mafioso con lado blando
[Tom Hays] Libro cuenta detalles sobre el lado blando de un mafioso.
Nueva York, Estados Unidos. En el verano de 2000, cuando retozaba junto a una piscina en un hotel de Las Vegas, ‘Vinny Gorgeous' reveló su versión de un maquillaje extremo. Vincent Basciano, gracias a una operación quirúrgica de reducción del pecho y a una liposucción, se deshizo de los poco favorecedores michelines del pecho y la barriga. El renombrado mafioso, conocido en el Bronx como un egocéntrico con un temperamento explosivo, se jactó de su pinta reformada en una cabaña privada.
"Era tan vano", contó Michael Mehler, amiguete y confidente de Basciano. "Me dejó anonadado". Mehler, 40, hace el retrato del tímido y atormentado ex jefe de la familia mafiosa Bonanno en un libro de confesiones de próxima aparición titulado ‘Nice Jewish Felon'. Piensa respaldar su historia con una página web en la que mostrará correspondencia y otros documentos que prueban que el par vivió una breve pero firme relación.
Para Mehler, Basciano era un mafioso incomprendido que soñaba en secreto con entretener a los niños, produciendo un largometraje animado con una ardilla bailarina.
"A su modo, Vincent se interesaba en la gente", escribe Mehler en un pasaje. "Simplemente no podía demostrar su bondad a sus colegas, porque podían pensar que se estaba volviendo blando. Tenía que mantener su imagen de ‘tipo rudo'. En su mundo, eso hacía la diferencia entre la vida y la muerte".
Un abogado de Basciano, James Kousouros, dijo que nunca oyó hablar de Mehler, pero se negó a hacer más declaraciones.
El propio abogado de Mehler tuvo que corregir su manuscrito para que pudiera conseguir un contrato con iUniverse, un servicio de publicaciones particulares y markéting que espera que el libro esté disponible online antes de Navidad.
Las autoridades dicen que Basciano, 46, el elegante antiguo propietario del salón de belleza Hello Gorgeous en el Bronx, en la familia Bonanno tenía la reputación de ser un asesino. En su juicio a principios de año, un jurado oyó las declaraciones de un testigo que dijo que, en 2001, Basciano uso una escopeta calibre 12 para matar a un mafioso de bajo nivel de otra familia de la mafia, porque creía que quería secuestrar a uno de sus hijos.
Los miembros del jurado no lograron llegar a un veredicto sobre el cargo de homicidio, pero lo encontraron culpable de extorsión, intento de homicidio y apuestas ilegales. Basciano sigue preso a la espera de la acusación de que conspiró para asesinar a un fiscal.
Mehler, que se describe a sí mismo como la oveja negra de una respetable familia judía, afirma que se hizo amigo de Basciano después de sus propios roces con la ley. Se divorció hace poco, empezó a salir con una striptisera y perdió miles de dólares en apuestas en 1998, cuando fue arrestado en Connecticut por robar una pintura de Paul Klee, tasada en 400 mil dólares, de la casa de un primo fallecido recientemente.
Mehler dice que tuvo una riña con la mujer de su primo y se llevó la pintura por despecho. Trató de vender el trabajo del artista suizo, ‘Máscara en el crepúsculo', en casas de subasta de Manhattan y a coleccionistas europeos, hasta que la policía llamó a su puerta.
"Yo eran tan narcisista que pensaba que podía librarme de este asunto hablando, como he hecho siempre en mi vida", dijo en una entrevista.
Tras declararse culpable, fue dejado en libertad vigilada, equipado con un monitor electrónico en su tobillo y alojado en un casa de rehabilitación en el Bronx. Mehler estaba trabajando de camarero en una cocinería de Manhattan cuando Basciano entró despreocupadamente con una chica colgando del brazo.
Los dos se pusieron a charlar, y Mehler le contó su pasado criminal. Basciano, escribe, "me aconsejó que me mantuviera tranquilo durante el proceso", y se marchó dejándole una propina de doscientos dólares.
En una reunión posterior, Basciano le preguntó: "¿Traicionase a alguno de tus amigos cuando te arrestaron?" Cuando Mehler dijo que no, contó, el mafioso replicó: "Ahora eres bienvenido en mi casa. Lo mío es tuyo".
Pronto Basciano tomó bajo su protección a Mehler. Lo presentó a su esposa, logró que convenciera a su hijo de que siguiera una carrera en Wall Street, y compartió con Mehler los botines del bajo mundo: caros regalos, lujosos banquetes con otros mafiosos y orgías en limusinas con prostitutas elegantes.
"Yo tenía una lucha interna entre el bien y el mal", dice. "Los senderos de Vincent y yo se cruzaron en un momento de mi vida en que yo no sabía hacia dónde iba".
De acuerdo a Mehler, Basciano también se atormentaba.
El mafioso quería cambiar su vida mejorando su vocabulario y empezando algún negocio legal, como la película con la ardilla y un negocio de cestas de regalos, dijo Mehler. En 2000, Basciano viajó en primera clase a Las Vegas para ayudar a lanzar las cestas de regalo en un hotel de allá.
Cuando llegó Mehler, lo llevaron a una cabaña privada junto a la piscina, donde un Basciano más delgado le estaba esperando. Aunque Mehler expresó su aprobación, encontró la escena tan patética que eso finalmente introdujo una cuña en su relación.
"Pensé: ‘Mira hasta dónde has llegado'", dijo Mehler. "Te acabas de hacer una liposucción y estás en la mafia'".
"Era tan vano", contó Michael Mehler, amiguete y confidente de Basciano. "Me dejó anonadado". Mehler, 40, hace el retrato del tímido y atormentado ex jefe de la familia mafiosa Bonanno en un libro de confesiones de próxima aparición titulado ‘Nice Jewish Felon'. Piensa respaldar su historia con una página web en la que mostrará correspondencia y otros documentos que prueban que el par vivió una breve pero firme relación.
Para Mehler, Basciano era un mafioso incomprendido que soñaba en secreto con entretener a los niños, produciendo un largometraje animado con una ardilla bailarina.
"A su modo, Vincent se interesaba en la gente", escribe Mehler en un pasaje. "Simplemente no podía demostrar su bondad a sus colegas, porque podían pensar que se estaba volviendo blando. Tenía que mantener su imagen de ‘tipo rudo'. En su mundo, eso hacía la diferencia entre la vida y la muerte".
Un abogado de Basciano, James Kousouros, dijo que nunca oyó hablar de Mehler, pero se negó a hacer más declaraciones.
El propio abogado de Mehler tuvo que corregir su manuscrito para que pudiera conseguir un contrato con iUniverse, un servicio de publicaciones particulares y markéting que espera que el libro esté disponible online antes de Navidad.
Las autoridades dicen que Basciano, 46, el elegante antiguo propietario del salón de belleza Hello Gorgeous en el Bronx, en la familia Bonanno tenía la reputación de ser un asesino. En su juicio a principios de año, un jurado oyó las declaraciones de un testigo que dijo que, en 2001, Basciano uso una escopeta calibre 12 para matar a un mafioso de bajo nivel de otra familia de la mafia, porque creía que quería secuestrar a uno de sus hijos.
Los miembros del jurado no lograron llegar a un veredicto sobre el cargo de homicidio, pero lo encontraron culpable de extorsión, intento de homicidio y apuestas ilegales. Basciano sigue preso a la espera de la acusación de que conspiró para asesinar a un fiscal.
Mehler, que se describe a sí mismo como la oveja negra de una respetable familia judía, afirma que se hizo amigo de Basciano después de sus propios roces con la ley. Se divorció hace poco, empezó a salir con una striptisera y perdió miles de dólares en apuestas en 1998, cuando fue arrestado en Connecticut por robar una pintura de Paul Klee, tasada en 400 mil dólares, de la casa de un primo fallecido recientemente.
Mehler dice que tuvo una riña con la mujer de su primo y se llevó la pintura por despecho. Trató de vender el trabajo del artista suizo, ‘Máscara en el crepúsculo', en casas de subasta de Manhattan y a coleccionistas europeos, hasta que la policía llamó a su puerta.
"Yo eran tan narcisista que pensaba que podía librarme de este asunto hablando, como he hecho siempre en mi vida", dijo en una entrevista.
Tras declararse culpable, fue dejado en libertad vigilada, equipado con un monitor electrónico en su tobillo y alojado en un casa de rehabilitación en el Bronx. Mehler estaba trabajando de camarero en una cocinería de Manhattan cuando Basciano entró despreocupadamente con una chica colgando del brazo.
Los dos se pusieron a charlar, y Mehler le contó su pasado criminal. Basciano, escribe, "me aconsejó que me mantuviera tranquilo durante el proceso", y se marchó dejándole una propina de doscientos dólares.
En una reunión posterior, Basciano le preguntó: "¿Traicionase a alguno de tus amigos cuando te arrestaron?" Cuando Mehler dijo que no, contó, el mafioso replicó: "Ahora eres bienvenido en mi casa. Lo mío es tuyo".
Pronto Basciano tomó bajo su protección a Mehler. Lo presentó a su esposa, logró que convenciera a su hijo de que siguiera una carrera en Wall Street, y compartió con Mehler los botines del bajo mundo: caros regalos, lujosos banquetes con otros mafiosos y orgías en limusinas con prostitutas elegantes.
"Yo tenía una lucha interna entre el bien y el mal", dice. "Los senderos de Vincent y yo se cruzaron en un momento de mi vida en que yo no sabía hacia dónde iba".
De acuerdo a Mehler, Basciano también se atormentaba.
El mafioso quería cambiar su vida mejorando su vocabulario y empezando algún negocio legal, como la película con la ardilla y un negocio de cestas de regalos, dijo Mehler. En 2000, Basciano viajó en primera clase a Las Vegas para ayudar a lanzar las cestas de regalo en un hotel de allá.
Cuando llegó Mehler, lo llevaron a una cabaña privada junto a la piscina, donde un Basciano más delgado le estaba esperando. Aunque Mehler expresó su aprobación, encontró la escena tan patética que eso finalmente introdujo una cuña en su relación.
"Pensé: ‘Mira hasta dónde has llegado'", dijo Mehler. "Te acabas de hacer una liposucción y estás en la mafia'".
24 de noviembre de 2006
©associated press
©traducción mQh
0 comentarios