general violó a criada y otros artículos
El comando y paracaidista Parera Silva asumió en 1976 la jefatura del Departamento Exterior de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), encargada de perseguir a los opositores de la dictadura en el extranjero, y en la actualidad está procesado por el homicidio y secuestro de siete comandos del Regimiento Peldehue, caso conocido como Boinas Negras, asesinados por sus camaradas de armas, acusados de tener vínculos con la izquierda.
En 1980, en su calidad de juez militar de Santiago, aplicó la Ley de Amnistía en 70 casos de detenidos desaparecidos, sin detenerse en la prolijidad de una investigación de tal envergadura.
Además, el general (R) es tristemente recordado por el desaire hecho al ex Presidente Patricio Aylwin, cuando declinó a pedirle la venia para iniciar la primera parada militar en democracia, el 19 de septiembre de 1990).
Violación y Abuso Sexual
Luego de una extensa audiencia de formalización de cargos, y pese al currículum delictual del imputado -que hace inviable la alegación de una irreprochable conducta anterior- y a la gravedad de la pena asignada a los delitos, el juez de Garantía de La Serena, Carlos Jorquera, rehusó dejar en prisión preventiva al ex general y en su reemplazo tampoco ordenó medidas cautelares.
Según expuso el fiscal experto en delitos sexuales, Adrián Vega, Parera intentó en tres oportunidades abusar de su empleada, desde que ésta llegó a trabajar a su domicilio el 1 de julio de 2004. Sin embargo, su intención no se concretó hasta el 31 de ese mes, cuando encañonándola en la cabeza con su pistola, la violó en la habitación de servicio que compartía con su hija, con quien también abusó.
Temerosa y consciente de sus necesidades de trabajo, la joven no se atrevió a denunciar al ex uniformado, hasta que una casualidad desbordó en ella un profundo estado de shock.
"En septiembre de 2004, la víctima fue a un supermercado con su hija, quien distraída se extravió. Con el fin de auxiliarla, concurrió personal de Carabineros, y al ver las armas que portaban los policías, la mujer desató un inusual ataque de nervios", dijo el fiscal.
Si bien la menor apareció y se encontraba en perfectas condiciones, Alejandra Quispe no logró calmarse, situación que alertó a Carabineros, por lo que fue atendida por un sicólogo.
Así, los especialistas determinaron que las armas de los efectivos le recordaron la agresión sufrida, diagnóstico que permitió que el 13 de septiembre Quispe denunciara el hecho y determinó su permanencia por 15 días en el siquiátrico de Putaendo, debido al severo daño causado.
La Coartada
Decidido a desentrañar el caso, el fiscal Vega reunió un cúmulo de antecedentes en contra de Parera. Sin embargo, el ex uniformado presentó una coartada en la que aseguraba con falsos testigos que al momento del hecho denunciado, él no se encontraba en La Serena, hecho que fue desmentido por el Ministerio Público luego de indagar su flujo de llamadas telefónicas.
Así, el ex juez militar de Santiago anotó un nuevo ítem en su hoja de vida, esta vez por delitos sexuales, investigación que se extenderá durante dos meses.
El Día Que Parera Saludó, Miró a Pinochet y Se Retiró en Silencio
Si bien en los minutos previos a la Parada Militar del 19 de septiembre de 1990, la idea de sacar de su cargo al responsable del evento, brigadier general Carlos Parera, reunía argumentos de sustento, por los abucheos contra el presidente Patricio Aylwin, su esposa y ministros, lo peor aún no había llegado. Parera bajó del jeep con su tenida, caminó hacia el presidente, pero en lugar de solicitarle autorización para dar inicio al desfile, levantó la espada, miró al entonces comandante en jefe del Ejército y ex dictador, Augusto Pinochet, y en silencio se dio media vuelta, haciendo un abierto desaire a Aylwin. Luego de este incidente, el general intentó ser ascendido por Pinochet, a lo que el gobierno se rehusó tajantemente y fue enviado a Sudáfrica como su última huesera militar.
23 de junio de 2006
©la nación
coronel condenado por asesinato
Luego de una ‘selección' de los obreros, éstos fueron asesinados dentro de la fábrica por funcionarios del Ejército el 23 de septiembre de 1973, y sus cuerpos arrojados a la calle, desde donde llegaron al Servicio Médico Legal.
La abogada querellante Alejandra Arriaza dijo que apelará de la sentencia puesto que, a su juicio, el juez debió condenar a Ovalle como autor "porque en esa calidad lo procesó" y porque "no se puede condenar a alguien a cinco años por tres homicidios". De todas formas, Zepeda no aplicó la amnistía y consideró los delitos "de lesa humanidad".
La sentencia reconstruyó lo sucedido en la industria textil intervenida y en manos de los trabajadores. En los días posteriores al golpe, el Ejército diseñó operativos contra centros laborales considerados "conflictivos y extremistas".
Aparece Cortés Villa
Si bien a cargo de la gerencia de la fábrica se nombró al entonces general (R) Pedro Hepp Dubiau y González, como encargados de seleccionar a los obreros entre "buenos" y "extremistas" fueron designados los oficiales Ovalle, entonces teniente; Luis Cortés Villa, entonces capitán y hoy general (R) y presidente de la llamada Fundación Augusto Pinochet; y el entonces mayor de Ejército (R) Pedro Diet Lobos.
La sentencia aporta estas dos ‘sorpresas', la de Cortés Villa y la de Diet Lobos, quien fue uno de los financistas de la DINA a través de la sociedad de pantalla ‘Pedro Diet Lobos' de la que fueron accionistas los más connotados agentes de la DINA, como Carlos Parera, contra quien se formalizó ayer investigación por el delito de violación.
La sentencia relata que Ovalle se paseaba con un megáfono nombrando a los obreros que debían formar "a la izquierda" o "a la derecha" suya. Las listas de "buenos" y "malos", le fueron proporcionadas según el mismo Ovalle por Cortés Villa. Además, la sentencia establece que ayudaron a Ovalle en la selección los civiles Sergio Uribe, Adriana Valdés Illufi, Gabriel Zurita, Tomás Domínguez y Benito Galindo. De acuerdo a la sentencia, como ‘sapo' se quedó en el control de seguridad de la empresa ayudando a Ovalle el civil Miguel Sandoval Briones.
Los cadáveres de las tres víctimas fueron sepultados clandestinamente en un mismo cajón "rústico, sin tapa y tapados con tierra" en el Patio 29 del Cementerio General. Ofelia Villarroel fue exhumada el mismo año 1973 por su familia con autorización militar, cremada y llevada al Cementerio de Nogales. Los otros dos cuerpos se hallaron recién después de 1990, cuando se exhumaron 126 cuerpos del Patio 29.
23 de junio de 2006
©la nación
discursos antipoéticos de parra
No era lo que los mexicanos esperaban, desde luego; pero no dejaron de celebrar las ocurrencias de Parra. En su discurso cruzó a Hamlet con Don Quijote, Fukuyama y el Chapulín Colorado: "Chanfle, no contaban con mi astucia".
"Eso le gustó mucho a los mexicanos", recuerda hoy Nicanor Parra desde su casa en Las Cruces.
El texto, titulado Mai Mai Peñi (Hola, Hermano, en mapudungun), era también un homenaje a Juan Rulfo y es recogido en el libro ‘Discursos de sobremesa', recién publicado por el sello de la Universidad Diego Portales.
El volumen contiene cinco textos, cinco discursos de sobremesa, como los llama Parra, que son otra forma de la antipoesía: arengas en verso, al estilo de los oradores pueblerinos, pero sin solemnidades. En ellos, Parra se ríe de sí mismo y, desde la ironía, hace una crítica política y social.
El debut de los discursos de sobremesa fue en México, por el Premio Juan Rulfo, por el que compitió con el nicaragüense Ernesto Cardenal.
"Cardenal era el favorito", recuerda Parra. "Acababa de publicar ‘Canto Cósmico', dedicado a México", agrega.
Nicanor, en cambio, llevaba seis años sin publicar. Eso parecía jugar en su contras, además que el vate nicaragüense -según cuentan testigos de la época- hacía un fuerte lobby. Pero no era el único rival: Octavio Paz, el hombre más influyente de la cultura mexicana-, defendía a Gonzalo Rojas.
Así, cuando el jurado dio a conocer su fallo, hubo algunos que no quedaron contentos y criticaron al ganador por la escasez de su obra y su silencio editorial. Con ironía, Nicanor respondió: "Este fue un premio por quedarme callado".
Perdone Señor Parra
"Se consideraba a Cardenal o a Juan José Arreolo más merecedores -recuerda Jaime Quezada-, pero el jurado sostuvo que la obra de Parra cambia la poesía latinoamericana".
A la casa del poeta llegaron periodistas, amigos y familiares, entre ellos el payaso Canarito -Óscar Parra, el menor del clan- quien le propuso negocios para multiplicar el dinero del premio: fundar un circo o comprar una micro. Pero Nicanor pensaba en otra cosa: el discurso que leería en México.
"Hay una idea que me parece básica. Esto se podría llamar la Lección de Rulfo. Lo que hace Rulfo no es una invitación al vals, sino una invitación a los mariachis. O sea, no más subterfugios. Asumamos nuestra precariedad agropecuaria", decía el antipoeta.
Nicanor Parra arribó a Guadalajara acompañado de sus hijos Colombina y Juan de Dios, los poetas Erwin Díaz y Federico Schopf. Y Cardenal, el derrotado, también asistió con su tropa.
"Cardenal llegó al estilo guerrillero", recuerda Schopt. "Con una corte de escritores jóvenes, que se movían en la feria como guerrilleros. Era como un Jesús con sus doce discípulos".
Cardenal se sentía el vencedor moral, pero Para evitó el enfrentamiento. Y sorprendió a todos con su discurso, que fue seguido en primera fila por el vate nicaragüense: "PERDONE SEÑOR PARRA /Si admira tanto a Rulfo / ¿Por qué no se escriba una novela? // Porque como su nombre lo indica / La novela no-ve-la realidad / Salvo que sea Rulfo quien la escriba", leyó el antipoeta.
Una ovación coronó su discurso. "Cuando salimos con las autoridades, íbamos caminando por el pasillo de la sala, todo el público de pie y de repente alguien se me cuelga del pescuezo. Y era el chico Cardenal. Me dijo: ‘Tú, Nicanor, siempre con tus locuras... tan lúcidas'", cuenta.
El antipoeta le devolvió el juego. Jaime Quezada relata que "cuando se encontraron, Nicanor le dijo este premio es para ti".
El autor de ‘Poemas y antipoemas' lo había conseguido: su nueva criatura, el discurso de sobremesa, causó sensación. Y ahora la presenta en un libro que antecede la aparición de sus ‘Obras completas' (sobre las que compuso un artefacto), en un año que sin duda estará marcado por Parra. "Hay que llegar a los 92 para que a uno le den bola", bromea el antipoeta.
Discurso a Neruda y el Fúnebre
Las primeras arengas del antipoeta son de 1962. Nicanor Parra hizo debutar sus discursos de sobremesa en 1991, pero el origen es antiguo. "Antes de todo, hay que acordarse del ‘Discurso fúnebre'", dice el antipoeta desde Las Cruces. "Eso está en ‘Versos de salón', parece. De ahí vienen los ‘Discursos de sobremesa'", recuerda.
"En resumen, señores y señoras, / Sólo yo me conduelo de los muertos. / Yo me olvido del arte y de la ciencia / Por visitar sus chozas miserables. / Sólo yo, con la punta de mi lápiz, / Hago sonar el mármol de las tumbas. / Pongo las calaveras en su sitio. / Los pequeños ratones me sonríen. / Porque soy amigo de los muertos. / Estoy viejo, no sé lo que me pasa. / ¿Por qué sueño clavado en una cruz?", escribe en ‘Discurso fúnebre'.
Para Jaime Quezada, coautor con el antipoeta de ‘Nicanor Parra tiene la palabra' , es el discurso a Neruda, de 1962, la raíz de estas oratorias antipoéticas. Se trata de un texto elaborado con motivo de la incorporación de Pablo Neruda como miembro de honor de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile.
"Hay dos maneras de refutar a Neruda: no leyéndolo o leyéndolo de mala fe", afirmó entonces Nicanor Parra. "Yo he practicado ambas, pero ninguna me dio resultado". El texto de Nicanor y la respuesta de Neruda fueron publicados en un ensayo de la académica norteamericana Marlene Gottlieb, titulado ‘Parra y Neruda'. ¿Cuál es la conclusión del estudio? "Me pondría colorado si lo digo", afirma.
"El afán de hablar en público está también en ‘Poemas y antipoemas', en ‘Sermones y prédicas del Cristo de Elqui' y en ‘Hojas de Parra', en su texto ‘Cómo triunfar en la carrera eclesiástica'", subraya Jaime Quezada.
Huidobro y FONASA
Otros discursos del antipoeta. ‘Discursos de sobremesa' incluye otros cuatro textos: ‘Happy Birthday', que leyó en 1993 en el Congreso del Teatro de las Naciones; ‘Also Sprach Altazor', de 1993, para el centenario de Vicente Huidobro; ‘Discurso del Bío-Bío', de 1996, cuando fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Concepción, y ‘Aunque no vengo preparrado', de 1997, con motivo del premio Luis Oyarzún de la Universidad Austral.
"Los discursos son una nueva etapa de su trabajo", destaca Federico Schopf. "Están fundados en lugares comunes, pero recontextualizados por Parra, lo que abre abismos de significados, contenidos no advertidos. Y tienen una relación irónica con quien los pronuncia, la egolatría del orador queda relativizada por la parodia", agrega.
En su discurso homenaje a Huidobro, por ejemplo, se lee: "Una vez le enrostraron / Que su abuelo el Marqués de Casa Real /Se había hecho rico durante la Colonia /Comerciando con esclavos // Prefiero descender de mi abuelo / Que trajo esclavos replicó / A descender como ustedes / De los esclavos que trajo mi abuelo".
El discurso también es ocasión para la crítica, como el que leyó en la Universidad de Concepción: "BUENO / Ahora que soy Doctor / Dejad que los clientes vengan a mí / Perdón / Dejad que los pacientes vengan a mí / Siempre & cuando no sean de FONASA".
23 de junio de 2006
©la tercera
consejo de estado rechaza amnistías
La resolución dictada hace unas semanas, con la que el magistrado recalificó delitos y sobreseyó en primera instancia en el episodio Arica del caso de la Caravana de la Muerte, alertó al organismo y a las entidades defensoras de los derechos humanos, debido al precedente que dicha decisión puede causar en el resto de las causas similares.
Altas fuentes del CDE confidenciaron a La Nación que los consejeros coincidieron en que el delito de homicidio calificado, que se aplica a los prisioneros políticos que fueron ejecutados entre 1973 hasta 1978, no puede ser amnistiado ni menos prescrito.
Según este criterio, el CDE considera que no obstante la nueva calificación, este tipo de ilícito es análogo al de la desaparición forzosa (llamado en Chile secuestro permanente) que establecen tratados internacionales.
En todo caso, las fuentes consultadas aclaran que si bien se puede entender como la fijación de un criterio general extensible al resto de los casos, durante la reunión del CDE este martes "sólo se trataron los antecedentes relativos a las causas que instruye el ministro Víctor Montiglio".
Por ello hablan de que "se establecieron los argumentos con que el CDE va a sostener ante la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago el recurso de apelación que impugnó la decisión de Montiglio".
Por tradición y metodología de trabajo, el organismo que defiende los intereses del fisco analiza caso a caso las apelaciones importantes. Pero todos coinciden en que esta decisión sienta un precedente que debiera repetirse en procesos similares, sobre todo en aquellos donde existen procesados por secuestro permanente o donde se investiga el destino de los detenidos desaparecidos.
Polémica
Lo que hará el CDE será impugnar en forma tajante el fallo con que Víctor Montiglio aplicó la Ley de Amnistía, el pasado 13 de abril, al general (R) Odlanier Mena Salinas, al suboficial (R) Luis Carrera Bravo y al suboficial mayor (R) René Bravo Llanos, quienes aparecen como los autores de los homicidios de los militantes del Partido Socialista Óscar Ripoll Codoceo, Julio Valenzuela Bastías y de Manuel Donoso Dañobeitía, ocurridos el 20 de octubre de 1973, en la cuesta Chaca, I Región.
En el mismo proceso, Montiglio absolvió "por falta de participación en los hechos investigados" al general (R) del Ejército Sergio Arellano Stark, jefe de esta comitiva militar.
Incluso, este juez, en marzo, sentó otro precedente: modificó en otros episodios de la Caravana de la Muerte con casos de detenidos desaparecidos -calificados como secuestro permanente- los autos de procesamientos y los recaratuló como homicidios, aun cuando los cuerpos no habían sido encontrados con el objeto de aplicar la amnistía.
Origen
Esta sentencia de primera instancia dictada por Montiglio tiene un hecho anterior que reveló cómo sería el criterio del magistrado, ya que el pasado 17 de marzo modificó los procesamientos en al menos tres episodios de la Caravana de la Muerte, y reemplazó el secuestro por homicidio calificado, abriendo la posibilidad a la prescripción del delito, argumento que siempre ha sostenido la defensa de los ex uniformados.
21 de junio de 2006
©la nación
reabren casos de derechos humanos
En el primero de los casos, la Tercera Sala del tribunal de alzada capitalino ordenó devolver al estado de sumario la indagatoria por el homicidio del asesor jurídico y militante del Partido Socialista Guillermo Osvaldo Vallejo Ferdinand, quien fue detenido en septiembre de 1973 por efectivos de Carabineros.
Su cadáver fue encontrado en el Servicio Médico Legal, donde se acreditó que su deceso se debió a 14 impactos de bala en distintas partes del cuerpo.
Asimismo, la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, reabrió el proceso por los homicidios cometidos por agentes del Estado en la Octava Región.
En hechos indagados en el llamado caso Endesa, se revocó la decisión del ministro en visita Jorge Zepeda, quien dispuso su sobreseimiento por estar agotadas las pesquisas. Al contrario, ahora se le ordenó continuar con las diligencias tendientes a esclarecer la denuncia que se remonta a septiembre de 1973, tras el golpe militar.
Se trata de obreros y empleados de la Central hidroeléctrica "El Toro" de Endesa que fueron arrestados en la zona de Los Ángeles por efectivos de Carabineros: Juan Miguel Yáñez Franco, Mario Omar Belmar Soto, César Augusto Flores Baeza, los hermanos Juan Eladio y Víctor Adolfo Ulloa Pino.
También la Segunda Sala ordenó al ministro en visita Joaquín Billard reabrir la causa por el secuestro de los ciudadanos uruguayos Alberto Fontela Alonso y Juan Cendan Almada, quienes fueron detenidos por agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y llevados al Regimiento de Tejas Verdes de San Antonio, donde se pierde su rastro.
Paralelamente se decretó también la reapertura de la investigación por los crímenes de Oscar Polanco Valenzuela, militante del PS, y de Hugo Riveros, pintor e integrante del aparato de apoyo de la estructura urbana del MIR, quienes fueron abatidos el 8 de julio de l98l.
En ambos casos un comando denominado ‘Gamma' se atribuyó las muertes, indicando que habían actuado en represalia por la muerte de un agente de la disuelta CNI, ocurrida días antes en San Miguel.
Durante la presente jornada se conoció que la Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago desestimó sobreseer definitivamente la causa por el homicidio de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR).
El tribunal de alzada capitalino dejó de esta forma en estado de sumario la investigación por estos crímenes perpetrados el 29 de marzo de 1985 en el sector de Villa Francia, comuna de Estación Central. Como consecuencia de estos hechos se instauró el ‘Día del Joven Combatiente'.
En el dictamen se establece que en el curso de las pesquisas no agotaron las indagatorias, y que como tal, el juicio no se encuentra en su fase definitoria para adoptar tal medida.
En este fallo se pronunciaron los ministros Juan González y Omar Astudillo, y el abogado integrante Patricio González.
El abogado Mauricio Unda, defensor de los carabineros en retiro Alex Ambler, Luis Crespo, Francisco Toledo, Marcelo Muñoz y Jorge Marín, había solicitado al tribunal cerrar el caso por prescripción o por cosa juzgada.
20 de junio de 2006
©la tercera
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millaray chihuailaf -