sexo adolescente causa conmoción
[Elisabetta Povoledo] Película sobre sexo adolescente toca un nervio italiano.
Milán, Italia. Cuando la película ‘Melissa P.’ llegó a fines del año pasado a las pantallas italianas, causó tanto impacto como la novela de 2003 en la que se basa: ‘Cien cepilladas antes de dormir’, el relato supuestamente autobiográfico de una promiscua adolescente italiana que se convirtió en un éxito de ventas internacional.
Aunque hay apenas desnudos y el guión de chicos-con-chica rezuma una moralidad de película de semana, al leer las reseñas y editoriales de primera plana podrías pensar que los adolescentes italianos hacen cola para ver una versión para menores de edad de ‘Garganta profunda’.
La "Lolita del nuevo milenio", como describió a Melissa el milanés Corriere della Sera, fue públicamente denigrada como un modelo negativo para las adolescentes de hoy. La semana pasada el psicólogo y columnista del Corriere della Sera, Francesco Alberoni, mencionó el "demoledor éxito" del libro y la película para explicar que la educación sexual contemporánea fomentaba el sexo "sin emociones y sin sentimientos".
Los críticos de cine la abuchearon y diputados conservadores aullaron cuando la productora de la película, la actriz Francesca Neri, obtuvo tiempo de emisión para promover la película un domingo durante un programa de entrevistas en televisión popular entre familias.
Luego, la Melissa P., Melissa Panarello original, que cumplió 20 hace poco, desdeñó la película como superficial y cliché. "Estoy tratando de olvidar que soy la autora del libro que la inspiró", escribió en una carta abierta publicada las agencias de prensa italianas. "Es tosca y está llena de prejuicios que se deterioran inevitablemente en psicología popular". Devotos de la novela, que provocaron hace poco nuevos debates después de que el Biblioteca Central Nacional en Florencia la nominaran para el Premio Internacional Literario Impac de Dublín de 2006, corrieron en defensa de Panarello. Su bitácora (www.melissap.org) se inundó de mensajes que despreciativamente rechazan todo vínculo entre el exitoso libro y la película.
"¿Por qué no demandarlos?", pregunta Marzia en un mensaje, mencionando varias inconsistencias. "En el libro, tú das los latigazos. Recuerdo que llevabas tacos altos. Impresionante".
A pesar de las malas reseñas, o quizás debido a ellas, ‘Melissa P.’ superó a ‘Harry Potter y el cáliz de fuego’ cuando estrenó en noviembre, y se ha convertido en uno de las cinco películas italianas más taquilleras del año pasado, con más de 6 millones de euros en ventas de billetes.
Financiada por Sony Pictures International, la película será lanzada en España este próximo mes, aprovechando la nacionalidad de la protagonista, María Valverde, y hay planes de distribución en otros países europeos y en Estados Unidos, dijo un representante de Sony, aunque las fechas de su lanzamiento no se han fijado aún.
El director, Luca Guadagnino, cree que la película dio en la clave con los jóvenes italianos debido a que su interpretación liberal de la novela de Panarello eludió el sexo para aislar temas más universales. El libro, dijo, ha hecho poco más que estimular la curiosidad morbosa de los lectores "por saber cuán lejos había ido en sus experiencias".
La película, por otro lado, quería "concentrarse en los temas que más me interesan: ser adolescente, las potentes posibilidades de la madurez", dijo en una entrevista en un elegante café romano. No había razón alguna, dijo, para escribir un guión que bordeara la pornografía blanda, para no decir nada de la dura. "En el cine de hoy ya hay mucho de eso", dijo.
Al final las comisiones de clasificación prohibieron la película para menores de 14.
Además, la primera película de Guadagnino, el corto ‘Qui’ de 1996, era una descripción gráfica del acto íntimo que convirtió a Monica Lewinsky en un nombre familiar.
"En lo que respecta a mí, ya hice mi propia investigación sobre cómo usar el sexo y el cuerpo", dijo. Cuatro películas después, "quería explorar el mundo a través de los ojos de una adolescente, más que mirar sexo en la pantalla".
Sin embargo, la sugerencia de sexo en la pantalla fue utilizado como para estimular la polémica, que fueron inusualmente apasionadas, resonando con el mismo bullicio en las páginas de diarios comunistas y conservadores.
Pero en un país donde adolescentes ligeras de ropa bailando seductoramente son un elemento permanente de los programas de variedades y juegos de televisión, el escándalo iba acompañado de una dosis de hipocresía.
"Al final, el tabú de la película es que las chicas italianas hacen cosas en las que los padres no quieren pensar", dijo el crítico de televisión Gianluca Nicoletti. "No quieren admitir que sus hijas están haciendo algo más que mirarse profundamente a los ojos".
Y guste o no, dijo Nicoletti, las adolescentes italianas son sexualmente precoces, y su emancipación ha sido facilitada por su habilidosa explotación de modas nuevas como los mensajes de texto (que los críticos describieron como un "deporte nacional"), en los que dos personas que se comunican por carta pueden alcanzar "más rápidamente que los rituales de cortejo del pasado un mayor nivel de intimidad".
Condenar la película sin reconocer lo que está ocurriendo en la sociedad italiana delata una "devastadora hipocresía", dijo Nicoletti durante una entrevista telefónica.
Guadagnino se ha tomado la conmoción con calma. "La respuesta está en la taquilla", dijo. "Esta es una película popular para niños, no una película aburrida sobre niños hecha para una audiencia juiciosa. No tiene ninguna pretensión de ser cine arte".
"Yo estaba dispuesto a adoptar la cultura popular osadamente, valientemente, y sin ningún sentimiento de inferioridad", dijo. "No es una novela, no es un discurso. Es una película y es convincente y entretenida".
Aunque hay apenas desnudos y el guión de chicos-con-chica rezuma una moralidad de película de semana, al leer las reseñas y editoriales de primera plana podrías pensar que los adolescentes italianos hacen cola para ver una versión para menores de edad de ‘Garganta profunda’.
La "Lolita del nuevo milenio", como describió a Melissa el milanés Corriere della Sera, fue públicamente denigrada como un modelo negativo para las adolescentes de hoy. La semana pasada el psicólogo y columnista del Corriere della Sera, Francesco Alberoni, mencionó el "demoledor éxito" del libro y la película para explicar que la educación sexual contemporánea fomentaba el sexo "sin emociones y sin sentimientos".
Los críticos de cine la abuchearon y diputados conservadores aullaron cuando la productora de la película, la actriz Francesca Neri, obtuvo tiempo de emisión para promover la película un domingo durante un programa de entrevistas en televisión popular entre familias.
Luego, la Melissa P., Melissa Panarello original, que cumplió 20 hace poco, desdeñó la película como superficial y cliché. "Estoy tratando de olvidar que soy la autora del libro que la inspiró", escribió en una carta abierta publicada las agencias de prensa italianas. "Es tosca y está llena de prejuicios que se deterioran inevitablemente en psicología popular". Devotos de la novela, que provocaron hace poco nuevos debates después de que el Biblioteca Central Nacional en Florencia la nominaran para el Premio Internacional Literario Impac de Dublín de 2006, corrieron en defensa de Panarello. Su bitácora (www.melissap.org) se inundó de mensajes que despreciativamente rechazan todo vínculo entre el exitoso libro y la película.
"¿Por qué no demandarlos?", pregunta Marzia en un mensaje, mencionando varias inconsistencias. "En el libro, tú das los latigazos. Recuerdo que llevabas tacos altos. Impresionante".
A pesar de las malas reseñas, o quizás debido a ellas, ‘Melissa P.’ superó a ‘Harry Potter y el cáliz de fuego’ cuando estrenó en noviembre, y se ha convertido en uno de las cinco películas italianas más taquilleras del año pasado, con más de 6 millones de euros en ventas de billetes.
Financiada por Sony Pictures International, la película será lanzada en España este próximo mes, aprovechando la nacionalidad de la protagonista, María Valverde, y hay planes de distribución en otros países europeos y en Estados Unidos, dijo un representante de Sony, aunque las fechas de su lanzamiento no se han fijado aún.
El director, Luca Guadagnino, cree que la película dio en la clave con los jóvenes italianos debido a que su interpretación liberal de la novela de Panarello eludió el sexo para aislar temas más universales. El libro, dijo, ha hecho poco más que estimular la curiosidad morbosa de los lectores "por saber cuán lejos había ido en sus experiencias".
La película, por otro lado, quería "concentrarse en los temas que más me interesan: ser adolescente, las potentes posibilidades de la madurez", dijo en una entrevista en un elegante café romano. No había razón alguna, dijo, para escribir un guión que bordeara la pornografía blanda, para no decir nada de la dura. "En el cine de hoy ya hay mucho de eso", dijo.
Al final las comisiones de clasificación prohibieron la película para menores de 14.
Además, la primera película de Guadagnino, el corto ‘Qui’ de 1996, era una descripción gráfica del acto íntimo que convirtió a Monica Lewinsky en un nombre familiar.
"En lo que respecta a mí, ya hice mi propia investigación sobre cómo usar el sexo y el cuerpo", dijo. Cuatro películas después, "quería explorar el mundo a través de los ojos de una adolescente, más que mirar sexo en la pantalla".
Sin embargo, la sugerencia de sexo en la pantalla fue utilizado como para estimular la polémica, que fueron inusualmente apasionadas, resonando con el mismo bullicio en las páginas de diarios comunistas y conservadores.
Pero en un país donde adolescentes ligeras de ropa bailando seductoramente son un elemento permanente de los programas de variedades y juegos de televisión, el escándalo iba acompañado de una dosis de hipocresía.
"Al final, el tabú de la película es que las chicas italianas hacen cosas en las que los padres no quieren pensar", dijo el crítico de televisión Gianluca Nicoletti. "No quieren admitir que sus hijas están haciendo algo más que mirarse profundamente a los ojos".
Y guste o no, dijo Nicoletti, las adolescentes italianas son sexualmente precoces, y su emancipación ha sido facilitada por su habilidosa explotación de modas nuevas como los mensajes de texto (que los críticos describieron como un "deporte nacional"), en los que dos personas que se comunican por carta pueden alcanzar "más rápidamente que los rituales de cortejo del pasado un mayor nivel de intimidad".
Condenar la película sin reconocer lo que está ocurriendo en la sociedad italiana delata una "devastadora hipocresía", dijo Nicoletti durante una entrevista telefónica.
Guadagnino se ha tomado la conmoción con calma. "La respuesta está en la taquilla", dijo. "Esta es una película popular para niños, no una película aburrida sobre niños hecha para una audiencia juiciosa. No tiene ninguna pretensión de ser cine arte".
"Yo estaba dispuesto a adoptar la cultura popular osadamente, valientemente, y sin ningún sentimiento de inferioridad", dijo. "No es una novela, no es un discurso. Es una película y es convincente y entretenida".
25 de enero de 2006
©new york times
©traducción mQh
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