los ricos más ricos
[David Cay Johnston] Dejan a todo el mundo detrás.
Cuando F. Scott Fitzgerald proclamó que los muy ricos "son diferentes a usted y a mí", la famosa y desdeñosa respuesta de Ernest Hemingway fue: "Sí, tienen más dinero". Hoy podría agregar: mucho, pero mucho más dinero. La gente en la cima de la pirámide del dinero en Estados Unidos ha prosperado tanto en los últimos años que se han alejado todavía más del resto de la población, muestra un análisis de los archivos de impuestos y otros datos de gobierno del New York Times. Incluso han dejado atrás a gente que gana cientos de miles de dólares al año.
Llamemósles los hiper ricos.
No son solamente unas pocas rarezas de Croesus. Tracemos una línea debajo del 0.1 por ciento de los contribuyentes -la milésima superior. Sobre esa línea hay unos 145.000 contribuyentes, cada uno con al menos 1.6 millones de dólares de ingresos y a menudo mucho más.
El ingreso promedio del 0.1 por ciento superior fue de 3 millones de dólares en 2002, el último año para el que se cuenta con promedios. Ese número es 2.5 veces los 1.2 millones de dólares reajustados con la inflación, que el grupo reportó en 1980. Ningún otro grupo de ingresos subió tan rápidamente.
La cuota del ingreso nacional ganado por los que están en esta categoría superior se ha más que duplicado desde 1980, al 7.4 por ciento en 2002. La cuota del ingreso ganado por el resto del 10 por ciento superior aumentó mucho menos, y la cuota ganada por el 90 por ciento de abajo, disminuyó.
Ahora examinemos los ingresos netos de las familias americanas. El grupo con casas, inversiones y otros recursos por un valor superior a los 10 millones de dólares comprendió 338.400 familias en 2001, el último año para el que se cuenta con datos. El número ha crecido en más de un 400 por ciento desde 1980, después de reajustar con la inflación, mientras el número total de familias aumentó en solo un 27 por ciento.
Las ventajas fiscales del gobierno de Bush amplían la brecha entre los hiper ricos y el resto de Estados Unidos. Los simplemente ricos, que ganan cientos de miles de dólares al año, deberán soportar una cuota desproporcionada de las cargas fiscales.
El presidente Bush dijo durante el tercer debate electoral en octubre último que la mayoría de las ventajas fiscales estaban destinadas a los estadounidenses de ingresos bajo y medios. De hecho, la mayor parte -el 53 por ciento- irá a gente con ingresos del 10 por ciento superior durante los primeros 15 años de ventajas, que empezaron en 2001 y tendrán que ser re-autorizadas en 2010. Y más del 15 por ciento irá al 0.1 por ciento, a esos 145.000 contribuyentes.
El Times se ha propuesto crear un retrato económico de los estadounidenses más ricos, los cambios en sus ingresos en las últimas décadas y cómo les afectarán las ventajas fiscales. No es un secreto que la brecha entre ricos y pobres ha crecido, pero la medida en que los más ricos están dejando a todo el mundo atrás no es ampliamente conocida.
El ministerio de Hacienda utiliza un modelo informático para examinar los efectos de las ventajas fiscales para los varios grupos pero no estudia en detalle como para ver las diferencias en ese 1 por ciento superior. Para determinar esas diferencias, el Times usó un modelo informático basado en el del ministerio de Hacienda. Expertos de organizaciones que representan a un amplio espectro de opiniones, incluyendo la Heritage Foundation, el Instituto Cato y Ciudadanos por una Justicia Fiscal, revisaron las proyecciones y dijeron que eran razonables, y el ministerio de Hacienda dijo a través de un portavoz que el modelo era fiable.
Los análisis también concluyeron que:
-Con las ventajas fiscales de Bush, los 400 contribuyentes con los ingresos más altos -un mínimo de 87 millones de dólares en 2000, el último año en que el gobierno liberó esos datos- pagan ahora en impuestos al ingreso, seguro médico y seguridad social en prácticamente un mismo porcentaje que la gente que gana entre 50.000 y 75.000 dólares.
-Los que ganan más de 10 millones de dólares al año pagan ahora un porcentaje menor de sus ingresos a esos impuestos, que los que ganan entre 100.000 y 200.000 dólares.
-El impuesto mínimo alternativo, creado hace 36 años para asegurarse de que los más ricos paguen impuestos, recupera un porcentaje creciente de las ventajas fiscales en el tiempo de la mayoría de las familias que ganan entre 75.000 dólares y 1 millón de dólares -miles e incluso decenas de miles de dólares al año. Muchos menos de los más ricos se verán afectados por este impuesto.
Los análisis examinaron solamente los ingresos reportados en las declaraciones de impuestos. El ministerio de Hacienda dice que los más ricos encuentran medios, legales e ilegales, de ocultar un montón de sus ingresos a Hacienda. Así que la brecha entre los más ricos y todos los demás es casi ciertamente mucho más grande.
Los hiper ricos han emergido en las últimas tres décadas como los grandes ganadores de la extraordinaria transformación que ha caracterizado la economía estadounidense por, entre otras cosas, la creación de un mercado más global, nuevas tecnologías e inversiones incentivadas parcialmente por las ventajas fiscales. La bolsa subió en picado; también los salarios más altos del sector privado.
Un modo de entender la creciente brecha es comparar en el tiempo los aumentos salariales de la inmensa mayoría de los contribuyentes -digamos, todos en el 90 por ciento más bajo- con los de arriba, digamos, de la capa superior del 0.01 por ciento (ahora unas 14.000 familias, cada una con 5.5 millones de dólares o más en ingresos en año pasado).
Por ejemplo, de 1950 a 1970 por cada dólar adicional ganado por el 90 por ciento de abajo, los de la capa superior del 0.01 por ciento ganaron 162 dólares adicionales, de acuerdo al análisis del Times. De 1990 a 2002, por cada dólar extra ganado por el 90 por ciento de abajo, los contribuyentes en la capa superior ganaron 18.000 dólares adicionales.
El presidente Ronald Reagan firmó leyes fiscales que beneficiaron a los estadounidenses más ricos y también dio respiros fiscales a los trabajadores pobres. El presidente Bill Clinton aumentó los impuestos al ingreso de los más ricos, redujo impuestos sobre los beneficios de las inversiones y expandió las desgravaciones para los trabajadores pobres. Bush eliminó los impuestos de las familias que ganan menos de 40.000 dólares, pero las ventajas fiscales también han beneficiado a los americanos más ricos mucho más que sus predecesores.
El gobierno de Bush dice que las ventajas fiscales han hecho del sistema de impuestos al ingreso más progresivos, inclinando el peso un poco hacia los ingresos más altos. Sin embargo, el estudio del Servicio de Impuestos Internos concluyó que los únicos contribuyentes cuya cuota de impuestos se redujo en 2001 y 2002 fueron los de 0.1 por ciento superior.
Pero un portavoz de Hacienda, Taylor Griffin, dijo que el sistema de impuestos al ingreso es más progresivo si la unidad de medición es la cuota soportada por 40 por ciento superior de los estadounidenses, antes que el 0.1 por ciento superior.
El análisis del Times también muestra que en la próxima década, las ventajas fiscales que Bush quiere extender indefinidamente aligerarán la carga de los americanos más ricos. Con ingresos de más de un 1 millón de dólares o algo así, recibirán la cuota más grande de las desgravaciones, en términos absolutos y en la reducción de su cuota de cargas federales.
Una razón por la que los simplemente ricos lo tendrán peor que los más ricos es el impuesto mínimo alternativo. Este impuesto, el sucesor del implementado en 1969 para asegurarse de que los americanos más ricos no pudieran utilizar resquicios legales para vivir sin pagar impuestos, no ha sido reajustado nunca con la inflación. Como resultado, pincha a los americanos cuyos ingresos se han arrastrado por encima de los 75.000 dólares.
El análisis del Times muestra que hacia 2010 el impuesto afectará a más de cuatro quintos de la gente que gana entre 100.000 y 500.000 de dólares y anulará de la mitad a casi dos tercios de las recientes ventajas fiscales. Por ejemplo, el grupo que gana entre 200.000 y 500.000 dólares al año perderá un 70 por ciento de sus ventajas fiscales en beneficio del impuesto mínimo alternativo en 2010, un promedio de 9.177 dólares para los afectados.
Pero debido al modo en que fue diseñado, el impuesto afecta a muchos menos de los más ricos: cerca de un tercio de los contribuyentes que declaran más de 1 millón de dólares. Una importante razón es que los beneficios por dividendos e inversiones, que normalmente van a los ricos, no están sujetos a impuestos.
Otra razón por la que los más ricos lo tendrán mucho mejor es que las ventajas fiscales en la última década han bajado agudamente las tasas sobre el ingreso obtenido por inversiones.
Mientras que la mayoría de los economistas reconocen que los más ricos están alejándose, no están de acuerdo en lo que significa. Los que dicen que la extraordinaria acumulación de riqueza es una cosa buena, dicen que mientras los ricos en realidad se están volviendo más ricos, también se vuelven más rica la mayoría de la gente que trabaja duro y ahorra. Dicen que las ventajas fiscales incentivan las inversiones y que las innovaciones contribuirán al bienestar de todos.
"Estos datos sobre los ingresos son una instantánea de una sociedad muy innovadora", dijo Tim Kane, economista de la Heritage Foundation. "Las tasas de impuestos y de impuestos marginales están produciendo más crecimiento. Hay una explosión de riqueza. Somos muy ricos en un mundo que es profundamente pobre".
Pero algunos de los americanos más ricos, entre ellos Warren E. Buffett, George Soros y Ted Turner han advertido que esa concentración de la riqueza puede convertir la meritocracia en una aristocracia y finalmente ahogar el crecimiento económico, al colocar gran parte del capital del país en las manos de herederos en lugar de gente emprendedora e innovadora. Hablando sobre la creciente concentración de los ingresos, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, advirtió en un testimonio ante el congreso hace un año: "Para una sociedad democrática, eso es algo que no es deseable que ocurra".
Otros dicen que la mayoría de los americanos no tienen problemas con estos desarrollos. La pregunta central es la movilidad, dice Bruce R. Barlett, defensor de los impuestos más bajos que sirvió en los gobiernos de Reagan y de George H.W. Bush. "Mientras la gente piense que tienen la posibilidad de llegar al tope, no les interesa lo ricos que son los ricos".
Pero, de hecho, la movilidad económica -pasando de un grupo de ingreso a otro en el lapso de una vida- ha dejado de crecer en estados Unidos, dicen los investigadores. Algunos estudios recientes sugieren que incluso ha decaído en la última generación.
27 de agosto de 2005
5 de mayo de 2005
©new york times
©traducción mQh
Llamemósles los hiper ricos.
No son solamente unas pocas rarezas de Croesus. Tracemos una línea debajo del 0.1 por ciento de los contribuyentes -la milésima superior. Sobre esa línea hay unos 145.000 contribuyentes, cada uno con al menos 1.6 millones de dólares de ingresos y a menudo mucho más.
El ingreso promedio del 0.1 por ciento superior fue de 3 millones de dólares en 2002, el último año para el que se cuenta con promedios. Ese número es 2.5 veces los 1.2 millones de dólares reajustados con la inflación, que el grupo reportó en 1980. Ningún otro grupo de ingresos subió tan rápidamente.
La cuota del ingreso nacional ganado por los que están en esta categoría superior se ha más que duplicado desde 1980, al 7.4 por ciento en 2002. La cuota del ingreso ganado por el resto del 10 por ciento superior aumentó mucho menos, y la cuota ganada por el 90 por ciento de abajo, disminuyó.
Ahora examinemos los ingresos netos de las familias americanas. El grupo con casas, inversiones y otros recursos por un valor superior a los 10 millones de dólares comprendió 338.400 familias en 2001, el último año para el que se cuenta con datos. El número ha crecido en más de un 400 por ciento desde 1980, después de reajustar con la inflación, mientras el número total de familias aumentó en solo un 27 por ciento.
Las ventajas fiscales del gobierno de Bush amplían la brecha entre los hiper ricos y el resto de Estados Unidos. Los simplemente ricos, que ganan cientos de miles de dólares al año, deberán soportar una cuota desproporcionada de las cargas fiscales.
El presidente Bush dijo durante el tercer debate electoral en octubre último que la mayoría de las ventajas fiscales estaban destinadas a los estadounidenses de ingresos bajo y medios. De hecho, la mayor parte -el 53 por ciento- irá a gente con ingresos del 10 por ciento superior durante los primeros 15 años de ventajas, que empezaron en 2001 y tendrán que ser re-autorizadas en 2010. Y más del 15 por ciento irá al 0.1 por ciento, a esos 145.000 contribuyentes.
El Times se ha propuesto crear un retrato económico de los estadounidenses más ricos, los cambios en sus ingresos en las últimas décadas y cómo les afectarán las ventajas fiscales. No es un secreto que la brecha entre ricos y pobres ha crecido, pero la medida en que los más ricos están dejando a todo el mundo atrás no es ampliamente conocida.
El ministerio de Hacienda utiliza un modelo informático para examinar los efectos de las ventajas fiscales para los varios grupos pero no estudia en detalle como para ver las diferencias en ese 1 por ciento superior. Para determinar esas diferencias, el Times usó un modelo informático basado en el del ministerio de Hacienda. Expertos de organizaciones que representan a un amplio espectro de opiniones, incluyendo la Heritage Foundation, el Instituto Cato y Ciudadanos por una Justicia Fiscal, revisaron las proyecciones y dijeron que eran razonables, y el ministerio de Hacienda dijo a través de un portavoz que el modelo era fiable.
Los análisis también concluyeron que:
-Con las ventajas fiscales de Bush, los 400 contribuyentes con los ingresos más altos -un mínimo de 87 millones de dólares en 2000, el último año en que el gobierno liberó esos datos- pagan ahora en impuestos al ingreso, seguro médico y seguridad social en prácticamente un mismo porcentaje que la gente que gana entre 50.000 y 75.000 dólares.
-Los que ganan más de 10 millones de dólares al año pagan ahora un porcentaje menor de sus ingresos a esos impuestos, que los que ganan entre 100.000 y 200.000 dólares.
-El impuesto mínimo alternativo, creado hace 36 años para asegurarse de que los más ricos paguen impuestos, recupera un porcentaje creciente de las ventajas fiscales en el tiempo de la mayoría de las familias que ganan entre 75.000 dólares y 1 millón de dólares -miles e incluso decenas de miles de dólares al año. Muchos menos de los más ricos se verán afectados por este impuesto.
Los análisis examinaron solamente los ingresos reportados en las declaraciones de impuestos. El ministerio de Hacienda dice que los más ricos encuentran medios, legales e ilegales, de ocultar un montón de sus ingresos a Hacienda. Así que la brecha entre los más ricos y todos los demás es casi ciertamente mucho más grande.
Los hiper ricos han emergido en las últimas tres décadas como los grandes ganadores de la extraordinaria transformación que ha caracterizado la economía estadounidense por, entre otras cosas, la creación de un mercado más global, nuevas tecnologías e inversiones incentivadas parcialmente por las ventajas fiscales. La bolsa subió en picado; también los salarios más altos del sector privado.
Un modo de entender la creciente brecha es comparar en el tiempo los aumentos salariales de la inmensa mayoría de los contribuyentes -digamos, todos en el 90 por ciento más bajo- con los de arriba, digamos, de la capa superior del 0.01 por ciento (ahora unas 14.000 familias, cada una con 5.5 millones de dólares o más en ingresos en año pasado).
Por ejemplo, de 1950 a 1970 por cada dólar adicional ganado por el 90 por ciento de abajo, los de la capa superior del 0.01 por ciento ganaron 162 dólares adicionales, de acuerdo al análisis del Times. De 1990 a 2002, por cada dólar extra ganado por el 90 por ciento de abajo, los contribuyentes en la capa superior ganaron 18.000 dólares adicionales.
El presidente Ronald Reagan firmó leyes fiscales que beneficiaron a los estadounidenses más ricos y también dio respiros fiscales a los trabajadores pobres. El presidente Bill Clinton aumentó los impuestos al ingreso de los más ricos, redujo impuestos sobre los beneficios de las inversiones y expandió las desgravaciones para los trabajadores pobres. Bush eliminó los impuestos de las familias que ganan menos de 40.000 dólares, pero las ventajas fiscales también han beneficiado a los americanos más ricos mucho más que sus predecesores.
El gobierno de Bush dice que las ventajas fiscales han hecho del sistema de impuestos al ingreso más progresivos, inclinando el peso un poco hacia los ingresos más altos. Sin embargo, el estudio del Servicio de Impuestos Internos concluyó que los únicos contribuyentes cuya cuota de impuestos se redujo en 2001 y 2002 fueron los de 0.1 por ciento superior.
Pero un portavoz de Hacienda, Taylor Griffin, dijo que el sistema de impuestos al ingreso es más progresivo si la unidad de medición es la cuota soportada por 40 por ciento superior de los estadounidenses, antes que el 0.1 por ciento superior.
El análisis del Times también muestra que en la próxima década, las ventajas fiscales que Bush quiere extender indefinidamente aligerarán la carga de los americanos más ricos. Con ingresos de más de un 1 millón de dólares o algo así, recibirán la cuota más grande de las desgravaciones, en términos absolutos y en la reducción de su cuota de cargas federales.
Una razón por la que los simplemente ricos lo tendrán peor que los más ricos es el impuesto mínimo alternativo. Este impuesto, el sucesor del implementado en 1969 para asegurarse de que los americanos más ricos no pudieran utilizar resquicios legales para vivir sin pagar impuestos, no ha sido reajustado nunca con la inflación. Como resultado, pincha a los americanos cuyos ingresos se han arrastrado por encima de los 75.000 dólares.
El análisis del Times muestra que hacia 2010 el impuesto afectará a más de cuatro quintos de la gente que gana entre 100.000 y 500.000 de dólares y anulará de la mitad a casi dos tercios de las recientes ventajas fiscales. Por ejemplo, el grupo que gana entre 200.000 y 500.000 dólares al año perderá un 70 por ciento de sus ventajas fiscales en beneficio del impuesto mínimo alternativo en 2010, un promedio de 9.177 dólares para los afectados.
Pero debido al modo en que fue diseñado, el impuesto afecta a muchos menos de los más ricos: cerca de un tercio de los contribuyentes que declaran más de 1 millón de dólares. Una importante razón es que los beneficios por dividendos e inversiones, que normalmente van a los ricos, no están sujetos a impuestos.
Otra razón por la que los más ricos lo tendrán mucho mejor es que las ventajas fiscales en la última década han bajado agudamente las tasas sobre el ingreso obtenido por inversiones.
Mientras que la mayoría de los economistas reconocen que los más ricos están alejándose, no están de acuerdo en lo que significa. Los que dicen que la extraordinaria acumulación de riqueza es una cosa buena, dicen que mientras los ricos en realidad se están volviendo más ricos, también se vuelven más rica la mayoría de la gente que trabaja duro y ahorra. Dicen que las ventajas fiscales incentivan las inversiones y que las innovaciones contribuirán al bienestar de todos.
"Estos datos sobre los ingresos son una instantánea de una sociedad muy innovadora", dijo Tim Kane, economista de la Heritage Foundation. "Las tasas de impuestos y de impuestos marginales están produciendo más crecimiento. Hay una explosión de riqueza. Somos muy ricos en un mundo que es profundamente pobre".
Pero algunos de los americanos más ricos, entre ellos Warren E. Buffett, George Soros y Ted Turner han advertido que esa concentración de la riqueza puede convertir la meritocracia en una aristocracia y finalmente ahogar el crecimiento económico, al colocar gran parte del capital del país en las manos de herederos en lugar de gente emprendedora e innovadora. Hablando sobre la creciente concentración de los ingresos, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, advirtió en un testimonio ante el congreso hace un año: "Para una sociedad democrática, eso es algo que no es deseable que ocurra".
Otros dicen que la mayoría de los americanos no tienen problemas con estos desarrollos. La pregunta central es la movilidad, dice Bruce R. Barlett, defensor de los impuestos más bajos que sirvió en los gobiernos de Reagan y de George H.W. Bush. "Mientras la gente piense que tienen la posibilidad de llegar al tope, no les interesa lo ricos que son los ricos".
Pero, de hecho, la movilidad económica -pasando de un grupo de ingreso a otro en el lapso de una vida- ha dejado de crecer en estados Unidos, dicen los investigadores. Algunos estudios recientes sugieren que incluso ha decaído en la última generación.
27 de agosto de 2005
5 de mayo de 2005
©new york times
©traducción mQh
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