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cámara propone retirada


[Bryan Bender] Un nuevo informe parlamentario propone medidas paso a paso para retirar "gran parte" de las tropas estadounidenses de Iraq dentro de 12 a 18 meses, agregándose a un creciente grupo de diputados de ambos partidos que piden que el presidente Bush aborte la ocupación.
Washington, Estados Unidos. El informe, que debe aparecer el martes, fue redactado por el personal del Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara para el diputado Martin T. Meehan, un demócrata de Lowell y miembro de la comisión de supervisión. El plan pide la reducción de la presencia de tropas estadounidenses en Iraq de 150.000 a 30.000 para mediados del año próximo.
Con ese programa, de ser adoptado, sería todavía más urgente que el nuevo gobierno iraquí se encargue de la mayoría de las funciones de seguridad y también envía un claro mensaje de que la abrumadora presencia estadounidense -vista ahora por muchos funcionarios y expertos militares como contraproducente- debe ser reducida en breve, de acuerdo a la propuesta de Meehan, que volvió hace poco de una misión de inspección en Iraq.
"La presencia indefinida de tropas norteamericanas probablemente ha inflamado más la resistencia, antes que derrotarla", concluye el informe de 38 páginas titulado ‘Iraq: Luz al final del túnel', una copia del cual llegó a manos del Globe. "Las sospechas sobre nuestros motivos socava a los líderes que cooperan con nosotros y pone en peligro a los iraquíes que son vistos como colaboracionistas por participar en instituciones relacionadas con la ocupación".
Hace dos semanas el ex ministro de estado James A. Baker fue el miembro más reciente del grupo de política exterior republicano en llamar a una retirada gradual de las tropas estadounidenses después de las elecciones convocadas para el 30 de enero. Edward N. Luttwak, un gurú intelectual para muchos de los partidarios de la guerra de Bush, ha escrito un artículo en el último número de la influyente revista Foreign Affairs titulado: ‘Retirada Ahora'.
Esos comentarios pusieron a prominentes ideólogos conservadores en línea con la posición de muchos demócratas. "Nos damos cada vez más cuenta de que no estamos teniendo éxito en Iraq y que con cada nuevo momento decisivo las cosas se ponen todavía peor", dijo Ivo Daalder, antiguo director en el Consejo de Seguridad Nacional durante el gobierno de Clinton. "La violencia y el número de bajas están aumentando. Hay un amplio consenso de que la presencia estadounidense está perjudicando, tanto como ayudando. Por eso se hace necesaria una reducción a plazos para que Iraq tenga una posibilidad de ocuparse de sus propios asuntos".
De acuerdo a resoluciones de Naciones Unidas, el mandato de las fuerzas multinacionales en Iraq expirará cuando se forme un gobierno constitucional -ahora programado para el 31 de diciembre de 2005-, a menos que el nuevo gobierno iraquí solicite que las tropas extranjeras permanezcan en el país. Funcionarios de la inteligencia estadounidense dicen que si se forma un gobierno iraquí estable, Iraq probablemente pedirá a Estados Unidos que retire sus tropas después de esa fecha. "La propuesta de Meehan será adoptada por un montón de gente, incluyendo al gobierno", dentro de tres a seis meses, predijo Daalder, investigador de la Brookings Institution de Washington. Él piensa que es posible una retirada más temprana incluso que la que propone Meehan. "Creo que es mucho más probable que no tengamos tropas para fines de 2005 a que tengamos todavía 150.000", dijo.
El gobierno se muestra reticente a fijar un calendario para la reducción del número de tropas estadounidenses en Iraq, diciendo que sólo envalentonaría a los rebeldes que podrían aguardar el momento oportuno hasta que se retire Estados Unidos. Esa posición fue reiterada esta semana por Condoleeza Rice, la ministro de Asuntos Exteriores nominada por el presidente Bush durante su comparecencia de confirmación.
Pero los demócratas y un creciente número de expertos en política exterior republicanos han empezado a cuestionarse si el despliegue indefinido en Iraq esté generando más sentimientos anti-norteamericanos y ahogando las posibilidades de las autoridades iraquíes de obtener legitimidad que muchos ven como la mejor defensa contra los antiguos partidarios de Saddam Hussein y terroristas extranjeros que han montado una campaña de atentados con bomba y asesinatos contra iraquíes a los que acusan de colaborar con los estadounidenses.
En un discurso el 14 de enero en la Universidad de Rice, Baker dijo: "Toda apariencia de una ocupación permanente dañará el apoyo interno aquí en Estados Unidos como hará el juego de aquellos en Oriente Medio que, por equivocados que estén, sospechan que tenemos objetivos imperiales".
Richard Perle, importante asesor del Pentágono, y uno de los más declarados partidarios de la guerra contra Iraq, dijo en entrevistas recientes que el mayor error fue mantener una fuerza de ocupación tan masiva después del derrocamiento de Hussein en marzo de 2003. El gobierno interino debió haber sido nombrado inmediatamente y debió habérsele transferido todo el control político, con un número relativamente pequeño de tropas de apoyo estadounidenses para permanecer en el país un lapso de tiempo relativamente prolongado, dijo Perle. No trató el asunto de cómo un gobierno nombrado por países extranjeros podría ser visto como legítimo por los iraquíes.
Perle y Baker se unen a varios otros republicanos que están pidiendo una retirada gradual de Iraq. Entre ellos está Luttwak, un estratega global de toda la vida y asesor del Pentágono, cuyo artículo aparece en el número de enero-febrero de Foreign Affairs.
"Considerando todo lo que ha pasado en Iraq hasta la fecha, la mejor estrategia para Estados Unidos es retirarse", escribió. "Esto exigirá una planificación cuidadosa y un calendario de la retirada de tropas estadounidenses de gran parte del país -al mismo tiempo que se toman las precauciones debidas para decisivos ataques punitivos contra cualquier intento de acosar la retirada de las tropas. Pero requerirá sobre todo un intenso esfuerzo diplomático para preparar y dirigir negociaciones paralelas con varios partidos en Iraq y otros países. Todos tenemos mucho que perder o ganar dependiendo de cómo exactamente se lleve a cabo la retirada norteamericana, y esto dará a Estados Unidos bastante capacidad de maniobra que podrá ser usada para promover los intereses estadounidenses".
La propuesta de Meehan, que votó contra la guerra en octubre de 2002, se produce cuando el gobierno se apresta a pedir al Congreso otro presupuesto de unos 100 billones de dólares para financiar la ocupación. No se espera que el informe sea adoptado por la Casa Blanca ni gane muchos partidarios republicanos en un Congreso dominado por la vieja guardia republicana, pero propone que con considerablemente menos tropas todavía se pueden alcanzar los objetivos estadounidenses en un conflicto que ha costado más de 1.300 vidas y más de 10.000 heridos estadounidenses.
"En este momento, los riesgos de una retirada gradual son menores que los riesgos asociados con una ocupación indefinida", dice la propuesta de Meehan.
"Si queremos cambiar las percepciones a nivel local, fomentar la cooperación internacional y frenar la resistencia, Estados Unidos debe en lo fundamental redefinir su rol en Iraq".
La propuesta llama a una reducción gradual de 30.000 a 50.000 tropas en conjunción con un "plan realista" para llevarla a cabo.
Eso incluiría proteger a las unidades estadounidenses a medida de que se retiran de áreas densamente pobladas y asumir un papel menos prominente; controlar puntos probablemente álgidos en una guerra civil, tales como el área rica en petróleo en los alrededores de Kirkuk; y vigilar las fronteras de Iraq y los depósitos de armas, una virtual ‘bonanza' para los rebeldes.
Pero en última instancia nada de esto funcionaría sin hacer del adiestramiento de las fuerzas de seguridad iraquíes "la prioridad número uno del gobierno estadounidense en Iraq", y sin dar prioridad a los proyectos de reconstrucción "con efecto inmediato sobre el empleo iraquí", de acuerdo al informe.

Se puede escribir a Bryan Bender a: bender@globe.com.

22 de enero de 2005
©boston globe
©traducción mQh

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