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cárcel tras denuncias anónimas


[Marc van den Rerenbeemt y Annieke Kranenberg] Bilal L. está en prisión por amenazar al diputado Wilders. Según un delator anónimo, el repartidor de pizzas era un "terrorista" que quería cometer un atentado en el barrio rojo.

Ámsterdam, Holanda. El 14 de septiembre llegó a la fiscalía del ministerio público un inquietante correo electrónico. "Buenos días, hay unos terroristas en Ámsterdam Este que conozco personalmente y que me han pedido que cometa atentados en Holanda", empieza el mensaje de delator anónimo.
"Sus objetivos son el barrio rojo y la Cámara de Diputados", escribe el hombre, que utiliza un email. Según él, se trata de Bilal L., conocido como Abu Qatadaah, de Ámsterdam, y de un supuesto ‘Hamza'. También hay un sirio involucrado en esto, que reside ilegalmente en Holanda.
"He pensado mucho tiempo antes de notificarlo. No puedo decir más, porque tengo miedo. Lo único que quiero es que los agarren. Provocan muchas divisiones, reclutan a jóvenes de su propia edad con videos y audios. Gracias de antemano", termina el delator, según el texto en los archivos de la policía.
Un mes y medio después, tres días tras el asesinato de Theo van Gogh, la policía detuvo a Bilal L. en Ámsterdam por amenazar al diputado Geert Wilders [fascista].
El repartidor de pizzas habría colocado un mensaje en internet, el 10 de octubre, con un enlace hacia un video donde se llama a decapitar a Wilders, por ridiculizar al islam.
Al principio, las sospechas contra el repartidor de pizzas eran más serias. La policía empieza en septiembre una investigación de Bilal L. y de ‘Hamza', por sospechas de que preparan atentados terroristas y reclutan jóvenes para la guerra santa. El motivo de la pesquisa son los e-mails del delator anónimo.
Luego de su primer mensaje electrónico desde un cybercafé, la policía le pide por e-mail más informaciones. "Salam, no puedo", responde. Sin embargo, proporciona la dirección de Bilal L. El remitente del e-mail es "un musulmán preocupado".
En un tercer mensaje del 11 de octubre entrega más datos sobre los "terroristas". Uno de ellos es un repartidor de pizzas que puede observar bien el barrio rojo porque reparte ahí. También habrían comprado "materiales" con ayuda de una guía en árabe. El delator dice que los hombres se reúnen en lugares diferentes, la mayor parte de las veces en mezquitas. Nombra dos.
La policía establece luego que una "relación" entre Bilal L. y Jason W., que más tarde, el 10 de noviembre, serán arrestados después de un sitio en el barrio de Laak, de La Haya. Según el ministerio público, Jason W. es miembro de la llamada red de Hofsdtad y se le sospecha de preparar atentados contra Wilders y Ayaan Hirsi Ali [diputado de extrema derecha]. La policía sospecha además que Bilal L. tenía contacto con el sirio Redouan Al I., alias el jeque Abu Khaled, el supuesto líder espiritual del grupo Hofstad.
Junto a Bilal L. la policía arresta el viernes 5 de noviembre a un hombre de 23 años de Bergen op Zoom. Dos días después se entrega voluntariamente un tercer sospechoso que, según el ministerio público, no tiene relación con el caso. Este joven -que fue dejado en libertad al mes después- tiene más interés en las chicas que en el Corán. El sospechoso de Bergen op Zoom sigue bajo investigación, pero no está detenido.
Sólo Bilal L. permanece en prisión preventiva por amenazas contra Wilders. La policía no tiene pruebas concretas de que se preparara un atentado en el barrio rojo. El ministerio público enfatiza que el caso de Wilders y los dos detenidos del grupo Hofsdtad no están relacionados.
No está claro si el delator ha vuelto a enviar mensajes. "Sé cuáles son las consecuencias de un atentado, que todo el mundo va a odiar a los musulmanes", justificaba su delación seis semanas antes del asesinato de van Gogh.
11 de diciembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh

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