polémicos dichos de donner
[Janny Groen y Charlotte Huisman] Después de ordenar el brutal e injustificado asalto de la casa de una familia marroquí, el ministro de Justicia se muestra reacio a pagar indemnización y alega que los graves destrozos en la vivienda fueron causados por la familia. Vecinos, sin embargo, son testigos presenciales de la brutalidad de la policía. Con increíble insolencia, el ministro se niega a presentar excusas.
Utrecht, Holanda. Los vecinos de Bucheliusstraat, donde hace dos semanas la policía allanó la casa de una familia marroquí por sospechar que ahí había explosivos, reaccionaron indignados ante las declaraciones del ministro de Justicia, Donner. Este dijo el viernes en el programa de televisión NOVA que las imágenes de destrozos en la vivienda de la familia marroquí, que fueron mostrados con imágenes captadas por el programa de televisión Netwerk el mismo día poco después del allanamiento, no corresponden con el estado en que quedó la casa después del allanamiento.
Donner hará investigar si los destrozos fueron provocados después del allanamiento.
"Es un insulto", opina el vecino Derrix. "Todos en el barrio presenciamos la brutalidad con que actuó la policía".
La vecina Kersten presenció, junto a otros vecinos, cómo durante el asalto la policía destruyó la puerta, la que dejaron sin cerrar cuando abandonaron la vivienda. "Yo misma le serví café al carpintero que vino al día siguiente a reparar algunos destrozos". El lunes por la noche aún era posible ver los enormes daños provocados en la vivienda. Los altavoces fueron destruidos con cuchillos, lo mismo que almohadones y sacos de alimentos. Los armarios fueron derrumbados, los plintos fueron despegados.
La familia se negó a responder a la pregunta sobre si los destrozos fueron causados por ellos el miércoles y jueves. Un hijo declaró encontrarse todavía afectado por el asalto y dijo que la familia quiere tranquilidad. El padre, la madre y un hijo de 19 años fueron dejados en libertad después de dos días de detención y ya no son sospechosos; una semana más tarde la policía detuvo a un sobrino de la familia, de 30 años, por sospechas de que poseía y había transportado explosivos. La prisión preventiva del sobrino, que vive en Bruselas, fue prolongada por diez días.
La vecina Kersten: "La familia se encuentra muy mal. Y ahora que empezaban a reponerse, el ministro les da una patada".
Donner no niega que la policía haya provocado destrozos y dijo que estaba dispuesto a pagar una indemnización, si se probaba que los destrozos eran consecuencia de la acción policial. Se negó a ofrecer excusas a la familia. "Las excusas se ofrecen cuando se hace algo equivocado. Había suficientes indicaciones de que en esa casa se guardaron explosivos y no se puede esperar a que tengas la absoluta certeza de que no es así".
[En la vivienda no se encontraron explosivos. La policía ofreció luego una inverosímil y rocambolesca explicación, diciendo que un individuo no identificadomhabía escondido explosivos en esa casa sin que la familia se enterara].
11 de octubre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
Donner hará investigar si los destrozos fueron provocados después del allanamiento.
"Es un insulto", opina el vecino Derrix. "Todos en el barrio presenciamos la brutalidad con que actuó la policía".
La vecina Kersten presenció, junto a otros vecinos, cómo durante el asalto la policía destruyó la puerta, la que dejaron sin cerrar cuando abandonaron la vivienda. "Yo misma le serví café al carpintero que vino al día siguiente a reparar algunos destrozos". El lunes por la noche aún era posible ver los enormes daños provocados en la vivienda. Los altavoces fueron destruidos con cuchillos, lo mismo que almohadones y sacos de alimentos. Los armarios fueron derrumbados, los plintos fueron despegados.
La familia se negó a responder a la pregunta sobre si los destrozos fueron causados por ellos el miércoles y jueves. Un hijo declaró encontrarse todavía afectado por el asalto y dijo que la familia quiere tranquilidad. El padre, la madre y un hijo de 19 años fueron dejados en libertad después de dos días de detención y ya no son sospechosos; una semana más tarde la policía detuvo a un sobrino de la familia, de 30 años, por sospechas de que poseía y había transportado explosivos. La prisión preventiva del sobrino, que vive en Bruselas, fue prolongada por diez días.
La vecina Kersten: "La familia se encuentra muy mal. Y ahora que empezaban a reponerse, el ministro les da una patada".
Donner no niega que la policía haya provocado destrozos y dijo que estaba dispuesto a pagar una indemnización, si se probaba que los destrozos eran consecuencia de la acción policial. Se negó a ofrecer excusas a la familia. "Las excusas se ofrecen cuando se hace algo equivocado. Había suficientes indicaciones de que en esa casa se guardaron explosivos y no se puede esperar a que tengas la absoluta certeza de que no es así".
[En la vivienda no se encontraron explosivos. La policía ofreció luego una inverosímil y rocambolesca explicación, diciendo que un individuo no identificadomhabía escondido explosivos en esa casa sin que la familia se enterara].
11 de octubre de 2004
©volkskrant
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