murió rudolf arnheim
[Adam Bernstein] El teórico visual muere a los 102 años.
El 9 de junio murió en la residencia Glacier Hills, en Ann Arbor, Michigan, el psicólogo y teórico visual de origen alemán Rudolf Arnheim, cuyos escritos influyeron en toda una generación de pensadores sobre la relación entre el arte y la percepción. Tenía 102 años y lo afectaba una neumonía.
En sus libros mejor recordados -‘Arte y percepción visual' [Art and Visual Perception] (1954), ‘El cine como arte' [Film as Art] (1957) y ‘El pensamiento visual' [Visual Thinking] (1969) -, aplicó la teoría de la gestalt, que estudia cómo la percepción del todo es más grande que la suma de sus partes integrantes. Entre las ‘partes' estudiadas estaban las estructuras de las formas y colores de los trabajos artísticos y la reacción emocional que causaban.
"Considero al arte como un medio de la percepción, un modo de conocimiento", dijo una vez. "La percepción hace posible estructurar la realidad y, de ese modo, obtener conocimiento. El arte nos revela la esencia de las cosas, la esencia de nuestra existencia. Esa es su función".
Publicó cientos de ensayos en publicaciones académicas y populares desde que empezara a trabajar como crítico de cine en la Alemania de Weimar, en los años veinte. En una época en que las películas eran consideradas en gran parte como diversiones populares dispensables, insistió en debían compararse más favorablemente con las bellas artes.
Arnheim admiraba la "pureza de expresión artística" del cine mudo -las palabras, dijo, "limitan considerablemente la expresión de la imagen". Sin embargo, uno de sus ensayos más perdurables, ‘The Film Critic of Tomorrow' (1935), se burló de sus colegas críticos que lamentaban el fin del período mudo.
Jim Hoberman, el importante crítico de cine del Village Voice en Nueva York dijo: "No se puede sentir nostalgia por algo que ya no existe. Ahora para nosotros esto es perfectamente obvio. Pero en el contexto de entonces, era un importante argumento sobre cómo el mercado y la tecnología cambiaban las cosas".
En un bien considerado ensayo de 1998, titulado ‘The Film Critic of Tomorrow, Today', Hoberman esgrimió muchos de los argumentos de Arnheim para reprochar a los críticos modernos que pensaban que el cine de calidad había muerto con las películas de aventuras que cosechaban grandes éxitos de taquilla. Dijo que el ensayo original de Arnheim conservaba su frescura porque siempre habría gente nostálgica de cosas que ya no existen.
Arnheim enseñó en la New School for Social Research de Nueva York y en el Sarah Lawrence College, en Bronxville, Nueva York, entre los años cuarenta y sesenta. Más tarde, se convirtió en profesor de psicología del arte en la Universidad de Harvard y en profesor invitado en la Universidad de Michigan antes de su jubilación en 1984.
Rudolf Julius Arnheim nació en Berlín el 15 de julio de 1904. Su padre era dueño de una fábrica de pianos.
Se doctoró filosofía en la Universidad de Berlín -en esa época se consideraba la psicología como rama de la filosofía- y estudió con teóricos de la gestalt como Max Wertheimer y Wolfgang Kohler.
Tras graduarse en 1928, se unió a la revista cultural de izquierdas Die Weltbuehne, para cubrir la música, arquitectura y cine.
Cuando los nazis asumieron el poder en 1933, Die Weltbuehne se convirtió en un importante blanco de los fascistas. Arnhiem dijo que él pasó especialmente miedo porque se había burlado de Hitler en un ensayo para un diario de Berlín.
Arnheim viajó a Roma, donde pasó cinco años como editor de una publicación cultural de la Liga de las Naciones. Ganó reputación escribiendo libros sobre el cine y la radio como formas artísticas.
Se vio obligado a abandonar Italia en 1938 cuando Benito Mussolini decretó las leyes raciales contra los judíos.
Arnheim emigró a Nueva York y obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller para estudiar la influencia de los culebrones radiales en los oyentes. Se naturalizó en 1946.
Su primer libro importante en Estados Unidos fue ‘Arte y percepción visual', que fue más tarde traducido a catorce idiomas.
En estudios posteriores, exploró tópicos tan variados como la capacidad de percepción visual de los niños, el arte conceptual ("útiles ejercicios de la imaginación") y la pintura sobre la Guerra Civil Española de Pablo Picasso, ‘Guernica'.
Le sobreviven su hija adoptiva, Margaret Nettinga, de Heemstede, Países Bajos; dos nietos; y una biznieta.
En sus libros mejor recordados -‘Arte y percepción visual' [Art and Visual Perception] (1954), ‘El cine como arte' [Film as Art] (1957) y ‘El pensamiento visual' [Visual Thinking] (1969) -, aplicó la teoría de la gestalt, que estudia cómo la percepción del todo es más grande que la suma de sus partes integrantes. Entre las ‘partes' estudiadas estaban las estructuras de las formas y colores de los trabajos artísticos y la reacción emocional que causaban.
"Considero al arte como un medio de la percepción, un modo de conocimiento", dijo una vez. "La percepción hace posible estructurar la realidad y, de ese modo, obtener conocimiento. El arte nos revela la esencia de las cosas, la esencia de nuestra existencia. Esa es su función".
Publicó cientos de ensayos en publicaciones académicas y populares desde que empezara a trabajar como crítico de cine en la Alemania de Weimar, en los años veinte. En una época en que las películas eran consideradas en gran parte como diversiones populares dispensables, insistió en debían compararse más favorablemente con las bellas artes.
Arnheim admiraba la "pureza de expresión artística" del cine mudo -las palabras, dijo, "limitan considerablemente la expresión de la imagen". Sin embargo, uno de sus ensayos más perdurables, ‘The Film Critic of Tomorrow' (1935), se burló de sus colegas críticos que lamentaban el fin del período mudo.
Jim Hoberman, el importante crítico de cine del Village Voice en Nueva York dijo: "No se puede sentir nostalgia por algo que ya no existe. Ahora para nosotros esto es perfectamente obvio. Pero en el contexto de entonces, era un importante argumento sobre cómo el mercado y la tecnología cambiaban las cosas".
En un bien considerado ensayo de 1998, titulado ‘The Film Critic of Tomorrow, Today', Hoberman esgrimió muchos de los argumentos de Arnheim para reprochar a los críticos modernos que pensaban que el cine de calidad había muerto con las películas de aventuras que cosechaban grandes éxitos de taquilla. Dijo que el ensayo original de Arnheim conservaba su frescura porque siempre habría gente nostálgica de cosas que ya no existen.
Arnheim enseñó en la New School for Social Research de Nueva York y en el Sarah Lawrence College, en Bronxville, Nueva York, entre los años cuarenta y sesenta. Más tarde, se convirtió en profesor de psicología del arte en la Universidad de Harvard y en profesor invitado en la Universidad de Michigan antes de su jubilación en 1984.
Rudolf Julius Arnheim nació en Berlín el 15 de julio de 1904. Su padre era dueño de una fábrica de pianos.
Se doctoró filosofía en la Universidad de Berlín -en esa época se consideraba la psicología como rama de la filosofía- y estudió con teóricos de la gestalt como Max Wertheimer y Wolfgang Kohler.
Tras graduarse en 1928, se unió a la revista cultural de izquierdas Die Weltbuehne, para cubrir la música, arquitectura y cine.
Cuando los nazis asumieron el poder en 1933, Die Weltbuehne se convirtió en un importante blanco de los fascistas. Arnhiem dijo que él pasó especialmente miedo porque se había burlado de Hitler en un ensayo para un diario de Berlín.
Arnheim viajó a Roma, donde pasó cinco años como editor de una publicación cultural de la Liga de las Naciones. Ganó reputación escribiendo libros sobre el cine y la radio como formas artísticas.
Se vio obligado a abandonar Italia en 1938 cuando Benito Mussolini decretó las leyes raciales contra los judíos.
Arnheim emigró a Nueva York y obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller para estudiar la influencia de los culebrones radiales en los oyentes. Se naturalizó en 1946.
Su primer libro importante en Estados Unidos fue ‘Arte y percepción visual', que fue más tarde traducido a catorce idiomas.
En estudios posteriores, exploró tópicos tan variados como la capacidad de percepción visual de los niños, el arte conceptual ("útiles ejercicios de la imaginación") y la pintura sobre la Guerra Civil Española de Pablo Picasso, ‘Guernica'.
Le sobreviven su hija adoptiva, Margaret Nettinga, de Heemstede, Países Bajos; dos nietos; y una biznieta.
22 de junio de 2007
19 de junio de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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