absueltos de vender sus riñones
La justicia de Recife (noreste) absolvió este jueves a 15 brasileños acusados de tráfico de órganos por haber vendido uno de sus riñones, por 10.000 dólares, probablemente en Sudáfrica, a una organización internacional.
Río de Janeiro, Brasil. La jueza Amanda Lucena del Tribunal de Recife, capital de Pernambuco (norte) de donde son originarios los 15 brasileños, consideró en su veredicto que son "inocentes" de todas las acusaciones contra de ellos.
Esos brasileños pobres de la periferia de Recife estaban en la lista de 28 acusados de integrar una organización internacional de tráfico de órganos.
La policía consideraba que los vendedores de riñones eran responsables al igual que las personas que servían de intermediarias en las negociaciones para la extracción y la venta de órganos.
"No pueden ser considerados víctimas. Ellos aceptaron vender un riñón, recibieron dinero y participaron libremente en el tráfico de órganos", había argumentado el jefe de la policía federal de Pernambuco, Wilson Damazio, al frente de la investigación.
Los otros acusados, entre ellos dos israelíes que serían los jefes de la red de la organización en Brasil, están en prisión en Recife desde el inicio de diciembre de 2003, cuando fueron arrestados.
La policía de Recife explicó que el grupo de reos, dirigido por los israelíes, reclutó voluntarios para la venta de uno de sus riñones.
Luego de exámenes médicos y de pruebas de compatibilidad sanguínea con los solicitantes extranjeros, los candidatos elegidos eran enviados a Durban (Sudáfrica) para la extracción en una clínica privada.
Al menos 30 personas habrían vendido un riñón en la región de Recife.
Esta práctica está prohibida por la ley brasileña, que no autoriza la donación de órganos hasta después de fallecidas las personas y previo consentimiento de los familiares.
En casos excepcionales, la donación de órganos es posible entre personas vivas, en general en el seno de una misma familia.
8 de octubre de 2004
Río de Janeiro, Brasil. La jueza Amanda Lucena del Tribunal de Recife, capital de Pernambuco (norte) de donde son originarios los 15 brasileños, consideró en su veredicto que son "inocentes" de todas las acusaciones contra de ellos. Esos brasileños pobres de la periferia de Recife estaban en la lista de 28 acusados de integrar una organización internacional de tráfico de órganos.
La policía consideraba que los vendedores de riñones eran responsables al igual que las personas que servían de intermediarias en las negociaciones para la extracción y la venta de órganos.
"No pueden ser considerados víctimas. Ellos aceptaron vender un riñón, recibieron dinero y participaron libremente en el tráfico de órganos", había argumentado el jefe de la policía federal de Pernambuco, Wilson Damazio, al frente de la investigación.
Los otros acusados, entre ellos dos israelíes que serían los jefes de la red de la organización en Brasil, están en prisión en Recife desde el inicio de diciembre de 2003, cuando fueron arrestados.
La policía de Recife explicó que el grupo de reos, dirigido por los israelíes, reclutó voluntarios para la venta de uno de sus riñones.
Luego de exámenes médicos y de pruebas de compatibilidad sanguínea con los solicitantes extranjeros, los candidatos elegidos eran enviados a Durban (Sudáfrica) para la extracción en una clínica privada.
Al menos 30 personas habrían vendido un riñón en la región de Recife.
Esta práctica está prohibida por la ley brasileña, que no autoriza la donación de órganos hasta después de fallecidas las personas y previo consentimiento de los familiares.
En casos excepcionales, la donación de órganos es posible entre personas vivas, en general en el seno de una misma familia.
8 de octubre de 2004
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