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el otro atentado contra pinochet


[Cristóbal Peña y Juan Pablo Salaberry] Este 11 de agosto se cumplen 20 años de la incautación de armas de Carrizal Bajo. Castro, el arsenal cubano y el plan original para matar a Pinochet.
A dos décadas de la mayor incautación de armamento en la historia del país, el presidente del Partido Comunista chileno, Guillermo Teillier, entrega detalles inéditos del papel jugado por Fidel Castro en la operación. La incautación del material de guerra fue anunciada el 11 de agosto de 1986 y obligó a desechar el plan original de Operación Siglo 20, consistente en un atentado explosivo frente al autódromo de Las Vizcachas, y optar por la emboscada en el Cajón del Maipo.
El anuncio del lunes 11 de agosto de 1986 fue sonoro y teatral, a la medida de la envergadura y transcendencia de los hechos. En los patios del cuartel República de la CNI, con el general Augusto Pinochet y varios de sus colaboradores rondando, el gobierno de la época exhibió ante la prensa el hallazgo del mayor arsenal de armas y explosivos internados ilegalmente al país. Esa partida -conformada por 348 fusiles M-16, más de mil kilos de explosivos TNT y T-4 y varios otros pertrechos militares- sería una fracción menor de los arsenales de Carrizal Bajo que caerían en los siguientes días.
A principios de septiembre, la cifra ascendía a 50 toneladas, cantidad todavía menor del total internado , que el régimen adjudicó a la acción de "agentes instigadores internacionales" dirigidos por el Partido Comunista chileno.
El próximo viernes se cumplen 20 años, y aunque para nadie es un misterio que el PC estuvo tras esa operación y contó con la colaboración de Cuba, por primera vez la colectividad lo reconoce oficialmente. En entrevista con La Tercera, el presidente del partido, y ex encargado de la comisión militar del partido, Guillermo Teillier, entrega detalles inéditos del apoyo que Fidel Castro brindó personalmente a la operación, tras una serie de reuniones realizadas desde 1984 en La Habana.
"Primero fuimos a explicar al Partido Comunista cubano que queríamos desarrollar una lucha más frontal, que queríamos terminar ya con la dictadura. Fuimos explicando lo que queríamos, cómo pensábamos hacerlo, dijimos las cosas que habíamos hecho y que teníamos preparadas, y en una de esas reuniones nos recibió Fidel, nos escuchó, y nos quedó de dar una respuesta".
Como encargado internacional del partido, desde 1980 fue un viajero frecuente a la isla, a intervalos de un promedio de dos visitas al año, aunque las más decisivas ocurrieron a mediados de la década, una vez que la colectividad definió a 1986 como el Año Decisivo para la caída del régimen de Pinochet.

Triunfo Diplomático
Los encuentros con Fidel Castro se celebraban en la sede de gobierno o en casas de protocolo "a las horas más disímiles". "Era muy exigente estar con él. Tenía muchas fuentes en Chile para conocer la realidad del país, entonces yo tenía que estar muy preparado, no iba a hablar generalidades tampoco, a él le interesaban los detalles. [...] Conversamos mucho sobre cómo era la vida de la gente acá, de los detenidos desaparecidos, y siempre estuvo dispuesto a colaborar con nuestra lucha. Él tuvo esa determinación, aunque siempre fue también respetuoso de las determinaciones nuestras".
Teillier afirma que la operación de Carrizal Bajo fue fruto de un "triunfo diplomático" en el que participaron otros países, y que incluso, "cuando hablamos con Fidel específicamente del tema de las armas, él primero nos desalentó. Porque, claro, se interesó de cómo iban los apagones, las barricadas, todas esas cosas que lo entusiasmaron. Pero tenía otras experiencias, como fue lo del Che Guevara en Bolivia, que lo hacían ser cauteloso".
La fecha exacta del sí no quedó en la memoria del dirigente chileno. "Pudo haber sido a comienzos de 1985, estima, en una de esas tantas reuniones en casas de protocolo o la sede de gobierno, cuando el gobernante "nos dijo bueno, que estaba dispuesto a ayudar en todo, pero que también había riesgos internacionales, porque Cuba enfrentaba una situación muy compleja. Él arriesgaba mucho".

Intercepciones Radiales
El mayor riesgo de la operación, aparte del suministro de armas, estuvo en el traslado. El gobierno cubano encomendó a uno de sus oficiales más destacados, el general Alejandro Ronda Marrero, para entonces jefe de las tropas especiales del ministerio del Interior, la internación por vía marítima de dos partidas de armamentos.
El día elegido para el ingreso de la primera estaba programado para la noche del 1 de enero de 1986, pero "por errores humanos" que el presidente del PC chileno no detalla, la operación se postergó hasta mayo de ese año. Ese período sirvió para volver a discutir el modo en que ingresarían las armas. Teillier defendió la idea de usar dos puertas de ingreso, por costas del norte y sur del país, "pero se impuso una decisión de la mayoría de los actores que decidieron hacerlo por el mismo lugar". Esa segunda entrega, realizad a mediados de año, sería decisiva en la debacle del plan.
Descontando los "errores humanos" cometidos por los equipos responsables de la recepción y distribución de los cargamentos, el dirigente comunista sostiene que las transmisiones radiales detectadas por servicios de inteligencia de Estados Unidos fueron esenciales en el hallazgo. "Los norteamericanos le advirtieron al gobierno de Chile de algunas actividades extrañas. Efectivamente había transmisiones radiales de nosotros con el exterior, que nunca lograron descifrar. Sabían que había una actividad, pero no de qué se trataba realmente. No se imaginaron la envergadura".

Modelo ETA
El hallazgo de los arsenales significó un duro golpe para el partido: ni más ni menos que el comienzo del fin de su política de Rebelión Popular de Masas, lanzada seis años atrás, que validaba todas las formas de lucha. Decenas de sus cuadros fueron detenidos y el aislamiento por parte de las otras fuerzas políticas opositoras fue inmediato. Pero hay también otro efecto indirecto que hasta ahora no había sido revelado. La noticia del 11 obligó a cambiar profundamente el plan original para matar a Pinochet, consistente en un atentado con explosivo, reemplazándolo por la emboscada de aniquilamiento, con fusileros, que tuvo lugar en el Cajón del Maipo.
El diseño original de la Operación Siglo 20 estuvo inspirado en el atentado explosivo al presidente del gobierno de España, Luis Carrero Blanco, cometido en 1973 por ETA. En diciembre de ese año el grupo separatista vasco hizo estallar cien kilos de explosivos dispuestos en un túnel bajo la calzada de una céntrica calle de Madrid, justo cuando Carrero Blanco pasaba por allí. El auto voló más de 20 metros y el dirigente murió en el lugar.
Atendiendo a las rutinarias visitas de Pinochet a su casa de El Melocotón, que frecuentemente usaba la carretera G-25 que une Santiago con el Cajón del Maipo, el mismo modelo se replicó en una amasandería de Las Vizcachas, frente al autódromo del mismo nombre, que fue arrendada a mediados de junio.
En el patio de ese local, con fachada de venta de empanadas y pan amasado, se construyó un túnel de 18 metros de largo que llegaba hasta el centro de la carretera. En ese lugar instalarían los explosivos para ser detonados al paso de la comitiva.
Aunque Guillermo Teillier sostiene que este plan fue abortado a última hora por la probabilidad de que en la acción "muriera gente inocente", diversas fuentes que conocieron de cerca ambos planes contradicen la versión. Estas coinciden en que "en los arsenales de Carrizal Bajo venía gran parte del explosivo, particularmente el TNT, que se instalaría bajo el túnel".
Los informes entregados por el gobierno de la época señalan que entre el material incautado se contaban 1.203 kilos de TNT o Trotyl, un explosivo de alto poder, de fácil manipulación y que se activa únicamente mediante un detonador.
En el libro ‘Operación Siglo XX' (1990), de Patricia Verdugo y Carmen Hertz, se postula que el plan de la amasandería fue desechado por un error de cálculo. "El estudio final de esa operación determinó que la velocidad de los vehículos era muy alta, sólo fracciones de segundos sobre el túnel, lo que impedía asegurar que cayeran los dos o tres autos claves de la comitiva y así asegurar la eliminación de Pinochet".
Si bien la explicación, adjudicada a un "alto vocero del FPMR" resulta plausible, no se explica que en una operación de esa envergadura, que llevó tres meses de trabajo subterráneo, haya sido desestimada a última hora, una vez que el túnel listo para ser usado, cuando era sabido que la comitiva de Pinochet estaba siempre formada por varios vehículos idénticos.
La fecha en que el atentado explosivo fue descartado, en reemplazo de la emboscada, coincide con el hallazgo de los arsenales. En el proceso judicial del caso se consigna que la primera gestión realizada por César Bunster para arrendar la casa en el poblado de La Obra, situada cinco kilómetros más arriba de la panadería de Las Vizcachas, y donde se acuarteló el comando del FPMR, ocurrió el 18 de agosto. Exactamente una semana después de que el régimen, con la imagen de Pinochet paseando por el cuartel República de la CNI, anunciara el hallazgo de Carrizal.

6 de agosto de 2006
©la tercera
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1 comentario

liza -

hola me parecio muy bueno el documento pero en realidad queria saber si este juan pablo salaberry es el mismo que estudio en el colegio alberto perez hasta el 89?.