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demócratas por retirada gradual


[Greg Miller] La retirada debería empezar de aquí a seis meses.
Washington, Estados Unidos. Los demócratas, preparándose para tomar el control del congreso, dijeron el domingo que presionarán para que el gobierno empiece la retirada gradual de las tropas estadounidenses en Iraq dentro de cuatro a seis meses, como parte de un programa de revisión de aspectos claves de la política exterior norteamericana en Oriente Medio.
"Lo primero que tenemos que hacer es cambiar la política con respecto a Iraq", dijo el senador Carl Levin (demócrata de Michigan), que se podría convertir en el presidente del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado el próximo año cuando los demócratas se conviertan en el partido mayoritario en las dos cámaras del congreso.
Altos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que fijar un calendario para la retirada de las tropas norteamericanas debilitaría al gobierno iraquí y alentaría a los rebeldes, pero reconocieron la necesidad de ideas frescas sobre Iraq y expresaron una nueva disposición a negociar con los demócratas sobre toda una gama de temas de política exterior.
El jefe del estado mayor de la Casa Blanca, Josh Bolten, indicó que el presidente bloqueará cualquier proyecto de ley sobre una retirada programada.
"No creo que aceptemos la idea de que vamos a fijar un calendario de retirada ni que nos retiraremos automáticamente, porque eso podría significar un verdadero desastre para el pueblo iraquí", dijo Bolten en ‘This Week', de ABC, uno de los dos programas de entrevistas del domingo en los que apareció.
Incluso así, agregó, la Casa Blanca está "dispuesta a conversar sobre todo" y está preparada para adaptar sus tácticas.
El desarrollo se produce en momentos en que el presidente Bush y miembros de su equipo de seguridad nacional se preparaban para reunirse hoy con una comisión de expertos en política exterior que han sido encargados de la elaboración de propuestas sobre el curso a seguir en Iraq.
La comisión está presidida por James A. Baker III, que sirvió como ministro de Relaciones Exteriores cuando era presidente el padre de Bush y Lee H. Hamilton, ex representante demócrata que presidió el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara.
La urgencia del trabajo de la comisión se vio subrayada el domingo por la continuación de la violencia en Iraq, cuando unas cien personas murieron asesinadas en un lapso de 24 horas, incluyendo a 38 en un atentado suicida doble en un centro de reclutamiento de la policía, el golpe más mortífero sobre una instalación policial en los últimos meses. Además,el primer ministro iraquí Nouri Maliki criticó severamente a los parlamentarios por colocar los intereses partidistas por encima de los intereses nacionales, y prometió cambios importantes en su gabinete.
Los comentarios de Levin y otros ofrecieron una mirada sobre cómo puede el control demócrata del congreso alterar la política exterior, que ha sido dominada por los republicanos y el gobierno de Bush desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, hace más de cinco años.
Altos funcionarios militares han expresado hace poco su creciente preocupación de que los beneficios de mantener elevados niveles de tropas en Iraq son superados por los enormes inconvenientes de la fuerte presencia norteamericana. Entre ellos la reluctancia de los iraquíes a tomar la iniciativa en cuanto a frenar la violencia mientras haya tropas estadounidenses en el país.
"Les diremos a los iraquíes que el compromiso con final abierto ha terminado y que vamos a empezar con una retirada gradual en cuatro o seis meses", dijo Levin, que también apareció en ‘This Week'.
Levin fue acompañado en su llamado a una retirada en fases, por el senador Joseph R. Biden Jr. (demócrata de Delaware), al que corresponde la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
El senador Harry Reid, de Nevada, el líder demócrata en el Senado, dijo a ‘Meet the Press', de la NBC, que las decisiones sobre las reducciones deberían ser tomadas únicamente por los oficiales norteamericanos en Iraq. Sin embargo, dijo que "tenemos que redesplegar" y que la retirada empezaría dentro de varios meses.
Dados los resultados de las elecciones de la semana pasada, la comisión Baker-Hamilton, conocida formalmente como el Grupo de Estudio de Iraq, se ha convertido en un punto focal para los miembros de ambos partidos que buscan ganar el control en cuanto a las decisiones sobre Iraq. Se espera que la comisión dé a conocer sus sugerencias a fines de año.
Levin dijo que esperaba que la comisión respaldara los llamados a una retirada gradual. Pero es probable que Bush utilice la reunión de hoy con la comisión para defender los elementos de la aproximación del gobierno.
Iraq fue un factor clave en las pérdidas republicanas en las elecciones de la semana pasada, con casi seis de diez electores participantes declarando que desaprobaban la guerra y con una mayoría pidiendo la retirada de parte o de todas las tropas estadounidenses.
Incluso así no está claro hasta qué punto los representantes republicanos estarán dispuestos a retar a la Casa Blanca y a respaldar los llamados a la retirada. El senador John McCain (republicano de Arizona) dijo el domingo que todavía creía que Estados Unidos necesita enviar más tropas a Iraq para frenar la violencia religiosa y reducir la influencia de las fuertemente armadas milicias chiíes.
"Creo que hay un montón de cosas que podemos hacer para salvar al país, pero todas requieren la presencia de tropas adicionales", dijo en ‘Meet the Press'.
"La pregunta, entonces, que debe responder el pueblo norteamericano es: ‘Estamos preparados para marcharnos?' Y creo que las consecuencias del fracaso son el caos en la región, que se extenderá", dijo McCain, que es visto ampliamente como el candidato republicano para la nominación presidencial de 2008.
Miembros de los dos partidos dijeron que esperaban que la comisión Baker-Hamilton recomendara que Estados Unidos celebre una conferencia con representantes de los vecinos de Iraq para buscar una mayor cooperación en la pacificación del país y en la creación de un gobierno estable.
Biden dijo a la ABC que Irán y Siria deberían ser invitados a la conferencia, debido a su influencia en la región.
Hace poco Baker se reunió con un enviado iraní en Naciones Unidas para discurir las perspectivas de una cooperación.
Pero la propuesta de una reunión conjunta con Siria e Irán plantearía espinudos problemas diplomáticos al gobierno, que ha llamado a Irán parte del ‘eje del mal' y se muestra reluctante a aproximarse a esos países.
Bolten no llegó a rechazar la idea de una conferencia semejante, pero dejó en claro que la Casa Blanca no cree que el diálogo con Irán y Siria mejore la situación.
"No creo que haya un problema de comunicación. Lo que hay es un problema de cooperación", dijo. "Irán y Siria se han estado metiendo en Iraq de manera muy poco cooperativa".
Irán tiene vínculos con grupos chiíes en Iraq, tiene un gran contingente de operativos de inteligencia en el país y ha sido acusado de proporcionar los componentes de las bombas utilizadas para atacar a tropas iraquíes y estadounidenses.

greg.miller@latimes.com

13 de noviembre de 2006
©los angeles times
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