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caníbales buscan casa en pueblo chico


[Ralph Blumenthal] Una cafetería, una gasolinera, dos calles.
Mentone, Texas, Estados Unidos. ¿Cuán despoblado está el condado Loving? Tan despoblado que cuando el sheriff Billy Burt Hopper se presentó como candidato en 2004, él y su rival asistían a los asados de sus respectivas campañas. Tan vacío que no puede sostener a dos partidos políticos: Republicanos y Demócratas se llaman todos Demócratas y votan en una sola primaria.
Tan vacío que tiene problemas a la hora de designar a 12 jurados que no estén relacionados con el acusado. (No quiere decir que haya delincuencia, aunque -o quizás debido a ello- el sheriff Hopper patrulla en su furgoneta con dos escopetas y un rifle de asalto AK-47). Tan vacío que en 1994 la cárcel fue trasladada Pecos, en el condado de Reeves, a 41 kilómetros de distancia.
De hecho, es el distrito electoral más pequeño del condado más despoblado del país.
En el último censo (por el sheriff Hopper sumando en su cabeza), en Mentone viven 16 personas y otras 55 están dispersas en el resto de los 1670 kilómetros cuadrados de la reseca y salobre pradera plagada de serpientes cascabeles al oeste de Texas -cerca de una persona por cada 23 kilómetros cuadrados.
Pero el condado de Loving, al este del río Pecos, justo debajo de Nuevo México, fue bendecido con riquezas minerales: tiene 360 pozos de gas y petróleo en explotación y se están excavando 18 más, un envidiable problema para el condado, obligándolo a mantener bajos sus impuestos.
Sin embargo, es suficientemente modesto, como lo confiesa una placa fuera en el tribunal: "Mentone no tiene sistema de agua (el agua es traída), ni tiene banco, doctor, hospital, diario, abogado, club social ni cementerio".
Y ya que Mentone es el único pueblo, el condado de Loving tampoco.
Lo que sí tiene es el Boot Track Café (abre en las mañanas), una oficina de correo, una gasolinera y un edificio del tribunal de dos pisos, estilo deco y amarillo. Hay dos calles. No hay templo, aunque el edificio más antiguo del condado, una escuela de 1910, sigue abierta para un culto no denominacional. Siete niños utilizan un autobús escolar que los lleva al siguiente condado, Wink, a 53 kilómetros.
"Cuando yo era un niño, no hacía otra cosa que pensar en marcharme", dice Beverly Hanson, la funcionaria del condado. Luego dice: "Me fui a ver las luces brillantes" -se convirtió en conserje en Dallas-, se casó y divorció y volvió feliz a casa. "Aquí estaba segura", dijo.

El condado de Loving debe estar despoblado, sin duda. Pero no tan vacío que escape al peso de la historia: tres de sus hijos han peleado en Iraq. Y recibió 30 mil dólares de dinero antiterrorista del departamento de Seguridad Interior para poner al día su sistema de radio para emergencias.
En el condado de Loving la vida no fue nunca fácil. Es el único condado de Texas que ha sido fundado dos veces. Primero se llamó condado de Oliver, un pionero ganadero que arreaba el ganado desde Texas a Illinois antes de la Guerra Civil; más tarde fue atacado por los indios y, de acuerdo a una historia, se arrastró durante ocho kilómetros chupando un guante de niño para alimentarse hasta que finalmente sucumbió a la gangrena. Aparece como Augustus McCrae, en la novela ‘Lonesome Dove’, de Larry McMurtry.
A pesar de que en Montone -llamada así por un agrimensor francés nostálgico como tributo a su tierra natal-, según los registros, vivían sólo tres personas, de algún se reunieron 83 votos para organizar el condado en 1893. Pero dentro de pocos años, los funcionarios del condado huyeron del área. El condado fue disuelto en 1897, y no fue reorganizado sino hasta 1931.
Los ancestros del sheriff Hopper se asentaron en el condado de Loving en 1906. Nació en Odessa y llegó a Mentone cuando tenía un año, en 1938. Entonces el pueblo era próspero, dijo; tenía 300 habitantes y cuatro restaurantes, tres gasolineras, un hotel y una bolera. Pero los vecinos empezaron a marcharse durante la Segunda Guerra Mundial.
Hacia 1951, Hopper era uno de los ocho alumnos de la escuela secundaria, que compartía una sola aula con los cursos inferiores. Al año siguiente fue el último de ocho en trasladarse a la escuela secundaria de Pecos.
Hopper, ex técnico de armas nucleares de la Fuerza Aérea, se convirtió en alguacil en 1999 y se presentó como sheriff en 2004, compitiendo contra el hijo de un antiguo sheriff. La votación se hizo por correo y terminó en empate, 41 contra 41 votos; Hopper ganó la segunda vuelta, 51 contra 38.
Curiosamente los dos totales de votos excedieron a la población del condado de Loving, que era de 67 vecinos según el censo de 2000. (En 2004, el Buró de Censos calculó la población en 52, mientras que el sheriff Hopper, después de un conteo casa a casa, la pone en 71).
Eso se explica fácilmente, según el sheriff. En época de elecciones llegan familiares que viven lejos de aquí o que envían sus votos por correo. Puede que no vivan aquí todo el año seguido, pero mientras tengan la "intención" de que el condado sea su casa, pueden seguir estando inscritos en el condado de Loving para influir en las votaciones a favor de parientes o amigos e impedir que suban los impuestos.

Pero también se han acercado otros.
El sheriff recién elegido apenas se había abrochado la estrella en enero de 2005, dijo, cuando sonó el teléfono con una anticuada amenaza: "No lo sabes, pero estás en problemas".
Había un grupo con la intención de apoderarse del condado, dijo quien llamaba, una mujer de Arizona que prometió enviarle más informaciones por correo.
Los documentos describían los planes de un grupo libertario para, en sus propias palabras, "ganar la mayoría de los cargos elegidos en la administración del condado" y "restaurar la libertad" en el condado de Loving. El plan, llamado ‘Restaurando el Condado de Loving’, decía que era difícil adquirir tierras, pero que un rancho había sido dividido y los miembros estaban adquiriendo lotes.
"La gente que está viviendo allá podrá inscribirse y votar", decía. "Deben jurar que piensan establecerse en Loving".
El objetivo, dice un mensaje de correo electrónico atribuido a un miembro del grupo, era movilizar a suficientes libertarios "para controlar al gobierno local y anular las leyes opresivas (tales como la planificación y la zonificación, y las leyes de la construcción) y las leyes que actos que no causan víctimas entre adultos consintientes, como retarse a duelo, apostar, el incesto, los precios monopólicos, el canibalismo y el tráfico de drogas".
Los iniciadores del proyecto, según los materiales, era Lawrence Edward Pendarvis, un analista de computación de Brandon, Florida, y el operador de una firma online de novias por correo de Filipinas, que habían causado un mar de protestas por tratar de establecer un ‘Proyecto Estado Libre’ similar en Grafton, New Hampshire. En 1997 fue condenado en Florida por bajar pornografía infantil, pero los cargos fueron revocados en la apelación debido a errores de procedimiento.
Días después de recibir los materiales, dijo el sheriff Hopper, Pendarvis y otros dos libertarios, Bobby Y. Emory y Don B. Duncan, se aparecieron buscando tierras que comprar y en el otoño pasado, compraron propiedades en eBay y rellenaron los formularios de inscripción electoral. Pero, dijo el sheriff, después de chequear las escrituras en el tribunal del condado, habló con los supuestos colonos, que estaban en California, y le dijeron que la propiedad había sido vendida a otros compradores. Él y el guardia forestal de Texas en Fort Stockton, a 120 kilómetros de distancia, presentaron cargos por delitos menores contra los tres hombres, que había abandonado el estado.
"Necesitamos gente, pero no es para tanto, no me entiendas mal", dijo el sheriff Hopper, 68, que también es funcionario de la inscripción electoral, asesor de impuestos y recaudador. "No necesitamos eso".
Pendarvis, localizado en Florida, dijo que su grupo poseía un cheque que probaba que ellos habían comprado por 30 mil dólares 126 acres de tierra de una propiedad y que estaba operando dentro de la ley. "Hemos estado tratando de comprar tierras durante un año", dijo, "y cada vez que descubrimos quiénes son, nos dicen que hemos cometido un error".
El sheriff Hopper dice que aunque los cargos eran solo por delitos menores, los tres hombres pueden ser arrestados si se aparecen por el condado de Loving. "Les queremos hacer saber que estamos al tanto de sus planes", dijo.
Ahora hay fotos de los tres en un cartel en la puerta del sheriff en el edificio del tribunal del condado de Loving con la tradicional leyenda del Salvaje Oeste: "Buscado por la policía de Texas".
Entretanto, dijo el sheriff, la vida estaba volviendo a su cauce en el condado de Loving. "¿Ves esas tórtolas?", dijo, apuntando a unos pájaros parados en los cables. "Una noche conté 205, y estaban haciendo cola para posarse en los árboles".

25 de febrero de 2006
©new york times
©traducción mQh
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