eran enterrados vivos
[Bushra Juhi y Jamal Halaby] Mujer declara que en tiempos de Saddam Hussein, los guardias enterraban vivos a detenidos.
Bagdad, Iraq. Gendarmes de la época de Saddam Hussein acostumbraban a enterrar vivos a los detenidos y a mirar a las mujeres cuando se bañaban, disparando ocasionalmente sobre sus cabezas, declaró el lunes en el juicio por genocidio del ex presidente una mujer que fue prisionera.
Hablando en kurdo y traducida por un intérprete árabe, la testigo de 31 años recordó lo que vio cuando tenía 13 años y fue detenida durante una ofensiva de Saddam contra los kurdos a fines de los años ochenta.
Saddam y los otros acusados han sido formalizados por genocidio contra la población kurda de Iraq en una campaña que fue llamada Operación Anfal, en la que murieron unas 180 mil personas. De ser condenados, los acusados pueden ser sentenciados a la muerte en la horca.
La mujer, que declaró detrás de una cortina y cuyo nombre no fue revelado por temor a represalias, dijo que las fuerzas del gobierno iraquí destruyeron su pueblo kurdo en el norte de Iraq en 1988 y ella y otros miembros de su familia fueron encarcelados en el sur.
Un gendarme de la prisión al que identificó como Hajaj -cuyo nombre fue proporcionado por un testigo anterior en el juicio- "acostumbraba a arrastrar a las mujeres, con grilletes en pies y manos, para dejarlas bajo el abrasador sol durante varias horas".
"Los soldados nos miraban bañarnos", dijo la mujer. Los gendarmes también disparaban sobre la cabeza de las mujeres durante el baño.
La mujer dijo que varios de sus familiares desaparecieron durante la ofensiva contra los kurdos. "Conozco el destino de mi familia. Los enterraron vivos", declaró.
La fiscalía presentó al tribunal documentos que constatan que restos de los familiares de la mujer fueron encontrados en fosas comunes.
"Me gustaría preguntarle a Saddam: ‘¿Qué crimen cometieron esas mujeres y niños?'", dijo la mujer en el tribunal.
Saddam y los otros seis acusados permanecieron en silencio el lunes cuando se reanudó el juicio después de un lapso de 12 días. No fueron representados por sus abogados.
El juez presidente Mohammed Oreibi al-Khalifa impuso un receso después de una turbulenta sesión el 26 de septiembre en la que Saddam y los otros acusados fueron retirados del tribunal. El juez dijo entonces que quería dar tiempo a los acusados para que persuadieran a sus abogados que terminaran su boicot del juicio, o que buscasen a otros.
El domingo el abogado jefe de Saddam dijo que él y su equipo continuarían boicoteando el juicio en protesta por el alejamiento del primer juez presidente y la negativa del tribunal a dar tiempo a los abogados para estudiar miles de documentos.
El abogado Khalil al-Dulaimi dijo que la decisión de continuar con el boicot fue tomada después de que se reuniera con Saddam el 2 de octubre y debido a las "repetidas violaciones cometidas por el tribunal".
Un segundo testigo, el campesino de 41 años Abdul-Hadi Abdullah Mohammed, dijo el lunes ante el tribunal que su madre había muerto mientras estaba detenida y varios otros miembros de su familia desaparecieron en 1988 y suponía que habían muerto. "Hasta hoy no sé nada sobre el destino de mi familia", dijo.
El juicio fue pospuesto hasta el martes.
Hablando en kurdo y traducida por un intérprete árabe, la testigo de 31 años recordó lo que vio cuando tenía 13 años y fue detenida durante una ofensiva de Saddam contra los kurdos a fines de los años ochenta.
Saddam y los otros acusados han sido formalizados por genocidio contra la población kurda de Iraq en una campaña que fue llamada Operación Anfal, en la que murieron unas 180 mil personas. De ser condenados, los acusados pueden ser sentenciados a la muerte en la horca.
La mujer, que declaró detrás de una cortina y cuyo nombre no fue revelado por temor a represalias, dijo que las fuerzas del gobierno iraquí destruyeron su pueblo kurdo en el norte de Iraq en 1988 y ella y otros miembros de su familia fueron encarcelados en el sur.
Un gendarme de la prisión al que identificó como Hajaj -cuyo nombre fue proporcionado por un testigo anterior en el juicio- "acostumbraba a arrastrar a las mujeres, con grilletes en pies y manos, para dejarlas bajo el abrasador sol durante varias horas".
"Los soldados nos miraban bañarnos", dijo la mujer. Los gendarmes también disparaban sobre la cabeza de las mujeres durante el baño.
La mujer dijo que varios de sus familiares desaparecieron durante la ofensiva contra los kurdos. "Conozco el destino de mi familia. Los enterraron vivos", declaró.
La fiscalía presentó al tribunal documentos que constatan que restos de los familiares de la mujer fueron encontrados en fosas comunes.
"Me gustaría preguntarle a Saddam: ‘¿Qué crimen cometieron esas mujeres y niños?'", dijo la mujer en el tribunal.
Saddam y los otros seis acusados permanecieron en silencio el lunes cuando se reanudó el juicio después de un lapso de 12 días. No fueron representados por sus abogados.
El juez presidente Mohammed Oreibi al-Khalifa impuso un receso después de una turbulenta sesión el 26 de septiembre en la que Saddam y los otros acusados fueron retirados del tribunal. El juez dijo entonces que quería dar tiempo a los acusados para que persuadieran a sus abogados que terminaran su boicot del juicio, o que buscasen a otros.
El domingo el abogado jefe de Saddam dijo que él y su equipo continuarían boicoteando el juicio en protesta por el alejamiento del primer juez presidente y la negativa del tribunal a dar tiempo a los abogados para estudiar miles de documentos.
El abogado Khalil al-Dulaimi dijo que la decisión de continuar con el boicot fue tomada después de que se reuniera con Saddam el 2 de octubre y debido a las "repetidas violaciones cometidas por el tribunal".
Un segundo testigo, el campesino de 41 años Abdul-Hadi Abdullah Mohammed, dijo el lunes ante el tribunal que su madre había muerto mientras estaba detenida y varios otros miembros de su familia desaparecieron en 1988 y suponía que habían muerto. "Hasta hoy no sé nada sobre el destino de mi familia", dijo.
El juicio fue pospuesto hasta el martes.
Bushra Juhi informó desde Bagdad y Jamal Halaby desde Amán, Jordania.
9 de octubre de 2006
©associated press
©traducción mQh
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