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TRAGEDIA EN DARFUR: HAY 50 MIL MUERTOS


El balance total de muertos en Darfur podría haber llegado ya a las 50 mil personas, indicó en Nueva York, Jan Egeland, secretario general adjunto de la ONU en cuestiones humanitarias.

Naciones Unidas. "No tenemos una cifra precisa pero sobre una población de alrededor de un millón de personas (desplazadas) se puede situar en cualquier lugar entre 30 mil y 50 mil personas", declaró en una entrevista con la Agence France Presse.
"La mayoría de esas muertes era evitable", agrega el diplomático noruego, y "el mayor asesino no es el fusil, sino la disentería". Según él, la temporada de lluvias favorece la propagación de enfermedades y "los niños mueren en gran número por enfermedades intestinales".
"Existe una falsa impresión de que las cosas mejoraron en Darfur", pero "la verdad es que después de que disminuyera la tasa de mortalidad, volvió a aumentar", agregó Egeland.
Darfur, provincia de Sudán fronteriza con Chad, es escenario de una grave crisis humanitaria desde febrero de 2003, cuando algunas poblaciones locales, esencialmente negras, se rebelaron contra el gobierno predominantemente árabe de Jartum, lo que desencadenó sangrientas represalias de parte de las milicias árabes janajwids, progubernamentales.
La violencia en Sudán comenzó cuando dos grupos rebeldes de tribus africanas de Darfur se alzaron en armas para disputar con agricultores árabes la posesión de tierras y de recursos naturales. Posteriormente, milicianos árabes conocidos también como "hombres de a caballo", iniciaron una letal campaña para desalojar a los africanos negros.
Alrededor de 1.2 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares en esta región en 17 meses de conflicto, de los cuales 200 mil se han refugiado en el vecino Chad. Unos 2.2 millones necesitan urgente atención médica y alimenticia.
"Seguimos sin tener recursos suficientes", destacó, e indicó que a pesar de que pronto llegarían cerca de 100 millones de dólares, la ONU necesitaba "otros 110 millones de dólares".
Egeland, quien también es coordinador de la ayuda de emergencia de la ONU, indicó asimismo que el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, se ocupó el viernes de "enviar cartas a varios países donantes europeos y del Golfo para pedirles que hicieran más" en materia de ayuda -financiera o material- a la población de Darfur.
"El gobierno sudanés no tiene todo el tiempo del mundo", insistió Annan, la semana pasada. "Se han cometido serios crímenes y un abuso sistemático y grande de los derechos humanos. Nosotros, la comunidad internacional, tenemos que intensificar los esfuerzos para proteger a los inocentes en Darfur", agregó.
La organización humanitaria Human Rights Watch afirmó recientemente que estaba en posesión de documentos que demuestran que el gobierno sudanés reclutaba, armaba y ayudaba a las milicias, lo que Jartum desmintió varias veces.

Mueren unos 10 niños diarios
Se estima que alrededor de diez niños mueren cada día en el gigantesco campo de refugiados de Mornei, uno de los más grandes de Darfur, en el oeste de Sudán, según la delegación alemana del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Con la llegada de las lluvias, las enfermedades pulmonares, el paludismo y las diarreas son muy peligrosas para los niños, precisó en Francfort, Christian Schneider, de la asociación Unicef-Alemania, al regresar de una misión en Sudán.
Una quinta parte de los 90 mil refugiados del campo de Mornei son niños menores de cinco años. Y una quinta parte de esos niños de menos de cinco años sufre desnutrición, según la organización, que depende de las Naciones Unidas.
Las asociaciones humanitarias no tienen acceso a una tercera parte de los aproximadamente 150 campos de Darfur debido a los disturbios registrados en la región, afirmó la UNICEF en su comunicado.
Los desplazados temen regresar a sus aldeas de origen, ya que no podrán conseguir alimentos, agua ni asistencia médica, añadió Schneider.

Sudán rechaza una intervención militar
Por su parte, el gobierno sudanés anunció el domingo que rechazaba una intervención militar extranjera para prevenir una catástrofe humanitaria en Darfur, donde el balance de muertos podría haber alcanzado las 50 mil personas, según la ONU.
En declaraciones a la BBC, el ministro de Relaciones Exteriores sudanés, Mustafá Osmán Ismael, consideró que una intervención militar internacional no es necesaria porque su gobierno "hace todo lo posible para desarmar a las milicias".
"¿Por qué habríamos de precipitarnos y hablar de una intervención militar cuando la situación mejora" en Darfur?, se preguntó el canciller sudanés.El presidente sudanés Omar al-Bechir acusó después de la oración del viernes a la comunidad internacional de "tomar como blanco al Islam". Sudán se encuentra bajo fuerte presión internacional debido a la crisis en Darfur.
El Congreso Nacional (CN), el partido en el poder en Sudán, ya advirtió de que se opondría por la fuerza a cualquier intervención extranjera y llamó a la movilización general.
Desde el viernes aumentan las presiones internacionales y muchos países ya han mencionado abiertamente la posibilidad de una intervención militar para hacer frente al desastre humanitario en el Darfur.
Gran Bretaña anunció que estaba dispuesta a enviar 5 mil hombres al Darfur, según el general Michael Jackson, mientras Australia examinaba un envío de tropas dentro de una posible misión de paz de la ONU.

Bush pidió poner fin a la violencia
El presidente estadounidense George W. Bush exigió el viernes que Sudán ponga fin a la violencia de las milicias y facilite el acceso de las asociaciones humanitarias a la región.
En lo que parece un gesto de buena voluntad del gobierno sudanés, una organización próxima al ejecutivo anunció el viernes que un tribunal de excepción había condenado a muerte a miembros de las milicias pro-gubernamentales de los janajwid, declaradas culpables de los crímenes en el Darfur.
El canciller sudanés insistió en que su país había "comenzado a aplicar" un acuerdo alcanzado hace tres semanas con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Lo cierto es que ya se encuentra bajo amenaza de sanciones, después de que Estados Unidos presentara una resolución ante el Consejo de seguridad de la ONU exigiendo que se detenga y juzgue a los jefes de los janajwid.
Mientras en Bruselas, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE analizan el lunes, cómo poner fin a la grave situación de violencia y crisis humanitaria en la provincia sudanesa de Darfur, informaron fuentes europeas.
El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, informará a los ministros sobre la entrevista que mantuvo el pasado viernes con el responsable de Exteriores de Sudán.
El ministro sudanés viajó a Bruselas para convencer a la UE de que su gobierno intenta poner fin a las violaciones de los Derechos Humanos en Darfur.
La ministra austriaca de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, dijo el lunes, a la entrada de la reunión ministerial de la UE, que habrá que discutir "muy cuidadosamente" las medidas o, en su caso sanciones, si Sudán no cumple con sus compromisos para acabar con la violencia en la región de Darfur.
Los responsables de Exteriores de la UE reiterarán su "grave preocupación" por la violencia en esa región sudanesa, que ha provocado la muerte de entre 10 mil y 50 mil civiles y la huida de más de un millón de personas.
"Es casi seguro que la comunidad internacional adoptará ulteriores medidas si la situación no mejora", dijo el sábado en la noche el canciller holandés Ben Bot.
Por otro lado, el ministro de Relaciones de Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, respaldó la amenaza de sanciones propuesta por las Naciones Unidas a menos que Sudán desarme a las milicias árabes responsables por los asesinatos en Darfur, una advertencia que formuló por primera vez la semana pasada el secretario de Estado estadounidense Colin Powell.
"El gobierno de Sudán tiene el deber de garantizar la seguridad del pueblo y la responsabilidad de llevar a los milicianos ante los tribunales y quitarles las armas para poner fin a la violencia", dijo Fischer el domingo a la emisora de televisión ZDF luego de hablar por teléfono con Powell.

"Cada vez se muere más gente"
El secretario de Estado Powell pidió una acción internacional el jueves recordando desde Nueva York que "está muriendo cada vez más gente" en la "catástrofe" de Darfur.
Después, el Congreso de Estados Unidos aprobó por unanimidad una resolución en la que calificaba de genocidio la situación en Darfur y pedía al presidente Bush que interviniera.
Países como Estados Unidos y Reino Unido han amenazado con imponer sanciones y enviar tropas si el Gobierno de Sudán no desarma a las milicias árabes "yanyawid".
Powell presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución que podría amenazar con sanciones a Jartum. Esa resolución establecería una serie de etapas para devolver la calma a Darfur en un plazo breve.
El proyecto exige que el gobierno sudanés detenga y juzgue a los jefes de los janajwid, acusados de cometer atrocidades contra la población autóctona, esencialmente negra.
Mientras, la ministra austriaca consideró que "hay que ser muy estrictos" sobre lo que la comunidad internacional tiene que hacer en el futuro si continúa la grave situación en Darfur.
Además, indicó que hay que esperar a conocer los informes que elaborará la misión que ha enviado la Unión Africana a Darfur para conocer "lo que realmente está pasando en el terreno" y consideró que se trata de una situación "muy, muy difícil".
Solana pidió al responsable sudanés que su Gobierno proceda al desarme de esas milicias y al arresto de sus líderes como "primer paso significativo" para poner fin a la situación.
La comunidad internacional empezó a movilizarse desde la semana pasada para tratar de evitar una mayor catástrofe humanitaria en Darfur.
Por su parte, el canciller francés Michel Barnier se disponía a salir hacia esa zona fronteriza con Chad, donde es esperado el martes 27 de julio.
Francia anunció que financia con 2 millones de euros las rotaciones por un periodo de tres meses de un avión de transporte que se pondrá a disposición del Programa Alimentario Mundial (PAM).
Londres también enviará a su canciller Jack Straw a Sudán a finales de agosto pero ya está estudiando la manera de que sus militares participen en operaciones de asistencia en esa zona de difícil acceso.

El Papa está "muy preocupado"
El papa Juan Pablo II, "muy preocupado" por la suerte de la población de Darfur, envió allí el jueves al arzobispo alemán Monseñor Paul Cordes, que coordina la actividad asistencial de la Iglesia Católica en todo el mundo.
El domingo, el Papa hizo un llamamiento a la comunidad internacional y a los responsables políticos nacionales para que se ponga fin al trágico conflicto que padece Uganda desde hace 18 años y a la situación en la región sudanesa de Darfur, donde han muerto en 20 años miles de personas.
Juan Pablo II, que hizo el llamamiento durante el rezo del Angelus desde su residencia de verano de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, dijo que "no se puede permanecer indiferente" ante las "dramáticas condiciones" en las que viven algunos países "del amado continente africano".
El Pontífice, que rezó el ángelus bajo una incesante lluvia, dijo que desde hace más de 18 años el norte de Uganda está afectado por un "inhumano conflicto", que implica a millones de personas, sobre todo niños, "que viven bajo el miedo, están privados de cualquier futuro y se ven obligados a hacer de soldados".
"Me dirijo a la Comunidad Internacional y a los responsables políticos nacionales para que se ponga fin a ese trágico conflicto y se ofrezca una real perspectiva de paz a toda la nación ugandesa", afirmó el anciano Pontífice, de 84 años.
El Papa Wojtyla añadió que también está muy preocupado por la situación de la población de Darfur, en la región occidental de Sudán que linda con Chad.
"La guerra, intensificada en estos meses, lleva con sí cada vez más pobreza, desesperación y muerte. Veinte años de duros enfrentamientos ha dejado en Sudán un ingente número de muertos, de refugiados y evacuados. No podemos permanecer indiferentes", dijo el Pontífice con la misma firmeza que cuando habló de Uganda.
De nuevo hizo un "apremiante llamamiento" a los responsables políticos y a las organizaciones internacionales "para que no olviden a estos nuestros hermanos tan duramente afectados".
Juan Pablo II manifestó que la comunidad cristiana está comprometida en ayudar a esas poblaciones para que alcancen la reconciliación y en la distribución de las ayudas a las personas en dificultades.
Para el caso de Darfur, el Papa recordó que ha enviado a esa región sudanesa al arzobispo Paul Cordese, presidente del Consejo Pontificio Cor Unum, para que lleve a la población "la solidaridad espiritual y material" de la Santa Sede.
Cuando el Vaticano anunció el envío del emisario papal, precisó que Juan Pablo II "desea que la voz de los pueblos de la región de Darfur sea escuchada y tomada en consideración y que sus derechos humanos fundamentales sean respetados".
El Vaticano considera lo que sucede en Darfur como una "verdadera limpieza étnica".

28 de julio de 2004
©univision

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