contra teocracia iraquí
[Terry M. Neal] Partidarios de la guerra preocupados de que la teocracia tenga la última palabra en la saga iraquí.
Con los argumentos iniciales sobre la seguridad para hacer la guerra contra Iraq ahora desautorizados, la única justificación que queda al presidente Bush es la perspectiva de difundir la democracia a través del Oriente Medio árabe.
Este fin de semana el presidente Bush saludó el acuerdo entre los negociadores chiíes y kurdos sobre la nueva constitución iraquí, aunque expresó su desilusión de que los negociadores sunníes lo hubieran rechazado. Los votantes tendrá la oportunidad de aceptar o rechazar la constitución en el referéndum de octubre, y está por verse qué efecto tendrá el rechazo sunní. Pero incluso si la constitución es aprobada por los electores, sigue en pie la pregunta más importante sobre cómo será exactamente el tipo de democracia que debe echar raíces en ese país.
El presidente Bush saludó la constitución como "inspiración para todos los que compartimos los valores universales de libertad, democracia y el estado de derecho".
Pero en las últimas semanas algunos activistas de derechos y conservadores sociales han expresado su preocupación a la Casa Blanca sobre párrafos en la constitución propuesta que hacen del islam la religión oficial del estado. La preocupación es que se mencione una religión específica. Observan que los redactores de la constitución estadounidense no nombraron al cristianismo como la religión oficial de este país, considerando que la libertad religiosa era un principio básico de la democracia.
"El islam es la religión oficial del estado y una fuente fundamental de su legislación", se lee en la constitución, de acuerdo a la Associated Press. "Ninguna ley que contradiga los principios indisputables del islam podrá ser aprobada".
Aunque la constitución también exige que "no se aprobará ninguna ley que contradiga los principios de la democracia", algunos en Estados Unidos que han normalmente apoyado la política exterior del presidente están preocupados de que el resultado pueda ser otra pseudo-democracia más de Oriente Medio, que pisotean los derechos de las mujeres y de las minorías religiosas, incluyendo a cristianos y judíos.
En una declaración del 18 de agosto, Tony Perkins, presidente del conservador Family Research Council [Consejo de Investigación Familiar], escribió en el sitio en internet del grupo: "He escrito al presidente Bush alentando al gobierno a redoblar sus esfuerzos para asegurarnos de que la Constitución Iraquí otorgue libertad religiosa a todos los ciudadanos iraquíes. Una Constitución Iraquí que no proteja la libertad religiosa minará gravemente los esfuerzos de Estados Unidos y de Oriente Medio. Los hijos e hijas de Estadounidenses no están arriesgando sus vidas para establecer un gobierno teocrático que niega a los ciudadanos el derecho fundamental a la libertad de credo". (Este es un memorándum actualizado de Perkins).
Por teléfono, Perkins dijo el jueves que quería asegurarse de que el resultado final de la invasión norteamericana de Iraq no fuera la fundación de un estado islámico. Y cuestionó que el sacrificio americano valga la pena, si ese es el resultado.
"Voy a hablar como un veterano del Cuerpo de Marines, que ha apoyado la acción militar en Iraq. La idea era liberar a un pueblo de un régimen [represivo]... Creo que hay algunos que se harían preguntas si dejamos allá una estructura que sea menos que suficiente para garantizar la libertad del pueblo iraquí", dijo Perkins. "Hay quienes ven eso como menos que un triunfo".
Nina Shea, vice-presidente de la Comisión de Libertad Religiosa norteamericana y asesora de Bush, ha llamado al gobierno a adoptar un papel más intervencionista en el proceso de redacción, advirtiendo que lo que incluye y excluye el documento propuesto podría minar el objetivo más importante de establecer una democracia en Iraq.
"Estoy protestando", dijo Shea, que también dirige el Centro para la Libertad Religiosa de la Casa de la Libertad [Freedom House], en una entrevista el jueves. "Me reuní ayer con el ministro de Defensa, Donald Rumsfeld. He estado en discusiones con el Consejo de Seguridad Nacional y les he dicho que esto no sería un paso adelante. No sería un modelo para la región. Sería un modelo, pero un modelo equivocado. Conduciría a la islamización radical de la región. Las piezas del dominó van a caer al otro lado".
Shea estaba alarmada por la ambigüedad de la redacción de los borradores de la constitución. Si ciertos derechos no son mencionados específicamente, las mujeres y las minorías religiosas podrían ser discriminadas, como lo son en países como Irán, Pakistán y Arabia Saudí, donde los clérigos intervienen en la interpretación de la ley. Una de sus quejas específicas es que el borrador pide que la constitución incluya expertos religiosos sobre la sharia, la ley islámica.
"Esto también hace surgir el espectro de un órgano supervisor de teócratas al estilo iraní", escribió hace poco en un memorándum al Consejo de Seguridad Nacional y a los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa. "Todos los miembros de la Corte Suprema deben haber estudiado ciencias jurídicas. Esto es necesario en el contexto de Oriente Medio hoy. Incluso Pakistán, que tiene algunos tribunales islámicos, cuenta con una Corte Suprema civil, que ha revocado algunos de los peores excesos de la ley islámica, incluyendo sentencias de muerte por blasfemia (en Pakistán hay hoy 80casos pendientes de blasfemia)".
En un e-mail que me envió el jueves, el portavoz del Pentágono James Turner escribió que la constitución garantiza los derechos de la minoría, los derechos de la mujer, y la libertad de credo. "Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y las Fuerzas de la Coalición están auxiliando a las Fuerzas de Seguridad Iraquíes a crear las condiciones que hagan posible seguir adelante con el proceso político", escribió Turner. "No se deben prejuzgar los resultados de la redacción de la constitución. Es un trabajo arduo y difícil y, más importante, todas las partes deben seguir negociando los temas más importantes".
El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Edgar Vásquez, también enfatizó en una entrevista telefónica que la defensa de Estados Unidos de los derechos de la mujer y la libertad religiosa sean incluidas en la constitución. "Creemos que la redacción final reflejará esas ideas", dijo.
Vásquez y Turner también coincidieron en que el contenido final de la constitución será asunto de los iraquíes.
"El embajador [de Estados Unidos] [Zalmay] Khalikzad ha intervenido para facilitar las negociaciones y comunicación entre todas las partes", dijo Vásquez sobre el papel de Estados Unidos en el proceso político. "Como ha dicho el embajador, Estados está dispuesto a asistir en ello".
Así, mientras el gobierno esperaba que la versión final reflejara sus deseos, no podía estar seguro de los resultados.
Si los electores iraquíes aprueban esta constitución, sólo el tiempo dirá si la desazón de los críticos en casa estaba justificada. Pero si la última justificación de la guerra de Bush fracasa, el presidente se quedará sin nada en la bolsa.
Correspondencia para el autor: commentsforneal@washingtonpost.com.
29 de agosto de 2005
©washington post
©traducción mQh
Este fin de semana el presidente Bush saludó el acuerdo entre los negociadores chiíes y kurdos sobre la nueva constitución iraquí, aunque expresó su desilusión de que los negociadores sunníes lo hubieran rechazado. Los votantes tendrá la oportunidad de aceptar o rechazar la constitución en el referéndum de octubre, y está por verse qué efecto tendrá el rechazo sunní. Pero incluso si la constitución es aprobada por los electores, sigue en pie la pregunta más importante sobre cómo será exactamente el tipo de democracia que debe echar raíces en ese país.
El presidente Bush saludó la constitución como "inspiración para todos los que compartimos los valores universales de libertad, democracia y el estado de derecho".
Pero en las últimas semanas algunos activistas de derechos y conservadores sociales han expresado su preocupación a la Casa Blanca sobre párrafos en la constitución propuesta que hacen del islam la religión oficial del estado. La preocupación es que se mencione una religión específica. Observan que los redactores de la constitución estadounidense no nombraron al cristianismo como la religión oficial de este país, considerando que la libertad religiosa era un principio básico de la democracia.
"El islam es la religión oficial del estado y una fuente fundamental de su legislación", se lee en la constitución, de acuerdo a la Associated Press. "Ninguna ley que contradiga los principios indisputables del islam podrá ser aprobada".
Aunque la constitución también exige que "no se aprobará ninguna ley que contradiga los principios de la democracia", algunos en Estados Unidos que han normalmente apoyado la política exterior del presidente están preocupados de que el resultado pueda ser otra pseudo-democracia más de Oriente Medio, que pisotean los derechos de las mujeres y de las minorías religiosas, incluyendo a cristianos y judíos.
En una declaración del 18 de agosto, Tony Perkins, presidente del conservador Family Research Council [Consejo de Investigación Familiar], escribió en el sitio en internet del grupo: "He escrito al presidente Bush alentando al gobierno a redoblar sus esfuerzos para asegurarnos de que la Constitución Iraquí otorgue libertad religiosa a todos los ciudadanos iraquíes. Una Constitución Iraquí que no proteja la libertad religiosa minará gravemente los esfuerzos de Estados Unidos y de Oriente Medio. Los hijos e hijas de Estadounidenses no están arriesgando sus vidas para establecer un gobierno teocrático que niega a los ciudadanos el derecho fundamental a la libertad de credo". (Este es un memorándum actualizado de Perkins).
Por teléfono, Perkins dijo el jueves que quería asegurarse de que el resultado final de la invasión norteamericana de Iraq no fuera la fundación de un estado islámico. Y cuestionó que el sacrificio americano valga la pena, si ese es el resultado.
"Voy a hablar como un veterano del Cuerpo de Marines, que ha apoyado la acción militar en Iraq. La idea era liberar a un pueblo de un régimen [represivo]... Creo que hay algunos que se harían preguntas si dejamos allá una estructura que sea menos que suficiente para garantizar la libertad del pueblo iraquí", dijo Perkins. "Hay quienes ven eso como menos que un triunfo".
Nina Shea, vice-presidente de la Comisión de Libertad Religiosa norteamericana y asesora de Bush, ha llamado al gobierno a adoptar un papel más intervencionista en el proceso de redacción, advirtiendo que lo que incluye y excluye el documento propuesto podría minar el objetivo más importante de establecer una democracia en Iraq.
"Estoy protestando", dijo Shea, que también dirige el Centro para la Libertad Religiosa de la Casa de la Libertad [Freedom House], en una entrevista el jueves. "Me reuní ayer con el ministro de Defensa, Donald Rumsfeld. He estado en discusiones con el Consejo de Seguridad Nacional y les he dicho que esto no sería un paso adelante. No sería un modelo para la región. Sería un modelo, pero un modelo equivocado. Conduciría a la islamización radical de la región. Las piezas del dominó van a caer al otro lado".
Shea estaba alarmada por la ambigüedad de la redacción de los borradores de la constitución. Si ciertos derechos no son mencionados específicamente, las mujeres y las minorías religiosas podrían ser discriminadas, como lo son en países como Irán, Pakistán y Arabia Saudí, donde los clérigos intervienen en la interpretación de la ley. Una de sus quejas específicas es que el borrador pide que la constitución incluya expertos religiosos sobre la sharia, la ley islámica.
"Esto también hace surgir el espectro de un órgano supervisor de teócratas al estilo iraní", escribió hace poco en un memorándum al Consejo de Seguridad Nacional y a los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa. "Todos los miembros de la Corte Suprema deben haber estudiado ciencias jurídicas. Esto es necesario en el contexto de Oriente Medio hoy. Incluso Pakistán, que tiene algunos tribunales islámicos, cuenta con una Corte Suprema civil, que ha revocado algunos de los peores excesos de la ley islámica, incluyendo sentencias de muerte por blasfemia (en Pakistán hay hoy 80casos pendientes de blasfemia)".
En un e-mail que me envió el jueves, el portavoz del Pentágono James Turner escribió que la constitución garantiza los derechos de la minoría, los derechos de la mujer, y la libertad de credo. "Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y las Fuerzas de la Coalición están auxiliando a las Fuerzas de Seguridad Iraquíes a crear las condiciones que hagan posible seguir adelante con el proceso político", escribió Turner. "No se deben prejuzgar los resultados de la redacción de la constitución. Es un trabajo arduo y difícil y, más importante, todas las partes deben seguir negociando los temas más importantes".
El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Edgar Vásquez, también enfatizó en una entrevista telefónica que la defensa de Estados Unidos de los derechos de la mujer y la libertad religiosa sean incluidas en la constitución. "Creemos que la redacción final reflejará esas ideas", dijo.
Vásquez y Turner también coincidieron en que el contenido final de la constitución será asunto de los iraquíes.
"El embajador [de Estados Unidos] [Zalmay] Khalikzad ha intervenido para facilitar las negociaciones y comunicación entre todas las partes", dijo Vásquez sobre el papel de Estados Unidos en el proceso político. "Como ha dicho el embajador, Estados está dispuesto a asistir en ello".
Así, mientras el gobierno esperaba que la versión final reflejara sus deseos, no podía estar seguro de los resultados.
Si los electores iraquíes aprueban esta constitución, sólo el tiempo dirá si la desazón de los críticos en casa estaba justificada. Pero si la última justificación de la guerra de Bush fracasa, el presidente se quedará sin nada en la bolsa.
Correspondencia para el autor: commentsforneal@washingtonpost.com.
29 de agosto de 2005
©washington post
©traducción mQh
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