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DESPUÉS DEL INFORME BUSH ALEGA OTROS MOTIVOS PARA LA GUERRA - glenn kessler


El informe Duelfer ha sido devastador para Bush: Iraq no tenía armas de destrucción masiva ni estaba en estado de construirlas desde 1996, gracias al trabajo de los inspectores de Naciones Unidas. Ya sabíamos que las evidencias fueron fabricadas por sus servicios secretos -con la ayuda de personajes como Chalabi y el servicio secreto israelí.
Cuando anunció hace 19 meses que Estados Unidos estaba determinado a invadir Iraq, el presidente Bush dijo al país: "Los datos reunidos por el servicio secreto de este y otros gobiernos no dejan lugar a dudas de que el régimen de Iraq posee y oculta algunas de las armas letales nunca antes vistas... El pueblo de Estados Unidos y nuestros amigos y aliados no vivirán a merced de un régimen ilegal que amenaza la paz con armas de asesinatos colectivos".
La decisión de Bush de atacar Iraq fue tomada después de urgente advertencias del presidente y sus asesores sobre la amenaza que representaba Iraq -lo que Bush llamó "una seria y creciente amenaza a nuestro país" en su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso el 28 de enero de 2003.
Pero el argumento de que a principios de 2003 Estados Unidos estaba frente un momento de máximo peligro representado por Iraq se ha visto fuertemente debilitado por la publicación la semana pasada del comprehensivo informe del jefe de los inspectores de armas estadounidenses, Charles A. Duelfer. El informe constató que la Guerra del Golfo Persa de 1991 y las subsecuentes inspecciones de Naciones Unidas destruyeron los arsenales de armas ilícitas de Iraq, dejando a ese país sin armas químicas, biológicas o atómicas. Saddam Hussein esperaba poder reiniciar algún día sus programas armamentistas, se lee en el informe, pero no hubo en general ningún esfuerzo serio por reconstruir esos proyectos.
Como secuela de ese informe, el presidente Bush ha re-formulado el modo en que define los motivos que tuvo para declarar la guerra. Una revisión de sus declaraciones públicas antes de la guerra y esta semana muestra lo mucho que ha cambiado su argumentación, apartándose de las advertencias de que Hussein poseía en realidad armas terribles y enfatizando casi exclusivamente las intenciones del dictador.
Esta semana, Bush dijo que Iraq había sido una "amenaza particular" y Estados Unidos tenía razones para atacarlo en gran parte porque Hussein "todavía tenía el conocimiento, los materiales, los medios y la intención de producir armas de destrucción masiva".
"Y podía haber entregado ese conocimiento a nuestros enemigos terroristas", dijo el presidente a periodistas.
Sin embargo, en los meses previos a la guerra Bush y otros funcionarios de gobierno hicieron acusaciones serias y específicas sobre la capacidad de Iraq en armas biológicas, químicas y nucleares:
- "Saddam Hussein tiene suficientes armas biológicas como para producir más de 25.000 litros de carbunclo -suficientes para matar a varios millones de personas", dijo Bush en su discurso sobre el Estado de la Unión en 2003. También mencionó informes de que Iraq tenía "materias primas suficientes como para producir más de 38.000 litros de toxina botulino -suficientes como para causar la muerte de millones de gente por insuficiencias respiratorias".
- "Nuestros funcionarios de inteligencia calculan que Saddam Hussein tiene materias primas para producir unas 500 toneladas de sarín, gas mostaza y agente de nervios VX; en estas cantidades, estos agentes químicos pueden matar a miles de personas", continuó Bush. También dijo que Hussein tenía "más de 30.000 proyectiles capaces de transportar agentes químicos" y "varios laboratorios móviles de armas biológicas".
- Bush afirmó que si Hussein obtenía materias primas nucleares básicas, podría producir una bomba atómica en el plazo de un año.
- Un informe de la CIA hecho público por la administración en octubre de 2002, decía: "Desde el fin de las inspecciones en 1998, Iraq ha continuado su proyecto de armas químicas, ha revitalizado su programa de misiles y ha invertido fuertemente en armas biológicas; la mayoría de los analistas evalúan que Iraq está reactivando su programa de armas atómicas".
- La CIA también dijo que Iraq "ha comenzado nuevamente su producción de agentes químicos para fabricar armas, probablemente incluyendo gas mostaza, sarín, ciclosarín y agente VX". Decía que "todos los aspectos claves" del programa de armas biológicas de Iraq "están activados y la mayoría de los elementos son más grandes y más avanzados de lo que eran antes de la Guerra del Golfo". El informe decía que Iraq estaba fabricando aeroplanos de control remoto para ser usados probablemente "en el transporte de agentes biológicas bélicos".
Kerry, al tiempo que cuestionaba el enfoque del gobierno, dijo el 9 de octubre de 2002, en un discurso en el Senado -donde votó a favor de autorizar al gobierno de Bush a hacer la guerra-, que estaba claro que Hussein había "continuado su búsqueda de armas de destrucción masiva" en los últimos cuatro años.
"No nos dejaremos chantajear o extorsionar por esas armas, y no permitiremos que Naciones Unidas -una institución por la que hemos trabajado con mucho esfuerzo para mantener y crear- que este dictador simplemente nos ignore", dijo Kerry.
Todas estas afirmaciones fueron desaprobadas o rechazadas por el informe Duelfer. No sólo dijo Duelfer que Iraq no tenía armas, sino que Hussein estaba interesado en adquirirlas porque Irán, un enemigo de Iraq durante mucho tiempo, tenía su propio programa de armas -y no porque quisiera atacar a Estados Unidos.
Duelfer dijo que antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, las sanciones a Iraq se estaban erosionando y que Hussein esperaba reconstruir sus programa si esas sanciones eran levantadas. Pero después del 11 de septiembre de 2001, las intenciones de levantar esas sanciones se evaporaron en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y Duelfer dijo que Hussein no tenía una estrategia formal escrita ni plan para reiniciar esos proyectos.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que no atacar sólo habría aplazado lo inevitable. "El informe Duelfer muestra una opción clara: sacar a Saddam cuando lo hicimos o hacerle la guerra en un futuro muy cercano, después de que hubiese sobornado a suficientes [países] como para levantar las sanciones y reiniciar su programa de armas de destrucción masiva", dijo Jim Wilkinson, asesor adjunto de seguridad interior.
Estados Unidos todavía está sufriendo las consecuencias diplomáticas de declarar la guerra sin el respaldo explícito del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Francia había amenazado con un veto, pero muchos países pequeños en el consejo también rechazaron una resolución autorizando el uso de la fuerza después de que el gobierno de Bush se negara a considerar esperar unos meses más -incluso semanas- para dar a los inspectores de Naciones Unidas más tiempo para determinar si Iraq todavía poseía armas prohibidas.
"Esta es una cuestión de semanas, no de meses", insistió Bush seis semanas antes de lanzar el ataque.
El resultado es que muchos países que aportaron tropas en la primera Guerra del Golfo -como Canadá, Francia, Alemania, Pakistán y Siria- se negaron a proporcionar ayuda sea durante esta guerra o en su problemática secuela. Un libro publicado en Francia la semana pasada dijo que Francia había estado dispuesta a proporcionar al menos 15.000 tropas, aunque un funcionario francés dijo que la oferta estaba sujeta a que el Consejo de Seguridad aprobara una resolución autorizando la guerra después de que determinara que Iraq había cometido una "infracción material" durante el proceso de inspección.
El informe de Duelfer dice que las perspectivas de que Iraq eludiera las sanciones se habían desvanecido después de los atentados del 11 de septiembre de 2001; Bush entendió lo contrario.
Antes del 11 de septiembre "estábamos tratando de idear un régimen de sanciones que haría probable contener a alguien como Saddam Hussein", dijo Bush a periodistas el 31 de enero de 2003. "Después del 11 de septiembre, la doctrina de la contención comenzó a hacer agua, en lo que a mí respecta... La visión estratégica de nuestro país varió dramáticamente, y varió dramáticamente debido a que ahora nos damos cuenta de que los océanos ya no son protección suficiente, que somos vulnerables a un ataque".

10 de octubre de 2004
12 de octubre de 2004
©washington post
©traducción mQh

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