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detalles de la guerra sucia en méxico


[Héctor Tobar] Un borrador filtrado de una investigación encargada por el presidente Fox constata crímenes contra la humanidad cometidos por el gobierno en los años sesenta setenta.
Ciudad de México, México. El gobierno y los militares mexicanos cometieron "crímenes contra la humanidad" en una campaña de "tierra quemada" contra las guerrillas rurales en los años setenta, de acuerdo al borrador de un informe dado a conocer el domingo, de la primera investigación oficial sobre la ‘guerra sucia’ de México contra rebeldes y activistas de izquierda.
La investigación llevada a cabo por el "Procurador de la Fiscalí Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado" fue encargada por el presidente Vicente Fox hace un año después de que su elección en 2000 terminara con décadas de gobierno uni-partidista aquí. El domingo, el Archivo de la Seguridad Nacional con sede en Washington publicó en su sitio en internet el borrador filtrado.
"La autoritaria actitud con la que el estado mexicano quería controlar el descontento social creó una espiral de violencia que lo condujo a cometer crímenes contra la humanidad, incluyendo el genocidio", dice el borrador del informe.
Los presuntos crímenes descritos en el informe fueron cometidos desde mediados de los años sesenta hasta fines de los setenta durante tres presidentes mexicanos. El procurador especial, Ignacio Carrillo Prieto, recibió el informe de un equipo de 27 investigadores en diciembre.
Fuerzas militares y de seguridad ejecutaron o hicieron "desaparecer" a cientos de civiles mexicanos y "militantes armados", dice el informe. Miles más fueron torturados o detenidos ilegalmente.
La extensa documentación contenida en el informe -incluyendo informes de los militares, policía y ministerio del Interior mexicano- es "absolutamente sin precedentes", dijo Kate Doyle, directora del Proyecto México para el Archivo de Seguridad Nacional.
El informe detalle "vuelos de la muerte" desde bases militares en Acapulco y otros lugares, en los que los cuerpos de docenas de activistas detenidos y guerrilleros fueron lanzados subrepticiamente a las aguas del Océano Pacífico.
El informe también documenta una campaña del ejército mexicano para negar el alimento a residentes de áreas en el sur del estado de Guerrero donde operaban las guerrillas. Este y otros abusos, dice el informe, son constitutivos de genocidio, tal como se define en el derecho internacional.
Doyle dijo que su grupo sin fines de lucro publicó el informe porque ya han circulado copias entre escritores, historiadores e intelectuales de México.
"El modo en que se ha filtrado en manos de algunas personas despierta evocaciones de una antigua manera de hacer las cosas en México", dijo Doyle.
Fuentes en la comunidad de defensores de los derechos humanos dijeron que temen que el fiscal Carrillo estuviera retrasando la publicación del informe debido a presiones del ejército que censurar los hallazgos.
Carrillo se ha visto frustrado en sus intentos de procesar a varios oficiales de alto rango, incluyendo al ex presidente Luis Echeverría, que fue ministro del Interior durante la masacre de estudiantes en Tlatelolco en 1968.
El domingo, a medida que se extendía la filtración, algunos familiares de las víctimas criticaron al procurador especial.
"Es triste, pero desde que se fundó el despacho del procurador, no han habido resultados, nadie ha sido sentenciado", dijo Roberto González Contreras, 60, cuyo hermano desapareció durante una manifestación estudiantil en Ciudad de México en 1971.
"Lo que reprochamos al procurador especial es su falta de combatividad, su falta de voluntad para llevar la lucha hasta el final", dijo.
La oficina de Carrillo no respondió un llamado pidiéndole comentarios.
Muchas de las acusaciones en el informe han sido formuladas antes, a medida que grupos de derechos humanos aquí tratan de desentrañar qué paso durante la llamada ‘guerra sucia’ de México -un episodio mucho menos conocido que la represión que ocurrió en otras partes en América Latina.
Antes de la publicación del borrador del informe del procurador especial, no ha habido ninguna explicación oficial de los acontecimientos de fines de los sesenta y setenta, cuando el gobierno persiguió a las guerrillas de izquierda.
Los autores del informe listaron cientos de documentos de la policía y declaraciones de testigos que dijeron que mostraban que cientos de gente "desaparecida" habían en realidad muerto mientras se encontraban detenidos por policías y militares.
El informe también ofrece nuevos detalles sobre la contrainsurgencia mexicana en Guerrero, donde el maestro Genaro Vázquez había lanzado un movimiento de guerrilla marxista a fines de los años sesenta.
El ejército mexicano, dice el informe, "asoló la región, cometió un verdadero genocidio, matando con hambre, bombardeando la zona, deteniendo ilegalmente, a cientos de vecinos del área para sembrar el pánico".
El informe dice que el ejército cometió "pillaje" en algunos pueblos y describe cómo los soldados entraron en Los Piloncillos, detuvieron a seis hombres y los ejecutaron en el centro del pueblo.
"Los métodos de investigación consistían en torturar al detenido para que identificara a la gente que estaba asociada de algún modo a las guerrillas", dice el informe. "La tortura era tan salvaje y extendida que muchos de ellos se ‘quebraron’ y colaboraron con el ejército".
Algunos familiares de los desaparecidos dijeron el domingo que el conocimiento de la verdad sobre lo que ocurrió hace una generación no era suficiente.
"Estamos seguros de que muy pronto el procurador especial desaparecerá, porque no hizo nada, todo fue un timo", dijo Teresa Torres Vargas, que perdió un hijo en la masacre de Tlatelolco. "Lo que estamos esperando es que no desaparezcan los archivos del caso y que algún día se castigue a los culpables".

Cecilia Sanchez contribuyó a este reportaje.

27 de febrero de 2006

©los angeles times
©traducción mQh

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