refugiados en la calle
Debido a reglas deficientes, refugiados de Ter Apel quedan en la calle.
Las normas jurídicas para solicitantes de asilo rechazados en Holanda presentan graves deficiencias. Debido a ello este año decenas de refugiados de Ter Apel fueron puestos en la calle.
Así afirmaron ayer representantes de los partidos políticos del ayuntamiento de Vlagtwedde en Ter Apel durante una audiencia con diputados sobre los problemas en torno al centro de deportaciones en ese pueblo.
El llamado criterio sin responsabilidad propia' debe ser cambiado, según los políticos regionales, de modo que los refugiados rechazados que sí quieren volver a sus países pero no pueden, no sean dejados en la calle.
Los diputados fueron informados durante la audiencia sobre lo que pasó en la primavera en Ter Apel. Había entonces una fuerte crítica de los concejales debido a que, al contrario de lo que se les había prometido, unas 60 personas que vivían en el centro fueron puestas en la calle.
El comisario de la reina en Groningen, H. Alders, opina que las normas no deben excluir a los refugiados en Holanda. A veces cuando refugiados deportados están dispuestos a colaborar en su retorno a su país, las embajadas se niegan a colaborar. Entonces se quedan entre la espada y la pared. Alders también cree que debe haber reglas más caras para personas que son trasladadas desde un centro de acogida a un centro de deportación.
El jefe del grupo parlamentario del CDA en Vlagtwedde, H. Sinnema cree que Holanda "no puede permitir que las familias vivan en la calle". Abogó por una modificación de las reglas, para que "la gente no sea aplastada por nuestros protocolos y reglas".
25 de septiembre de 2005
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
Así afirmaron ayer representantes de los partidos políticos del ayuntamiento de Vlagtwedde en Ter Apel durante una audiencia con diputados sobre los problemas en torno al centro de deportaciones en ese pueblo.
El llamado criterio sin responsabilidad propia' debe ser cambiado, según los políticos regionales, de modo que los refugiados rechazados que sí quieren volver a sus países pero no pueden, no sean dejados en la calle.
Los diputados fueron informados durante la audiencia sobre lo que pasó en la primavera en Ter Apel. Había entonces una fuerte crítica de los concejales debido a que, al contrario de lo que se les había prometido, unas 60 personas que vivían en el centro fueron puestas en la calle.
El comisario de la reina en Groningen, H. Alders, opina que las normas no deben excluir a los refugiados en Holanda. A veces cuando refugiados deportados están dispuestos a colaborar en su retorno a su país, las embajadas se niegan a colaborar. Entonces se quedan entre la espada y la pared. Alders también cree que debe haber reglas más caras para personas que son trasladadas desde un centro de acogida a un centro de deportación.
El jefe del grupo parlamentario del CDA en Vlagtwedde, H. Sinnema cree que Holanda "no puede permitir que las familias vivan en la calle". Abogó por una modificación de las reglas, para que "la gente no sea aplastada por nuestros protocolos y reglas".
25 de septiembre de 2005
©nrc-handelsblad
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