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la afamada bettie page


[Manohla Dargis] En nueva película convierte el desnudo en actuación.
Durante unos cortos y felizmente desnudos años de 1950, Bettie Page fue la reina de las chicas de calendario del universo, o al menos de los vestuarios, paredes de garaje y alijos privados en todo el país. Bendecida con un cuerpo despampanante y la más chispeante sonrisa a este lado de Sandra Dee, Page (que este mes cumple 83 años) se veía igualmente bien en un bikini hecho en casa que envuelta en un elegante vapor de brisa marina. Y aunque poca gente se veía desnuda tan feliz como ella -la joven actriz Gretchen Mol, que tiene su papel en la exuberante película biográfica ‘The Notorious Bettie Page’, se acerca bastante-, en 1957 se abotonó el suéter, dejando para siempre el mundo de neón del cosquilleo y de la diversión, y desapareciendo sin dejar rastro.
Durante años Bettie Page fue un enigma envuelto en un enigma dentro de una red amarrada expertamente. Aunque hizo su parte de sesiones de desnudos, agraciando incluso a Playboy con nada más que un gorro de Santa Claus y un sonrojo, alcanzó su notoriedad inicial como modelo masoquista. (Más tarde, fue su acto de desaparición el que dio más fuerza a su notoriedad). A principio de los años cincuenta, empezó a trabajar con el equipo de los hermanos Irving y Paula Klaw (Chris Bauer y Lili Taylor), posando para un número incalculable de fotografías y películas de 8 y 16 milímetros con títulos auto-evidentes como ‘Betty’s Exotic Dance in High Heels’. (Su nombre de pila era a menudo mal deletreado). Para satisfacer ese mercado especial, a veces los Klauw ataban a su modelo más popular y le colocaban una mordaza en la boca.
Con toda probabilidad fueron estas más extravagantes fotografías de Bettie gateando sobre una alfombra con fetichistas zapatos de tacón alto y zurrando delicadamente a otra guapa demidesnuda las que llamaron la atención de los censores del gobierno. (Ahora estas fantasías parecen casi pintorescas). En 1955 el senador Estes Kefauver, un demócrata de Tennessee y optimista candidato presidencial que cinco años antes había perseguido a capos de la mafia como Frank Costello, empezó a interesarse en la pornografía. (Hacia esta misma época, este Comstock [reformador moralista que impulsó numerosas campañas contra la obscenidad en el arte y la literatura, 1844-19156] de la era atómica contribuyó a amordazar la industria del cómic en nombre de la prevención de la delincuencia juvenil). Harron y su colega guionista, Guinevere Turner, empiezan su historia cuando Bettie está esperando para declarar ante el subcomité Kefauver, fuera de la sala del tribunal donde una sucesión de hombres se sermonean unos a otros sobre los males de las mujeres escasamente vestidas.
Quizás debido a que Harron, en los años setenta, escribía sobre música punk (su voz se oye en la historia oral del ambiente punk de Legs McNeil, ‘Please Kill Me’), se ve como el tipo de chica culta que sabe cómo divertirse. Sus dos películas previas, ‘Yo disparé a Andy Warhol’ [I Shot Andy Warhol], sobre Valerie Solanas, la que quiso asesinar al artista pop Andy Warhol, y ‘Sicópata americano’ [American Psycho], su excelente apropiación (y reducción) de la novela de Bret Easton Ellis, muestran una astuta, a veces mordaz y divertida inteligencia cuando se trata de qué quieren las mujeres y por qué. En su trabajo con Turner en particular, que también fue su co-guionista en ‘Sicópata americano’ (Turner también ayudó a escribir la novela lesbiana ‘¡Pesca! [Go Fish]), Harron se las arregla para conseguir sus placeres, visuales y otros, y también para transmitir sus opciones políticas.
A este respecto cuenta con el fenomenal respaldo de su estrella, obviamente entusiasta. Hasta ahora, Mol ha sido mejor conocida por su prematura designación, hace algunos años, como la nueva It Girl de Hollywood. La etiqueta fue una maldición, y desapareció de la escena, a pesar de unas prometedoras apariciones en películas poco conocidas. Quizás debido a que se sintió protegida por su directora y productoras (seis mujeres, de los siete productores), o alentada por el material, o quizás porque sabe lo bien que se ve desnuda con su bien redondeado cuerpo, Mol se entrega a este difícil papel con la despreocupada expresividad que uno tiende a ver en niños que han aprendido los deleites del desnudo, normalmente cuando sus padres han organizado una cena con invitados. Cuando se desnuda, Bettie vuela alto.
Eso es lo bueno de la película, porque mientras la chica del calendario era tímidamente notoria, la mujer completamente vestida no era para nada interesante. Nacida en Tennessee en 1923, estudió para ser profesora, girando para el modelaje después de llegar a Nueva York. Inicialmente posaba para clubes de aficionados a la fotografía que contrataban a modelos para sesiones privadas. (Un año antes de que colgara sus ligas, el New York Times publicó un anuncio para una sesión de esas: "Fotografíe a modelos en elegantes ropas a las 8 de la tarde, sábado a las 2 de la tarde, Bettie Page y otras. Concord Camera Circle, 118 W 47th St.") Más bien sorprendentemente, algunos de los clubes eran racialmente integrados, y fue un negro, Jerry Tibbs (Kevin Carroll) quien dio a Bettie su rasgo característico cuando le sugirió que usara chasquilla para ocultar su prominente frente.
Harron se mueve fluidamente a través de los primeros años de Bettie, que incluyen brutales abusos que pueden tener algo que ver con por qué entró a una profesión que le permitía crear y controlar una imagen sexualizada de sí misma. Incluso así, mientras Harron y Turner no se asustan de estos oscuros episodios y son demasiado listas como para trazar una relación directa entre los traumas y la persona que los sobrevivió. Como mujer que se hizo a sí misma, Bettie Page creó una resonante y perdurable personaje con todo un arsenal de sonrisas y caritas, y con una figura impresionantemente flexible. Dependiendo del traje, el fotógrafo (dos de los mejores eran mujeres, Paula Klaw y Bunny Yeager) y su propio ingenio, se convertía en un ángel negro, en chica de un harén, en naturista y en señorita viciosa, pero seguía siendo siempre ella misma.
Si aquí la Bettie íntima queda un poco fuera de foco, incluso en su beatífico final, es en gran parte debido a que lo que hizo de ella una sensación -que tanto en los años cincuenta y en el renacimiento de los años ochenta la convirtieron en una moderna figura de culto- no fueran sus aspiraciones actorales ni las convicciones religiosas que pueden haberla empujado a dejar el modelaje, sino el hecho de que era un genio del cuerpo. Es un truísmo de la historia del arte que mientras los hombres actúan, las mujeres aparecen sonriendo recatadamente fuera de la visión del espectador. En contraste, en muchas de sus fotografías, Bettie mira directamente a la cámara con una sonrisa que es alternativamente centelleante y devoradora, y pone ese viejo truísmo de cabeza convirtiendo su aparición misma en un espectáculo. Sabe lo que quieres; y también lo quiere ella.
Fiel a su tema, ‘The Notorious Bettie Page’ es sobre todo un trabajo de estupendas superficies, filmada en su mayor parte en una plateada película en blanco y negro por Mott Hupfel, con un ocasional estallido de colores saturados. Como los Klaw, Harron ata y desata a Bettie, la calza con gigantescas botas y ajustados corsés. De vez en vez complica un poco la historia, como cuando introduce a John Willie (Jared Harris en plena forma), el artista sadomasoquista y editor de la revista Bizarre, que ideó algunas de las poses más escandalosas de Bettie. Cuando le pregunta a Bettie cómo reconcilia su amor a Dios con su profesión, responde que Adán y Eva andaban desnudos en el Jardín del Edén. La idea del paraíso de John Willie incluía más ropas, pero tomaba sus fotos, con o sin mordaza
‘The Notorious Bettie Page’ está clasificada para mayores de 17. Incluye desnudos femeninos, trajes kinky, bondage e intimaciones de sadomasoquismo.

The Notorious Bettie Page
Dirección Mary Harron Guión Ms. Harron y Guinevere Turner, basado parcialmente en la investigación ‘The Real Bettie Page’, de Richard Foster Fotografía Mott Hupfel Montaje Tricia Cooke Música Mark Suozzo Diseño de Producción Gideon Ponte Producción Pamela Koffler, Kathie Roumel y Christine Vachon Productores John Wells, Ms. Harron y Ms. Turner Co-Productor Lori Keith Douglas Distribución Picturehouse y HBO Films. Duración: 91 minutos.

Reparto: Gretchen Mol (Bettie Page), Chris Bauer (Irving Klaw), Jared Harris (John Willie), Sarah Paulson (Bunny Yeager), Cara Seymour (Maxie), David Strathairn (Estes Kefauver), Lili Taylor (Paula Klaw) y Kevin Carroll (Jerry Tibbs).

14 de abril de 2006
©new york times
©traducción mQh
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