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¿cuándo ataca la policía a un perro?


[Matt Lait, Scott Glover y Doug Smith] No es inusual que agentes de policía disparen contra perros.
Los Angeles, Estados Unidos. En una de cada cuatro veces en que agentes de policía de Los Angeles dispararon intencionadamente sus armas en los últimos 20 años, el objetivo no era un hombre; era su mejor amigo.
Aunque la muerte hace tres semanas de un pit bull a manos de un agente provocó la indignación de activistas de derechos animales, datos del Departamento de Policía de Los Angeles LAPD muestran que los incidentes con perros son comunes.
Desde 1985, la policía ha disparado contra más de 465 perros, matando al menos a 200 e hiriendo al menos a 140, de acuerdo a informes sobre incidentes.
El procedimiento que debe observar un agente cuando dispara contra un perro es el mismo que cuando dispara contra una persona: como último recurso para evitar la muerte o lesiones graves. Cuando se trata de perros, los agentes a menudo creen que van a ser mordidos, que es porqué muchos de los animales matados por la policía son bullterriers, Rottweilers y otras razas que tienen reputación de ser violentas.
La policía dijo que ese fue el caso el 16 de febrero cuando la agente de la LAPD, Gina Iglesias, disparó y mató a Teri, un pit bull, en el centro de Los Angeles. Teri era el orgullo de los amigos de los animales que buscan casa para los perros callejeros, y había aparecido en un calendario publicado por la organización Downtown Dog Rescue.
De acuerdo a la policía, Teri mostró sus dientes y parecía estar a punto a atacar a Iglesias y otros agentes que patrullaban en bicicleta y entraban a un callejón cerca de Place 7. Voluntarios locales que rescatan a perros y trabajadores en el barrio industrial al lado este del centro de la ciudad, condenaron el tiroteo como innecesario.
Es difícil comparar la tasa de disparos contra perros con los de otras agencias policiales porque no hay estadísticas nacionales. En Nueva York, con una población dos veces mayor que Los Angeles y una fuerza policial casi cuatro veces más grande que el LAPD, los agentes han matado 803 perros desde 1990.
El Departamento del Sheriff de Los Angeles, aunque más pequeño que el LAPD, ha disparado contra más animales en la década pasada. Aunque los agentes del LAPD dispararon contra un promedio de 26 perros al año en ese período, los agentes han disparado contra un promedio de 36 animales al año, casi todos ellos perros.
Randall Lockwood, psicólogo y etólogo de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos, que ha trabajado con agencias de policía en temas relacionados con los perros, dijo que la mayoría de los agentes no están adiestrados adecuadamente para enfrentarse a perros agresivos. Lockwood dijo que pensaba que el número de perros heridos a bala por agentes del LAPD era "sorprendentemente alto".
"Los cuerpos de policía en todo el país necesitan implementar un mejor adiestramiento para que los agentes pueden evaluar con más precisión qué perros representan una amenaza de muerte y peligro y cuáles no", dijo Lockwood.
"Nuestra opinión es que a menudo el uso de fuerza letal no es necesaria ni justificada", dijo. "En muchos casos, se trata de una reacción refleja de agentes que no conocen a los perros. "Tenemos que reconocer que hay situaciones en las que tienen que defenderse de un perro, pero creemos que eso es muy raro".
Perros que gruñen y muestran sus dientes pueden pueden generar situaciones de peligro para los agentes de policía, dijeron funcionarios. Y si los perros atacan a los agentes, a veces no se puede hacer otra cosa que dispararles, dijeron.
"Mire a lo que tienen que enfrentarse nuestros agentes", dijo el subdirector Jim McDonnell, que supervisa la revisión del departamento de las balaceras en las que hay agentes involucrados. "Hay áreas de la ciudad donde hay jaurías de perros callejeros, sueltos, sin correa ni permiso. A menudo, los perros violentos son propiedad de gente en las áreas de mayor delincuencia en las que debe operar la policía".
McDonnell, que no se sorprendió de la cantidad de disparos contra perros en los últimos años, dijo que los agentes están instruidos para disparar contra perros sólo como un último recurso.
Las agencias de policía en el país han tenido que vérselas con controvertidos baleos de perros, algunos de los cuales han provocado todavía más indignación pública que los disparos contra personas.
Ese fue el caso con la muerte de Patton, un terrier-bulldog el día de Año Nuevo de 2003, durante una detención en la carretera Interstate 40, en Tennessee.
Los dueños de Patton fue parados en la creencia errónea de que habían cometido un atraco. Mientras los dueños de los perros era mantenidos a punta de pistola, Patton saltó del coche y, de acuerdo al agente de policía de Cookeville, Tennessee, que le disparó, "me atacó gruñendo y de modo agresivo".
Los dueños de Patton, sin embargo, dijeron al diario de Tennessee en Nashville que el perro era "tan inofensivo como un Scooby-Doo" y que estaba meneando la cola cuando lo mataron.
La muerte de Patton provocó amplias críticas de la policía, y el ayuntamiento pagó 77.000 dólares en un arreglo sobre la denuncia interpuesta por los dueños del perro. El departamento también inició un programa de adiestramiento que permitirá a los agentes enfrentarse mejor con perros potencialmente peligrosos.
En Los Angeles no aparecen tendencias claramente discernibles del análisis de los datos de tiroteos del LAPD que lleva Los Angeles Times.
Durante la mayor parte de principios de la década de los noventa, los tiroteos de perros oscilaban en torno a los 20 al año -más o menos una de cuatro veces en las que los agentes dispararon contra sospechosos. Pero en 1998 y 1999 los agentes dispararon más a menudo contra perros que contra gente, con 42 tiroteos de perros en 1998 y 43 en 1999. En los últimos años, los tiroteos de perros han disminuido. El año pasado, por ejemplo, hubo 20.
En los tiroteos de perros dos docenas de agentes han sido mordidos. Siete agentes dispararon accidentalmente a sus colegas o transeúntes mientras hacían frente a perros agresivos.
Los datos muestran que los agentes usaron letalmente armas de fuego contra perros en casi tres cuartos de todos los incidentes que implican a animales, una tasa de puntería de unos 10 puntos porcentuales mayor que la tasa de disparos contra gente. La policía mató a más del 40 por ciento de los perros contra los que disparó, una tasa que fue considerada más alta que la tasa de muerte de personas, que fueron matadas en casi un cuarto de los tiroteos de la policía.
Los datos también muestran que funcionarios policiales concluyeron que 13 por ciento de los tiroteos que implicaban a gente fueron "extra reglamentarios", comparado con el 3 por ciento correspondiente en el caso de perros.
La mayoría de los baleos de perros del LAPD desde 1985 han ocurrido en la División 77 del LAPD en Los Angeles Sur.
La Foothill Division del Valle de San Fernando detenta el segundo total más alto entre 1985 y 2003, el año más reciente sobre el que se cuenta con estadísticas completas.
Expertos en perros e incluso varios funcionarios de alta jerarquía del LAPD dijeron que pensaban que en algunos casos los agentes recurrían demasiado rápidamente al uso de la fuerza.
Fue una preocupación que expresó el entonces jefe Daryl F. Gates en 1986, alentando a los agentes a buscar métodos alternativos para apaciguar a los perros.
El antiguo jefe Bernard C. Parks también se preocupó del número de tiroteos de perros y propuso un régimen de adiestramiento con el objetivo de reducirlos. Sin embargo, la implementación de ese programa fue pospuesta debido a que funcionarios del departamento dijeron que las reformas ordenadas por un decreto federal después del escándalo sobre la corrupción en Rampart eran más importantes.
McDonnell dijo que los reclutas de la Academia de Policía reciben instrucciones sobre cómo hacer frente a perros agresivos. Les recomiendan gritar contra ellos y usar extintores de incendios, porras y gas de pimienta para asustarlos. Los agentes también reciben cursillos actualizados en los boletines del departamento y se les muestran todos los años videos de adiestramiento cuando pasan la lista, dijo.
Joseph Pentangelo, un detective de la policía de la Ciudad de Nueva York que trabaja como investigador de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, dijo que informar a los agentes sobre alternativas no letales es esencial.
"Si como agente de policía ves a un perro ladrando y tu primera reacción es sacar un arma de fuego -bien, esa no es la reacción correcta", dijo Pentangelo. "Eso debería ser el último recurso".
Una revisión de los baleos de perros del Times concluyó que algunos enfrentamientos pudieron probablemente ser evitados, especialmente en casos en los que los agentes no vieron los letreros de ‘Cuidado con el Perro' colgados en propiedades residenciales.
Algunos dueños de perros que vieron a la policía disparar contra sus mascotas dijeron que los agentes habían reaccionado con pánico y exageraron la supuesta amenaza.
Edgar Javier, 20, vio cómo la policía disparó contra el pastor alemán de 10 años de un vecino, el 27 de junio de 2000.
Dijo que Lady ladró al agente, pero sin avanzar hacia la puerta abierta del jardín. Javier dijo que el agente pudo haber cerrado la puerta si hubiera pensado que Lady representaba un peligro.
"¿Tenía derecho a dispararle? No", dijo Javier.
Casi dos docenas de agentes del LAPD se han encontrado en situaciones en las que han disparado contra un perro más de una vez en sus carreras, incluyendo a uno que disparó contra perros tres veces en un lapso de dos años.
Varios expertos dijeron que eso sugiere un agente que ha sido deficientemente adiestrado, que tiene un miedo exagerado de los perros o que desdeña los derechos de los dueños de mascotas.
"Puede haber agentes que usan a los perros como prácticas de tiro", dijo Lockwood, que llegó a la misma conclusión sobre el uso de gas de pimienta por algunos carteros durante un estudio hace varios años.
Algunos agentes del LAPD, atribuyen el número de baleos de perros a una proliferación de gente que cría razas agresivas, como los pit bulls.
Si fuera por Daniel Koenig, ex comandante del LAPD que ha estudiado los tiroteos de perros del departamento, los pit bulls deberían ser prohibidos.
"Creo que los pit bulls son como armas de asalto", dijo Koenig, que renunció el año pasado como director ejecutivo de la Comisión de Policía de Los Angeles. "No hay lugar para ellos en la sociedad".

12 de marzo de marzo de 2005
3 de abril de 2005
©los angeles times
©traducción mQh

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