hitler, el tío del perrito
[Julie Salamon] Reprochan al director de Downfall' que muestre a Hitler como un ser humano comom cualquiera de nosotros.
"Yo no quise hacer a nadie menos o más simpático", dijo el escritor y productor de Downfall', Bernd Eichinger. "Esto es cine. La vida real es gris".
Aplicada a la mayoría de las películas, esa declaración no sería polémica. Pero Downfall' gira sobre los últimos 12 días de Hitler en su búnker, y la decisión de Eichinger de describir a Hitler y su círculo de íntimos como mortales corrientes más que como monstruos ha provocado consternación. Downfall' provocó indignación y admiración en Alemania cuando se estrenó allá en septiembre. Pero mientras que los retratos de Hitler todavía pueden ser delicados en casa, a menudo funcionan bien en Hollywood en la temporada de los Óscar. Downfall' ha sido nominada para mejor película extranjera, y de las cinco películas alemanas que han ganado nominaciones para el Oscar en los últimos quince años, cuatro han girado de un modo o de otro sobre los nazis.
En Downfall' Hitler vive en su elaborado búnker subterráneo mientras el Reich se hunde. Mientras Berlín se desmorona arriba, él cena con porcelana china a una mesa con mantel blanco; mientras las bombas estallan, su amante, Eva Braun, descorcha una botella de champaña e insta a bailar a los soldados y secretarios que viven en el subterráneo. Poco antes de sus muertes, Adolf y Eva se casan.
Sin embargo, esos días finales son vistos no como la última parranda dionisiaca sino como el réquiem de una causa perdida y demente, tal como los vivieron los participantes. Joseph Goebbels no es visto en su papel histórico como el infame ministro de propaganda nazi, sino como un hombre de familia sellando un pesaroso pacto con su esposa para envenenar a sus hijos, antes que dejarles vivir en un mundo sin nacional socialismo. Esta no es una película sobre las atrocidades de los nazis, sino sobre la afiebrada lealtad que les permitió entregarse a la causa.
"Yo quería entender cómo fue posible que hombres que eran padres de familias normales se transformaron en monstruos que mataban a mujeres y niños inocentes y cómo todo un país adaptó esa ideología", dijo Oliver Hirschbiegel, el director de la película, mejor conocido por Kommissar Rex', una popular serie policíaca de la televisión austriaca. Hablando en inglés por teléfono desde Alemania, Hirschbiegel continuó: "Quería mirar cuidadosamente a ese personaje, Hitler, que se ha sido tratado como un monstruo unidimensional. Ese hombre era también un ser humano, un criatura de Dios. Para mí, mostrarlo como hombre es todavía más monstruoso".
El actor suizo Bruno Ganz retrata a su Hitler con un pincel extraño y sutil. Este Führer desvaría, pero es también un psicópata amable, encorvado y gastado a los 56, llamando cariñosamente niña' a su encantadora joven secretaria y acurrucando su enorme perro Blondie. (La secretaria, Traudl Junge, se ha transformado en la nota a pie de página en negritas de la histori. Su libro sobre sus experiencia, Until the Final Hour', escrita con Melissa Müller, proporcionó el material de base para Downfall'. Junge también habló sobre su participación, ignorancia y remordimiento en Blind Spot: Hitler's Secretary', un documental lanzado en 2002, el mismo año de su muerte).
Downfall' es también una película apocalíptica. Con su descripción del Berlín nazi aporreado a muerte por una horrible y mortífera artillería rusa, Hirschbiegel ofrece un recordatorio visual brutal de la complicidad de los alemanes con Hitler. Su cámara se torna frecuentemente hacia médicos y enfermeras apresurados mutilando los miembros de soldados y civiles heridos, y hacia el desolado paisaje de la ciudad en ruinas. Estas pueden ser las partes de más sobresalto de la película para las audiencias americanas acostumbradas a representaciones del sufrimiento y del heroísmo de las tropas estadounidenses y el horror de los campos de exterminio.
¿Pero qué nos dice este retrato de los últimos días de Hitler? Almuerza. Se sienta. Tiembla. ¿Y así qué? Todos somos humanos, pero la mayoría de nosotros no somos catalizadores de 50 millones de bajas. Dada la efusión de dramas, películas y libros sobre la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, y las interminables discusiones sobre la naturaleza de este mal en particular, ¿qué llevó a estos cineastas a intentar nuevamente ilustrar lo inexplicable?
"Fue el período más oscuro de la historia del pueblo y nación alemanas", dijo Eichinger, en inglés por teléfono desde Alemania. Sus créditos como productor incluyen trabajos serios, como Last Exit to Brooklyn' y El nombre de rosa' y películas de fantasías futurísticas más recientes, como Residente Evil' y su secuela Resident Evil: Apocalypse'.
Eichinger continuó: "Traumatizó no sólo a la generación que estuvo implicada, sino también a mi generación, que sabía que tenía ancestros que fueron capaces de provocar un desastre de estas dimensiones".
Los críticos alemanes de la película, sin embargo, opinaron que su visión íntima y personal de los nazis en el búnker es abiertamente favorable.
Wim Wenders, el director alemán que ahora vive en Estados Unidos, se molestó lo suficiente como para escribir una diatriba en el semanario Die Zeit, algo que no había hecho en los 27 años. (Su estallido previo también tenía que ver con Hitler en un documental, The Downfall', de Joachim Fest, el historiador cuyo libro Inside Hitler's Bunker: The Last Days of the Third Reich' fue otra de las principales fuentes de esta película).
En Die Zeit, Wenders dice que la película es inexcusablemente neutral hacia el nacional socialismo y Hitler. "La carencia de una posición narrativa" escribió, mete "a la audiencia en un agujero negro en el que son conducidos, casi sin que se den cuenta, hacia mirar las cosas de esta época a través de los ojos de los perpetradores, y genera una especie de benévola comprensión de ellos".
Esto no debe sonar extraño a las audiencias americanas. Están acostumbrados a canallas con encanto, como Tony Soprano e incluso Hermann Göring, astutamente retratado en 2000 por Brian Cox en la mini-serie Nuremberg', de TNT.
De cualquier modo, Eichinger desechó las críticas vehementemente: "No existe eso de decir la verdad y no tomar todo en cuenta", dijo. "De otro modo, tu visión de las cosas es stalinista. Dejas de lado lo que no se ajusta en tu posición o lo archivas, porque sólo quieres mostrar lo malo y lo bueno. Cuando escribí el guión, para mí lo importante era mostrar los grises".
20 de febrero de 2005
©new york times
©traducción mQh
Aplicada a la mayoría de las películas, esa declaración no sería polémica. Pero Downfall' gira sobre los últimos 12 días de Hitler en su búnker, y la decisión de Eichinger de describir a Hitler y su círculo de íntimos como mortales corrientes más que como monstruos ha provocado consternación. Downfall' provocó indignación y admiración en Alemania cuando se estrenó allá en septiembre. Pero mientras que los retratos de Hitler todavía pueden ser delicados en casa, a menudo funcionan bien en Hollywood en la temporada de los Óscar. Downfall' ha sido nominada para mejor película extranjera, y de las cinco películas alemanas que han ganado nominaciones para el Oscar en los últimos quince años, cuatro han girado de un modo o de otro sobre los nazis.
En Downfall' Hitler vive en su elaborado búnker subterráneo mientras el Reich se hunde. Mientras Berlín se desmorona arriba, él cena con porcelana china a una mesa con mantel blanco; mientras las bombas estallan, su amante, Eva Braun, descorcha una botella de champaña e insta a bailar a los soldados y secretarios que viven en el subterráneo. Poco antes de sus muertes, Adolf y Eva se casan.
Sin embargo, esos días finales son vistos no como la última parranda dionisiaca sino como el réquiem de una causa perdida y demente, tal como los vivieron los participantes. Joseph Goebbels no es visto en su papel histórico como el infame ministro de propaganda nazi, sino como un hombre de familia sellando un pesaroso pacto con su esposa para envenenar a sus hijos, antes que dejarles vivir en un mundo sin nacional socialismo. Esta no es una película sobre las atrocidades de los nazis, sino sobre la afiebrada lealtad que les permitió entregarse a la causa.
"Yo quería entender cómo fue posible que hombres que eran padres de familias normales se transformaron en monstruos que mataban a mujeres y niños inocentes y cómo todo un país adaptó esa ideología", dijo Oliver Hirschbiegel, el director de la película, mejor conocido por Kommissar Rex', una popular serie policíaca de la televisión austriaca. Hablando en inglés por teléfono desde Alemania, Hirschbiegel continuó: "Quería mirar cuidadosamente a ese personaje, Hitler, que se ha sido tratado como un monstruo unidimensional. Ese hombre era también un ser humano, un criatura de Dios. Para mí, mostrarlo como hombre es todavía más monstruoso".
El actor suizo Bruno Ganz retrata a su Hitler con un pincel extraño y sutil. Este Führer desvaría, pero es también un psicópata amable, encorvado y gastado a los 56, llamando cariñosamente niña' a su encantadora joven secretaria y acurrucando su enorme perro Blondie. (La secretaria, Traudl Junge, se ha transformado en la nota a pie de página en negritas de la histori. Su libro sobre sus experiencia, Until the Final Hour', escrita con Melissa Müller, proporcionó el material de base para Downfall'. Junge también habló sobre su participación, ignorancia y remordimiento en Blind Spot: Hitler's Secretary', un documental lanzado en 2002, el mismo año de su muerte).
Downfall' es también una película apocalíptica. Con su descripción del Berlín nazi aporreado a muerte por una horrible y mortífera artillería rusa, Hirschbiegel ofrece un recordatorio visual brutal de la complicidad de los alemanes con Hitler. Su cámara se torna frecuentemente hacia médicos y enfermeras apresurados mutilando los miembros de soldados y civiles heridos, y hacia el desolado paisaje de la ciudad en ruinas. Estas pueden ser las partes de más sobresalto de la película para las audiencias americanas acostumbradas a representaciones del sufrimiento y del heroísmo de las tropas estadounidenses y el horror de los campos de exterminio.
¿Pero qué nos dice este retrato de los últimos días de Hitler? Almuerza. Se sienta. Tiembla. ¿Y así qué? Todos somos humanos, pero la mayoría de nosotros no somos catalizadores de 50 millones de bajas. Dada la efusión de dramas, películas y libros sobre la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, y las interminables discusiones sobre la naturaleza de este mal en particular, ¿qué llevó a estos cineastas a intentar nuevamente ilustrar lo inexplicable?
"Fue el período más oscuro de la historia del pueblo y nación alemanas", dijo Eichinger, en inglés por teléfono desde Alemania. Sus créditos como productor incluyen trabajos serios, como Last Exit to Brooklyn' y El nombre de rosa' y películas de fantasías futurísticas más recientes, como Residente Evil' y su secuela Resident Evil: Apocalypse'.
Eichinger continuó: "Traumatizó no sólo a la generación que estuvo implicada, sino también a mi generación, que sabía que tenía ancestros que fueron capaces de provocar un desastre de estas dimensiones".
Los críticos alemanes de la película, sin embargo, opinaron que su visión íntima y personal de los nazis en el búnker es abiertamente favorable.
Wim Wenders, el director alemán que ahora vive en Estados Unidos, se molestó lo suficiente como para escribir una diatriba en el semanario Die Zeit, algo que no había hecho en los 27 años. (Su estallido previo también tenía que ver con Hitler en un documental, The Downfall', de Joachim Fest, el historiador cuyo libro Inside Hitler's Bunker: The Last Days of the Third Reich' fue otra de las principales fuentes de esta película).
En Die Zeit, Wenders dice que la película es inexcusablemente neutral hacia el nacional socialismo y Hitler. "La carencia de una posición narrativa" escribió, mete "a la audiencia en un agujero negro en el que son conducidos, casi sin que se den cuenta, hacia mirar las cosas de esta época a través de los ojos de los perpetradores, y genera una especie de benévola comprensión de ellos".
Esto no debe sonar extraño a las audiencias americanas. Están acostumbrados a canallas con encanto, como Tony Soprano e incluso Hermann Göring, astutamente retratado en 2000 por Brian Cox en la mini-serie Nuremberg', de TNT.
De cualquier modo, Eichinger desechó las críticas vehementemente: "No existe eso de decir la verdad y no tomar todo en cuenta", dijo. "De otro modo, tu visión de las cosas es stalinista. Dejas de lado lo que no se ajusta en tu posición o lo archivas, porque sólo quieres mostrar lo malo y lo bueno. Cuando escribí el guión, para mí lo importante era mostrar los grises".
20 de febrero de 2005
©new york times
©traducción mQh
3 comentarios
MAPB -
N.A.D.A. -
apsidalkat -