ucrania se retira de iraq
[Jackie Spinner] La declaración se produce después de la explosión que mató a ocho soldados.
Bagdad, Iraq. El gobierno de Ucrania anunció el lunes, un día después de que una explosión matara a ocho de sus soldados en Iraq, que retirará sus 1.650 tropas hacia mediados de 2005.
Ucrania se ha estado preparando durante meses para retirar sus tropas, pero los funcionarios se habían mantenido vagos acerca de la fecha; la declaración del lunes, que se produjo después de un encuentro entre el presidente Leonid Kuchma y sus ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, da un nuevo impulso a esas intenciones.
La explosión ocurrió cuando las tropas estaban cargando un explosivo en un camión en Suwayrah, a 32 kilómetros al sudeste de Bagdad. También murió un soldado de Kazajstán. El Ejército Islámico de Iraq, un grupo insurgente, reclamó responsabilidad por la explosión, que se creyó primero que había sido un accidente pero ahora se investiga como atentado.
El contingente ucraniano es el cuarto en tamaño de la coalición militar encabezada por Estados Unidos y opera bajo comando polaco en el sur de Iraq. Nueve soldados ucranianos han muerto en incidentes previos.
Un anuncio publicado en la página web de Kuchma dijo que su sucesor previsto, Víctor Yushchenko, tratará el tema de la retirada de las tropas después de asumir su cargo. La comisión electoral de Ucrania declaró a Yushchenko el ganador de las elecciones del 26 de diciembre.
El lunes, en Bagdad, pistoleros asesinaron al subdirector de la policía, el brigadier Amer Nayef, y su hijo, de acuerdo a Sabah Kadim, portavoz del ministerio del Interior.
Los dos se encontraban en la región de Dora en camino al trabajo "cuando hombres armados los emboscaron en la calle Sesenta y agujerearon el coche de balas", dijo Kadim.
Según el informe de Kadim, Nayef y su hijo, también un agente de policía, no contaban con la guardia personal que es habitualmente usada por oficiales iraquíes de alto rango, que han sido implacablemente atacados por los insurgentes en los últimos meses.
El gobernador de Bagdad fue asesinado la semana pasada por insurgentes en un intento por interrumpir las elecciones convocadas para el 30 de enero cuando los iraquíes vayan a las urnas para elegir a los 275 miembros de la Asamblea Nacional. La violencia ha sido particularmente frecuente en regiones habitadas por la minoría sunní de Iraq, impidiendo que mucha gente se inscriba para votar.
También el lunes murieron dos soldados norteamericanos en un vehículo de combate Bradley y cuatro quedaron heridos en el sudoeste de Bagdad al estallar una bomba improvisada, dijeron los militares en una declaración. El vehículo blindado fue el segundo destruido en una semana, lo que sugiere que los insurgentes están usando explosivos cada vez más poderosos. Siete soldados en el interior del vehículo murieron la semana pasada al explotar una bomba improvisada.
El lunes, un atacante suicida mató al menos a cuatro agentes de la policía iraquí al detonar los explosivos en su coche en el patio de la comisaría de policía de Zafarniyah en el sur de Bagdad, dijo la policía.
Un grupo que se hace llamar Al Qaeda en Iraq, dirigido por Abu Musab Zarqawi, dijo en una declaración publicada en una página web islamita que era responsable del asesinato del subdirector de la policía y advirtió que otros oficiales iraquíes sufrirían el mismo destino.
En la ciudad de Baiji, el jefe de la policía escapó a un intento de asesinato de dos hombres que emboscaron su convoy en el camino a Tikrit, dijo el capitán de la policía, Salman Nuri, 33, que se encontraba en el segundo vehículo del convoy. "Oí una gran explosión y un coche frente a nosotros girando sobre sí mismo", dijo Nuri. "Después oí disparos. Los insurgentes comenzaron a disparar contra nosotros".
Tras la emboscada la policía disparó al aire, dijeron testigos presenciales, matando a Ahmed Muhammed, de 15, un transeúnte.
"Los policías son asesinos", dijo Muhammed Nihaya, el padre de Ahmed, cuando salió de su casa con un rifle de asalto AK-47, jurando matar a todo policía que viera esa noche. "Me vengaré".
En Baiji, 142 miembros de la Guardia Nacional renunciaron ante los ataques insurgentes antes de las elecciones.
"Renunciamos porque fuimos amenazados por carta", dijo Mohammed Murtada, 22, uno de los antiguos guardias. "Algunos de mis colegas fueron asesinados porque no respondieron a la amenaza. La otra razón es que están aumentando los ataques con coches-bomba y bombas contra nosotros".
Raad Mahmud, otro guardia que renunció, dijo que el número de iraquíes que abandonan el cuerpo estaba aumentando debido a la intimidación.
Pero Abdullah Jasim Jbara, el vice-gobernador de la provincia de Salahuddin, puso en duda sus declaraciones. "Ahora la situación es estable, y no sabemos nada de las renuncias", dijo.
El primer ministro interino de Iraq, Ayad Allawi, dijo a los periodistas que su gobierno estaba intensificando los ataques contra los hogares y sedes de miembros de grupos insurgentes a medida que se aproximan las elecciones. Dijo que no habría "santuarios" para los insurgentes.
Interrogado sobre las renuncias reportadas durante el fin de semana de 13 miembros de la comisión electoral en la intranquila provincia de Anbar, Allawi dijo que no podía confirmarla.
"No sé nada sobre el asunto", dijo. Se reunió con miembros de la comisión electoral nacional el domingo, dijo, y "ellos no me informaron sobre ninguna renuncia de ningún tipo".
Bassam Sebti en Baghdad y Salih Saif Aldin en Tikrit contribuyeron a este reportaje.
12 de enero de 2005
©washington post
©traducción mQh
Ucrania se ha estado preparando durante meses para retirar sus tropas, pero los funcionarios se habían mantenido vagos acerca de la fecha; la declaración del lunes, que se produjo después de un encuentro entre el presidente Leonid Kuchma y sus ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, da un nuevo impulso a esas intenciones.
La explosión ocurrió cuando las tropas estaban cargando un explosivo en un camión en Suwayrah, a 32 kilómetros al sudeste de Bagdad. También murió un soldado de Kazajstán. El Ejército Islámico de Iraq, un grupo insurgente, reclamó responsabilidad por la explosión, que se creyó primero que había sido un accidente pero ahora se investiga como atentado.
El contingente ucraniano es el cuarto en tamaño de la coalición militar encabezada por Estados Unidos y opera bajo comando polaco en el sur de Iraq. Nueve soldados ucranianos han muerto en incidentes previos.
Un anuncio publicado en la página web de Kuchma dijo que su sucesor previsto, Víctor Yushchenko, tratará el tema de la retirada de las tropas después de asumir su cargo. La comisión electoral de Ucrania declaró a Yushchenko el ganador de las elecciones del 26 de diciembre.
El lunes, en Bagdad, pistoleros asesinaron al subdirector de la policía, el brigadier Amer Nayef, y su hijo, de acuerdo a Sabah Kadim, portavoz del ministerio del Interior.
Los dos se encontraban en la región de Dora en camino al trabajo "cuando hombres armados los emboscaron en la calle Sesenta y agujerearon el coche de balas", dijo Kadim.
Según el informe de Kadim, Nayef y su hijo, también un agente de policía, no contaban con la guardia personal que es habitualmente usada por oficiales iraquíes de alto rango, que han sido implacablemente atacados por los insurgentes en los últimos meses.
El gobernador de Bagdad fue asesinado la semana pasada por insurgentes en un intento por interrumpir las elecciones convocadas para el 30 de enero cuando los iraquíes vayan a las urnas para elegir a los 275 miembros de la Asamblea Nacional. La violencia ha sido particularmente frecuente en regiones habitadas por la minoría sunní de Iraq, impidiendo que mucha gente se inscriba para votar.
También el lunes murieron dos soldados norteamericanos en un vehículo de combate Bradley y cuatro quedaron heridos en el sudoeste de Bagdad al estallar una bomba improvisada, dijeron los militares en una declaración. El vehículo blindado fue el segundo destruido en una semana, lo que sugiere que los insurgentes están usando explosivos cada vez más poderosos. Siete soldados en el interior del vehículo murieron la semana pasada al explotar una bomba improvisada.
El lunes, un atacante suicida mató al menos a cuatro agentes de la policía iraquí al detonar los explosivos en su coche en el patio de la comisaría de policía de Zafarniyah en el sur de Bagdad, dijo la policía.
Un grupo que se hace llamar Al Qaeda en Iraq, dirigido por Abu Musab Zarqawi, dijo en una declaración publicada en una página web islamita que era responsable del asesinato del subdirector de la policía y advirtió que otros oficiales iraquíes sufrirían el mismo destino.
En la ciudad de Baiji, el jefe de la policía escapó a un intento de asesinato de dos hombres que emboscaron su convoy en el camino a Tikrit, dijo el capitán de la policía, Salman Nuri, 33, que se encontraba en el segundo vehículo del convoy. "Oí una gran explosión y un coche frente a nosotros girando sobre sí mismo", dijo Nuri. "Después oí disparos. Los insurgentes comenzaron a disparar contra nosotros".
Tras la emboscada la policía disparó al aire, dijeron testigos presenciales, matando a Ahmed Muhammed, de 15, un transeúnte.
"Los policías son asesinos", dijo Muhammed Nihaya, el padre de Ahmed, cuando salió de su casa con un rifle de asalto AK-47, jurando matar a todo policía que viera esa noche. "Me vengaré".
En Baiji, 142 miembros de la Guardia Nacional renunciaron ante los ataques insurgentes antes de las elecciones.
"Renunciamos porque fuimos amenazados por carta", dijo Mohammed Murtada, 22, uno de los antiguos guardias. "Algunos de mis colegas fueron asesinados porque no respondieron a la amenaza. La otra razón es que están aumentando los ataques con coches-bomba y bombas contra nosotros".
Raad Mahmud, otro guardia que renunció, dijo que el número de iraquíes que abandonan el cuerpo estaba aumentando debido a la intimidación.
Pero Abdullah Jasim Jbara, el vice-gobernador de la provincia de Salahuddin, puso en duda sus declaraciones. "Ahora la situación es estable, y no sabemos nada de las renuncias", dijo.
El primer ministro interino de Iraq, Ayad Allawi, dijo a los periodistas que su gobierno estaba intensificando los ataques contra los hogares y sedes de miembros de grupos insurgentes a medida que se aproximan las elecciones. Dijo que no habría "santuarios" para los insurgentes.
Interrogado sobre las renuncias reportadas durante el fin de semana de 13 miembros de la comisión electoral en la intranquila provincia de Anbar, Allawi dijo que no podía confirmarla.
"No sé nada sobre el asunto", dijo. Se reunió con miembros de la comisión electoral nacional el domingo, dijo, y "ellos no me informaron sobre ninguna renuncia de ningún tipo".
Bassam Sebti en Baghdad y Salih Saif Aldin en Tikrit contribuyeron a este reportaje.
12 de enero de 2005
©washington post
©traducción mQh
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