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historia de una reencarnación


[David Carr] Después ‘Requiem for a Dream' y ‘Pi', Aronofsky trata la vida eterna en película con mayas y españoles y viajes intergalácticos.
Montreal, Canadá. En una gigantesca bodega rodeada de caravanas y generadores en las afueras de una ciudad congelada, decenas de guerreros mayas estaban alertas, todos armados con lanzas. El polígloto ambiente en el plató se pone cada vez más espeso: hombres con el culo al aire que hablan maya reciben instrucciones de actuación en español de norteamericanos que también dominan suficientemente el francés como para hacer migas con el equipo local de ‘The Fountain'.
La película es una épica de ciencia-ficción que abarca tres períodos históricos y se utiliza bastantes viajes en el tiempo. Fue dirigida por el nativo de Broklyn Darren Aronofsky, que salió de la nada con la película de suspense matemática ‘Pi' y siguió con el drama de adicción ‘Requiem for a Dream', las dos producidas con un montón de bríos y muy poco dinero, que fueron recibidas con la aclamación de los críticos. Financiada por Warner Brothers, se suponía que ‘The Fountain' sería la película de estudio despegue de Aronofsky, con un presupuesto aproximado de 100 millones de dólares y Brad Pitt en el rol protagonista. Pero justo semanas antes de que se empezara a rodar en 2002, con el equipo y los actores ya instalados en Australia, Pitt abandonó el proyecto por ‘Troya', diciendo que tenía problemas con el guión. En Hollywood, eso significa generalmente el fin de la historia.
Fue una aplastante desilusión para Aronofsky; recuerda vívidamente volviendo a Australia desde Los Angeles para decir al equipo que la película se había derrumbado. Pero su reluctancia a abandonar un proyecto en el que había estado trabajando durante años, junto con un apoyo sorprendentemente duradero de Warner, significa que la película está de vuelta, aunque con una visión reducida. ‘The Fountain', que gira la búsqueda de la vida eterna, parece tener su propia interpretación del concepto.
"Durante cuatro o cinco meses traté de encontrar otra cosa", dijo Aronofsky, comiendo una ensalada en su caravana durante la pausa del almuerzo. "Pero cada vez que empecé a considerar una nueva idea, me di cuenta de que estaba más cerca de ‘The Fountain' que de cualquiera otra película".
Así Aronofsky continuó peleando por su improbable épica, incluso aunque Warner le ofreciera la oportunidad de dirigir varias películas importantes, incluyendo ‘Batman Begins' (que finalmente llegó a manos de otro sofisticado joven director, Christopher Nolan).
¿Cuántos proyectos de película se le ofrecieron?", dijo Jeff Robinov, presidente de producción de Warner. "Pero volvió y me dijo: ‘Quiero hacer mi película' -¿qué tengo que hacer para que eso ocurra?" Aronofsky redujo su presupuesto a 35 millones, remplazó a Pitt con Hugh Jackman, famoso por ‘X-Men' y finalmente pudo hacer la película.
Con su gorra de béisbol flor-del-lirio y barba de mechas, Aronofsky, 35, podría ser uno de los técnicos franco-canadienses si no estuviera dirigiendo el show tranquilamente. En el plató, el proyecto no causaba la impresión de ser una película rescatada: se sentía más como una travesura. Durante una escena con una pelea, le desprendieron un pedazo de barba a Jackman y todo el elenco, incluyendo a Aronosfky, recorrieron el suelo con la vista, tratando de distinguir los grises mechones del abundante musgo.
"¡Encontramos la barba!", gritó triunfantemente uno de los técnicos. "¡Encontramos la barba!", repitió en un alegre coro burlón el resto del elenco.
Aronofsky ha estado haciendo películas con la misma resistente banda de familiares durante diez años, y ahora están trabajando con todos los fantasiosos juguetes y apoyo que van con los trabajos de estudio importantes. Su proyecto es muy ambicioso: ‘The Fountains' es una historia de amor que se desarrolla durante 1.000 años cuando un hombre busca una cura para su esposa fatalmente enferma.
En el plató, Jackman, como conquistador español del siglo 16 durante una parte de la película, desciende un amurallado corredor cerca de un templo maya con dos soldados detrás de él. La vegetación de la selva cuelga por todas partes y las máquinas de niebla arriba se aseguraron de que todo estuviera húmedo. Aronofsky dio una señal y repentinamente varios guerreros llegaron corriendo a la escena, dominando a Jackman que apuntaba frenético hacia el gentío. Una vez dominado, se lo echaron a la espalda para presentarlo al jefe espiritual de los mayas, que estaba instalado arriba en el templo. Jackman, que pasó el día recogiendo los rellenos que se le desajustaban con cada toma, dijo que todo era terriblemente divertido.
Aronofsky, mirando un monitor de video en su mano para analizar un pregrabado, dijo: "Pusimos un montón de tiempo y dinero en esta toma porque es la tercera escena de la película. He estado pensando en esta escena durante seis años". En su caravana durante una pausa del rodaje, continuó: "Esta película ha pasado por su nacimiento, muerte y resurrección, lo que es interesante porque es justamente de lo que trata la película. Cada que vez la película ha muerto y vuelto, ha vuelto más delgada y más viciosa. Lo que rodamos esta mañana era una escena de 15 millones de dólares".
Aronofsky se las arregla, algo a lo que está más que habituado. ‘Pi', un fulminante retrato en blanco y negro de una mente no muy bella, se hizo con 60.000 dólares, con su mejor amigo como estrella mientras su mamá se ocupaba de los encargos de comida. ‘Réquiem for a Dream', un retrato de relaciones enturbiadas y luego cristalizadas por las drogas, costó 5 millones de dólares.
‘Pi' obtuvo para Aronosfky el premio de dirección de Sundance en 1998, y Ellen Burstyn fue nominada a un Oscar por su rol en ‘Requiem'. Así, el prestigio de los cineastas creció hasta el punto de que varios estudios y productores estaban golpeando a su puerta.
"El hecho de que estemos en Montreal y que tengamos enormes estudios y un equipo grande que puede hacer casi todo, es diferente", dijo. "Pero me paso los días haciendo exactamente las mismas cosas, preocupándome de los mismos problemas y concentrándome en las mismas cosas".
Y, dijo, lo que se juega no es realmente más que antes: "Ha habido siempre un montón de presión y tensión en la línea. Si ‘Pi' no hubiera tenido éxito, no tendría ni idea de cómo hubiera sido mi carrera. No creo que hubiese hecho otra película. Si ‘Requiem' no resultaba, me habrían llamado ‘flor de una noche con bajones de segundo año'".
Aronosfky escribió ‘The Fountain' con Ari Handel, un colega de larga data que tiene además un doctorado en neurología. "Pasamos el tiempo caminando en las calles de Manhattan durante dos años", dijo Aronosfky. "Escribir nos tomó un tiempo. En lo esencial nos dedicábamos a hablar sobre el guión, y luego yo me marchaba y desaparecía y escribía, regresaba y volvíamos a hablar nuevamente".
El resultado, una historia de amor con escenas que transcurren en el espacio sideral, no es exactamente ‘Hitch'. "En lo esencial, gira sobre la búsqueda de un hombre de la fuente de la juventud", explicó Aronofsky. "Gira sobre un hombre que busca la vida eterna cuya esposa está muriendo, que hace cuenta con su propia mortalidad y acepta su propia vida y su propia existencia, tratando de salvar a su esposa. No es tan simple, pero es verdad de un modo que me atrajo".
Jackman, sentado en una silla de lona después de su mañana de ser machucado por los figurantes mayas, Jackman dijo que los rigores del proyecto le convenían. "Es el trabajo más difícil que he hecho, y de lejos el más satisfactorio. Darren quiere ver sangre. Como director, está siempre en mi cabeza".
Ciertamente, Aronosfky y sus colaboradores -incluyendo al productor Eric Watson, y el cineasta Matthew Libatique, con el que ha trabajado en el pasado- se han esforzado para dar autenticidad al extenso proyecto. Unos 20 de los 70 figurantes para hacer de guerreros mayas, son mayas. Y el trabajo del hombre que hace de jefe espiritual maya es, bueno, un líder espiritual maya. Cuando los mayas bajaron del avión que los traía de Guatemala en Montreal, les tomó 20 minutos acostumbrarse al hecho de que podían ver su aliento.
Todavía hay mucho que hacer, para captar a España y América Central en el siglo 16, una ciudad norteamericana contemporánea, y luego un viaje a una nebulosa cerca de Orión unos 150 a 500 años en el futuro.
Pero no es tan esotérico como suena, dijo Aronosfky: "Hay importantes éxitos de venta que giran sobre la vida eterna. Es el tema más importante en nuestra sociedad. Si analizas los makeovers extremos y todo eso, todos giran sobre el tema de seguir siendo joven. Esta película se nutre de todos esos temas".

20 de marzo de 2005
26 de marzo de 2005©new york times
©traducción mQh

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