sospechosos errores de policía
[Mary Jordan] Comisión británica opina que policía debería ofrecer disculpas a familias musulmanas
Londres, Gran Bretaña. La policía londinense debería pedir excusas públicamente a dos familias musulmanas confundidas en un allanamiento anti-terrorista en el que un hombre fue herido a bala, declaró el martes una comisión independiente.
La Comisión Independiente de Quejas de la Policía estaba investigando el dramático allanamiento de dos casas al este de Londres en junio pasado, en el que participaron unos 250 agentes, algunos con uniformes especiales de protección contra materiales químicos. Agentes de policía dijeron más tarde que creían que en el lugar se estaba fabricando "un artefacto explosivo altamente peligroso que podía ser detonado por control remoto".
Dos hombres, Mohammed Abdul Kahar, 23, y su hermano Abul Koyair, 20, fueron arrestados, y Abdul Kahar resultó herido a bala en un hombro durante la escaramuza. Una semana más tarde, después de un extenso allanamiento de las casas, los dos hombres fueron dejados en libertad sin cargos.
Nueve familiares, incluyendo a niños y ancianos, también fueron llevados a la comisaría de policía, donde les tomaron muestras de ADN y las huellas digitales, acciones que la comisión calificó de "insensibles e innecesarias".
Aunque reprende a la policía por algunos de sus métodos, la comisión no recomendó medidas disciplinarias en conexión con el allanamiento, que ha enturbiado las relaciones entre la policía y muchos musulmanes.
Alf Hitchcock, subcomisario de policía, dijo a los periodistas que la policía ya había ofrecido excusas tres veces por el allanamiento y que lo volvería a hacer.
El llamado ‘allanamiento de Forest Gate', llamado así por el vecindario donde ocurrió, ha sido mencionado frecuentemente por líderes musulmanes, que dicen que muchos de los casi dos millones de musulmanes en Gran Bretaña se sienten como viviendo bajo sitio y creen que la policía los considera culpables.
Entre el 11 de septiembre de 2001 y fines de septiembre pasado, la policía detuvo a 1,140 personas acusándolas de delitos relacionados con el terrorismo y dejó en libertad sin cargos a 631, de acuerdo a estadísticas del ministerio del Interior. Sólo 38 han sido condenadas por delitos terroristas, y 98 están actualmente sometidas a juicio, de acuerdo al gobierno.
La policía dice que han estado bajo una extraordinaria presión para impedir atentados que podrían costar la vida a grandes cantidades de personas, especialmente después de que terroristas suicidas se mataran a sí mismos y a otros 52 pasajeros del metro y un autobús de Londres en julio de 2005.
En agosto pasado, la policía detuvo a 25 personas en una supuesta trama para hacer estallar aviones en vuelos transatlánticos; ocho de ellas fueron dejadas en libertad sin cargos. El mes pasado, nueves musulmanes fueron detenidos por su implicación en un presunto complot para secuestrar y decapitar a un musulmán que trabaja para el ejército británico; tres de ellos fueron dejados en libertad sin cargos.
Líderes musulmanes están cada vez más denunciando los errores de inteligencia de la policía y dicen que los agentes están deteniendo a gente inocente sobre bases rutinarias. Dicen que toda la comunidad musulmana es atacada cuando la policía hace redadas masivas en lugar de detener a sospechosos discretamente para ser interrogados.
Massoud Shadjareh, presidente de la Comisión Musulmana de Derechos Humanos de Londres, dijo en una entrevista que las numerosas detenciones de musulmanes que no resultan en la formulación de cargos "tiene efectos devastadores para las personas" y están "causando gran indignación" entre muchos musulmanes.
Dijo que casos como los de Forest Gate se están convirtiendo en normales, mencionando el daño permanente que causa a la comunidad musulmana la publicidad en torno a la manufactura de bombas químicas por Abdul Kahar y Koyair, pese a que la acusación policial resultó ser falsa.
Shadjareh calificó la conclusión del martes de que la policía debía ofrecer excusas, de "demasiado poco, demasiado tarde".
Abdul Kahar dijo a la BBC que estaba desilusionado por las conclusiones de la comisión. Dijo que nada justificaba el modo en que la policía había tratado a sus familiares, incluyendo a su padre de 61 años. "Él estaba semi-desnudo, y lo golpearon cuando estaba en el suelo", dijo Abdul Kahar.
En todas, las dos familias han entablado más de 150 demandas contra la policía. Deborah Glass, comisaria de la comisión, desechó casi todas las demandas, aunque dijo que la policía debió haber tratado mejor a los dos hombres y sus familiares detenidos.
"He concluido que la policía tiene razón en cuanto a que no hay que correr riesgos cuando se trata de la seguridad pública", dijo Glass. Pero agregó: "Pero la policía debe planear de manera más realista y considerar la posibilidad de que sus datos sean erróneos".
La Comisión Independiente de Quejas de la Policía estaba investigando el dramático allanamiento de dos casas al este de Londres en junio pasado, en el que participaron unos 250 agentes, algunos con uniformes especiales de protección contra materiales químicos. Agentes de policía dijeron más tarde que creían que en el lugar se estaba fabricando "un artefacto explosivo altamente peligroso que podía ser detonado por control remoto".
Dos hombres, Mohammed Abdul Kahar, 23, y su hermano Abul Koyair, 20, fueron arrestados, y Abdul Kahar resultó herido a bala en un hombro durante la escaramuza. Una semana más tarde, después de un extenso allanamiento de las casas, los dos hombres fueron dejados en libertad sin cargos.
Nueve familiares, incluyendo a niños y ancianos, también fueron llevados a la comisaría de policía, donde les tomaron muestras de ADN y las huellas digitales, acciones que la comisión calificó de "insensibles e innecesarias".
Aunque reprende a la policía por algunos de sus métodos, la comisión no recomendó medidas disciplinarias en conexión con el allanamiento, que ha enturbiado las relaciones entre la policía y muchos musulmanes.
Alf Hitchcock, subcomisario de policía, dijo a los periodistas que la policía ya había ofrecido excusas tres veces por el allanamiento y que lo volvería a hacer.
El llamado ‘allanamiento de Forest Gate', llamado así por el vecindario donde ocurrió, ha sido mencionado frecuentemente por líderes musulmanes, que dicen que muchos de los casi dos millones de musulmanes en Gran Bretaña se sienten como viviendo bajo sitio y creen que la policía los considera culpables.
Entre el 11 de septiembre de 2001 y fines de septiembre pasado, la policía detuvo a 1,140 personas acusándolas de delitos relacionados con el terrorismo y dejó en libertad sin cargos a 631, de acuerdo a estadísticas del ministerio del Interior. Sólo 38 han sido condenadas por delitos terroristas, y 98 están actualmente sometidas a juicio, de acuerdo al gobierno.
La policía dice que han estado bajo una extraordinaria presión para impedir atentados que podrían costar la vida a grandes cantidades de personas, especialmente después de que terroristas suicidas se mataran a sí mismos y a otros 52 pasajeros del metro y un autobús de Londres en julio de 2005.
En agosto pasado, la policía detuvo a 25 personas en una supuesta trama para hacer estallar aviones en vuelos transatlánticos; ocho de ellas fueron dejadas en libertad sin cargos. El mes pasado, nueves musulmanes fueron detenidos por su implicación en un presunto complot para secuestrar y decapitar a un musulmán que trabaja para el ejército británico; tres de ellos fueron dejados en libertad sin cargos.
Líderes musulmanes están cada vez más denunciando los errores de inteligencia de la policía y dicen que los agentes están deteniendo a gente inocente sobre bases rutinarias. Dicen que toda la comunidad musulmana es atacada cuando la policía hace redadas masivas en lugar de detener a sospechosos discretamente para ser interrogados.
Massoud Shadjareh, presidente de la Comisión Musulmana de Derechos Humanos de Londres, dijo en una entrevista que las numerosas detenciones de musulmanes que no resultan en la formulación de cargos "tiene efectos devastadores para las personas" y están "causando gran indignación" entre muchos musulmanes.
Dijo que casos como los de Forest Gate se están convirtiendo en normales, mencionando el daño permanente que causa a la comunidad musulmana la publicidad en torno a la manufactura de bombas químicas por Abdul Kahar y Koyair, pese a que la acusación policial resultó ser falsa.
Shadjareh calificó la conclusión del martes de que la policía debía ofrecer excusas, de "demasiado poco, demasiado tarde".
Abdul Kahar dijo a la BBC que estaba desilusionado por las conclusiones de la comisión. Dijo que nada justificaba el modo en que la policía había tratado a sus familiares, incluyendo a su padre de 61 años. "Él estaba semi-desnudo, y lo golpearon cuando estaba en el suelo", dijo Abdul Kahar.
En todas, las dos familias han entablado más de 150 demandas contra la policía. Deborah Glass, comisaria de la comisión, desechó casi todas las demandas, aunque dijo que la policía debió haber tratado mejor a los dos hombres y sus familiares detenidos.
"He concluido que la policía tiene razón en cuanto a que no hay que correr riesgos cuando se trata de la seguridad pública", dijo Glass. Pero agregó: "Pero la policía debe planear de manera más realista y considerar la posibilidad de que sus datos sean erróneos".
14 de febrero de 2007
20 de febrero de 2007
©washington post
©traducción mQh
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