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zimbabue ataca a sus pobres


[Robin Dixon] Tropas del régimen obligaron a vecinos a demoler sus propias casas. Algunos lo llaman venganza post-electoral.
Johanesburgo, Sudáfrica. En la capital de Zimbabue, fuerzas de seguridad y policiales obligaron el viernes a miles de habitantes de villas miseria a demoler sus casas después de que el gobierno declarara que sus chozas eran ilegales. Algunos de los nuevos sin-casa se apiñaban entre los escombros con las pocas pertenencias que pudieron rescatar.
Funcionarios del partido gobernante ZANU-PF del presidente Robert Mugabe apodaron la campaña Operación Restauración del Orden, describiéndola como una limpieza de la ciudad tras las elecciones recientes, que fueron condenadas como fraudulentas por la comunidad internacional. Pero otros dijeron que era una venganza contra los pobres de la ciudad, que votaron abrumadoramente por la oposición del Movimiento por el Cambio Democrático MCD.
"La gente estaba cansada y desorientada", dijo Trudy Stevenson, una funcionaria del MCD en el norte de Harare. "Pasaron toda la noche destruyendo sus propias casas a punta de pistola.
"Se preguntaban dónde pasarían la noche. Muchos decían: ‘Ahora vemos lo cruel que es el gobierno’. Había niños parados entre sus cosas, confundidos".
Las demoliciones empezaron el jueves por la noche, cuando más de 3.000 agentes de policía se desplegaron para expulsar a la gente de sus chozas. Se planean otras operaciones en los próximos días. La gente desplazada sería llevada a nuevas ubicaciones en las afueras de Harere, pero el viernes muchos pasaron la segunda noche a la intemperie, mientras el invierno debe comenzar en algunas semanas.
El activista del MCD Tonderai Ndira, 28, del suburbio Mabvuku, de Harare, dijo que vio a docenas de personas que fueron golpeadas por la policía cuando se resistieron a demoler sus chozas en el distrito de Kudzawana.
La policía "estaba quemando las casas", dijo Ndira. "La gente estaba indignada. Se estaban resistiendo y arrojando piedras a la policía. Les negaron la posibilidad de desocupar sus casas, los obligaron a demolerlas".
Pero en otras áreas testigos informaron que los asustados residentes habían obedecido mansamente la orden de destruir sus casas.
Las demoliciones se producen una semana después de la represión en Harare del bullente mercado negro. La policía rodeó a los vendedores callejeros, quemó o demolió sus puestos, destruyó sus mercaderías y detuvo a miles.
La crisis económica y los altos niveles de desempleo de Zimbabue han obligado a muchos pobres urbanos a convertirse en vendedores ilegales. La represión se produce en medio de una aguda escasez de alimentos y gasolina en todo el país después del fracaso casi total de las cosechas de este año debido a la sequía y a medidas agrícolas polémicas.
Stevenson, la funcionaria del MCD, dijo que la gente expulsada del área de Hatcliffe Extension, parte de su electorado, eran residentes legales que habían pasado 300.000 dólares zimbabuenses por el derecho a ocupar sus terrenos como parte de un proyecto conjunto del Banco Mundial y del gobierno zimbabuense hace algunos años.
El valor actual de 300.000 dólares zimbabuenses es de sólo 33 dólares norteamericanos a la tasa oficial de cambio, ya que la galopante inflación ha reducido la moneda del país a menos de un décimo de su valor de hace dos años.
"La gente va a pasar en la calle su segunda noche. No tienen refugios. No tienen comida. Hace frío. Esta crueldad es extrema", dijo Stevenson. "Es una venganza, en mi opinión, porque la ciudad votó al MCD y el gobierno quiere simplemente acabar con nosotros".
Stevenson calculó el número de gente sin-casa en la Hatcliffe Extension en 6.000 a 7.000 personas.
El viernes el diario Herald, de Harare, informó que el comisario de policía Augustine Chihuri había advertido que sus tropas tratarían con dureza a cualquiera que se opusiera a la Operación Restauración del Orden.
Chihuri hijo que "codiciosos" comerciantes y "vagos" habían transformado las ciudades de Harare y Bulawayo en "sucias barriadas de chozas", dijo el diario.
Agregó que el gobierno había "aumentado sus esfuerzos contra empresarios beligerantes e inescrupulosos cuya mala dirección e insaciable deseo de corrupción han impregnado toda la fábrica económica de nuestro adorado país".
John Robertson, un economista independiente de Harare, dijo que la represión de los comerciantes había dejado sin medios de vida a miles de familias, que pasarían ahora hambre.
"El gobierno ataca los síntomas de un problema mucho más grande, que es que el gobierno ha provocado tal caos con sus políticas de inversión que nadie tiene trabajo. No hay mucha gente que pueda hacer otra cosa de comprar y vender. Cuando la gente está desesperada, se vuelve muy inventiva".
Dijo que el gobierno puede estar aplicando medidas más duras para impedir las revueltas que pueden surgir cuando empeore la escasez de alimentos en los próximos meses. Las autoridades "puede temer revueltas más grandes en el futuro si no demuestran ahora su determinación", dijo Robertson.

1 de junio de 2005
28 de mayo de 2005
©los angeles times
cc traducción
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