ocho reportajes chilenos
buscan en chile a nazi
De acuerdo con una alta fuente judicial consultada por La Nación, la carta rogatoria llegó el pasado 24 de abril proveniente de la Cancillería, documento que está dirigido a las autoridades competentes de la Quinta Región, donde existen varias personas con este apellido.
El tribunal de Baden Baden pide, además de la información sobre el destino de Heim, datos sobre si mantiene propiedades a su nombre o un alias, o si dejó o tiene familiares en la zona. Si bien no pudo ser confirmado oficialmente, trascendió que otra de las solicitudes sería antecedentes sobre posibles movimientos financieros en el país.
El año pasado el semanario alemán ‘Der Spiegel’ informó que, luego que se descubriera a Heim en Paysandú, Uruguay, se verificó que su hija, Waltraud Heim, quien estudió en Chile a principios de los ’70, seguiría morando en el país.
Conocido como ‘Doctor Muerte’ o ‘El carnicero de Mauthausen’, por el nombre del campo de concentración donde torturó a miles de personas, es hasta ahora el criminal de guerra nazi más buscado desde que en 1960 fuera encontrado en Buenos Aires, Argentina, Adolf Eichmann. Este último fue secuestrado por el servicio secreto israelí, el Mossad, que dio origen al libro ‘La casa de la calle Garibaldi’, escrito por Isser Harel, el jefe del organismo de inteligencia. Eichmann fue juzgado en Israel y condenado a muerte.
Recuerdos de un Caza Nazis
Heim, nacido un 28 de junio de 1914, está prófugo de la justicia desde 1943. Su familia dijo a las autoridades alemanas que había muerto en Argentina, sumido en la pobreza, en 1993. Sin embargo, cuando intentaron cobrar una millonaria herencia no pudieron aportar un certificado de defunción que confirmara sus dichos.
De todas formas, el año pasado apareció una pista que despertó las sospechas de los investigadores europeos. Heim mantenía una cuenta en Berlín, desde la cual se hicieron transferencias de grandes sumas de dinero a España, donde habría vivido en la localidad de Rosas, en la Costa Brava, junto a una pareja de artistas que bien podrían haber sido sus testaferros. Pero escapó. Luego habría sido visto en Dinamarca, pero también huyó, tal como lo hizo en 1962 desde el balneario termal de Baden Baden, donde ejercía como un respetable médico.
En Chile los Heim se concentran en Santiago, la V, IX y X Región. Sin embargo, la mayoría de los criminales de guerra nazis que vivieron en Sudamérica lo hicieron con identidades falsas, protegidos por la red Odessa. La misma que protegió a Josef Mengele, ‘El Ángel de la Muerte’, en Brasil o a Klaus Barbie, "El carnicero de Lyon", en Bolivia, donde dirigió un grupo narcomilitar conocido como ‘Los novios de la muerte". Un ejemplo también es el propio Eichmann, que vivía en Argentina bajo el nombre de Ricardo Klement, o el mismo Walther Rauf en Chile.
Este diario intentó obtener información de Heim con su nombre real a través de fuentes de Interpol y el Registro Civil, pero ni él ni su hija registran residencia en Chile.
En 2005 el centro Simon Wiesenthal, fallecido caza nazis, implementó la Operación Última Oportunidad, con la cual se pretendía capturar a Heim, pero hasta ahora no ha dado resultado. Wiesenthal, de profesión ingeniero, lo recordó hasta el pasado 20 de septiembre, cuando murió. Su presidio durante la Segunda Guerra Mundial fue precisamente el campo de concentración de Mauthausen.
El exhorto enviado desde Alemania, luego de salir de la oficina de cuentas en la Corte Suprema, pasará a la fiscalía, desde donde será enviado al tribunal competente de la Quinta Región. En éste se realizarán las diligencias pertinentes y será devuelto al máximo tribunal y de allí a las autoridades alemanas.
Voluntarios de las SS
Aribert Heim, de profesión médico, entró como voluntario a las SS, donde fue encuadrado en Mauthausen, luego fue derivado a Finlandia y Noruega, hasta que se pierde su rastro hasta los ’80.
Los aliados lo detuvieron en marzo de 1945 en el campo de prisioneros en Ludwisgburg, desde donde lo liberaron sin cargos.
A mediados de los ’80 el Mossad lo ubicó en Paysandú, donde trabajaba como siquiatra bajo el nombre de Heinrich von Heim, pero tenía protección de las autoridades locales, se dijo.
Las autoridades alemanas le tienen precio a su cabeza, suma que asciende a 160 mil dólares.
26 de abril de 2006
©la nación
los otros nazis de chile
El caso más emblemático del paso de un ex jerarca nazi por Chile es el de Walther Rauff, ex miembro de las SS y creador de los ‘autos de la muerte’ (cámaras de gas móviles), a través de las cuales murieron 97.000 prisioneros durante el conflicto bélico.
Rauff se estableció en Chile a fines de los cincuenta. Fue requerido por la justicia alemana por sus crímenes y permaneció 123 días en la Cárcel Pública, en 1963. La Corte Suprema le dio la libertad e indicó que no había mérito para extraditarlo, por ser hechos extemporáneos. En el fallo se consignó que no había causado problemas en el país y que era un empresario próspero. Luego de eso, Rauff se estableció definitivamente en Punta Arenas, donde se desempeñó como comerciante. En los ochenta se trasladó a Santiago y falleció de muerte natural.
Otro caso es el de Martin Bormann, brazo derecho de Adolf Hitler, quien habría ingresado a Chile bajo el nombre de Ricardo Bauer, hecho que salió a la luz en 1996.
El pasaporte indicaba que Bauer era un agricultor italiano que tenía su residencia en Montevideo, Uruguay. Ese pasaporte fue entregado a un diario argentino por un ciudadano chileno de origen alemán. El informante, que no quiso identificarse, dijo que el documento pertenecía a un ex jerarca nazi que vivió en un fundo de una localidad rural de Chile hasta 1973. Agregó que Bormann emigró a Argentina cuando Juan Domingo Perón ascendió al poder.
Otros Casos
El ex marino alemán Joannes Egers Breseu, oficial nazi que estuvo recluido en Estados Unidos, llegó al país a fines de los cincuenta. En 2004 murió a los 96 años en San Antonio, en la V Región.
Luego de su participación en la Segunda Guerra y estar en prisión, llegó a Chile e instaló un taller mecánico. Junto a su mujer compraron locales comerciales en San Antonio. Era calificado como un "excelente vecino y padre de familia" por sus conocidos.
Andreas von Koskull fue aprehendido en Curazao, cuando navegaba rumbo a Chile, en febrero de 1966. La justicia alemana lo buscaba por colaborar con el gobierno nazi. La prensa informó que residía en Valparaíso con un nombre falso, lo que no fue advertido por las autoridades de la época. Luego de su detención, fue enviado a Amsterdam y posteriormente se le sometió a proceso.
Hjalmar Schacht, ex ministro de Economía de Hitler, vino a Chile para una visita de negocios en 1964. La prensa consignó que hubo un gran despliegue de seguridad para su protección y que rehusó dar entrevistas. En la ocasión, se informó que "el mago de las finanzas" sostuvo varias reuniones para enterarse de la situación socioeconómica del país. Lo mismo realizó en Argentina.
27 de abril de 2006
©la tercera
tras las huellas de aribert heim
Actualmente, la carta rogatoria se encuentra en manos de la Fiscalía del máximo tribunal, que lo derivará a un tribunal de Viña del Mar o Valparaíso para que sea tramitado y devuelto al país de origen.
En Chile, los Heim se agrupan principalmente en la IX y X Región, como también en la V y Región Metropolitana. Sin embargo, si Heim se encuentra en el país es altamente probable que use identificación falsa, tal como lo hicieron otros jerarcas nazis que vivieron en Sudamérica después de la Segunda Guerra Mundial, como el caso de Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, en Bolivia.
La historia vinculada a este oscuro doctor que torturó a miles de judíos en los campos de concentración tiene una lógica y una cronología llena de intrigas y fugas que comenzó un año después de que Alemania invadiera Polonia con la llamada "guerra relámpago" en 1939.
De este hombre se sabe todo. Mejor dicho, casi todo: su padre fue policía y su madre ama de casa. Antes de casarse fue un excelente jugador de hockey sobre hielo. Se tituló de médico en 1940. Tuvo dos hijos dentro del matrimonio, otro ilegítimo. Lo que no se sabe de él es su paradero.
Aribert Heim nació el 28 de junio de 1914 en Radkersburg, una ciudad austriaca. Ganó fama de inteligente y mujeriego. Miembro del partido nazi y de la SS, se desempeñó como médico encargado del campo de concentración de Mauthausen, cerca de Linz, donde asesinó a centenares de prisioneros con inyecciones al corazón u operándolos sin anestesia.
Algunos relatos son escalofriantes: una vez abrió –sin calmantes– el abdomen de un paciente para extraerle los intestinos, el hígado y el bazo. Para la víctima fue un martirio. También disecó las cabezas de dos de sus víctimas y las expuso públicamente.
"Heim es un hombre cuya crueldad supera la de todos los otros médicos de los campos de concentración", escribe el autor Ernst Klee en su libro ‘Auschwitz, la medicina de los nazis y sus víctimas’.
Como su colega Josef Mengele, del campo de Auschwitz, Heim desapareció hace 43 años. Desde entonces es buscado en todo el mundo. "Estamos seguros que está vivo", dicen los cazanazis.
A fines de 2004 encontraron los primeros indicios. Una cuenta corriente a su nombre en un banco en Berlín –aún abierta– con cerca de un millón de euros. El dinero provenía de la venta de un gran edificio en pleno centro de Berlín. La cuenta fue congelada por orden del Estado, pero Heim –que tendría 91 años– posee, además, valores por unos 900 mil euros y una cuenta de ahorro con otros, aproximadamente, 50 mil.
Si el fugitivo estuviese muerto, argumentan los perseguidores, sus herederos habrían ya tenido acceso a sus propiedades.
Los investigadores controlan los movimientos en torno a una propiedad de la familia en la zona de Tessin, en Suiza. Además, lo buscan en Austria y Egipto (y ahora en Chile).
En Jerusalén, los investigadores del Centro Simon Wiesenthal trabajan sin tregua, sobre todo Efraim Zuroff, quien lanzó la ‘Operation Last Chance’ (Operación Última Oportunidad) desde hace un año.
Zuroff, de 56 años de edad, simplemente le ofrece a sus informantes dinero. Nazis a cambio de plata contante y sonante. Aunque esto cause polémica entre la comunidad judía, a Zuroff le da lo mismo. "La caza aún no ha terminado", dice. Se sabe todo lo que tenga que ver con Heim de memoria.
Primavera en 1940: el joven y guapo estudiante de medicina ha recién terminado su carrera con éxito y se integra como miembro voluntario a la SS (abreviación alemana de Schutz Staffel, la unidad paramilitar del nazismo). Después de una corta estadía como inspector en el campo de concentración de Buchenwald, es trasladado en octubre de 1941 a Mauthausen, el campo de exterminio donde murieron 100 mil personas.
Sin mucha experiencia, el joven médico Heim mató a sus víctimas con una mezcla de racismo, curiosidad científica y, simplemente, placer. Por el mero gusto de experimentar probó, junto al farmacéutico del campo, diversos ‘cócteles de la muerte’. Los inyectaba a sus víctimas para verificar cuáles eran los más efectivos, rápidos y económicos.
De acuerdo con las versiones de los sobrevivientes de Mauthausen, de todos los médicos del campo, Heim fue el más sádico. Una vez agarró a un judío de Viena y lo tiró ante a un espejo. "Mira tu nariz. Algo así no le sirve al Führer", le dijo. El hombre se puso a llorar e imploró por su vida. Pero Heim lo mató con una inyección directa al corazón. Luego, le cortó la cabeza y la cocinó. Pasados algunos días, Heim mostró con orgullo el trofeo a sus camaradas. "Miren", les dijo, "hubiera sido una pena quemar esta linda carita".
Su abogado, Fritz Steinacker, que también representó a Josef Mengele, declaró ante la justicia que su cliente jamás cometió estos actos. Sin embargo, Efraim Zuroff es taxativo: "Los hechos demuestran que él hizo lo mismo que Mengele, el ángel de la muerte de Auschwitz".
Después de su paso por Mauthausen, Heim fue trasladado al hospital militar de la SS en Viena. De ahí pasó a trabajar en una división de la SS en Finlandia –en el hospital militar de Oulu–. Reapareció en Noruega, desde donde se perdió su rastro hasta el fin de la guerra.
Las tropas estadounidenses lo detuvieron el 15 de marzo de 1945, cerca de Buchholz, y lo enviaron a un campo de prisioneros de guerra en Ludwigsburg, cerca de Stuttgart. Entre 1947 y 1949 trabajó en una fábrica de sal, cerca de Heilbronn, en el sur de Alemania.
De ahí en adelante llevó una vida "normal" y sin mayores obligaciones. Trabajó como médico asistente en el hospital civil de Friedberg. En julio de 1948 se casó con una colega, hija de una adinerada familia burguesa alemana. De ese período no hay fotos ni documentos. "Como si alguien hubiera borrado su vida pasada", dice uno de los cazanazis.
Seis años más tarde, el ‘carnicero de Mauthausen’ inauguró su primer consultorio ginecológico en Baden-Baden. Luego, viajó por el país como un diligente vendedor de productos farmacéuticos.
Así, el amable señor Heim logró reconvertirse en un miembro respetado de la alta sociedad en el país del milagro económico.
Sin embargo, al parecer, el propio Heim supo de antemano que su fachada comenzaba a derrumbarse y minuciosamente preparó su paso a la vida clandestina. Vendió su casa en Berlín, contrató una conocida empresa administradora de propiedades y dejó un poder a su abogado, Fritz Steinacker, válido desde el día en que se sumergió.
En la noche del 13 de septiembre de 1962 dejó su residencia en Baden-Baden y desapareció.
La mañana siguiente, la policía allanó su domicilio con una orden de arresto. Encontró sólo a su esposa y sus dos hijos. "Tuvimos la sensación que cuando nosotros entramos por la puerta principal, él salía por la puerta de atrás," recuerda uno de los agentes que participaron en el intento de captura. A él no le cabe la menor duda de que Heim fue alertado del operativo.
En abril de 1963 reapareció en Berlín. Alojó, utilizando su nombre legal, en el Hotel Frühling y solicitó al administrador de sus propiedades que cooperara con su hermana Hertha. La policía se enteró tardíamente de la reunión. La última oportunidad de detenerlo en Alemania se esfumó.
Se cree que entre 1963 y 1967, Heim trabajó como médico de la policía en Egipto, país que sirvió como refugio a muchos criminales nazis. La información fue confirmada por turistas alemanes que lo vieron entre un grupo de generales egipcios en el canal de Suez.
Su familia en Baden-Baden encontró dos veces un papel que decía: "Estoy bien". Sin embargo, su esposa pidió el divorcio en 1967 y se distanció públicamente de su marido. Para proteger a los hijos, sospechan los cazanazis.
Entre 1979 y 1983, el Mossad, servicio secreto israelí, lo ubicó en Paysandú, ubicado en la zona fronteriza entre Uruguay y Argentina, donde tenía un consultorio como siquiatra. Su hija Waltraud, que estudió en Uruguay a principios de los ’70, hoy vive en Chile.
A principios de los años ’90, Simon Wiesenthal reencontró sus huellas en Uruguay. La policía local informó haber encontrado un hombre llamado Heinrich von Heim, nacido el 26 de junio de 1924. Wiesenthal y sus colegas confirmaron que esa persona efectivamente estuvo en Fray Bentos en 1983, pero no consiguieron aclarar su identidad.
Wiesenthal sospechó entonces que Heim fue avisado por un círculo de amigos y ex colegas. Esta red de ex nazis en América Latina tendría contactos hasta en las representaciones alemanas en el extranjero. Así, los buscados se anticipan a las investigaciones en curso.
Uno de los informantes de Wiesenthal está convencido de que en 1998, Heim seguía viviendo en Paysandú. "Probablemente tenía amigos policías que lo protegían", dice.
La pista más reciente se encuentra en Hessen: una llamada anónima recibida por Stefan Klemp, colega de Efraim Zuroff en Alemania. La persona le dijo que había reconocido a Heim en un hogar de ancianos cerca de Francfort, donde vive la hermana de Heim. Esta última le habría brindado apoyo económico, afirman los cazadores de criminales de guerra nazis de Stuttgart.
Cuando comenzó la ‘Operación Última Oportunidad’, los cazanazis de Stuttgart intentaron interceptar los teléfonos de la familia Heim. Esto, según Zuroff, no fue posible por la falta de colaboración de la justicia alemana.
En la oficina del fallecido Simon Wiesenthal está colgado un gran mapa del territorio del Tercer Reich, donde están marcados todos los campos y lugares de exterminio nazis. Detrás de su viejo escritorio se pueden ver en fila sobre estantes sus documentos más preciados. Entre ellos, tres carpetas personales que contienen la información sobre Mauthausen, el campo de concentración donde estuvo detenido Wiesenthal y del que fue liberado hace 61 años.
29 de abril de 2006
© Der Spiegel
©The New York Times Syndicate
©la nación
chile tiene altos gastos militares
La diferencia también es sobre el tipo de armamento que se está comprando. "Mientras Chile ha optado por la tecnología más avanzada, Venezuela se ha centrado en material que permita armar a un porcentaje importante de la población civil. Brasil, por su parte, ha incidido más en medios de combate y transporte para asegurar la zona del Amazonas, y Argentina ha comprado radares y misiles de combate aéreo", afirma el rotativo. El periódico comenta además que las diferencias son notables entre las compras de Chile y Venezuela -los que más gastaron en 2005- pues nuestro país "ha comprado sistemas de armamento que no existían en la región". Destaca así la adquisición de los tanques Leopard II a Alemania, los submarinos equipados para disparar misiles a España y Francia, los F-16 con sistema de misiles aire-aire a Estados Unidos y los F-16 usados holandeses pero reacondicionados con tecnología israelí. Venezuela, señala el texto, "ha adquirido fundamentalmente helicópteros y aviones de transporte de tropas a Rusia y España, aviones de combate a Brasil y 100.000 rifles de asalto AK-103 y AK-104 a Rusia".
29 de abril de 2006
©la nación
extradición de militares uruguayos
Y para mayor abundamiento, lo sucedido en los últimos días ya reaviva otro caso judicial, de suyo importante y aún pendiente: las causas exactas del fallecimiento del ex Presidente y destacada figura de la Democracia Cristiana, Eduardo Frei Montalva, muerto en la Clínica Santa María después de haber sido sometido a una intervención quirúrgica. De hecho, el abogado de la familia Frei, el profesional Alvaro Varela Walter anunció ayer a EL SUR que en los próximos días habrá un notable avance en la investigación, no descartando que se procese incluso a profesionales médicos.
Respecto a lo primero, el martes último arribaron a Chile bajo custodia de Interpol el coronel retirado Tomás Casella, el teniente coronel Eduardo Radaelli y el coronel Wellington Sarli, abordo de un avión C-130 de la Fuerza Aérea Uruguaya.
Llegaron para ser procesados por el juez Alejandro Madrid por delitos de secuestro y asociación ilícita en el juicio por el asesinato de Eugenio Berríos (químico y agente de la Dina sacado de nuestro país en 1991 en un operativo conjunto de militares de ambos países para impedir sus declaraciones en el proceso por el asesinato en Washington en 1976 del ex canciller chileno Orlando Letelier), lo cual debería servir para develar parte de las redes de protección entre militares del Cono Sur en el marco de la llamada ‘Operación Cóndor’.
Fin de la Organización
Según la opinión de distintos abogados especialistas en procesos por violaciones a los derechos humanos el proceso será clave para desorganizar a los ex agentes de seguridad de los gobiernos militares del Cono Sur que, dos décadas después que ejecutaron un plan que se tradujo en la muerte de miles de opositores, volvieron a reencontrarse, esta vez para escapar de la mano de la Justicia en sus respectivos países y evitar -¿por qué no?- que por encima de ellos aparezcan en el banquillo de los acusados sus antiguos jefes militares y gobernantes de facto que autorizaron sus acciones.
Por eso, insisten los abogados, aunque en Uruguay el caso de la muerte de dos balazos en la cabeza del ex agente Berríos se archivó sin culpables, la Suprema Corte de Justicia de ese país acogió el pasado 23 de marzo y dio curso a la extradición de los imputados, que comienzan a transitar en Chile un largo camino judicial, en una causa que involucra a militares de ambos países, pero también aparece como la punta de una madeja que hasta ahora no se había logrado desenredar.
"El caso Berríos es un corolario de la ‘Operación Cóndor’. De alguna manera era gente que operó en este mecanismo de coordinación desde antes", dijo el diputado y abogado penalista que tiene a su haber varios procesos por violaciones a los derechos humanos, Juan Bustos. Para él, entonces, la extradición a Chile de los tres oficiales uruguayos "es sumamente importante" pues abre la posibilidad de extraditar a diferentes militares que actuaron en la ‘Operación Cóndor’.
"Esta decisión de los tribunales uruguayos es muy importante para todo el Cono Sur, pues es una señal y además un precedente de que en relación a las graves violaciones a los derechos humanos deben los países, dentro de la cooperación establecida entre ellos en materia judicial, extraditar a los involucrados", indicó.
Para Bustos, el operativo de protección en el caso Berríos, en el fondo "es el encubrimiento" de hechos relacionados estrechamente con la ‘Operación Cóndor’. "Se trataba de encubrir y eliminar a un testigo sumamente importante en el caso de Chile sobre la utilización de la tortura y el asesinato de personas con gas sarín y otras armas biológicas, como está quedando claro que ocurrió en el caso del ex presidente Eduardo Frei", añadió.
Militares molestos en Montevideo En tanto, en Montevideo, los centros militares de Uruguay cuestionaron duramente al gobierno de Tabaré Vázquez por permitir la extradición a Chile de los tres militares involucrados en el asesinato de Berríos.
Las críticas a Vázquez y su gabinete político constituyeron uno de los ejes de las proclamas, formuladas en el marco de un acto en memoria de los militares caídos en la lucha contra la guerrilla en los años 60 y 70.
El general retirado y ex jefe de inteligencia durante la dictadura, Iván Paulós, recordó que el propio presidente Vázquez se opuso en su momento a la extradición de tres españoles acusados de pertenecer al grupo terrorista ETA.
Por su parte, el presidente del Centro Militar, general retirado Luis Pires, sostuvo que la resolución de la Corte de extraditar a los militares "además de constituir un nuevo golpe contra la familia militar, concede a Uruguay el dudoso privilegio de sentar un peligroso precedente en la materia". Recordó, asimismo, que "éste, junto a otros hechos, afectan la moral de esta institución fundacional de la patria", agregó.
El Misterio de la Muerte de Frei
Durante la investigación del asesinato en Uruguay del químico de la Dina Eugenio Berríos, se gestó la sospecha de que éste había intervenido en la muerte, en enero de 1982, del ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), que se proyectaba como un líder de la oposición a Pinochet.
Para el abogado Alvaro Varela Walter, la extradición de estos militares uruguayos resulta clave para el cometido, porque aunque lo que le ocurrió al químico Berríos está totalmente esclarecido del punto de vista judicial, ellos pueden aportar información sobre otros casos, como la muerte del ex mandatario demócratacristiano.
Sobre todo, cuando se establezca detalladamente "por qué se hace esta operación de silenciamiento con Berríos y por qué, en definitiva, se le da muerte".
Más cuando otras personas involucradas en otros crímenes también fueron sacadas del país, pero volvieron, se presentaron ante el juez y conocieron antecedentes que sirvieron para aclarar otros casos, como la muerte del sindicalista Tucapel Jiménez, por ejemplo.
Poca colaboración Álvaro Varela recordó que no se ha recibido colaboración, por lo menos en esta línea de la investigación, por parte del Ejército, pero aún así, la situación se está aclarando, a raíz de que se involucró a la inteligencia uruguaya, gestándose "una intensa colaboración entre militares de los dos países". Un escenario, según este profesional, "donde tiene que habérseles explicado la razón por la que había que hacer lo que se hizo con Berríos". O sea, dijo, "aquí estamos tirando de la punta de una cuerda, y ya se asoma la otra punta de la cuerda".
De ahí que, según Varela, si se da la colaboración de los extraditados, van a existir "muchas posibilidades de desenredar una madeja que se armó en torno a las operaciones de los químicos de la Dina y lo sucedido con sus eventuales víctimas". Por ello, también, considera de suma importancia los interrogatorios y otras diligencias que hace en este momento el juez Alejandro Madrid, quien ya dispuso la detención de los militares uruguayos, pero en recintos separados.
¿Vuelta de mano? La apuesta del abogado Alvaro Varela es que, finalmente, los extraditados van a colaborar con la justicia chilena. Y no descarta que en esa colaboración estén, de algún modo, dando una vuelta de mano a sus similares de nuestro país, quienes luego de usarlos como apoyo en la operación Berríos (arroz graneado, se dice en la jerga de los servicios de seguridad) no han hecho mucho para impedir que sean llevados ante el juez Madrid.
En especial cuando lleguen a la conclusión, si es que ya no llegaron, que cuanto más colaboren, más rápido avanzará el proceso en lo que a su situación respecta y ello influya, incluso, en una posible libertad, aunque sea bajo fianza, y en territorio chileno.
"Yo creo que ellos -íntimamentenunca esperaron encontrarse en esta posición, porque en Uruguay tenían relativamente asegurada las condiciones de impunidad", señaló el abogado Varela.
Por lo mismo, según el representante legal de la familia Frei, "la única posibilidad de avanzar en esta investigación era procesándolos acá en Chile y yo, francamente, pensé que iba a ser más difícil el acto de entrega de estos militares por parte de Uruguay".
Prontas Novedades
Álvaro Varela también está seguro que en la investigación por la muerte de Frei, en un corto plazo, se van a producir "novedades muy fuertes", porque todo lo que está sucediendo en estos días va a permitir "profundizar en lo que es una estructura para eliminar personas sin dejar rastros", algo que "ya está bastante determinado".
Tanto, que "hay integrantes de ese estamento que están identificados y sus actividades son conocidas" y, a lo menos, "ya aparecen como autores de otras muertes, no necesariamente la del ex Presidente Eduardo Frei Montalva.
Aseguró el abogado que por esa vía "nos estamos acercando a la verdad", y adelantó que "se trata de profesionales médicos, personas que pertenecieron al área médica" de los organismos de seguridad "y que prestaban servicios al Ejército", indicó a El Sur.
Incluso para este abogado hay otro antecedente que resulta sospechoso: el coronel (r) Germán Barriga, que se suicidó el 17 de enero de 2005, lanzándose del piso 18º de un edificio en Las Condes, pudo haber aportado importantes antecedentes en la investigación que se lleva adelante por la muerte del ex Primer Mandatario, sosteniendo que el ex uniformado se aprestaba a declarar respecto a otros casos que tienen relación con la muerte de Eduardo Frei Montalva.
Plenas garantías El juez Alejandro Madrid, que apeló al Tratado de Extradición vigente entre Uruguay y Chile, que data desde 1897 señaló que los tres uruguayos tendrán "plenas garantías" de un juicio justo y el ministro del Interior, Andrés Zaldívar, recalcó que "los militares uruguayos quedan sometidos a la justicia chilena y será el juez del caso el que adopte el procedimiento a seguir".
Luego de gestiones de militares uruguayos que llegaron al país en los primeros días de abril finalmente el abogado Carlos Portales asumió la tarea de representar y defender a los militares uruguayos extraditados y, ahora, procesados en Chile.
Y éste ya expuso que "ellos son inocentes de los hechos que se les imputan".
óscar parra: payaso, punk y cuequero
Yo salía con el Lautaro a cantar a las góndolas, que se llamaban antes, pa’ comprar dulces y todas esas cuestiones. En góndola he recorrido el barrio Antofagasta completo por la Vega Poniente, de Estación Central pa’ adentro. En esas góndolas cantaba con mi hermano Lautaro. Nos daban un par de chauchas y a comprar dulces, miércale. A comprar unos helados que se llamaban, me acuerdo, los Noveles Mac.
El Circo
Me inicié en el año ’52 y estuve hasta el año ’56 haciendo mi número de folclor y ayudándoles a payasos como el Señor Corales. O sea, yo les hacía el serio, como el clown, y le dejaba la caída del chiste al payaso. Y de ahí les aprendí todas las cuestiones a los payasos. Un día estaba en un circo chico y el cirquito estaba lleno de estudiantes universitarios, que son como tontos pa’ la talla. Y el único tony que había era el hijo del dueño, del empresario -que era un tontorrón grande, me acuerdo. Lo anunciaron y ni señas del payaso. Lo fueron a ver al camarín y estaba curaíto como tagua. El empresario me dice: "Parrita, se tiene que vestir de payaso". Yo no me había pintado de payaso en mi perra vida y a los que son buenos pa’ la talla como yo, les dicen que estarían buenos para tony: naca. Nada, nada, nada. Viera usted la pifiadura que me llevé en mi primera salida. Pa’ la segunda pensé en cómo hacerlo y me acordé de las coplas picantes que tenía y ahí me los gané al tiro. Tallas picantes a todos los estudiantes, mierda.
Después, con Don Francisco hicimos un programa que era un partido de fútbol con puros payasos en el estadio Nacional, y después estuve como un año en un programa que se llamaba ‘Savory Circo’, también pal’ canal 13. Ahí trabajábamos cinco payasos: estaba el Comparsita (ya fallecido), estaba el tony Zapatón, el tony Tonguito, otro más que no me acuerdo y yo. También hacía propaganda para las casas comerciales en la calle y una vez me vio una periodista y me llevó al Sábado Gigante. Don Francisco esa vez me preguntó: "¿Y a usted no le da vergüenza hacer propaganda en la calle?". Y yo le contesté: "¿Y a usted no le da vergüenza traer a artistas sin pagarle?". Saqué el medio aplauso. Si yo tengo muchas historias. Muchas, muchas.
Un año estuve en el Teatro Municipal trabajando. Ahí le bailé la cueca del payaso. Se comprometieron todos, pero fui yo, apenas, con otro. Para que vea.
¿Si me acuerdo de un chiste? "¡Se me perdieron 10 lucas!". "¡Y dónde!", me dice el otro. "¡Allá, en la otra esquina!". "¿Y por qué las busca aquí?"… "Porque acá sí que hay luz".
Vámonos de Parranda
Óscar Parra Sandoval, junto al Colectivo ‘El Parrayaso’, prepara un espectáculo musical en el que se reeditará su obra acerca de las ‘Cuecas payasas’ y las ‘Canciones cómicas’, con la finalidad de rescatar, renovar y transmitir a las nuevas generaciones esta parte de la cultura popular en torno al circo chileno.
Este montaje viene acompañado de la reedición de su LP grabado en 1967, ‘Cuecas para el señor Corales’; un libro biográfico del cantautor conocido como el ‘Payaso Canarito’; la producción de un documental sobre este proyecto y la carrera musical del artista.
El primer apronte de este montaje será hoy, a las 17:30 horas, en la Plaza de Armas de San Bernardo, casi en el cierre del evento denominado ‘Abril, cuecas mil’, en donde se presentará Óscar Parra y su banda de músicos ciberpunk.
30 de abril de 2006
©la nación
mesías jodorowsky en chile
"Debiste haber ido a la conferencia de Matucana 100. Ahora perdiste no más", explica un flaco crespo que está en la cola. "Se quebran, sólo porque tienen las 90 lucas para pagarse el curso", contesta Gloria enrabiada. Todos entran y ella se queda afuera, sentada en el parque. Hasta que de repente aparece caminando su gurú, amable y sonriente, acompañado de los organizadores.
–Ya pues, don Jodorowsky. Déjeme entrar con usted.
Él mueve las manos y la mira con sincera e infinita compasión.
–No puedo hacer nada.
Como una Estrella de Rock
Lunes por la tarde en Matucana 100. "Esto es maravilloso. Ustedes tienen preguntas y yo estoy lleno de respuestas", asegura Alejandro muerto de la risa frente al casi millar de universitarios que se lo toman bien en serio y le aplauden y gritan y anotan sus frases en los cuadernos. Porque el maestro dice cosas como "la felicidad sicológicamente sería estar menos angustiado que el día de ayer. Pero, en verdad, es hacer lo que te gusta, realizar tu sueño. Mi sueño de toda la vida, por ejemplo, era sentarme en una sillita y hablarle al público".
Y así cae bien. Porque, mientras gente como Paulo Coelho realmente se creen mesías enviados a cambiar al mundo (y sus automóviles y mansiones y pareja), Alejandro viene simplemente a contar una historia moldeada por su amistad con Nicanor Parra o sus giras con Marcel Marceau o su teatro Pánico o su ‘Montaña sagrada’ o sus experiencias con chamanes, magos o maestros zen. Al final, dijo, inventó la psicomagia porque Allen Klein –el mismísimo manager de los Rolling Stones y los Beatles en su última etapa– lo estafó con sus películas y necesitaba sobrevivir con lo último que le quedaba: las cartas del tarot.
Shlomit Baytelman fue la primera en entrar. Su padre trabajó en teatro con él y se lo presentó en los ’90. "Conocerlo es un privilegio. Es una persona capaz de sanar y de entregarte toda su experiencia de vida gratuitamente". Un barbón dice que no puede creer estar acá, mientras una señora elegante pide una botellita del vino que se repartirá al final. "Yo soy amiga de Alejandro", dice cuando vuelve a sentarse.
–Miren. Les hablo del libro; si no, el empresario me va a matar y luego ustedes me hacen preguntas.
Entonces, ‘El maestro y las magas’ narra su amistad en México con el monje budista Enzo Takata, quien le enseñó que una mente y un corazón vacío llevaban a un delirio intelectual; una mente vacía y un corazón lleno conducen a la realidad. La segunda parte nos muestra a tres mujeres que cambiaron su vida: la pintora surrealista Leonora Carrington, la masajista doña Magdalena, y Reyna D’Assia, la hija del ocultista Gurdjieff, quien tenía un impresionante talento vaginal. "Podía hacerla vibrar como una avispa", relata como si fuera lo más natural del mundo, ante la risa picarona de la concurrencia. "Uno ya está cansado de escuchar sobre maestros. Las mujeres también merecen un lugar". La gente aplaude a rabiar cuando concluye la presentación con un "el sentido de la vida es vivirla".
Pero el delirio comienza cuando le pasan el micrófono al público. Se pelean la oportunidad de establecer algún diálogo con él. Cada ‘Jodorowskyto’ daría su vida porque él le viera el tarot. El problema es que todos quieren lo mismo y al mismo tiempo.
Una tipa de suéter rosado sube al escenario y le pide que le saque el tarot. Un chico flaco y de lentes le dedica un poema. Está muy nervioso al leerlo: "El sol da energía a los seres/ para vivir y alimentar/ todo es hacia fuera/ por su combustión de gratuidad". El sicomago lo mira y le dice que lo lea nuevamente. Luego, pide que lo aplaudan. La gente engancha y aclama al ‘joven poeta’. "Esto no lo vas a olvidar nunca, ¿eh?", le dice. Cuando baja del escenario, el amigo chascón que está con él lo mira con cara de ‘eres mi héroe’ y lo abraza. Todos levantan la mano. "¿Qué onda con Marilyn Manson? Hazme psicomagia", grita una flaca de lentes. "¿Cómo se lucha contra el ego". "Acá, acá". Alejandro sonríe y dice que es imposible atender a todo el mundo. "Lean ‘La danza de la realidad’, entonces".
El Mar a Bolivia
Martes en la mañana. Hotel Crowne Plaza. Estamos en el seminario ‘El poder de la creatividad’, y Jodorowsky –presentado como ‘el Da Vinci del siglo XXI’–, armado solamente de un micrófono, tiene a los participantes en trance. Así aprovecha de bromear con su nombre –"me dicen Jodo, de joder"–, recalca la importancia histórica de tener una mujer Presidente –"un mensaje para todos ustedes que son de derecha, ¿no? Dejen surgir a Bachelet, porque de ella depende el destino de toda Latinoamérica–, y la necesidad de entregarle mar a Bolivia.
Cuando aceptas entrar a su universo y caes en el trance –"yo no sé qué pasará mañana, porque yo también caeré en trance, no preparé nada ni sé en qué me metí", había dicho ayer–, compruebas que está en permanente evolución. Porque la idea de la salida marítima se fue repitiendo desde la conferencia de prensa del lunes en la mañana en el restaurant Bambú, y evolucionando. Al principio era –para no quitar la frontera con Perú– creando un puente entre Bolivia y el mar. Ahora, era también un túnel. "Así no tenemos un ganador y un perdedor, sino dos ganadores. Le daríamos un ejemplo al mundo", dijo recibiendo el aplauso de gente como Felipe Lamarca, Carlos Cardoen y Héctor Soto, participantes del evento.
Porque Jodorowsky es pop. Porque donde todos ven una pieza negra, él encuentra un gato con cinco patas. Porque en un evento centrado en el poder de la creatividad al servicio del éxito empresarial, un poquito de espíritu hacía falta. Y él, algo sabe del tema. A Matías del Río, el presentador, no le quedó otra que invitar al público a hacer las preguntas en la última parte del encuentro. Todos corren a que les firme sus libros, a escuchar una palabra, a saludarlo. Cuando subieron al escenario Jaime de Aguirre, Cardoen y Coco Legrand, el gurú seguía firmando.
Todos querían escuchar a Jodorowsky. Por eso, todas las preguntas recayeron en él. Alguien le pregunta a De Aguirre por qué no le dan un espacio de 30 minutos en Chilevisión. Él responde, muy orgulloso de su honestidad: "30 minutos es imposible. Pero me comprometo públicamente a hablar del tema con él a la salida". Jodorowsky no dice nada, pero sonríe. Una señora habla sobre el amor de Dios: "Soy una loca, pero de locura divina", dice muy convencida. Pero algo le pasa al autor de ‘El topo’ y les dice a todos: "No soy comunista ni cristiano. Soy simplemente un ser humano que se pregunta qué vamos a hacer con los pobres". Y eleva la voz, tratando de decir que es muy bonito ser creativo en una empresa, pero ¿y la gente que no pudo entrar en este juego?
Luego, todos –equipo de ‘CQC’ incluido– corren al salón donde va a firmar sus libros. ¿Habrán entendido algo?
Sólo Socios
Miércoles en la mañana. Café Literario de Providencia. "Es tan bonito él. Estoy contenta. Conseguí mi objetivo". Gloria pone cara de iluminada y se aleja. El resto de la gente que no pudo pagar espera en la entrada. Desde ahí se ve el movimiento de los organizadores, a Jodorowsky entrando en la sala, el puestito con sus libros y la puerta, que finalmente queda abierta. Adentro, los afortunados ‘Jodorowskytos’ –mucho pelo largo, blusas hippies, mujer adulta mística– le contarán sus problemas: mala suerte en el amor, enfermedad de la piel, un trabajo que no prospera, una suegra de temer. Y él, seguramente, lo hará sentir como la persona más importante del universo y le leerá el tarot o lo invitará a algún acto sicomágico, como cuando aconsejó a una persona a sembrar moneditas de oro porque solamente haciendo eso podría cosechar dinero.
Un par de chicas logran entrar y cuando están a punto de ingresar al taller la organización las saca. Debieron conformarse con ver al maestro de lejos e imaginar qué cosas les estará diciendo a los asistentes. Es que ellas no le prestaron mucha atención al cartel que decía sólo socios. Distinción que ningún acto sicomágico puede soslayar.
Coitus Interruptus
La editorial Random House Mondadori organizó un ordenado encuentro proletario con Alejandro Jodorowsky en el otrora barrio bravo de Matucana, lugar donde el artista iconoclasta vivió parte de su juventud en los tiempos de la gran bohemia.
En el 908 de esa avenida, sus padres eran propietarios de la tienda El Combate, donde según la poeta Stella Díaz Varín, ‘La Colorina’, vendían calzones color calzón.
Hasta ahí, todo santo y bueno.
Durante una comida en casa de Fernán Meza, junto a los escritores José Miguel Varas y Poli Délano, recordábamos la vida cultural en las décadas del ’40 al ’60. Nos aparecía el recuerdo cuando Jodorowsky, junto a Julio Escámez, convivían en un galpón en calle Villavicencio; en el sector llamado ‘el triángulo de las Bermudas’. En el altillo de la estructura pintaba y dormía Julio y ensayaba el grupo de los Mimos de Noisvander. La seriedad de Escámez y la vida estrambótica de Alejandro eran una paradoja que ningún sicólogo de esos tiempos podría explicar.
Cierto día, su padre, de origen judío ucraniano, y Sarah, su madre, llegaron al galpón gritando en su media lengua judía ucraniana española: ¡Alejandro, Alejandro, estamos ‘robinados’…! ¡Se quemó ‘nigocio’, se quemó casa, ¡Estamos ‘robinados’.
–¿Qué pasó? –saltó Alejandro.
–Estamos ‘robinados’ ¡Se quemó casa, se quemó ‘nigocio’!
–¿Todo, papá?
–Sí, hijo…Todo.
Y Alejandro se lamenta: "¿Oh, mis escritos, mis apuntes!".
Así de relajado era el muchacho.
Ahora, en el 2006, Alejandro ha venido a visitar ‘Shile’.
Arrastra su bien ganada fama y las glorias de su acierto. Cientos acudimos a esa cita popular. Allí apareció Jodoroswky, se encaramó en el escenario y comenzó una letanía acerca de la vida, la felicidad, la muerte, la vagina, el tarot, el amor, el pene…
Todo demasiado estructurado para mi gusto, casi mesiánico.
La cosa que hasta ese instante había sido coloquial y casi simpática, se tornó insoportable cuando invitó a Gabriela, según él, su alumna más aventajada, a subir al proscenio. La mujer no pronunció palabra, rió sonsamente y bajó. Luego, Gabriela se hizo cargo de ubicar a las personas que querían dialogar con el gurú. Ahí, la prepotencia de la alumna se hizo infinita y lo echó todo a perder. Lamentablemente, era el inevitable cerco de púas en torno a Jodorowsky. Al cabo de dos horas, caminamos por Matucana abajo rumiando nuestro ‘coitus interruptus’ con el gurú.
29 de abril de 2006
©la nación
da fonseca versus saramago
Se sonrojó cuando su amiga y anfitriona Mónica Echeverría no dudó en halagarla frente al Nobel como una pluma de "cuentos muy refinados". Da Fonseca ya se sentía complacida de que sus libros hubiesen sido regalados a Saramago, a través de Pilar del Río, esposa del autor.
La escritora chilena sentía una gran admiración por Saramago. Sin embargo, dos años más tarde, su opinión cambiaría rotundamente cuando el mismo argumento del libro que le había regalado al escritor coincidía con la última novela del Nobel. Abatida al comienzo y con las energías diezmadas por un cáncer, decidió enviarle una carta al escritor a su casa en Lanzarote: "...por un asunto de principios y dada la gran vulnerabilidad de los derechos intelectuales de los creadores de mi continente, deseo preguntarle a usted cuál fue el origen de estas especiales coincidencias. Como la literatura es pan hecho de muchas harinas quisiera encontrar una explicación a este misterio de las letras y la industria editorial", le requirió de manera conceptuosa.
La Respuesta de Saramago
La escritora María Cristina da Fonseca vivió 15 años en Venezuela. Junto a su familia, hacía largos paseos por Los Andes venezolanos, llenos de pequeños pueblos que mantienen las tradiciones más maravillosas, "como Humocaro, una aldea de no más de dos cuadras donde la gente vende agua de azahar. Ese camino es el mismo de las orquídeas moradas, que allá son vulgares y crecen al borde del camino", recuerda.
"Fue entonces, hace más de 20 años, cuando sucedió la tragedia de Armero en Colombia. Se derritieron las nieves y un pueblo entero quedó bajo el barro... de ahí me vino la idea de la desaparición de la muerte", explica. La autora de ‘Memorias de la arcilla vieja’ decidió escribir sobre la muerte y creó una delirante historia, de no más de 50 páginas, empapada en la tragedia y en una posibilidad sólo concebida por los creyentes: la vida eterna, pero en la tierra.
En noviembre de 2005 y al descubrir las coincidencias entre aquel libro y la última entrega de José Saramago, Da Fonseca decide escribirle una carta al autor portugués con copia identificada a su agente Dr. Ray-Güide Mertin y también a la Fundación Nobel. Cumplía, de esta manera, las múltiples recomendaciones que le habían hecho varios profesores de literatura estadounidenses y latinoamericanos.
"Me sentí avasallada y temí me volviera a suceder", relata. La contacta el director de la Sociedad de Escritores de Noruega, quien la insta a no quedarse callada. "Yo soy abogada y sé que probar un plagio es casi imposible, además muy oneroso. Por eso, finalmente decido escribirle una carta, pero sin pronunciar la palabra plagio", explica.
Con fecha 18 de enero de 2006, Cristina recibe respuesta del Nobel, quien no niega haber recibido el libro pero sí haberlo leído. "No podrá ser esto particularmente ofensivo para la autora, una vez que tengo en mi biblioteca centenares de libros que no he leído y probablemente, nunca leeré", dice el autor. El tono de la respuesta es más contundente cuando niega un posible plagio, cargo que la autora nunca le formula en su misiva pero que él asume al decir: "...Al contrario de lo que piensa la autora de la carta que estoy respondiendo, no soy un plagiario(...) ¿Las coincidencias entre mi libro y el suyo? Bastaría que reflexionara dos minutos, y ni siquiera tanto, para concluir que serían simplemente inevitables", dice el Nobel.
En el párrafo final, sin embargo, Saramago demuestra su total molestia con el asunto. "En cuanto a la denuncia a la Fundación Nobel, me asombra que una persona que aquel día estaba en Villa Grimaldi haya sido capaz de semejante indignidad. ¿Qué resultado espera de esta denuncia? ¿Qué me retiren el Premio?", termina airado.
"Lo que quería era que reconociera la influencia. Nada más-responde la autora-. Pero él no quiere aceptar el asunto... a lo mejor creerá que pretendo dinero y eso no es lo que me mueve. Ahora, si yo no le envío copia de la carta a la Fundación Nobel... ¿me habría contestado?", se pregunta.
La autora chilena le envió otra carta aclarándole que no se trataba de una denuncia, puesto que aquella requiere de "un proceso formal de investigación" y que si lo hizo a varios remitentes fue sólo para asegurarse de que su carta fuera leída. Finalmente, le solicita: "Póngase en mi lugar. Trate de hacerlo para no enfurecerse conmigo. Imagine por un instante cuáles son mi sentimientos respecto de estas inexplicables coincidencias literarias", le solicita.
De Nuevo al Ruedo
Luego de semanas de silencio, Cristina da Fonseca pensó que ya nunca recibiría una respuesta a sus inquietudes. Sin embargo, con fecha 8 de marzo recibe una breve pero contundente carta de Ray-Güde Mertin, editora de Saramago, quien le aclara que está al tanto del intercambio epistolar y le solicita saber "si se ha establecido un contacto directo entre ustedes, (en cuyo caso) no es necesario que nosotros intervengamos", le advierte. "Su nombre me resulta conocido", le confiesa.
A comienzos de abril, recibe respuesta del Nobel. Como en la anterior, el autor comienza con un conceptuoso "Respetable autora", para luego sin preámbulos darle cuenta de una carta de una escritora italiana quien le habría escrito constatando similitudes entre ‘Las intermitencias de la muerte’ y otro de su autoría en términos demasiado amables y hasta ingenuos. Saramago arremete con el tema del plagio: "No tengo nada más que explicarle. Lo que hemos discutido nada tiene que ver con editores, apenas con autores que tuvieron una misma idea y que la trataron lo mejor que sabían o podían", finaliza de manera abrupta.
¿Y los sobres de color morado y orquídeas del mismo color e idéntica función? Es una pregunta que queda flotando en el aire con el desagradable tufillo de una buena verónica con un toro a punto de dar la cornada.
Tanta Coincidencia
Aquí sólo algunas de las coincidencias que detalla en la primera carta que le envía a José Saramago, con fecha 9 de diciembre de 2005:
-Mientras en la portada de ‘Los días felices en que Humocaro quería morir’ aparece una foto en sepia donde un hombre lleva un ramo de orquídeas moradas en sus manos, en ‘Las intermitencias de la muerte’, se luce una mujer de vestido negro con letras moradas desplegando al aire sobres del mismo color.
-En ‘Los días felices...’, fue un cataclismo el que terminó por aislar a un pueblo que renació todo florido de orquídeas moradas, las que además de dar una fragancia envolvente y maravillosa al poblado fueron incluidas en la dieta de sus habitantes. "Pasó largo tiempo y de pronto percibimos que nadie fallecía en Humocaro", reza la primera línea del capítulo tercero. "Al día siguiente no murió nadie", dice la primera línea de la novela del escritor lusitano.
-El inusitado hecho provocó en el libro de Saramago "un debate entre tres especialistas en fenómenos paranormales, a saber, dos brujos reputados y una famosa vidente, convocados a toda prisa para analizar y dar su opinión sobre lo que comenzaba a ser llamado por algunos graciosos, de esos que no respetan nada, la huelga de la muerte" (p.17). En tanto, en "Los días felices...,, "sabios, teólogos, poetas y locos buscaban con desesperación las causas de nuestro nuevo desastre" (p. 21).
-" En mi libro -sigue la misiva de la autora chilena -, ‘la defunción de la muerte ocasionó grandes festejos. Alguien tuvo, incluso, la ocurrencia de desplegar a la entrada del pueblo una pancarta gigantesca. Con orgullo proclamaba: ¡En Humocaro se vive para siempre!, ¡Bienvenidos a la vida eterna!’". Un hecho que en "Las intermitencias..." también fue celebrado."... los pesimistas y los escépticos,(...) se fueron uniendo al mare mágnum de ciudadanos que aprovechaban todas las ocasiones para salir a la calle y proclamar, y gritar, que ahora sí, la vida es bella"(p.29). Igualmente, cuando le muerte vuelve a ejercer su oficio, "tuvo la ocurrencia de celebrar esa felicidad nueva colgando del florido balcón de su comedor, ese que daba a la calle principal, la bandera nacional." (p.143).
- "Los muertos incurables se lamentaban de existir sin término, sabiendo que habían de soportar un perenne sufrimiento" en ‘Los Días Felices...’, en tanto, "...los hogares de la tercera y cuarta edad no querían ni pensar en un futuro de trabajo en que los objetos de sus cuidados no mudarían nunca de cara y de cuerpo", se lee en la pág. 37 de ‘Las intermitencias’.
- En ambas obras existen rogativas por la muerte. En ‘Los Días Felices...’,, "fallecer era un imperativo vital e impostergable y rogábamos a Dios de corazón que nos devolviera la muerte"(p.21). En "Las intermitencias": "Por nuestra parte, iglesia católica, apostólica y romana, organizaremos una campaña nacional de oraciones para rogar a dios que providencie el regreso de la muerte". (p. 47).
- Las consecuencias económicas también están presentes, según se verifica en ‘Las intermitencias’ : "Como era de esperar, las primeras y formales reclamaciones llegaron de las empresas del negocio funerario" (p.31). "Maquilladores de cadáveres y lloronas tuvieron que mudar de oficio. (...) Las carrozas hubieron de alquilarse para paseos a la playa y excursiones campestres", se lee en la página 15 de ‘Los días felices...’
-La presencia del color violeta en ambas obras resulta insólito, cuando en ‘Los días felices...’ es lo que produce el cese de la muerte a través de las orquídeas moradas. En tanto, en ‘Las intermitencias’, es el que lo reestablece a través de cartas de idéntico color. "El sobre se encontraba en la mesa del director general de la televisión... Era de color violeta, luego fuera de los común, y el papel, de tipo gofrado, imitaba la textura del lino"(p.115). En ‘Los días felices...’, fue una bandada de pájaros que "comieron y comieron con hambre desenfrenada hasta no dejar vestigio alguno de semillas, raíces ni orquídeas moradas"(p.47).
30 de abril de 2006
©la nación
peleas de mujeres en el balneario
¿No les preocupa que los lleven detenidos?
No estamos ni ahí porque no estamos molestando a nadie. No somos agresivos, nos tomamos la cerveza y nos vamos a acostar.
23.45 horas y dos muchachas de buen aspecto conversan en la plaza. Tienen 19 y 23 años respectivamente. Hacen hora para ir a un pub cercano, pero se dan tiempo para opinar. "Pero sin fotos", advierten.
¿Hay tanta violencia, alcohol y drogas, como piensa alguna gente?
Entre las 4 y 5 de la mañana se arman las peleas. Se agarran entre ellos mismos y luego pelean entre grupos.
¿Pelean a patadas, puñetazos...?
Quiebran las botellas donde estaban tomando y se tratan de cortar.
¿Eso se ve toda la semana?
Los fines de semana se ve mucha violencia. Ahora la moda son las peleas de mujeres. Cuando se curan da vergüenza ajena ver cómo se agarran de las mechas o se tiran combos y patadas.
¿Pelean aquí en la plaza?
En la plaza, en la calle, en los pub, donde se les ocurre. Claro que hay un pub donde siempre comienzan a dar espectáculo como a las cuatro o cinco de la madrugada.
¿Hay poca vigilancia policial a esa hora?
No. Siempre rondan las patrullas, pero burlar a los pacos es fácil cuando una quiere.
¿Qué tipos de jóvenes son lo que arman las peleas?
Los flaites.
¿Son gente de pocos recursos económicos?
No creemos que la violencia sea culpa de la pobreza o de la poca vigilancia de los papás. Yo veo poco a mis padres, pero no soy agresiva. No tiene nada que ver. Los tipos son malos porque quieren y no hay que culpar a los padres.
¿Algo les debe pasar para que sean tan violentos como dicen?
Descargan sus trancas y odios seguramente, pero son todos grandes y saben perfectamente lo que hacen.
¿Piensan que sus padres no son responsables de la formación de ellos?
No tienen culpa porque uno sabe lo que es bueno y lo que es malo. Hasta los niños saben que no es bonito pelear, tomarse del pelo o estar tirada en el suelo muerta de curada.
Violencia Generalizada
Aunque por momentos da la impresión que la violencia es generalizada en toda la ciudad y que la vida nocturna se ha convertido en un peligro, hay personas que piensan que la agresividad está focalizada.
La dueña del café Sexy Yovi, de Barrancas, Yohana San Martín, afirma que los episodios de violencia que se viven en Llo Lleo, no se pueden generalizar en todos los sectores de la ciudad.
"No creo que exista tanta violencia. Al menos en nuestro local nunca hemos tenido problemas graves de ese tipo", afirmó.
¿Qué hace cuando un cliente se pone violento o se sobrepasa con las niñas que atienden?
Uso la sicología. Trato de calmarlo, de acercarme y escuchar lo que quiere. Siempre me ha resultado. Y las niñas se defienden muy bien solas.
¿Nunca se le ha escapado una situación de las manos?
Es que no hay tanta violencia en este sector. Además mis hermanos, primos y sobrinos siempre están preocupados de lo que pasa. Nunca estamos solas.
¿Ha notado cambios conductuales en la bohemia tras la muerte de Zapata?
Quizá en los más adultos, pero los jóvenes siguen saliendo igual. Aquí viene gente igual que siempre.
¿No teme que le pueda ocurrir algo parecido a lo de Zapata?
Puede ocurrirle a cualquiera. Nadie está libre.
[28 de abril de 2006]
©líder de san antonio
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