nazi pervertido como héroe
[Mark Landler] Casas editoriales pelean por sus derechos.
Frankfurt, Alemania. Con 903 páginas densamente pobladas, temas que van desde el incesto al genocidio, y un oficial de las SS nazis impenitente como héroe, el nuevo libro del escritor norteamericano Jonathan Littell no parece ser un candidato obvio para el brindis de la Feria del Libro de Frankfurt.
Otra cosa más: Está en francés.
Sin embargo, ‘Les Bienveillantes' se ha tomado la feria de Frankfurt, la convención de editores más grande del mundo. Los ejecutivos del mundo editorial dijeron que no recuerdan un libro que en el pasado reciente haya dominado tanto las conversaciones en el enorme centro de convenciones o en los restaurantes cargados de humo donde se reúnen en octubre autores, editores y agentes literarios.
"Es ciertamente el principal tema de conversación", dijo Sonny Mehta, el editor jefe de Alfred A. Knopf, que lo estuvo hojeando antes de decidir cuánto ofrecer por los derechos en inglés.
Knopf, HarperCollins y otros editores tienen hasta el 17 de octubre para hacer sus ofertas. Ese día, el agente de Littell, Andrew Nurnberg, subastará los derechos estadounidenses y británicos de ‘Les Bienveillantes'. Los editores dicen que podría reportar un millón de dólares, una suma asombrosa para un libro de un escritor desconocido que explora indecibles miserias y depravaciones con la extensión de un Tolstoy.
En Francia esa peculiar combinación ha convertido a Littell en un fenómeno literario. ‘Les Bienveillantes', publicado por la exclusiva editorial parisiense Éditions Gallimard, ha vendido 280 mil ejemplares en seis meses, un ritmo digno de ‘El Código da Vinci', antes que una siniestra novela histórica sobre los nazis, el Holocausto, el asedio de Stalingrado y un protagonista que es un pervertido sexual.
"Si tuviera que vender el libro sobre la base de una descripción de un renglón, no sería fácil", dijo Nurnberg en una entrevista. "Las memorias íntimas de un ex genocida nazi", sugiere con una risa nerviosa.
"Hay algo extremadamente irresistible en estas 900 páginas", continuó. "Definitivamente dará en el clavo en cualquier idioma, provisto que sea bien traducido".
Un estadounidense criado en gran parte en Francia, Littell, 38, ha dicho que prefirió escribir en francés debido a que es el lenguaje de sus héroes literarios, Flaubert entre ellos. Su padre, Robert Littell, es un conocido autor de novelas de espionaje que vive en el sur de Francia.
Ya su origen es suficiente como para causar la curiosidad de los editores que se deleitan con la idea de descubrir un importante talento en el ambiente de invernadero de la feria. Aunque su tradición se remonta a Johannes Gutenberg -el pionero en el uso de la tipografía nació cerca de aquí-, en la década pasada Frankfurt ha perdido parte de su capacidad para crear estrellas.
Este año llegaron a la feria, que terminó el domingo, 7.272 editores de 113 países. Y aunque la afluencia de público fue reducida en los primeros días, los organizadores recibieron a 280 mil visitantes.
Cada año cuenta con un país invitado, y este año fue el turno de India, que envió a la feria a 150 editores y 70 escritores, llenado los pasillos de cristal entre las enormes salas de exposición con espectaculares imágenes del subcontinente y los acres aromas de la cocina india.
Littler, que vive ahora en Barcelona, no asistió al evento, lo que dio a su historia personal un aire de misterio. Como dice Nurnberg, el autor pasó cinco años investigando para ‘Les Bienveillantes' y luego la escribió en un período de cuatro meses.
Su padre lo puso en contacto con Nurnberg, un agente literario de Londres que negocia los derechos de edición extranjeros de los libros del viejo Littell. Cuando uno de los ayudantes de Nurnberg dejó caer sobre su escritorio el manuscrito de 1.500 páginas, dijo, no podía ver al otro lado de la montaña de papel.
Inicialmente intimidado por el trabajo, que leyó en algunos meses, Nurnberg lo sometió a un pequeño grupo de editores franceses, y escogió a Gallimard, una venerable editorial que ha publicado a Jean-Paul Sartre, André Malraux y Antoine de Saint-Exupéry.
Para hacerse con ‘Les Bienveillantes', Gallimard tuvo que ceder los derechos extranjeros a Nurnberg, una importante concesión para un editor en Francia, donde los agentes no son parte del negocio de la edición.
"Me frustra intensamente no tener los derechos, como se lo he dicho a Jonathan y Andrew", dijo Anne-Solange Noble, directora de derechos extranjeros en Gallimard. "En Francia normalmente no dejarías nunca que un agente se metiera entre un autor y su editor".
Noble dijo que no hablaba por resentimiento sino por simpatía con el libro, que era una empresa arriesgada. Su extraordinario tamaño hizo que Gallimard lo publicara en papel más delgado.
De cierto modo es un clásico Gallimard: el libro tiene una cubierta beige simple con el título en letras rojas, un diseño de marca en todos sus libros. "Tiene la misma solapa que Proust", dijo David Campbell, ex editor de Gallimard que ahora dirige la Everyman's Library de Londres.
Por su mera extensión ‘Les Bienveillantes' tiene ambiciones proustianas. El libro compite por varios premios literarios franceses y los reseñadores en Francia se han mostrado en general extasiados.
Si Nurnberg lo hubiese querido, podría haber hecho una frenética subasta en la feria. Dijo que había recibido ofertas no solicitadas de más de 100 mil dólares por los derechos estadounidenses y británicos.
"Todos andan a la búsqueda de algo nuevo, fresco y excitante", dijo. "Y todos quieren apoderarse del libro antes de saber siquiera cómo lo van a vender. Yo quiero que la gente lea el libro primero".
Mehta dijo que la decisión de Nurnberg de realizar la subasta después de la feria era "muy sensata", ya que permitiría que los editores discutieran el libro en casa antes de hacer ofertas.
Alargar el proceso también aumenta el suspenso, reconoce alegremente Nurnberg. Ya ha vendido los derechos de publicación en Italia, España y Holanda. Ejecutivos de la industria dijeron que había recibido 567 mil dólares solamente por los derechos alemanes. (Él se negó a comentar la suma).
Tomará un tiempo -más de un año, calculó un posible comprador- antes de que el libro llegue a las librerías de Estados Unidos debido a que el libro debe ser primero traducido y luego pasar por el ciclo de producción corriente.
La resonancia del libro en Alemania es obvia. Günter Grass, el Nobel alemán, ha estado arriba en la lista de éxitos de venta con su memoria en la que revela que cuando era adolescente fue por un breve período miembro de la Waffen SS hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando Grass apareció en la feria el viernes para promover su memoria ‘Beim Häuten der Zwiebel', reunió a una multitud que escuchó embelesada su defensa de su decisión de no confesar que había sido miembro de la temida unidad paramilitar nazi, incluso mientras llamaba a otros a confesar.
Grass reprochó al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, por haber publicado hace poco dos cartas privadas que envió a un importante líder político en 1969 y 1970, instándole a admitir su participación en el régimen nazi. Grass dijo que había iniciado acciones legales contra el diario.
‘Beim Häuten der Zwiebel' saldrá a la venta en 33 países, incluyendo Estados Unidos al año siguiente, dijo su editor Steidl. Sin embargo, en Frankfurt las memorias reales de Grass en las SS fueron menos sensacionales que la versión ficticia de Littell.
Otra cosa más: Está en francés.
Sin embargo, ‘Les Bienveillantes' se ha tomado la feria de Frankfurt, la convención de editores más grande del mundo. Los ejecutivos del mundo editorial dijeron que no recuerdan un libro que en el pasado reciente haya dominado tanto las conversaciones en el enorme centro de convenciones o en los restaurantes cargados de humo donde se reúnen en octubre autores, editores y agentes literarios.
"Es ciertamente el principal tema de conversación", dijo Sonny Mehta, el editor jefe de Alfred A. Knopf, que lo estuvo hojeando antes de decidir cuánto ofrecer por los derechos en inglés.
Knopf, HarperCollins y otros editores tienen hasta el 17 de octubre para hacer sus ofertas. Ese día, el agente de Littell, Andrew Nurnberg, subastará los derechos estadounidenses y británicos de ‘Les Bienveillantes'. Los editores dicen que podría reportar un millón de dólares, una suma asombrosa para un libro de un escritor desconocido que explora indecibles miserias y depravaciones con la extensión de un Tolstoy.
En Francia esa peculiar combinación ha convertido a Littell en un fenómeno literario. ‘Les Bienveillantes', publicado por la exclusiva editorial parisiense Éditions Gallimard, ha vendido 280 mil ejemplares en seis meses, un ritmo digno de ‘El Código da Vinci', antes que una siniestra novela histórica sobre los nazis, el Holocausto, el asedio de Stalingrado y un protagonista que es un pervertido sexual.
"Si tuviera que vender el libro sobre la base de una descripción de un renglón, no sería fácil", dijo Nurnberg en una entrevista. "Las memorias íntimas de un ex genocida nazi", sugiere con una risa nerviosa.
"Hay algo extremadamente irresistible en estas 900 páginas", continuó. "Definitivamente dará en el clavo en cualquier idioma, provisto que sea bien traducido".
Un estadounidense criado en gran parte en Francia, Littell, 38, ha dicho que prefirió escribir en francés debido a que es el lenguaje de sus héroes literarios, Flaubert entre ellos. Su padre, Robert Littell, es un conocido autor de novelas de espionaje que vive en el sur de Francia.
Ya su origen es suficiente como para causar la curiosidad de los editores que se deleitan con la idea de descubrir un importante talento en el ambiente de invernadero de la feria. Aunque su tradición se remonta a Johannes Gutenberg -el pionero en el uso de la tipografía nació cerca de aquí-, en la década pasada Frankfurt ha perdido parte de su capacidad para crear estrellas.
Este año llegaron a la feria, que terminó el domingo, 7.272 editores de 113 países. Y aunque la afluencia de público fue reducida en los primeros días, los organizadores recibieron a 280 mil visitantes.
Cada año cuenta con un país invitado, y este año fue el turno de India, que envió a la feria a 150 editores y 70 escritores, llenado los pasillos de cristal entre las enormes salas de exposición con espectaculares imágenes del subcontinente y los acres aromas de la cocina india.
Littler, que vive ahora en Barcelona, no asistió al evento, lo que dio a su historia personal un aire de misterio. Como dice Nurnberg, el autor pasó cinco años investigando para ‘Les Bienveillantes' y luego la escribió en un período de cuatro meses.
Su padre lo puso en contacto con Nurnberg, un agente literario de Londres que negocia los derechos de edición extranjeros de los libros del viejo Littell. Cuando uno de los ayudantes de Nurnberg dejó caer sobre su escritorio el manuscrito de 1.500 páginas, dijo, no podía ver al otro lado de la montaña de papel.
Inicialmente intimidado por el trabajo, que leyó en algunos meses, Nurnberg lo sometió a un pequeño grupo de editores franceses, y escogió a Gallimard, una venerable editorial que ha publicado a Jean-Paul Sartre, André Malraux y Antoine de Saint-Exupéry.
Para hacerse con ‘Les Bienveillantes', Gallimard tuvo que ceder los derechos extranjeros a Nurnberg, una importante concesión para un editor en Francia, donde los agentes no son parte del negocio de la edición.
"Me frustra intensamente no tener los derechos, como se lo he dicho a Jonathan y Andrew", dijo Anne-Solange Noble, directora de derechos extranjeros en Gallimard. "En Francia normalmente no dejarías nunca que un agente se metiera entre un autor y su editor".
Noble dijo que no hablaba por resentimiento sino por simpatía con el libro, que era una empresa arriesgada. Su extraordinario tamaño hizo que Gallimard lo publicara en papel más delgado.
De cierto modo es un clásico Gallimard: el libro tiene una cubierta beige simple con el título en letras rojas, un diseño de marca en todos sus libros. "Tiene la misma solapa que Proust", dijo David Campbell, ex editor de Gallimard que ahora dirige la Everyman's Library de Londres.
Por su mera extensión ‘Les Bienveillantes' tiene ambiciones proustianas. El libro compite por varios premios literarios franceses y los reseñadores en Francia se han mostrado en general extasiados.
Si Nurnberg lo hubiese querido, podría haber hecho una frenética subasta en la feria. Dijo que había recibido ofertas no solicitadas de más de 100 mil dólares por los derechos estadounidenses y británicos.
"Todos andan a la búsqueda de algo nuevo, fresco y excitante", dijo. "Y todos quieren apoderarse del libro antes de saber siquiera cómo lo van a vender. Yo quiero que la gente lea el libro primero".
Mehta dijo que la decisión de Nurnberg de realizar la subasta después de la feria era "muy sensata", ya que permitiría que los editores discutieran el libro en casa antes de hacer ofertas.
Alargar el proceso también aumenta el suspenso, reconoce alegremente Nurnberg. Ya ha vendido los derechos de publicación en Italia, España y Holanda. Ejecutivos de la industria dijeron que había recibido 567 mil dólares solamente por los derechos alemanes. (Él se negó a comentar la suma).
Tomará un tiempo -más de un año, calculó un posible comprador- antes de que el libro llegue a las librerías de Estados Unidos debido a que el libro debe ser primero traducido y luego pasar por el ciclo de producción corriente.
La resonancia del libro en Alemania es obvia. Günter Grass, el Nobel alemán, ha estado arriba en la lista de éxitos de venta con su memoria en la que revela que cuando era adolescente fue por un breve período miembro de la Waffen SS hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando Grass apareció en la feria el viernes para promover su memoria ‘Beim Häuten der Zwiebel', reunió a una multitud que escuchó embelesada su defensa de su decisión de no confesar que había sido miembro de la temida unidad paramilitar nazi, incluso mientras llamaba a otros a confesar.
Grass reprochó al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, por haber publicado hace poco dos cartas privadas que envió a un importante líder político en 1969 y 1970, instándole a admitir su participación en el régimen nazi. Grass dijo que había iniciado acciones legales contra el diario.
‘Beim Häuten der Zwiebel' saldrá a la venta en 33 países, incluyendo Estados Unidos al año siguiente, dijo su editor Steidl. Sin embargo, en Frankfurt las memorias reales de Grass en las SS fueron menos sensacionales que la versión ficticia de Littell.
9 de octubre de 2006
©new york times
©traducción mQh
1 comentario
Rafael del Barco Carreras -
Rafael del Barco Carreras
Corta conversación con una editorial de ideología a la izquierda de la izquierda. Tú libro Barcelona 30 años de corrupción nos interesa, con alguna corrección para evitar demandas, pero en CATALÁN, y como la Generalitat no nos lo subvencionará por la temática, alguien debería cubrir la financiación hasta su puesta en el mercado, que en una de nuestras colecciones se venderá bien. Hasta que alguien os advierta, o peor, y los libros, que habré pagado yo, se pudran en cualquier almacén, como ya me ha sucedido. Es lo que hay. Prefiero colgarlo en Internet. Coste CERO, y lectores asegurados.
Ver www.lagrancorrupcion.com