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papa contra arrogancia del poder


[Daniel Williams] El Papa rechaza la guerra de Iraq y califica a Estados Unidos de "arrogancia del poder".
Roma, Italia. El Papa Juan Pablo II, que se opuso a la guerra encabezada por Estados Unidos contra Iraq y a la política de guerra preventiva del gobierno de Bush, criticó el lunes "la arrogancia del poder", que dijo que debía ser combatida con la razón y el diálogo.
El Papa hizo sus observaciones en un discurso televisado ante la reunión anual de diplomáticos acreditados y otros dignatarios en Ciudad del Vaticano.
Entretanto, un cardenal retirado y antiguo enviado dijo que el presidente Bush le había asegurado en la víspera de la invasión de Iraq que la guerra sería breve.
El cardenal Pio Laghi, en una emisión del servicio oficial del Vaticano, Telepace, describió una conversación que tuvo con Bush el 5 de marzo de 2003: "Cuando fui a Washington como el enviado del Papa justo antes del inicio de la guerra, me dijo: ‘No se preocupe, su Eminencia. Seremos rápidos y eficientes en Iraq'".
"Desafortunadamente, los hechos han demostrado después que las cosas tomaron un rumbo diferente -no fue ni rápido ni favorable. Bush se equivocó", dijo Laghi.
Los comentarios de Laghi reflejan el punto de vista del Papa, que reiteró el lunes. "El recurso a las armas y a la violencia ha conducido no sólo a incalculables daños materiales, sino también ha fomentado el odio y ha aumentado las causas de tensión", dijo el Papa. "La arrogancia del poder debe ser combatida con la razón, la fuerza con el diálogo, las armas que apuntan con las manos extendidas, el mal con el bien".
La búsqueda de la paz es uno de los cuatro retos que el líder de 84 años del billón de católicos del mundo dijo que debía enfrentar el mundo este año.
Puso en primer lugar su oposición al aborto, a la procreación asistida artificialmente, a la investigación de las células embrionarias y a la clonación, calificando todo lo que "viola la integridad y dignidad del embrión... éticamente inadmisible". También se pronunció indirectamente contra el matrimonio homosexual, diciendo que la familia era amenazada por leyes que "amenazan su estructura natural" como la unión entre un hombre y una mujer.
El Papa también llamó a una "vasta movilización moral de la opinión pública" para luchar contra el hambre y instó a los líderes políticos de los países ricos a responder. Además de su alegato en favor de la paz, se pronunció por la libertad individual y puso la libertad de religión "en el mero corazón" de esa libertad.
"Es necesario que la libertad religiosa sea envuelta en todas partes por una garantía constitucional efectiva", dijo.
El discurso empezó con un lamento por la "terrible catástrofe" del maremoto asiático durante las Navidades.
El Papa sólo leyó el primero y último párrafo del texto en francés, entregando el resto a un ayudante. Pero saludó uno por uno a los 170 embajadores ante la Santa Sede así como a los enviados especiales de Rusia, la Unión Europea, la Organización para la Liberación de Palestina y los Caballeros de Malta, haciéndose tiempo para charlar con algunos de ellos.

11 de enero de 2005
©washington post ©traducción mQh

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