuyas solicitudes de asilo han sido rechazadas definitivamente. Este grupo no hace parte de los 26,000 refugiados que serán deportados, y que habían llegado al país antes de la implementación de la nueva ley de extranjería en 2001.
Sobre ese grupo los alcaldes ya tuvieron problemas con la Verdonk. El año pasado las ciudades se negaron a colaborar [con la orden de gobierno] en poner en la calle a los refugiados rechazados. Temían por el orden público. El gabinete plantea que los solicitantes de asilo rechazados deben dejar el país por propia cuenta.
Después de la consulta rápida se acordó que este grupo recibirá será deportado por el Servicio de Inmigración y Naturalización (IND) después de ocho semanas de supervisión, que en caso necesario se prolongarán otras ocho (cuatro meses). Si para entonces el refugiado todavía se niega a colaborar en su deportación será echado a la calle de los centros de internamiento.
Los cuatro alcaldes piensan que debe haber centros de acogida similares para el grupo de refugiados que llegó a Holanda después de 2001 y que han sido rechazados definitivamente. Ayer llegaron a un compromiso con la Verdonk. Estos refugiados, según la nueva ley de extranjería, deben abandonar el país 28 días después de su rechazo. Si colaboran en su propia expulsión, no serán puestos en la calle hasta su partida y serán re-ubicados en una llamada instalación de regreso. Ahí son supuestamente ayudados por el IND para arreglar su regreso.
A cambio de eso los cuatro grandes ayuntamientos deberán ayudar en la búsqueda de instalaciones para centros de internamiento y de partida. El alcalde Cohen, que habló ayer a nombre de sus colegas, no excluye que se instalen centros de acogida y de partida en las cuatro grandes ciudades. "Es necesario seguir adelante y vamos a colaborar. Vamos a investigar con los otros ayuntamientos dónde construir esos centros".

16 de julio de 2004
©volkskrant ©traducción mQh

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