murió robert altman
El cineasta estadounidense Robert Altman murió a los 81 años de cáncer.
Los Angeles, Estados Unidos. El director de cine estadounidense Robert Altman, autor de obras como ‘M*A*S*H' y ‘El juego de Hollywood' [The player], murió el lunes a los 81 años, ocho meses después de recibir el Oscar honorífico y de luchar contra un cáncer que padeció en silencio, precisó un comunicado de su productora.
Altman murió el lunes en la noche de cáncer en el hospital Cedars-Sinaí de Los Angeles, precisó la empresa Sandcastle 5 en un comunicado.
"Trabajó a pesar de su enfermedad durante los últimos 18 meses, un período que incluyó la realización de su película 'A prairie home companion', que estrenó en el verano (boreal)", indicó la nota de la productora.
"No obstante, su muerte resultó una sorpresa: Altman estaba preparando la producción de una película cuyo rodaje estaba previsto empezar en 2007", agrega el comunicado precisando que el director deja a "su mujer, Kathryn Reed Altman, seis hijos, 12 nietos y cinco bisnietos", quienes lo acompañaron hasta el final.
Robert Altman, quien este año había recibido el Oscar por su trayectoria, se caracterizó por plasmar una visión cínica de la sociedad.
Su ojo crítico frente a Estados Unidos hizo que el veterano director, productor y guionista recibiera en marzo pasado el Oscar honorífico de la Academia, que desde 1970 lo nominó siete veces y nunca lo consideró ganador de la estatuilla.
"He sido muy afortunado en mi carrera ya que nunca tuve que dirigir una película que no escogí", dijo Altman visiblemente emocionado al recibir este Oscar 2006, el cual dedicó a su esposa.
A sus 81 años había empezado el año promocionando su última cinta ‘A Prairie Home Companion', aclamada en el Festival Internacional de Cine de Berlín, donde la crítica afirmó que ya había empezado a interrogarse sobre la muerte.
La musa del cine italiano Sofía Loren, quien trabajó con Altman en ‘Pret-a-Porter' (1994), fue una de las primeras en reaccionar afirmando: "Es demasiado triste, otro gigante que nos deja".
De su lado el gobernador de California, ex actor de Hollywood, Arnold Scwarzenegger tampoco tardó en enviar sus condolescencias: "Fue un grande de la industria del entretenimiento (...) tuve el privilegio de trabajar junto a él hace años, en 'Un largo adiós' [The Long Goodbye]. Realmente lo vamos a extrañar", indicó.
El guionista británico Julian Fellowes, con quien escribió la aclamada ‘Crimen de medianoche' [Gosford Park], resaltó el espíritu "enérgico y dinámico, lleno de juventud que mantuvo hasta los 81 años.
En su trayectoria de más cuatro décadas, la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas lo nominó cinco veces como Mejor Director por ‘M*A*S*H' (1970), ‘Nashville' (1975), ‘El juego de Hollywood' [The Player] (1992), ‘Vidas cruzadas' [Short Cuts] (1993) y ‘Crimen de medianoche' (2001). Además, dos de sus obras, ‘Nashville' y ‘Crimen de medianoche', ganaron la nominación de Mejor Película.
Nacido el 20 de febrero de 1925 en Kansas City, Missouri, se educó en colegios jesuitas, se graduó de matemático y participó en la II Guerra Mundial como piloto de bombarderos.
En 1957 lanzó ‘Ladrones como nosotros' [The Delinquents], su primer largometraje que no impresionó a la crítica hasta 1970 cuando hizo ‘M*A*S*H', una sátira de la guerra de Corea que se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
También fue director y guionista de series de televisión a lo largo de una carrera marcada por una relación de amor y odio con la crítica y su público.
Fue aclamado con ‘M*A*S*H' e incluso adorado con ‘Nashville', la historia del incipiente mundo del country, pero abucheado con su intento fallido de revivir a ‘Popeye' con Robin Williams o indagar en el mundo de la moda parisina en ‘Pret a porter'.
"Mis películas pueden no satisfacer al público general, pero nunca fueron hechas para eso", era el tono de las respuestas que podía dar sobre sus obras cuando eran blanco de los dardos más venenosos de la crítica.
Tras dos fracasos matrimoniales, se casó en 1959 con Kathryn Reed Altman, madre de dos de sus seis hijos.
El prolífico Altman se anotó una carrera de 55 años y hasta el final fue un irreverente dentro de la industria de Hollywood, a quien dedicó varios guiones cínicos.
Durante el Oscar 2006, como un octogenario algo nostálgico no dudó en inyectar humor.
"Creo que estoy aquí bajo falsas pretensiones. Y es que hace 10 u 11 años tuve un transplante de corazón. Me dieron el corazón, creo, de una mujer joven quien estaba en sus 30 años. Y haciendo este cálculo, quizás me están dando este premio muy pronto, porque creo que le quedan como 40 años más y tengo la intención de vivirlos así. Gracias", dijo un Altman activo en lo que sería su último discurso.
Altman murió el lunes en la noche de cáncer en el hospital Cedars-Sinaí de Los Angeles, precisó la empresa Sandcastle 5 en un comunicado.
"Trabajó a pesar de su enfermedad durante los últimos 18 meses, un período que incluyó la realización de su película 'A prairie home companion', que estrenó en el verano (boreal)", indicó la nota de la productora.
"No obstante, su muerte resultó una sorpresa: Altman estaba preparando la producción de una película cuyo rodaje estaba previsto empezar en 2007", agrega el comunicado precisando que el director deja a "su mujer, Kathryn Reed Altman, seis hijos, 12 nietos y cinco bisnietos", quienes lo acompañaron hasta el final.
Robert Altman, quien este año había recibido el Oscar por su trayectoria, se caracterizó por plasmar una visión cínica de la sociedad.
Su ojo crítico frente a Estados Unidos hizo que el veterano director, productor y guionista recibiera en marzo pasado el Oscar honorífico de la Academia, que desde 1970 lo nominó siete veces y nunca lo consideró ganador de la estatuilla.
"He sido muy afortunado en mi carrera ya que nunca tuve que dirigir una película que no escogí", dijo Altman visiblemente emocionado al recibir este Oscar 2006, el cual dedicó a su esposa.
A sus 81 años había empezado el año promocionando su última cinta ‘A Prairie Home Companion', aclamada en el Festival Internacional de Cine de Berlín, donde la crítica afirmó que ya había empezado a interrogarse sobre la muerte.
La musa del cine italiano Sofía Loren, quien trabajó con Altman en ‘Pret-a-Porter' (1994), fue una de las primeras en reaccionar afirmando: "Es demasiado triste, otro gigante que nos deja".
De su lado el gobernador de California, ex actor de Hollywood, Arnold Scwarzenegger tampoco tardó en enviar sus condolescencias: "Fue un grande de la industria del entretenimiento (...) tuve el privilegio de trabajar junto a él hace años, en 'Un largo adiós' [The Long Goodbye]. Realmente lo vamos a extrañar", indicó.
El guionista británico Julian Fellowes, con quien escribió la aclamada ‘Crimen de medianoche' [Gosford Park], resaltó el espíritu "enérgico y dinámico, lleno de juventud que mantuvo hasta los 81 años.
En su trayectoria de más cuatro décadas, la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas lo nominó cinco veces como Mejor Director por ‘M*A*S*H' (1970), ‘Nashville' (1975), ‘El juego de Hollywood' [The Player] (1992), ‘Vidas cruzadas' [Short Cuts] (1993) y ‘Crimen de medianoche' (2001). Además, dos de sus obras, ‘Nashville' y ‘Crimen de medianoche', ganaron la nominación de Mejor Película.
Nacido el 20 de febrero de 1925 en Kansas City, Missouri, se educó en colegios jesuitas, se graduó de matemático y participó en la II Guerra Mundial como piloto de bombarderos.
En 1957 lanzó ‘Ladrones como nosotros' [The Delinquents], su primer largometraje que no impresionó a la crítica hasta 1970 cuando hizo ‘M*A*S*H', una sátira de la guerra de Corea que se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
También fue director y guionista de series de televisión a lo largo de una carrera marcada por una relación de amor y odio con la crítica y su público.
Fue aclamado con ‘M*A*S*H' e incluso adorado con ‘Nashville', la historia del incipiente mundo del country, pero abucheado con su intento fallido de revivir a ‘Popeye' con Robin Williams o indagar en el mundo de la moda parisina en ‘Pret a porter'.
"Mis películas pueden no satisfacer al público general, pero nunca fueron hechas para eso", era el tono de las respuestas que podía dar sobre sus obras cuando eran blanco de los dardos más venenosos de la crítica.
Tras dos fracasos matrimoniales, se casó en 1959 con Kathryn Reed Altman, madre de dos de sus seis hijos.
El prolífico Altman se anotó una carrera de 55 años y hasta el final fue un irreverente dentro de la industria de Hollywood, a quien dedicó varios guiones cínicos.
Durante el Oscar 2006, como un octogenario algo nostálgico no dudó en inyectar humor.
"Creo que estoy aquí bajo falsas pretensiones. Y es que hace 10 u 11 años tuve un transplante de corazón. Me dieron el corazón, creo, de una mujer joven quien estaba en sus 30 años. Y haciendo este cálculo, quizás me están dando este premio muy pronto, porque creo que le quedan como 40 años más y tengo la intención de vivirlos así. Gracias", dijo un Altman activo en lo que sería su último discurso.
22 de noviembre de 2006
<©mi punto
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