bolivia sin presidente
[Bill Cormier] Bolivia sin gobierno en medio de disturbios.
Bogotá, Bolivia. Después de semanas de protestas cada vez más violentas que han ahogado la economía y paralizado el proceso político, el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, renunció la noche pasada en un intento de resolver la crisis nacional sobre cómo dividir la riqueza que genera el gas natural del país.
"Hemos llegado a un punto en que nadie está dispuesto a oír a los otros", dijo Mesa, 51, en un discurso emitido por el canal de televisión boliviano Bolivisión. "Es por eso que ofrezco mi renuncia, para no ser un obstáculo".
Su renuncia se produjo el día en que decenas de miles de activistas indígenas, mineros y miembros de sindicatos obreros obstruyeron las calles del centro de La Paz en la más grande manifestación hasta el momento. En los últimos días la policía ha respondido a las piedras de los manifestantes con gas lacrimógeno y barricadas.
Mesa trató de renunciar hace tres meses a raíz de las protestas contra su política de hidrocarburos, pero el Congreso la rechazó, prestando a Mesa un crucial apoyo después de que dijera que el país se estaba convirtiendo en ingobernable. Mesa contaba con la inversión extranjera para explotar los 28.7 trillones de metros cúbicos de gas natural de Bolivia, las segundas reservas más grande de América Latina después de Venezuela, para impulsar el crecimiento económico y crear empleo.
Esta vez, sin embargo, analistas dijeron que legisladores frustrados por la incapacidad de Mesa en persuadir a las fuerzas populares de izquierda de aceptar una ley para aumentar los impuestos al gas probablemente aceptarán su renuncia con la esperanza de que un líder de transición sea capaz de reconciliar a las polarizadas fuerzas políticas del país.
"¿Es una renuncia seria? Parece que sí, aunque no es irrevocable", dijo Eduardo Gamarra, especialista en Bolivia en la Universidad Internacional de Florida, entrevistado por teléfono la noche pasada.
La partida de Mesa, un político independiente que ha sido atacado por todos lados, crearía un vacío, dijo Gamarra, que "en el peor de los casos podría conducir a una guerra civil, con todo tipo de graves tintes raciales. Muy posiblemente, en el mejor de los casos, nos enfrentamos a seis meses de seria incertidumbre y trastornos políticos. La situación es muy grave". No quedó claro cuando se reunirán los diputados para aceptar o rechazar su renuncia. Si se le permite renunciar, será remplazado por el presidente del Senado.
Roberto Laserna, un analista político de la ciudad de Cochabamba, en el altiplano central, dijo por teléfono ayer noche que la renuncia de Mesa era "egoísta, y puede agravar la crisis", agregando que el presidente debería haber esperado los esfuerzos de los obispos católicos para resolver la crisis por medio de la reconciliación.
Ayer más de 500 manifestantes fueron dispersados con gases lacrimógenos cuando trataron de avanzar hacia la sede del poder de Mesa en el palacio de gobierno, y la policía anti-disturbios también dispersó a una turba de miles de personas en otra plaza del centro de la ciudad. No se informó de heridos, pero la policía detuvo a 22 personas, entre ellas manifestantes acusados de portar cartuchos de dinamita, de acuerdo a la estación de televisión estatal, Canal 17.
7 de junio de 2005
©boston globe
©traducción mQh
"Hemos llegado a un punto en que nadie está dispuesto a oír a los otros", dijo Mesa, 51, en un discurso emitido por el canal de televisión boliviano Bolivisión. "Es por eso que ofrezco mi renuncia, para no ser un obstáculo".
Su renuncia se produjo el día en que decenas de miles de activistas indígenas, mineros y miembros de sindicatos obreros obstruyeron las calles del centro de La Paz en la más grande manifestación hasta el momento. En los últimos días la policía ha respondido a las piedras de los manifestantes con gas lacrimógeno y barricadas.
Mesa trató de renunciar hace tres meses a raíz de las protestas contra su política de hidrocarburos, pero el Congreso la rechazó, prestando a Mesa un crucial apoyo después de que dijera que el país se estaba convirtiendo en ingobernable. Mesa contaba con la inversión extranjera para explotar los 28.7 trillones de metros cúbicos de gas natural de Bolivia, las segundas reservas más grande de América Latina después de Venezuela, para impulsar el crecimiento económico y crear empleo.
Esta vez, sin embargo, analistas dijeron que legisladores frustrados por la incapacidad de Mesa en persuadir a las fuerzas populares de izquierda de aceptar una ley para aumentar los impuestos al gas probablemente aceptarán su renuncia con la esperanza de que un líder de transición sea capaz de reconciliar a las polarizadas fuerzas políticas del país.
"¿Es una renuncia seria? Parece que sí, aunque no es irrevocable", dijo Eduardo Gamarra, especialista en Bolivia en la Universidad Internacional de Florida, entrevistado por teléfono la noche pasada.
La partida de Mesa, un político independiente que ha sido atacado por todos lados, crearía un vacío, dijo Gamarra, que "en el peor de los casos podría conducir a una guerra civil, con todo tipo de graves tintes raciales. Muy posiblemente, en el mejor de los casos, nos enfrentamos a seis meses de seria incertidumbre y trastornos políticos. La situación es muy grave". No quedó claro cuando se reunirán los diputados para aceptar o rechazar su renuncia. Si se le permite renunciar, será remplazado por el presidente del Senado.
Roberto Laserna, un analista político de la ciudad de Cochabamba, en el altiplano central, dijo por teléfono ayer noche que la renuncia de Mesa era "egoísta, y puede agravar la crisis", agregando que el presidente debería haber esperado los esfuerzos de los obispos católicos para resolver la crisis por medio de la reconciliación.
Ayer más de 500 manifestantes fueron dispersados con gases lacrimógenos cuando trataron de avanzar hacia la sede del poder de Mesa en el palacio de gobierno, y la policía anti-disturbios también dispersó a una turba de miles de personas en otra plaza del centro de la ciudad. No se informó de heridos, pero la policía detuvo a 22 personas, entre ellas manifestantes acusados de portar cartuchos de dinamita, de acuerdo a la estación de televisión estatal, Canal 17.
7 de junio de 2005
©boston globe
©traducción mQh
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