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silencio sobre cárceles de la cia


[Carol D. Leonnig y Eric Rich] Gobierno pide a tribunal que prohíba que los prisoneros hablen sobre los interrogatorios.
El gobierno de Bush ha pedido a un juez federal que los sospechosos de terrorismo retenidos en cárceles secretas de la CIA no puedan revelar detalles sobre los "métodos alternativos de interrogatorio" que utilizan sus captores para hacerlos hablar.
El gobierno dice en nuevas actas judiciales que esos métodos de interrogatorio se encuentran ahora entre los secretos más delicados de la seguridad nacional del país y que su filtración -incluso ante los propios abogados de los detenidos- "podría ocasionar daños extremadamente graves". Los terroristas podrían utilizar la información para adiestrarse en técnicas de contra-interrogatorio y burlar los esfuerzos del gobierno para obtener información sobre sus métodos y planes, de acuerdo a documentos oficiales presentados al juez de distrito Reggie B. Walton el 26 de octubre.
La batalla sobre los derechos legales de los acusados de terrorismo detenidos durante años en cárceles de la CIA se centra en Majid Khan, un antiguo vecino de Catonsville de 26 años que fue uno de los 14 detenidos de alto valor trasladados en septiembre desde los sitios ‘negros' a la prisión militar norteamericana en Bahía Guantánamo, Cuba. Un abogado del Centro de Derechos Constitucionales, que representa a muchos de los detenidos en Guantánamo, está tratando de obtener acceso a él.
Tratando de bloquear el acceso de los abogados a los 14 detenidos, el gobierno afirma efectivamente que las experiencias de los detenidos son un secreto que no debe ser compartido nunca con el público.
Debido a que Khan "fue detenido por la CIA en este programa, puede haber adquirido información, incluyendo la ubicación de los centros de detención, condiciones de detención y técnicas alternativas de interrogatorio que son clasificadas como TOP SECRET a nivel SCI", se lee en una declaración de Marilyn A. Dorn, agente de revisión de información de la CIA, que utiliza el acrónimo para "información delicada compartimentalizada" (SCI).
Gitanjali Gutiérrez, abogado de la familia de Khan, respondió en un documento judicial ayer que no hay evidencias de que Khan posea informaciones secretas. "Más bien", dijo, "el Ejecutivo está tratando de abusar de su autoridad... para ocultar conductas ilegales o embarazosas".
Joseph Margulies, profesor de derecho de la Universidad de Northwestern que ha representado a varios detenidos en Guantánamo, dijo que los prisioneros "ni siquiera pueden decir lo que hizo el gobierno a esos tipos para sonsacarles declaraciones que son la razón por las que se les mantiene prisioneros. Las técnicas kafkianas están reñidas con la justicia. Esto es ‘Alicia en el país de las maravillas'".
Kathleen Blomquist, portavoz del ministerio de Justicia, dijo ayer que los detalles del programa de la CIA deben ser protegidos. Dijo que la propuesta del abogado de hablar con Khan "es inapropiada para proteger informaciones únicas y potencialmente muy secretas que son vitales para la capacidad de nuestro país a la hora de hacer frente al terrorismo".
Los abogados del gobierno también dicen en actas judiciales que detenidos como Khan, retenidos previamente en otras cárceles de la CIA, no tienen el derecho automático a hablar con sus abogados, porque la nueva Ley de Comisiones Militares, firmada por el presidente Bush el mes pasado, les privó de acceso a tribunales norteamericanos. Esa ley estableció juicios militares separados para los sospechosos de terrorismo.
La Corte de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia, está considernado si los detenidos de Guantánamo tienen el derecho de impugnar su encarcelamiento ante tribunales norteamericanos. El gobierno instó a Walton a aplazar cualquier decisión sobre el acceso de los abogados hasta que lo decidan tribunales superiores.
La demanda del gobierno expresa preocupación de que los abogados de los detenidos puedan proporcionar a sus clientes con información del mundo exterior y transmitir a otros información sobre los detenidos. En una declaración jurada, el juez militar de Guantánamo, el comodoro Patrick M. McCarthy, dijo que en un caso el abogado de un detenido llevó con él preguntas de un periodista de la BBC a una reunión con un detenido en el campo. Esas entrevistas indirectas son "inconsistentes con el propósito del acceso de los abogados" a la cárcel, escribió McCarthy.
Dorn dijo en las actas judiciales que el hecho de que los abogados hablen con ex detenidos bajo el protocolo de seguridad utilizado para otros detenidos de Guantánamo "representa un riesgo inaceptable de filtración". Pero abogados de los detenidos dijeron que han seguido el protocolo al pie de la letra, y ninguno ha sido acusado de entregar información sin la aprobación del gobierno.
Los detenidos que han pasado un tiempo en cárceles secretas, y sus abogados, han dicho que los detenidos eran a veces tratados severamente con técnicas que incluían ‘el submarino', que simula la asfixia por inmersión en agua. Bush ha declarado que el gobierno no tolerará el uso de la tortura, pero ha insistido en mantener el uso de métodos de interrogatorio "alternativos" no especificados.
El gobierno alega que una vez que se definan las reglas para las nuevas comisiones militares, los detenidos de alto valor tendrán abogados militares y derechos "sin precedentes" para impugnar las acusaciones contra ellos.
Funcionarios norteamericanos dicen que Khan, nacional paquistaní que ha vivido en Estados Unidos durante siete años, tomó órdenes de Khalid Sheik Mohammed, el hombre acusado de orquestar los atentados del 11 de septiembre de 2001. Supuestamente Mohammed pidió a Khan que investigara la posibilidad de envenenar embalses norteamericanos y lo había seleccionado para una operación en la que se asesinaría al presidente paquistaní.
En otro documento presentado la noche pasada, los abogados de Khan ofrecieron declaraciones de Khaled al-Masri, un prisionero dejado en libertad que dice que estuvo detenido con Khan en una lúgubre prisión de la CIA en Afganistán llamada "el hoyo de sal". Allá, los prisioneros dormían en el suelo, usaban pañales y les daban a beber aguas contaminadas que les causaban vómitos, dijo Masri. Los interrogadores norteamericanos lo trataron cruelmente, dijo, y le dijeron que estaba "en un país donde no había leyes".
La familia de Khan no se enteró de su paradero sino cuando Bush anunció su traslado en septiembre, más de tres años después de que fuera aprehendido en Pakistán.
La familia dijo que en marzo de 2003 Khan estaba alojando con un hermano en Karachi, Pakistán, cuando hombres no uniformados irrumpieron en el apartamento tarde una noche y pusieron capuchas en la cabeza a Khan, su hermano Mohammed y la esposa de su hermano. El niño de un mes de la pareja también fue secuestrado.
Otro hermano, Mahmood Khan, que ha vivido en Estados Unidos desde 1989, dijo en una entrevista esta semana que los cuatro fueron metidos a vehículos policiales y llevados a un recinto secreto, donde fueron separados y encerrados en cuartos sin ventanas. Su cuñada y su bebé, sin embargo, fueron retenidos juntos, dijo.
De acuerdo a Mahmood, Mohammed dijo que fueron interrogados repetidas veces por hombres que se identificaron a sí mismos como miembros del servicio de inteligencia de Pakistán y otros que se identificaron como oficiales norteamericanos. La esposa de Mohammed fue dejada en libertad tras siete días, y él fue liberado tres meses después, sin ser acusado. Fue dejado en una esquina en la calle sin ninguna explicación, dijo Mahmood.
Dijo que gente que se identificaba a sí misma como agentes paquistaníes contactaban regularmente a Mohammed y le aseguraban que su hermano sería liberado pronto y que no debía contratar a ningún abogado ni hablar con la prensa.
"No teníamos modo de saber quién lo había detenido ni dónde estaba", dijo esta semana Mahmood Khan en la casa familiar en las afueras de Baltimore. Dijo que habían acatado esa insistencia porque creían que de otro modo podían retrasar la liberación de su hermano.
En Maryland, la familia de Khan estuvo bajo constante vigilancia del FBI desde el momento mismo de su detención, dijo su hermano. El FBI allanó su casa el día después de su detención, llevándose su ordenador, documentos y videos. Todos los miembros de la familia fueron interrogados extensamente. Les fueron mostradas fotos de sospechosos de terrorismo, ninguno de los cuales fue reconocido por Mahmood Khan. La mayor parte del año siguiente, fueron seguidos a todas partes.
"Teníamos mucho miedo", dijo. "Vivimos en este país. Todo lo que tenemos está aquí".

Julie Tate contribuyó a este reportaje.

4 de noviembre de 2006
©washington post
©traducción mQh
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