bush y el perro búlgaro
[Darlene Superville] Qué pasó con el pastor que recibió del presidente búlgaro.
Cuando los presidentes de Estados Unidos reciben regalos, se acusa recibo de los artículos, que luego son guardados en bodegas del gobierno a la espera de la apertura de su futura biblioteca.
Ha sido el destino de muchos pares de botas y sombreros de cowboy, caras alfombras, centelleantes cubiertos de plata y cristal, joyas, finos tejidos, obras de arte y otros artículos -todos ellos dados el presidente Bush por dignatarios extranjeros desde que asumiera el cargo hace casi seis años.
Su regalo más inusual lo recibió del presidente búlgaro Georgi Parvanov.
Además de una edición en búlgaro del libro de 2002, ‘The Leadership Genius of George W. Bush', Parvanov dio a su colega norteamericano un cachorro de pastor búlgaro, vivo y coleando, llamado Balkan de Gorannadraganov, de apenas dos meses.
Balkan, para abreviar.
¿Qué pasará con el perro de caza blanco y negro, descendiente de una antigua raza de montaña?
Bush y la primera dama, Laura Bush, ambos amantes de los perros, ya tienen a los terriers escoceses Barney y Miss Beazley, que viven con ellos en el número 1600 de la Avenida de Pensilvania.
Obviamente, Balkan no podía ser enviado a los Archivos Nacionales con el resto del botín del presidente. Aparentemente, los Bush consideraron la idea de llevarlo con ellos a su rancho en Texas, pero se dieron cuenta de que podría no adaptarse bien al calor, dijo la portavoz de la primera dama, Susan Whitson.
Los presidentes no pueden aceptar de funcionarios extranjeros regalos por un valor superior a 305 dólares, por temor a que influyan en la política exterior norteamericana. Esos artículos son considerados propiedad del pueblo estadounidense, pero los presidentes deben pagar al ministerio de Hacienda por los presentes que quieran conservar.
Los Bush compraron a Balkan y lo regalaron a una amiga no identificada que vive con su marido búlgaro-estadounidense en una finca en Maryland, dijo Whitson, revelando el destino del perro casi un año más tarde.
Cuando Bush lo recibió en octubre de 2005, el gobierno tasó al perro en 430 dólares, de acuerdo al informe anual del ministerio de Relaciones Exteriores sobre regalos de gobiernos extranjeros.
Es inusual, pero no completamente desconocido, que un representante norteamericano acepte regalos de criaturas vivas.
En el otoño pasado en Mongolia, el ministro de Defensa, Donald H. Rumsfeld, recibió un caballo como un símbolo de amistad entre los dos países. Lo dejó al cuidado de un ganadero. Bush bromeó durante su propia visita allá en noviembre, diciendo que tenía una misión importante.
"El ministro Rumsfeld me pidió que preguntara por su caballo", dijo el presidente.
Durante su visita a India y Pakistán en 1962, los regalos de la primera dama Jacqueline Kennedy incluían a un bebé elefante, un par de cachorros de tigre y un caballo zaino de pura sangre llamado Sardar.
Envió el caballo a casa por transporte militar, lo que provocó las quejas de un congresista republicano que dijo que el resultado fue que no pudo abordar el vuelo militar de Pakistán a Grecia. Los otros animales terminaron en zoológicos estadounidenses.
En total, el año pasado Bush recibió más de cien regalos por un valor de casi 75 mil dólares, de los presidentes de unos cincuenta países, incluyendo un pisapapeles de cristal Lalique, una capa Hermes y una moto Desert Ranger. Su valor varió de unos dólares a varios miles.
"No los puede usar personalmente, lo que está muy mal", se lamentó Laura Bush cuando los periodistas le preguntaron sobre los regalos cuando Junichiro Koizumi, de Japón, visitó Estados Unidos en junio. El ex primer ministro regaló a su marido una bicicleta y una ampliación de un sello postal japonés con Babe Ruth.
El año pasado, el presidente afgano Hamid Karzai le dio una alfombra beige con estampado de diamantes y el príncipe heredero de Arabia Saudí le dio una estatua de un caballo bermejo sobre una base de malaquita con un reloj de oro, nácar y malaquita. Fueron tasados cada uno en ocho mil dólares.
El presidente ruso Vladimir Putin le dio una foto del padre de Bush, el ex presidente George H.W. Bush, y de la familia en Kennebunkport, Maine, de 20 por 28 centímetros, tasada en cinco dólares.
Putin le dio también otras fotos, y una herradura de plata, de 250 dólares.
Ha sido el destino de muchos pares de botas y sombreros de cowboy, caras alfombras, centelleantes cubiertos de plata y cristal, joyas, finos tejidos, obras de arte y otros artículos -todos ellos dados el presidente Bush por dignatarios extranjeros desde que asumiera el cargo hace casi seis años.
Su regalo más inusual lo recibió del presidente búlgaro Georgi Parvanov.
Además de una edición en búlgaro del libro de 2002, ‘The Leadership Genius of George W. Bush', Parvanov dio a su colega norteamericano un cachorro de pastor búlgaro, vivo y coleando, llamado Balkan de Gorannadraganov, de apenas dos meses.
Balkan, para abreviar.
¿Qué pasará con el perro de caza blanco y negro, descendiente de una antigua raza de montaña?
Bush y la primera dama, Laura Bush, ambos amantes de los perros, ya tienen a los terriers escoceses Barney y Miss Beazley, que viven con ellos en el número 1600 de la Avenida de Pensilvania.
Obviamente, Balkan no podía ser enviado a los Archivos Nacionales con el resto del botín del presidente. Aparentemente, los Bush consideraron la idea de llevarlo con ellos a su rancho en Texas, pero se dieron cuenta de que podría no adaptarse bien al calor, dijo la portavoz de la primera dama, Susan Whitson.
Los presidentes no pueden aceptar de funcionarios extranjeros regalos por un valor superior a 305 dólares, por temor a que influyan en la política exterior norteamericana. Esos artículos son considerados propiedad del pueblo estadounidense, pero los presidentes deben pagar al ministerio de Hacienda por los presentes que quieran conservar.
Los Bush compraron a Balkan y lo regalaron a una amiga no identificada que vive con su marido búlgaro-estadounidense en una finca en Maryland, dijo Whitson, revelando el destino del perro casi un año más tarde.
Cuando Bush lo recibió en octubre de 2005, el gobierno tasó al perro en 430 dólares, de acuerdo al informe anual del ministerio de Relaciones Exteriores sobre regalos de gobiernos extranjeros.
Es inusual, pero no completamente desconocido, que un representante norteamericano acepte regalos de criaturas vivas.
En el otoño pasado en Mongolia, el ministro de Defensa, Donald H. Rumsfeld, recibió un caballo como un símbolo de amistad entre los dos países. Lo dejó al cuidado de un ganadero. Bush bromeó durante su propia visita allá en noviembre, diciendo que tenía una misión importante.
"El ministro Rumsfeld me pidió que preguntara por su caballo", dijo el presidente.
Durante su visita a India y Pakistán en 1962, los regalos de la primera dama Jacqueline Kennedy incluían a un bebé elefante, un par de cachorros de tigre y un caballo zaino de pura sangre llamado Sardar.
Envió el caballo a casa por transporte militar, lo que provocó las quejas de un congresista republicano que dijo que el resultado fue que no pudo abordar el vuelo militar de Pakistán a Grecia. Los otros animales terminaron en zoológicos estadounidenses.
En total, el año pasado Bush recibió más de cien regalos por un valor de casi 75 mil dólares, de los presidentes de unos cincuenta países, incluyendo un pisapapeles de cristal Lalique, una capa Hermes y una moto Desert Ranger. Su valor varió de unos dólares a varios miles.
"No los puede usar personalmente, lo que está muy mal", se lamentó Laura Bush cuando los periodistas le preguntaron sobre los regalos cuando Junichiro Koizumi, de Japón, visitó Estados Unidos en junio. El ex primer ministro regaló a su marido una bicicleta y una ampliación de un sello postal japonés con Babe Ruth.
El año pasado, el presidente afgano Hamid Karzai le dio una alfombra beige con estampado de diamantes y el príncipe heredero de Arabia Saudí le dio una estatua de un caballo bermejo sobre una base de malaquita con un reloj de oro, nácar y malaquita. Fueron tasados cada uno en ocho mil dólares.
El presidente ruso Vladimir Putin le dio una foto del padre de Bush, el ex presidente George H.W. Bush, y de la familia en Kennebunkport, Maine, de 20 por 28 centímetros, tasada en cinco dólares.
Putin le dio también otras fotos, y una herradura de plata, de 250 dólares.
13 de octubre de 2006
©associated press
©traducción mQh
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