Blogia
mQh

votando por hamas


[Thanassis Cambanis] Muchos dicen que los palestinos eligieron a Hamas a pesar de su programa islamita. Conversaciones con votantes en Cisjordania, sin embargo, revelan que muchos votaron a Hamas justamente por eso.
Campamento de Refugiados Aroub, Cisjordania, Palestina. Aquí, en la base de la sociedad palestina, el imán de la mezquita local es inequívoco sobre el atractivo que ejerce Hamas: su estricta e inquebrantable fe musulmana.
Nizar Aweidat, 27, con su deshilachada camisa de botones a cuadros, que prefieren los palestinos laicos y, en lugar de una barba. una delgada tira de vellos color melocotón sobre su labio superior, no parece uno de esos clérigos típicos. Pero Aweidat ha dirigido un repentino aumento del apoyo de Hamas en este pequeño campamento de refugiados que, en el pasado, apoyaba unánimemente al partido secular, Fatah.
Fatah sufrió una contundente derrota en las elecciones legislativas palestinas del 25 de enero, en parte debido al éxito que hombres como Aweidat han tenido éxito en sus campañas para atraer votantes hacia Hamas. Cómo atrajo Aweidat a esos votantes es instructivo: Lo hizo no a través de la red de servicios sociales que se menciona normalmente como la fuente del atractivo de Hamas, o con charlas sobre las extravagancias de Fatah, sino a través de la religión.
"Fatah no dice a la gente que recen. Eso contradice los versículos del Corán que dicen que mis oraciones, mi devoción, mi vida, y mi muerte son para Dios", explicó Aweidat. "La vida debe ser coloreada por el islam. Hamas tiene una filosofía comprehensiva de la sociedad y la vida, y lo examina todo a través del prisma del islam".
Pero muchos dicen que es al revés, que los palestinos se volcaron a Hamas porque estaban tan hastiados de la corrupción y la inestabilidad, o tan desilusionados con el proceso de paz, que votaron a Hamas a pesar del programa musulmán del partido. Prácticamente todos los que han seguido de cerca las elecciones palestinas -universitarios palestinos, políticos aliados con Fatah, e inclusive militares israelíes y diplomáticos occidentales- estaban convencidos de este punto de vista. Se predecía que Hamas se haría en el mejor de los casos con un tercio de los escaños de la legislatura palestina.
¿Cómo se explica que todos estos analistas hayan cometido el mismo error? Parte de la explicación reside en la tendencia de la elite palestina, predominantemente laica, a subestimar la fuerza del islamismo. Influyentes analistas palestinos pronosticaron que Hamas no ganaría nunca una mayoría, debido a sus puntos de vista extremistas religiosos -y a su posición de guerra permanente con Israel- que no se corresponderían con la opinión pública palestina.
Khalil Shikaki, el encuestador palestino considerado el monitor de la opinión pública más fiable en Gaza y Cisjordania, fue pillado desprevenido por los resultados de las elecciones. Después de más de una década de encuestas de opinión, Shikaki todavía cree que la democracia liberal cuenta con un fuerte apoyo entre los palestinos y dice que Hamas "encontrará resistencia en el público si trata de imponer sus programas sociales", que se basan en una estricta adherencia al Corán y que prohibiría, entre otras cosas, el alcohol y limitaría los derechos de las mujeres palestinas. Pero incluso Shikaki admitió esta semana que cuando se trató de las elecciones, "nos equivocamos completamente".

En pequeños lugares como el campo de refugiados de Aroub y en ciudades grandes como Nablús y Ciudad de Gaza, Hamas interviene en las comunidades organizando clases de Corán y formando sus núcleos de militantes con aquellos que responden al llamado a practicar un islamismo más activo.
Aweidat, que creció en el campo de Aroub, dijo que él y sus padres rara vez asistían a las oraciones, excepto los viernes. En los tres años que lleva como imán del campamento, Aweidat ha observado aumentar la asistencia a las oraciones diarias de 30 a 150 personas.
Aweidat tuvo su primer encuentro con "el despertar islámico" en un seminario de Hamas en el campo. Devoró los panfletos y escritos sobre el islam y finalmente dejó el campamento para seguir estudios islámicos en la Universidad de Al-Najah en Nablús. Volvió al conjunto de bloques de apartamentos de cemento de dos pisos, a los pies de las colinas de Hebrón y hogar de diez mil habitantes, para poner a la gente "en contacto más estrecho con Dios".
"El papel de Hamas es difundir las enseñanzas musulmanas", dijo Aweidat. Los otros puntos populares en el programa de Hamas, como ayudar a los pobres y luchar contra la corrupción, son puntos secundarios en el programa religioso, dijo.
Entrevistas en Cisjordania y Gaza durante los últimos seis meses parecen sostener las afirmaciones de Aweidat. La mayoría de los votantes de Hamas se describieron a sí mismos como musulmanes comprometidos, religiosos, que apoyaban a Hamas en primer lugar debido a sus credenciales religiosas y en segundo lugar por sus promesas de entregar más servicios y terminar con la corrupción.
"Si Dios quiere, tendremos aquí una república islamita", dijo Hussein Ibrahim Hussein, 39, vendedor de fruta en Nablús. Hussein dijo que él no se considera musulmán, ni es oficialmente miembro de Hamas. Pero votó a Hamas porque cree que el partido se comportará con responsabilidad y distribuirá los recursos con más honestidad -debido a su adherencia a la doctrina musulmana.
En todo el territorio palestino el islam ha estado al alza. En la última década, a medida que Hamas se convertía en un poder indisputable en Gaza, empezaron a desaparecer los famosos cabarets de la ciudad. Esta Noche Vieja pasada, militantes de Hamas incendiaron el UN Club, el último local en Gaza que servía alcohol. La mayoría de las mujeres, incluyendo a las laicas, llevan ahora la hijab, o pañuelo de cabeza, lo que hace veinte años era muy raro de ver.
Las mujeres palestinas todavía se enorgullecen a sí mismas de jugar un papel más central en la vida política palestina que las mujeres en otros países árabes, y en realidad Hamas presentó más de una docena de candidatas. Pero incluso la presencia de estas mujeres en las filas de Hamas es un signo de naciente liberalismo. Las mujeres que participaron bajo las banderas de Hamas incluían no solamente a las tradicionales viudas de "mártires", sino también a mujeres profesionales con carreras como maestras, profesoras, y farmacéuticas -un signo de que la influencia de Hamas se extiende a todos los sectores de la sociedad palestina. Cada vez más, los más importantes activistas de Hamas son abogados, hombres de negocios y universitarios, como quedó de manifiesto en su lista llena de candidatos de cuello blanco y por el público que se ve diariamente en los sermones de los viernes en las mezquitas de Hamas.
En ciudades donde predominan los profesionales urbanos, Hamas obtuvo resultados excepcionalmente buenos, ganando inclusive la mayoría de los escaños en Jerusalén del Este. Sus candidatos incluían un montón de doctores, abogados, e ingenieros, que se presentaron consistentemente como los "nuevos musulmanes" -no imanes barbudos del campo, sino tecnócratas pulcros comprometidos también con su credo religioso.

La victoria de Hamas se produce en momentos en que los movimientos islámicos ganan ímpetu en toda la región, dominando a la oposición política en Egipto y Jordania y ganando terreno entre las comunidades kurdas y sunníes tradicionalmente laicas de Iraq.
"La gente se está volviendo más religiosa en toda la región", dijo Ali Jarbawi, politólogo en la Universidad de Birzeit en las afueras de Ramala. Se mostró más optimista sobre las perspectivas de Hamas que la mayoría de sus colegas, pero nunca esperó que el partido obtuviera tantos votos como lo hizo. "Se equivocó todo el mundo", dijo.
En parte debe ser porque los extranjeros que buscan opiniones sobre la vida política palestina normalmente se dirigen a un par de encuestadores palestinos -Shikaki y el director del Centro Palestino de la Opinión Pública, Nabil Kukali, y a los profesores de ciencias políticas de las universidades de Birzeit y Al-Quds, en Jerusalén, que hablan inglés. Esos universitarios trabajan estrechamente con universitarios extranjeros (y en realidad muchos de ellos obtuvieron sus diplomas en el extranjero) y se reúnen frecuentemente con colegas israelíes y ONGés internacionales. Quizás debido al medio cosmopolita y laico en que se mueven, muchos de ellos subestimaron la emergencia durante la última década de una potente tendencia musulmana que ganaba en popularidad entre el público que estudian.
Shikaki todavía interpreta la votación como una reacción contra Fatah, no una ola de apoyo a Hamas. "Creo que la mayoría de la gente no espera que Hamas implante un estado islámico", dijo Shikaki. La mayoría de los observadores no lo esperan, y, ciertamente, el laicismo es todavía alto en la sociedad palestina. Incluso entre los musulmanes hay un debate sobre cómo debe ser una Palestina islámica. Pero, nuevamente, Shikaki y los que dependen de sus informaciones no esperaban que Hamas obtuviera una victoria tan arrolladora.

5 de febrero de 2006

©boston globe
©traducción mQh

rss

0 comentarios