china encarcela a periodista
[Chris Buckley] Investigador del New York Times encarcelado tras ser acusado de estafa.
Pekín, China. Un tribunal de Pekín desechó los cargos de que un investigador chino del New York Times había filtrado ilegalmente secretos de estado, pero lo sentenció a tres años por estafa, poniendo fin a semanas de enfrentamientos sobre los derechos legales de los ciudadanos.
Zhao Yan, 44, fue acusado a contar al diario estadounidense detalles sobre la rivalidad entre el presidente chino Hu Jintao y su predecesor, Jiang Zemin, sobre nombramientos militares en 2004.
El diario informó en septiembre de ese año que era probable que Jiang dejase de ser el jefe militar de China, entregando la única función que le quedaba a Hu -un pronóstico que se convirtió en realidad.
Pero el viernes, en un giro inesperado, el tribunal dijo que no había "pruebas suficientes" del cargo de filtrar secretos de estado, que convirtieron a Zhao en pivote de la presión de Estados Unidos pidiendo a China que respetara los derechos humanos.
"Mantenemos que Zhao Yan es inocente, pero me sorprendió. Él también parecía sorprendido", dijo el abogado de la defensa, Guan Anping.
Sin embargo, el tribunal declaró a Zhao culpable de estafa, diciendo que en 2001 recibió 20 mil yuan (dos mil quinientos dólares) de un funcionario de su pueblo natal por la promesa incumplida de ayudarle a evitar la ‘reeducación laboral' -una forma de cárcel.
Si Zhao hubiese sido condenado por el cargo mucho más grave de filtración de secretos de estado, habría sido condenado a diez o más años en una cárcel de alta seguridad, dijo Guan.
"El caso quedará como un raro ejemplo en que se permite que un tribunal chino dicte una sentencia absolutoria en una acusación extremadamente sensible", escribió Jerome Cohen, experto estadounidense en derecho chino que asesoró al New York Times en el caso, en un e-mail a Reuters.
Los abogados de Zhao dijeron que ahora tiene diez días para decidir si recurrir la sentencia. Dado los dos años que ya ha cumplido en detención, la sentencia lo mantendrá en la cárcel hasta septiembre de 2007. Guan dijo que parecía que no había un procedimiento que permitiera a las autoridades volver a formular la acusación en torno a los secretos de estado.
Zhao porfía en que es inocente del cargo de estafa y dijo que era probable que apele, dijo su hermana Zhao Kun.
"Siempre ha defendido a la gente común. ¿Cómo se haría con su dinero?", dijo.
Derechos en Juicio
Zhao Yan, un ex agente de policía con el ronco gangueo de un nativo del nordeste de China, se unió a la oficina de Pekín del New York Times en 2004, después de trabajar como periodista investigativo para publicaciones chinas, mezclando denuncias de corrupción y las penurias en el campo con la defensa de los derechos.
En las últimas semanas, China ha tomado medidas drásticas contra los ‘defensores de derechos' -la creciente red de abogados y activistas que tratan de expandir las libertades mediante litigios y campañas en internet.
El activista ciego Chen Guangcheng fue condenado a cuatro años de cárcel en la provincia de Shandong, al este del país, este jueves. La semana pasada la policía de Pekín detuvo al declarado abogado de derechos humanos, Gao Zhisheng, que ha defendido al proscrito grupo espiritual Falun Gong.
Un tribunal de Shandong declaró que Chen había causado daños a la propiedad e interrumpido el tráfico en una protesta. La familia y abogados de Chen dijeron que los cargos fueron inventados después de que Chen causara la furia de funcionarios locales tras revelar que habían ordenado abortos tardíos en una campaña de control de natalidad.
El tortuoso curso del caso de Zhao subrayó los caprichos del poder judicial chino, en momentos en que los gobernantes del país prometen respetar el ‘estado de derecho'. La acusación de filtrar secretos de estado se basa en un trozo de papel retirado de las oficinas del New York Times en Pekín sin contar con una orden de allanamiento.
Las autoridades retiraron parte de la acusación en marzo, haciendo elevar las esperanzas de que Zhao pudiera ser liberado. Pero volvieron a formular las acusaciones en un juicio en junio.
Bill Keller, el editor ejecutivo estadounidense del diario, acogió la revocación del tribunal del cargo de filtración de secretos.
"Hemos dicho siempre que según lo que sabemos, lo único que hizo Zhao Yan fue trabajar como periodista", dijo Keller en una declaración que leyó un periodista en voz alta en Pekín.
El gobierno del Partido Comunista chino rechaza la idea de la independencia del poder judicial y los observadores de los derechos humanos y civiles dijeron que el veredicto contra Zhao fue el último golpe en la represión china de los partidarios de esos derechos.
"Usan la ley por conveniencia política", dijo a Reuters, Nicholas Bequelin, de Human Rights Watch en Hong Kong.
"Refleja más los cínicos cálculos políticos del gobierno chino, que lo quiere castigar y silenciar, pero no a expensas de abollar seriamente la imagen de China en el exterior".
Zhao Yan, 44, fue acusado a contar al diario estadounidense detalles sobre la rivalidad entre el presidente chino Hu Jintao y su predecesor, Jiang Zemin, sobre nombramientos militares en 2004.
El diario informó en septiembre de ese año que era probable que Jiang dejase de ser el jefe militar de China, entregando la única función que le quedaba a Hu -un pronóstico que se convirtió en realidad.
Pero el viernes, en un giro inesperado, el tribunal dijo que no había "pruebas suficientes" del cargo de filtrar secretos de estado, que convirtieron a Zhao en pivote de la presión de Estados Unidos pidiendo a China que respetara los derechos humanos.
"Mantenemos que Zhao Yan es inocente, pero me sorprendió. Él también parecía sorprendido", dijo el abogado de la defensa, Guan Anping.
Sin embargo, el tribunal declaró a Zhao culpable de estafa, diciendo que en 2001 recibió 20 mil yuan (dos mil quinientos dólares) de un funcionario de su pueblo natal por la promesa incumplida de ayudarle a evitar la ‘reeducación laboral' -una forma de cárcel.
Si Zhao hubiese sido condenado por el cargo mucho más grave de filtración de secretos de estado, habría sido condenado a diez o más años en una cárcel de alta seguridad, dijo Guan.
"El caso quedará como un raro ejemplo en que se permite que un tribunal chino dicte una sentencia absolutoria en una acusación extremadamente sensible", escribió Jerome Cohen, experto estadounidense en derecho chino que asesoró al New York Times en el caso, en un e-mail a Reuters.
Los abogados de Zhao dijeron que ahora tiene diez días para decidir si recurrir la sentencia. Dado los dos años que ya ha cumplido en detención, la sentencia lo mantendrá en la cárcel hasta septiembre de 2007. Guan dijo que parecía que no había un procedimiento que permitiera a las autoridades volver a formular la acusación en torno a los secretos de estado.
Zhao porfía en que es inocente del cargo de estafa y dijo que era probable que apele, dijo su hermana Zhao Kun.
"Siempre ha defendido a la gente común. ¿Cómo se haría con su dinero?", dijo.
Derechos en Juicio
Zhao Yan, un ex agente de policía con el ronco gangueo de un nativo del nordeste de China, se unió a la oficina de Pekín del New York Times en 2004, después de trabajar como periodista investigativo para publicaciones chinas, mezclando denuncias de corrupción y las penurias en el campo con la defensa de los derechos.
En las últimas semanas, China ha tomado medidas drásticas contra los ‘defensores de derechos' -la creciente red de abogados y activistas que tratan de expandir las libertades mediante litigios y campañas en internet.
El activista ciego Chen Guangcheng fue condenado a cuatro años de cárcel en la provincia de Shandong, al este del país, este jueves. La semana pasada la policía de Pekín detuvo al declarado abogado de derechos humanos, Gao Zhisheng, que ha defendido al proscrito grupo espiritual Falun Gong.
Un tribunal de Shandong declaró que Chen había causado daños a la propiedad e interrumpido el tráfico en una protesta. La familia y abogados de Chen dijeron que los cargos fueron inventados después de que Chen causara la furia de funcionarios locales tras revelar que habían ordenado abortos tardíos en una campaña de control de natalidad.
El tortuoso curso del caso de Zhao subrayó los caprichos del poder judicial chino, en momentos en que los gobernantes del país prometen respetar el ‘estado de derecho'. La acusación de filtrar secretos de estado se basa en un trozo de papel retirado de las oficinas del New York Times en Pekín sin contar con una orden de allanamiento.
Las autoridades retiraron parte de la acusación en marzo, haciendo elevar las esperanzas de que Zhao pudiera ser liberado. Pero volvieron a formular las acusaciones en un juicio en junio.
Bill Keller, el editor ejecutivo estadounidense del diario, acogió la revocación del tribunal del cargo de filtración de secretos.
"Hemos dicho siempre que según lo que sabemos, lo único que hizo Zhao Yan fue trabajar como periodista", dijo Keller en una declaración que leyó un periodista en voz alta en Pekín.
El gobierno del Partido Comunista chino rechaza la idea de la independencia del poder judicial y los observadores de los derechos humanos y civiles dijeron que el veredicto contra Zhao fue el último golpe en la represión china de los partidarios de esos derechos.
"Usan la ley por conveniencia política", dijo a Reuters, Nicholas Bequelin, de Human Rights Watch en Hong Kong.
"Refleja más los cínicos cálculos políticos del gobierno chino, que lo quiere castigar y silenciar, pero no a expensas de abollar seriamente la imagen de China en el exterior".
Benjamin Kang Lim en Pekíb y John Ruwitch en Hong Kong contribuyeron al reportaje de este artículo.
25 de agosto de 2006
©washington post
©traducción mQh
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