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chica de calendario al cine


[Manohla Dargis] En Festival de Cine de Toronto.
Toronto, Canadá. Mientras más se acerca el 30 Festival Internacional de Cine de Toronto a su final el sábado, más difícil se hace clasificar este extenso y agotador evento. Con 256 películas de 60 países en el programa -incluyendo nada menos que 109 estrenos mundiales-, el programa se ha convertido en algo parecido a una prueba de resistencia para los asistentes. Con tantas películas por ver, los asistentes se ven a veces obligados a tomar decisiones difíciles, decidiendo, digamos, entre mirar a Charlize Theron como trabajadora de una mina luchando contra el acoso sexual en ‘North Country', de Niki Caro, o a Gretchen Mol retozar en su traje de cumpleaños en ‘Notorious Bettie Page' de Mary Harrons, una frívola diversión sobre la chica de calendario de los años cincuenta.
Dados la trayectoria de las cineastas -Caro dirigió ‘Jinete de Ballenas', la última película de Harron fue ‘American Psycho'-, esta decisión en particular fue fácil. Ganó el traje de cumpleaños. Escrita por Harron y Guinevere Turner, ‘Bettie Page' sigue al personaje del título desde sus humildes orígenes sureños hasta su transformación en la "reina de las chicas de calendario" en Nueva York durante la época de Eisenhower. Mol, que ha redondeado delicadamente su bella figura para el rol, da vida a su personaje con una resplandeciente sonrisa y una contagiosa alegría de vivir, a menudo con atuendos fetichistas o simplemente desnuda. Page nació para desnudarse, y Mol rinde tributo al natural talento de la bataclana, con una inteligencia y una falta de timidez que habla muy bien de ella y su directora.
‘The Notorious Bettie Page' es una de las varias películas biográficas que llegarán aquí a las salas en los próximos meses. Otras incluyen a ‘Capote', de Bennett Miller, en la que Philip Seymour Hofmman intenta representar al escritor con una apreciable falta de vanidad y ‘Walk the Line', de James Mangold, con Joaquin Phoenix como Johnny Cash y Reese Witherspoon como June Carter. La visión de Mangold del cantante tiene los elementos correctos; es una pena que sea a veces tan cauto. Ciertamente Phoenix, que, como Whiterspoon, canta él mismo, hace más que solamente mostrar a Cash en sus días de gloria y desgracia. Miller, por su parte, echa una mirada razonablemente despiadada sobre Capote, subrayando que no se puede otorgar humanidad a un personaje sin convertirlo en un santo.
Películas como ‘Walk the Line' sirven varios propósitos en los festivales: proporcionan, tanto para los estudios como para el festival un tesoro de publicidad de alfombra roja, y da a los periodistas tiempo para estar con las estrellas. Junto a los festivales de Telluride y Venecia, el Toronto se ha convertido en una valiosa plataforma de lanzamiento para compañías de cine que buscan introducir sus producciones de otoño. Eso ayuda a explicar por qué Toronto parece ahora razonablemente bien abastecido, con muchas de las selecciones de alto nivel apretujadas en la primera mitad del festival: publicistas de los estudios pueden viajar hacia el centro para el fin de semana de apertura y salir con resmas de publicidad. Disney llevó al festival a caballito y organizó viajes de jugadores para dos de sus próximos lanzamientos este fin de semana pasado: ‘Plan de Vuelo: Desaparecida' y ‘The Greatest Game Ever Played', ninguna de las cuales aparece en el programa del festival.
Una de las selecciones más justamente anticipadas y auténticas del festival era ‘Terreno Vedado' [Brokeback Mountain] de Ang Lee, su adaptación de un cuento de E. Annie Proulx. Conocida como la película de "cowboys homosexuales" y clasificada al menos por un bromista como ‘Lo Que el Viento Se Llevó' para homosexuales, la película es protagonizada por Heath Ledger y Jake Gyllenhaal como dos cowboys que, a principios de los años sesenta, empiezan una relación amorosa que se extiende durante más de dos décadas y sobrevive a varias esposas y novias, entre otros obstáculos. Aunque Lee tiende a mostrar su Occidente como una postal tan bonita como un anuncio de Marlboro, ha elegido bien a sus estrellas y, en un crucial papel secundario, a la inestimable Michelle Williams. El sensible retrato de Gyllenhaal no sorprenderá a sus admiradores; la dolorosa actuación de Ledger es la esencia de las historias de Hollywood.
Las celebridades y directores de fama previsiblemente se llevan la mayor parte de la atención aquí, pero el festival sigue siendo un destino para películas de fuera de Hollywood. Algunas de las mejores películas en la selección de este año incluyen ‘Oculto' [Caché], de Michael Haneke, sobre una familia francesa aterrorizada por comunicados anónimos, y ‘El Sol' [The Sun], de Alexander Sokurov, sobre el Emperador Hirohito tras la capitulación de Japón. Ambas tuvieron su estreno mundial en otros lugares y tienen su próxima parada en el Festival de Cine de Nueva York. Otras dos películas destacables que van a Nueva York son ‘Gabrielle', de Patrice Chéreau, una excéntrica adaptación del cuento de Joseph Conrad, ‘El Regreso' [The Return], y la excelente ‘Los Amantes Regulares' [Amants Réguliers], de Philippe Garrel. Una contrarréplica -y quizás un correctivo- de ‘Soñadores', de Bernardo Bertolucci, ‘Los Amantes Regulares' es protagonizada por el hijo del director, Louis Garrel (que también apareció en la película de Bertolucci), como un joven parisino en las tormentas de fines de los años sesenta.
El viejo Garrel ha estado haciendo películas desde los años sesenta, y mientras se ha hecho con una audiencia, sus trabajos siguen siendo inaccesibles en Estados Unidos. Es precisamente debido a cineastas como Philippe Garrel que los festivales de cine se han hecho cruciales en la cultura cinematográfica contemporánea. Con todos los viajes a casinos, Toronto se ve marcadamente diferente del festival que era hace seis, siete años, y aunque a veces parece más un mercado que un festival, sigue reuniendo a audiencias y películas que de otro modo no se encontrarían nunca en el ancho mundo. A menudo los festivales sólo son buenos mientras circulan las películas, y este año puede haber sido menos que ejemplar en Toronto, pero el evento de 10 días todavía ofrece amplias pruebas de que hay muchas más películas que en el multiplex.
Nada hizo mejor este punto que una serie de programas de vanguardia llamados Wavelenghts [Longitud de Onda], que presentó a algunos de los mejores trabajos en el festival. Un momento brillante fue ‘Mouse Heaven', un video digital de 10 minutos del legendario cineasta de vanguardia Kenneth Anger que hace para el Ratón Mickey lo que el cineasta hizo para los coches en su clásica ‘Kustom Kar Kommandos'.
Todavía más espectacular es ‘site specific_LAS VEGAS 05', de Olivo Barbieri, uno de los estudios aero-fotográficos del cineasta italiano. Grabado desde un helicóptero en 35 milímetros, el corto de 12 minutos consiste de una serie de vistas de la ciudad de Nevada y áreas adyacentes que han sido manipuladas visualmente para que parezcan un modelo a escala de un arquitecto. La espectacular irrealidad de esos paisajes es a la vez encantadora y enajenante, y un comentario terriblemente apto sobre la ciudad del desierto.

16 de septiembre de 2005
©new york times
©traducción mQh


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