dura elección para palestinos
Entre los desarrollos más promisorios en Palestina se encuentra la posición de algunos miembros de Hamas de aceptar un estado palestino en los territorios ocupados.
Después de décadas bajo el dominio político de Yasser Arafat, los palestinos están embarcados en una amplia elección presidencial, que beneficiará tanto a ellos mismos como a Israel. Funcionarios anunciaron la semana pasada que diez candidatos han cumplido los requisitos para postularse a la presidencia de la Autoridad Palestina este próximo mes. Los dos candidatos más importantes ofrecen a los electores una dura elección.
Mahmoud Abbas, 69, vivió con Arafat en el exilio durante años y fue el primer premier de la Autoridad Palestina después de que Arafat sucumbiera ante las presiones internacionales para crear el cargo en 2003. El primer ministro israelí Ariel Sharon, que se negó a tratar con Arafat, se ha reunido con Abbas, aumentando las esperanzas de que los israelíes lo consideren un interlocutor' aceptable para las negociaciones. Desafortunadamente, es un político cauteloso y un candidato monótono.
Por otro lado está Marwan Barghouti, 45, que vaciló y titubeó antes de declarar finalmente su candidatura la semana pasada. Es quizás la figura más popular entre los palestinos, pero está en una cárcel israelí, cumpliendo una condena de cinco cadenas perpetuas tras haber sido juzgado por ordenar ataques contra israelíes.
No está claro cómo podría posiblemente ser un presidente efectivo tras las rejas. Peor, la elección de un líder que Israel se niega a dejar en libertad intensificaría sin duda el sentimiento palestino de que son víctimas. Sharon ha declarado que Barghouti seguirá en prisión y que puede hacer cualquier campaña que le permitan sus guardias.
La muerte de Arafat el mes pasado creó una apertura para palestinos e israelíes para terminar la violencia que empezó hace más de cuatro años, causando la muerte de cientos de israelíes y miles de palestinos. Los renovados esfuerzos del gobierno de Bush de acercar a los dos lados ha ayudado algo.
Incluso si Barghouti sigue en la candidatura, una campaña sin problemas de los otros candidatos ofrecería a los palestinos una perspectiva de un futuro mejor cuando elijan a sus representantes e Israel aligere los controles en ruta hacia un eventual estado palestino. Arafat era un presidente elegido, pero se negó e establecer un gobierno significativo para no perder su control [sobre la política palestina].
El grupo palestino Hamas, que lo mismo dirige las organizaciones de beneficencia que asesina a civiles israelíes, dijo que boicotearía las elecciones presidenciales pero presentará candidatos a la legislatura palestina. Esa posición garantizará que Hamas continúe siendo considerada por Israel y Estados Unidos como una organización terrorista.
El viernes, un líder de Hamas anunció que su grupo aceptaría un estado palestino en los territorios ocupados y una tregua de largo plazo con Israel. Ese abrupto ablandamiento del juramento de Hamas de destruir el estado judío aumentaría las posibilidades de paz si todos los líderes de Hamas aceptaran el cambio y lo impusieran a los miembros de Hamas.
Si vuelve a resurgir la violencia, Israel volverá a reprimir, erosionando la legitimidad de las elecciones y terminando con la mejor posibilidad que han tenido los palestinos durante años de reanudar el diálogo con Israel y poner fin a la ocupación.
6 de diciembre de 2004
©los angeles times
©traducción mQh
Mahmoud Abbas, 69, vivió con Arafat en el exilio durante años y fue el primer premier de la Autoridad Palestina después de que Arafat sucumbiera ante las presiones internacionales para crear el cargo en 2003. El primer ministro israelí Ariel Sharon, que se negó a tratar con Arafat, se ha reunido con Abbas, aumentando las esperanzas de que los israelíes lo consideren un interlocutor' aceptable para las negociaciones. Desafortunadamente, es un político cauteloso y un candidato monótono.
Por otro lado está Marwan Barghouti, 45, que vaciló y titubeó antes de declarar finalmente su candidatura la semana pasada. Es quizás la figura más popular entre los palestinos, pero está en una cárcel israelí, cumpliendo una condena de cinco cadenas perpetuas tras haber sido juzgado por ordenar ataques contra israelíes.
No está claro cómo podría posiblemente ser un presidente efectivo tras las rejas. Peor, la elección de un líder que Israel se niega a dejar en libertad intensificaría sin duda el sentimiento palestino de que son víctimas. Sharon ha declarado que Barghouti seguirá en prisión y que puede hacer cualquier campaña que le permitan sus guardias.
La muerte de Arafat el mes pasado creó una apertura para palestinos e israelíes para terminar la violencia que empezó hace más de cuatro años, causando la muerte de cientos de israelíes y miles de palestinos. Los renovados esfuerzos del gobierno de Bush de acercar a los dos lados ha ayudado algo.
Incluso si Barghouti sigue en la candidatura, una campaña sin problemas de los otros candidatos ofrecería a los palestinos una perspectiva de un futuro mejor cuando elijan a sus representantes e Israel aligere los controles en ruta hacia un eventual estado palestino. Arafat era un presidente elegido, pero se negó e establecer un gobierno significativo para no perder su control [sobre la política palestina].
El grupo palestino Hamas, que lo mismo dirige las organizaciones de beneficencia que asesina a civiles israelíes, dijo que boicotearía las elecciones presidenciales pero presentará candidatos a la legislatura palestina. Esa posición garantizará que Hamas continúe siendo considerada por Israel y Estados Unidos como una organización terrorista.
El viernes, un líder de Hamas anunció que su grupo aceptaría un estado palestino en los territorios ocupados y una tregua de largo plazo con Israel. Ese abrupto ablandamiento del juramento de Hamas de destruir el estado judío aumentaría las posibilidades de paz si todos los líderes de Hamas aceptaran el cambio y lo impusieran a los miembros de Hamas.
Si vuelve a resurgir la violencia, Israel volverá a reprimir, erosionando la legitimidad de las elecciones y terminando con la mejor posibilidad que han tenido los palestinos durante años de reanudar el diálogo con Israel y poner fin a la ocupación.
6 de diciembre de 2004
©los angeles times
©traducción mQh
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