seducción evangélica
[Indira A.R. Lakshmanan] Evangelismo seduce a católicos latinoamericanos. Sectas carismáticas enfatizan recompensas terrenales.
La Paz, Bolivia. Es domingo por la mañana en un antiguo auditorio cerrado en la parte más arenosa de la capital boliviana, una banda de bronces de 20 hombres está aporreando un ritmo disco mientras una línea de bailarines repite en el escenario una aproximación de Hustle.
"¿Quién vive?", ruge por el micrófono el jefe de la banda con un traje azulete.
Un grito atronador y extático se eleva de los miles que atiborran el dilapidado teatro: "¡Jesús! ¡Jesús!"
El tono es pegadizo, y los fieles bailan como si estuvieran en una fiesta: Mujeres indias con ponchos y enaguas dan vueltas como peonza, obreros de la ciudad bailan cumbia y agitan banderas decoradas con las palabras "Poder de Dios" y jóvenes madres marcan el paso y mecen rítmicamente a sus bebés.
El predicador pide a una multitud de gente que se suba al escenario de dar testimonio de que Jesús curó sus tumores o triplicó sus cosechas. Después de entregar agradecidamente sobres con donaciones, les echa óleo santo' en sus cabezas y ellos aúllan o se sacuden de risa y caen al suelo, dominados por la emoción. "¡Demos una mano a Dios!", dice la esposa del predicador, para que la gente aplauda.
Un ambiente muy distante de la sosegada misa católica en una iglesia cercana, a la que muchos de estos fieles pertenecían antes. En estos días, dos tercios de las bancas están vacíos.
Para el recién nombrado Papa Benedicto XVI, el urgente reto en América Latina -hogar del más grande número de católicos del mundo- será resolver la debilidad del catolicismo que está permitiendo un éxodo en esta región.
Los católicos están escapando en tropel hacia las sectas evangélicas llamadas "de salud y riqueza", el mormonismo y otras religiones que los conversos dicen que tratan mejor las preocupaciones cotidianas.
El protestantismo florece en una región que ha sido un bastión del catolicismo desde el siglo 16. En pequeños pueblos, los pastores están construyendo comunidades de hermanos', con visitas puerta a puerta a los alcohólicos, maridos que golpean a sus mujeres y enfermos. En las grandes ciudades, líderes carismáticos respaldados por teclados electrónicos prometen sacarles de la pobreza mediante la fe en Jesús.
Las filas de las sectas protestantes se han duplicado en toda la región en las últimas décadas, según la Asociación de Estudios Religiosos Latinoamericanos.
"La conversión religiosa es el más importante proceso social que está cambiando América Latina y el Caribe en los siglos 20 y 21", de acuerdo al padre Edward Cleary, director de Estudios Latinoamericanos de Providence College y ex misionero,
El ejemplo más dramático es Guatemala, donde un 25 por ciento de la población es protestante. El número de evangélicos también aumenta en Brasil, el país católico más grande del mundo, donde ahora un 15 por ciento se dice protestante, de acuerdo a las encuestas. Según algunas proyecciones, América Latina tendrá una mayoría hacia fines de siglo, de acuerdo a David Reed, profesor de teología en la Universidad de Toronto.
Parte de la fuga se puede explicar debido a que los ministros y misioneros protestantes son jóvenes que se involucran más activamente en sus comunidades que los sacerdotes católicos, más viejos y abrumados de trabajo.
En México, hogar del segundo país católico del mundo, un sacerdote atiende en promedio a 8.600 católicos, de acuerdo a estadísticas de la iglesia y del censo, mientras que un pastor protestante atiende a 230 fieles, de acuerdo a Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana de Estudios Religiosos. En la ciudad de Potosí, Bolivia, hay 23 curas para 120.000 católicos, de acuerdo a la diócesis, y 16 jóvenes misioneros mormones dicen que han conquistado a miles de conversos.
Pero muchas de las deserciones, según entrevistas con los conversos aquí, se derivan de la idea de que la iglesia católica no ha tratado adecuadamente la creciente desigualdad, el desempleo, la endémica pobreza de la región. Ciertamente, la iglesia mantiene innumerables programas de servicio social, pero los descontentos dicen que los sacerdotes célibes a menudo parecen alejados de las preocupaciones cotidianas de la gente a la que sirven. Muchas sectas evangélicas, en contraste, prometen un servicio más interactivo y recompensas terrenales a través de la fe.
Aquí, en el Iglesia del Nuevo Pacto Poder de Dios, unos 10.000 bolivianos se apiñan en 6 turnos de culto dirigidos por predicadores carismáticos y músicos de aerobics en un desteñido auditorio los domingos. La banda del Buen Samaritano toca 45 minutos en un servicio de tres horas, y no ha habido ninguna lectura del evangelio. Cuando el predicador con un brillante traje gris marengo y camisa rosada sube al escenario, cuenta la historia de Jesús alimentando a miles con unos pocos peces y barras de pan, y dice a los fieles que ellos también pueden multiplicar sus miserables recursos a través de la fe.
"¡Quieren ser bendecidos en el desierto? ¿Quieren sanar?", brama el pastor. "¡Entonces cojan esos sobres!", ordena mientras los acomodadores agitan los papelitos de donativos en las caras de mujeres de edad mediana y mayores, que las recogen y garrapatean oraciones para curar sus males y encontrar trabajo para sus hijos.
"Me uní a esta iglesia hace ocho años porque tenía un tumor. El pastor me sumergió en agua y yo entregué mi corazón a Dios, que me sanó", dijo María Mamani Vásquez, 55, vendedora ambulante que miraba con adoración a Luis Guachalla, el fundador de la secta, que dice que abandonó la mala vida y empezó a predicar en las calles de La Paz hace 22 años.
Las historias de las conversiones son sorprendentemente similares. Elvira Candari, una artesana de 35 años, dijo que se sintió "abandonada por la iglesia católica" durante su doloroso divorcio y fue traída aquí por una tía.
Justino Oacira Ramos, 74, un chofer desempleado, dijo que su esposa lo trajo aquí para que dejara de beber: "La iglesia católica no existía realmente para mí; no me ayudaron". Él dejó de beber.
En el escenario, Magneli de Guachalla, la esposa del predicador y predicadora autodidacta que dice que la fe la curó de su enfermedad de los riñones, se dirige a la muchedumbre con el desplante de un orador vocacional y comediante. Cuenta la historia de una madre desesperada de cinco hijos que pasó de dormir en una choza de barro a gestionar sus propias tiendas a los seis meses de haber adoptado a Jesús.
Mujeres que quieren ayudar a sus maridos e hijos deben mezclar una gota de óleo santo en sus huevos, y rezar, aconseja.
Un zapatero indigente que ahora fabrica zapatos porque "¡está loco por Dios!", brama ella. "¡Dios te dará una casa! Si piensan que soy materialista, les digo: ¡Sí lo soy! ¡Todo es posible con el poder de Dios! ¡La incredulidad es un pecado!"
Durante el día, los fieles suben al escenario o arriba, a las oficinas de la pobre radio nacional de la iglesia, para dar testimonio de milagros que desafían a la muerte y recompensas financieras que han recibido gracias a la fe y al pródigo uso del bálsamo. Cientos de rústicas muletas yacen en una esquina del estudio, el testamento de los que las arrojaron ahí.
Detrás de sus testimonios se oye el metálico sonido de las monedas donadas para la construcción de un templo de 2 millones de dólares.
En una tranquila entrevista entre servicios, Guachalla, 43, dice que sufrió una conversión instantánea a los 21 cuando conoció a un predicador boliviano que le dijo que tenía de dejar de beber, de fumar y de pelearse con su esposa. Explicando el atractivo de la iglesia, Guachalla dijo simplemente: "La iglesia católica no tiene las respuestas".
Incluso muchos católicos devotos, como Luis Bermejo, 37, un programador informático que es un miembro activo de la catedral de La Paz, reconocen el atractivo de las sectas: "Su mensaje es muy humano: dejar de sufrir. Las iglesias protestantes están creciendo porque la gente no ha encontrado un modo de resolver sus problemas -la falta de trabajo bien pagados y dignos, una buena educación y buenos cuidados médicos- y ven una respuesta de parte de la iglesia católica".
Cleary, del Providence College, observa que no es sólo la iglesia católica la que está perdiendo terreno ante los movimientos neo-pentecostales de "salud y riqueza", sino también las iglesias protestantes mayoritarias.
Sin embargo, un aspecto desdeñado de la conversión, dice, es la alta tasa de abandono de muchas de las nuevas sectas en los primeros años.
Germán Chambi, 42, pastor de la Iglesia Evangélica Metodista Minera Nueva Semilla, Potosí, una ciudad minera al sur de Bolivia, dice que no tiene miedo de perder dos docenas de miembros pobres e indígenas de su iglesia de tres años. Rinden culto en un espantoso edificio de hormigón construido a medias, con un solitario, desafinado guitarrista para los acompañamientos, así que Chambi piensa que es la fe y no los fuegos artificiales los que mantienen unido a su rebaño.
Chambi, un ministro metodista de tercera generación, atribuye a los metodistas y bautistas la introducción de la educación y derechos de tierras para los indios bolivianos como su abuelo, años antes de que el estado extendiera el derecho a voto y la reforma agraria a la mayoría indígena en 1952. Incluso hoy, dice, las iglesias protestantes son más sensibles ante los indios que la jerarquía de la iglesia católica.
"Nuestras iglesias son más abiertas, las canciones son con ritmos locales, y yo visito a la gente todos los días para enterarme de su salud y de sus familias", dijo. "Seguro, los católicos tienen servicios sociales, pero rara vez van al campo y a comunidades olvidadas como esta".
25 de mayo de 2005
8 de mayo de 2005
©boston globe
©traducciónmQh
"¿Quién vive?", ruge por el micrófono el jefe de la banda con un traje azulete.
Un grito atronador y extático se eleva de los miles que atiborran el dilapidado teatro: "¡Jesús! ¡Jesús!"
El tono es pegadizo, y los fieles bailan como si estuvieran en una fiesta: Mujeres indias con ponchos y enaguas dan vueltas como peonza, obreros de la ciudad bailan cumbia y agitan banderas decoradas con las palabras "Poder de Dios" y jóvenes madres marcan el paso y mecen rítmicamente a sus bebés.
El predicador pide a una multitud de gente que se suba al escenario de dar testimonio de que Jesús curó sus tumores o triplicó sus cosechas. Después de entregar agradecidamente sobres con donaciones, les echa óleo santo' en sus cabezas y ellos aúllan o se sacuden de risa y caen al suelo, dominados por la emoción. "¡Demos una mano a Dios!", dice la esposa del predicador, para que la gente aplauda.
Un ambiente muy distante de la sosegada misa católica en una iglesia cercana, a la que muchos de estos fieles pertenecían antes. En estos días, dos tercios de las bancas están vacíos.
Para el recién nombrado Papa Benedicto XVI, el urgente reto en América Latina -hogar del más grande número de católicos del mundo- será resolver la debilidad del catolicismo que está permitiendo un éxodo en esta región.
Los católicos están escapando en tropel hacia las sectas evangélicas llamadas "de salud y riqueza", el mormonismo y otras religiones que los conversos dicen que tratan mejor las preocupaciones cotidianas.
El protestantismo florece en una región que ha sido un bastión del catolicismo desde el siglo 16. En pequeños pueblos, los pastores están construyendo comunidades de hermanos', con visitas puerta a puerta a los alcohólicos, maridos que golpean a sus mujeres y enfermos. En las grandes ciudades, líderes carismáticos respaldados por teclados electrónicos prometen sacarles de la pobreza mediante la fe en Jesús.
Las filas de las sectas protestantes se han duplicado en toda la región en las últimas décadas, según la Asociación de Estudios Religiosos Latinoamericanos.
"La conversión religiosa es el más importante proceso social que está cambiando América Latina y el Caribe en los siglos 20 y 21", de acuerdo al padre Edward Cleary, director de Estudios Latinoamericanos de Providence College y ex misionero,
El ejemplo más dramático es Guatemala, donde un 25 por ciento de la población es protestante. El número de evangélicos también aumenta en Brasil, el país católico más grande del mundo, donde ahora un 15 por ciento se dice protestante, de acuerdo a las encuestas. Según algunas proyecciones, América Latina tendrá una mayoría hacia fines de siglo, de acuerdo a David Reed, profesor de teología en la Universidad de Toronto.
Parte de la fuga se puede explicar debido a que los ministros y misioneros protestantes son jóvenes que se involucran más activamente en sus comunidades que los sacerdotes católicos, más viejos y abrumados de trabajo.
En México, hogar del segundo país católico del mundo, un sacerdote atiende en promedio a 8.600 católicos, de acuerdo a estadísticas de la iglesia y del censo, mientras que un pastor protestante atiende a 230 fieles, de acuerdo a Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana de Estudios Religiosos. En la ciudad de Potosí, Bolivia, hay 23 curas para 120.000 católicos, de acuerdo a la diócesis, y 16 jóvenes misioneros mormones dicen que han conquistado a miles de conversos.
Pero muchas de las deserciones, según entrevistas con los conversos aquí, se derivan de la idea de que la iglesia católica no ha tratado adecuadamente la creciente desigualdad, el desempleo, la endémica pobreza de la región. Ciertamente, la iglesia mantiene innumerables programas de servicio social, pero los descontentos dicen que los sacerdotes célibes a menudo parecen alejados de las preocupaciones cotidianas de la gente a la que sirven. Muchas sectas evangélicas, en contraste, prometen un servicio más interactivo y recompensas terrenales a través de la fe.
Aquí, en el Iglesia del Nuevo Pacto Poder de Dios, unos 10.000 bolivianos se apiñan en 6 turnos de culto dirigidos por predicadores carismáticos y músicos de aerobics en un desteñido auditorio los domingos. La banda del Buen Samaritano toca 45 minutos en un servicio de tres horas, y no ha habido ninguna lectura del evangelio. Cuando el predicador con un brillante traje gris marengo y camisa rosada sube al escenario, cuenta la historia de Jesús alimentando a miles con unos pocos peces y barras de pan, y dice a los fieles que ellos también pueden multiplicar sus miserables recursos a través de la fe.
"¡Quieren ser bendecidos en el desierto? ¿Quieren sanar?", brama el pastor. "¡Entonces cojan esos sobres!", ordena mientras los acomodadores agitan los papelitos de donativos en las caras de mujeres de edad mediana y mayores, que las recogen y garrapatean oraciones para curar sus males y encontrar trabajo para sus hijos.
"Me uní a esta iglesia hace ocho años porque tenía un tumor. El pastor me sumergió en agua y yo entregué mi corazón a Dios, que me sanó", dijo María Mamani Vásquez, 55, vendedora ambulante que miraba con adoración a Luis Guachalla, el fundador de la secta, que dice que abandonó la mala vida y empezó a predicar en las calles de La Paz hace 22 años.
Las historias de las conversiones son sorprendentemente similares. Elvira Candari, una artesana de 35 años, dijo que se sintió "abandonada por la iglesia católica" durante su doloroso divorcio y fue traída aquí por una tía.
Justino Oacira Ramos, 74, un chofer desempleado, dijo que su esposa lo trajo aquí para que dejara de beber: "La iglesia católica no existía realmente para mí; no me ayudaron". Él dejó de beber.
En el escenario, Magneli de Guachalla, la esposa del predicador y predicadora autodidacta que dice que la fe la curó de su enfermedad de los riñones, se dirige a la muchedumbre con el desplante de un orador vocacional y comediante. Cuenta la historia de una madre desesperada de cinco hijos que pasó de dormir en una choza de barro a gestionar sus propias tiendas a los seis meses de haber adoptado a Jesús.
Mujeres que quieren ayudar a sus maridos e hijos deben mezclar una gota de óleo santo en sus huevos, y rezar, aconseja.
Un zapatero indigente que ahora fabrica zapatos porque "¡está loco por Dios!", brama ella. "¡Dios te dará una casa! Si piensan que soy materialista, les digo: ¡Sí lo soy! ¡Todo es posible con el poder de Dios! ¡La incredulidad es un pecado!"
Durante el día, los fieles suben al escenario o arriba, a las oficinas de la pobre radio nacional de la iglesia, para dar testimonio de milagros que desafían a la muerte y recompensas financieras que han recibido gracias a la fe y al pródigo uso del bálsamo. Cientos de rústicas muletas yacen en una esquina del estudio, el testamento de los que las arrojaron ahí.
Detrás de sus testimonios se oye el metálico sonido de las monedas donadas para la construcción de un templo de 2 millones de dólares.
En una tranquila entrevista entre servicios, Guachalla, 43, dice que sufrió una conversión instantánea a los 21 cuando conoció a un predicador boliviano que le dijo que tenía de dejar de beber, de fumar y de pelearse con su esposa. Explicando el atractivo de la iglesia, Guachalla dijo simplemente: "La iglesia católica no tiene las respuestas".
Incluso muchos católicos devotos, como Luis Bermejo, 37, un programador informático que es un miembro activo de la catedral de La Paz, reconocen el atractivo de las sectas: "Su mensaje es muy humano: dejar de sufrir. Las iglesias protestantes están creciendo porque la gente no ha encontrado un modo de resolver sus problemas -la falta de trabajo bien pagados y dignos, una buena educación y buenos cuidados médicos- y ven una respuesta de parte de la iglesia católica".
Cleary, del Providence College, observa que no es sólo la iglesia católica la que está perdiendo terreno ante los movimientos neo-pentecostales de "salud y riqueza", sino también las iglesias protestantes mayoritarias.
Sin embargo, un aspecto desdeñado de la conversión, dice, es la alta tasa de abandono de muchas de las nuevas sectas en los primeros años.
Germán Chambi, 42, pastor de la Iglesia Evangélica Metodista Minera Nueva Semilla, Potosí, una ciudad minera al sur de Bolivia, dice que no tiene miedo de perder dos docenas de miembros pobres e indígenas de su iglesia de tres años. Rinden culto en un espantoso edificio de hormigón construido a medias, con un solitario, desafinado guitarrista para los acompañamientos, así que Chambi piensa que es la fe y no los fuegos artificiales los que mantienen unido a su rebaño.
Chambi, un ministro metodista de tercera generación, atribuye a los metodistas y bautistas la introducción de la educación y derechos de tierras para los indios bolivianos como su abuelo, años antes de que el estado extendiera el derecho a voto y la reforma agraria a la mayoría indígena en 1952. Incluso hoy, dice, las iglesias protestantes son más sensibles ante los indios que la jerarquía de la iglesia católica.
"Nuestras iglesias son más abiertas, las canciones son con ritmos locales, y yo visito a la gente todos los días para enterarme de su salud y de sus familias", dijo. "Seguro, los católicos tienen servicios sociales, pero rara vez van al campo y a comunidades olvidadas como esta".
25 de mayo de 2005
8 de mayo de 2005
©boston globe
©traducciónmQh
8 comentarios
froc -
YOLIOS -
israel -
Primeramente, lo que se enfatiza al predicar la palabra de Dios no son recompemnsas terrenales, sino la recompensa de una vida eterna, perdon de los pecados que una persona comete, yq que la palabra de Dios dice: Que todos pecamos, y que no merecemos la vida, pero Dios nos da una oportunidad de volver a el y tener VIDA.
Y esta es la razon por la cual ALABAMOS, GLORIFICAMOS, Y NOS ALEGRAMOS por esta alegria dan ganas de gritar a los cuatro vientos que JESUS VIVE y que el nos rescato, esta es la causa de los clamores y la alabanza a Dios, no a un pastor, solamente a Dios, y que alabemos a Dios por medio de la musica es la mejor manera de expresar nuestra adoracion a Dios.
Nadie obliga a nadie a "COJER ESOS SOBRES" la persona que lo DESEA puede hacer una ofrenda por agradecimiento a Dios, un ejemplo, Dios me sano de una enfermedad llamada TERIJEON que ataca los ojos, el costo de mi operacion era de 2000 dolares, y Dios a traves de su Espiritu Santo me sano de esta enfermedad y yo por agradecimiento di una ofrenda por que el costo de mi operacion era elevado y si yo estaba dispuesto a pagar esa suma por recuperar mi salud y que Dios me la haya dado GRATIS eso me hizo tan feliz y contento, como no iva a dar por agradecimiento, LO REPITO nadie me obligo a dar, nacio de mi corazon por agradecimiento.
Otro punto es que no se adora al pastor como ,mencione anteriormente, sino que se da gloria a Dios de todos los milagros que se ven.
El uso del aceite no es RUSTICO y no se cree que uno es sanado por el aceite o BALSAMO sino por el poder de Dios que es manifestado por el espiritu santo.
Los testimonios son reales y si usted que lee este articulo y la persona que escribio el articulo "seducción evangélica.Evangelismo seduce a católicos latinoamericanos. Sectas carismáticas enfatizan recompensas terrenales." no cree viendo los milagros, deberian probar en sus vidas, no importa el problema que usted este pasando Dios puede resolverlo, le invitamos a creer en Dios y a probar que los hechos del espiritu santo son reales.
Bendigo a todas las personas que se atrevan a hacerlo, y una bendicion MUY ESPECIAL al autor del articulo principal, si no me equivoco es "Indira A.R. Lakshmanan". Dios te bendiga, y que el espiritu santo toque tu corazón, y la proxima ves que vayas a una iglesia, no vayas a ver solamente, sino recivas algo del señor ( por que se que tu ya has ido a una iglesia)
Que DIOS los bendiga mucho, que el dulce amor de Cristo more en sus corazones, y que el espiritu santo los llene con su santa uncion.
Mi nombre es Israel, Dios cambio mi vida, me sano, me prospero, y muchisimas cosas mas, no me averguenzo del evangelio por que es Poder de Dios, Que Dios los bendiga.
gabriel rodrigo -
Es todo en cuanto tengo que comentar, y no tengo miedo de decir, que Dios me curó de Hepatitis B, me salvó de la muerte cuando yo era apenas un bebé de 1 año que habló a sus padres diciendoles que se apuren sin yo poder antes o después pronunciar una sola palabra por mi edad, soy un milagro de Dios, el tiene un propósito para ti y para mi, tampoc tengo miedo de decir que yo asisto a la iglesia del Ministerio del Nuevo Pacto Poder de Dios en cochabamba.
Y como dicen en comentarios anteriores pero incluyendome a mi por ser también un ser humano, Que "Dios nos perdone, por que no sabemos lo que hacemos" y "que Dios te bendiga como lo hizo conmigo"
Alejandra -
SATORI -
roger asbel -
lorena hernandez -