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claves en un mundo tenebroso


[Mai Tran y Sara Lin] Tratando de resolver los asesinatos de una adivina y su hija en Pequeño Saigón, los detectives intentan entender matices étnicos.
Primero, el asesino apuñaló repetidas veces a una adivina del Pequeño Saigón y a su hija. Luego el agresor echó pintura blanca sobre sus caras y manos. Intrigados detectives creen que la pintura puede tener un significado cultural oculto, y están pidiendo ayuda del público.
Ha Jade Smith y su hija Anita Nhi Vo fueron halladas muertas apuñaladas en su casa de Westminster hace dos semanas. Una pareja fue vista saliendo de la casa el 21 de abril -el día en que fueron encontrados los cadáveres- y policía dijo que la residencia había sido registrada, como si alguien hubiese buscado algo apresuradamente.
"Es la primera vez que vemos algo así", dijo el jefe de policía de Westminster, Andrew E. Hall. "Es un misterio. No sabemos si el asesino estaba tratando de ocultar la identidad de las víctimas o si es parte de un culto o si es algo cultural. No sabemos".
El crimen, que los detectives creen que está relacionado con el trabajo de Smith, ha introducido a la policía en un misterioso mundo.
Mientras en muchos lugares son considerados como exóticos, en la comunidad vietnamita los adivinos y lectores de mano son tenidos en alta estima por gente del mundo de los negocios y otros que buscan consejos sobre asuntos económicos, románticos y otros temas.
Hay veintenas, y quizás cientos, de adivinos en Westminster y Garden Grove, algunos operando en locales y muchos más hacen negocios en sus casas. Los clientes pagan miles de dólares por lectura. Smith era conocida por cobrar hasta 9.000 dólares por una sesión.
"En la comunidad vietnamita la gente que está muy enferma visita al adivino y también muy rápidamente le echan la culpa", dijo Karen Fjelstad, docente de la Universidad del Estado de San José, especialista en prácticas rituales vietnamita-americanas.
La pintura blanca es un espeluznante detalle sin un significado claro, dijo Fjelstad. Pero el color blanco, dijo, representa el duelo y se asocia a veces con ritos de pasaje. En los funerales vietnamitas, por ejemplo, el jefe de la familia doliente lleva una cinta blanca o ropa blanca.
Los detectives dijeron que había consultado con expertos y especialistas culturales de todo el mundo en un intento de comprender los matices culturales que pueden haber pasado por alto.
En la comunidad vietnamita la adivinación es una próspera empresa, y ricos y pobres se acercan a ella del mismo modo que los occidentales a los psiquiatras.
"A veces la gente se deprime, y este es un tipo de tratamiento", dijo Son-Kim Vo, que enseña cultura vietnamita en la Universidad de Fullerton del Estado de California. "Los adivinos dan esperanzas para el futuro, por eso son populares".
La guía amarilla vietnamita del condado de Orange incluye más de dos docenas de astrólogos, pero la mayoría, como Smith, construyen sus negocios boca a boca.
Los negocios se hacen generalmente en contante, convirtiendo a los adivinos en blancos de ladrones. La comunidad vietnamita tiene una tradicional desconfianza de los bancos, y la gente a menudo guarda su dinero en casa.
Amigos y clientes dijeron que Smith era conocida en las comunidades vietnamitas del país. Ella trabajaba desde casa y tenía una larga lista de clientes, viajando tan lejos como Nueva York para sesiones. En la época de su muerte, estaba planeando viajar a Vietnam para una lectura que había pedido un cliente.
Smith era conocida por llevar oro e impresionantes pedazos de jade y era una cliente regular del centro de diamantes del Pequeño Saigón, que alberga a más de 250 joyerías.
La policía de Westminster cree que el robo jugó un papel en los asesinatos. De la casa de Smith, 52, en la Bird Avenue, que compartía con su hija Vo, 23, estudiante del Orange Coast College en Costa Mesa, habían desaparecido joyas. Esta semana la policía dio a conocer bosquejos de un hombre y una mujer que fueron vistos saliendo de la casa.
Vecinos dijeron que vieron salir a la pareja en un Toyota Camry último azul o gris oscuro o un Honda a las 11:15 del 21 de abril.
Las autoridades creen que Smith puede haber conocido al asesino. Era cautelosa y no dejaba entrar a extraños después de perder 372.000 dólares en dinero contante y joyas en un robo del marzo del 2001. Una de las joyas robadas era un anillo de diamantes de 13.8 carates de un valor de 226.000 dólares.
Dos hombres fueron apresados y están cumpliendo sentencias en la cárcel. Pero las joyas no fueron recuperadas.
A pesar de leyes en Westminster y Garden Grove que dicen que los adivinos deben tener un permiso comercial, Smith no lo tenía. Sin embargo, no es inusual. Westminster tiene solamente un lector de manos con permiso, y Garden Grove tres. Sin embargo, abundan los negocios.
Yvonne Le dijo que ha estado leyendo manos desde su casa-caravana en Westminster durante ocho años. Dijo que recibe a cuatro personas al día, dando consejos sobre tópicos que van desde propiedades inmobiliarias a personas desaparecidas.
"Vienen a mí para que les ayude a solucionar sus problemas", dijo Le. "Tengo un don especial que me permite conectarlos con la gente de arriba".
La adivina Dung Pham, 62, de Fountain Valley, una secretaria jubilada, empezó a trabajar en el oficio desde que tenía 14 años.
"Me dijeron que estaba bien, y continué haciéndolo", dijo Pham, que no aparece en la guía amarilla. "Nací con un fuerte sexto sentido para conectarme con la gente de arriba. Puedo mirar a la gente y saber cómo son, si son buenos o malos y sus personalidades".
Los clientes, dijo, buscan ayuda para fechas de suerte para bodas y para encontrar a parientes perdidos. Sin embargo, la mayoría quiere saber sobre su vida amorosa.
"Quieren saber si sus maridos tienen una amante", dijo Pham. "Quieren saber cómo es la amante. ¿Me quiere mi marido a mí o a ella?"
También hay un lado oscuro del negocio. Algunos adivinos hechizarán a una amante o rival de negocios por un precio conveniente.
Para Kim Lee, 40, de Westminster, era difícil encontrar a un buen adivino. Como muchos otros que buscan lecturas, Lee buscaba a través de amigos a un lector de manos. Ella visitó a siete antes de que encontrara una en la que confiar en Garden Grove.
"Es como ir a un psicólogo para ver qué debo esperar y ver si es verdad", dijo Lee, que quería saber cuándo sería una buena época para abrir un restaurante. "Si tengo el presentimiento de que algo va a ocurrir, quiero saber si va a ocurrir".
Dijo que prefiere a una buena adivina que a un consejero matrimonial.
"Les pago por escuchar y hablar con ellos", dijo. "Un consejero matrimonial cuesta más y me da consejos. Una adivina me dice lo que va a pasar".

6 de mayo de 2005
©los angeles times
©traducción mQh

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