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homenaje a cineasta van gogh


En el Oosterpark de Amsterdam se reveló el domingo ‘De schreeuw' [El grito], la escultura en memora de Theo van Gogh, el cineasta asesinado por un extremista musulmán.
Amsterdam, Holanda. Sus hermanas Jantine y Josien van Gogh se encargaron de descubrir la escultura, en presencia de su padre Johan van Gogh. El alcalde de Amsterdam, Job Cohen, y el presidente del distrito Oost-Watergraafsmeer, Martin Verbeet, leyeron breves discursos.
Verbeet dijo que la escultura va más allá que el dolor personal. "Es un poderoso símbolo de defensa de la libertad de opinión", dijo el presidente del distrito ante unas mil personas que se acercaron a la ceremonia. "Tendrá que estar aquí durante mucho tiempo, incluso después de que hayamos partido". La escultura fue instalada a un costado del Oosterpark, de modo que la pueden ver muchos. "Con esta imagen, Theo podrá gritar a muchos, literalmente".
La escultura del artista Jeroen Henneman representa la libertad de expresión y cómo acallaron a van Gogh. Una lámina de 4.5 metros de alto de acero inoxidable muestra un rostro inclinado, gritando. Al otro lado se ve una boca cerrada. Van Gogh fue asesinado el 2 de noviembre de 2004 por un musulmán extremista en la Linnaeusstraat de Amsterdam, a tiro de piedra del Oosterpark.

Chansons
Durante la ceremonia se cantaron chansons escritas por van Gogh. El humorista Hans Teeuwen, que era un buen amigo del cineasta, cerró la ceremonia con una canción en defensa de libertad de expresión. "Mandad a Dios a que lo zurzan y meteos al profeta en el culo", cantó Teeuwen. "Si por esto te matan, es que te ha gustado la canción. La palabra libre no morirá nunca, así zumben las balas por tus orejas".
Henneman, creador de ‘De schreeuw', considera la revelación sobre todo "el fin de todo tipo de obstáculos burocráticos. Pero nada más que eso". Debido a un error en la petición del permiso de instalación, la ceremonia se retrasó en medio año. La semana pasada intentó un vecino del Oosterpark impedir la instalación de la imagen, pero fue desechado por el juez.
El escultor espera que la imagen recuerde a los pasantes el momento del asesinato. "A Theo van Gogh, que grita pidiendo piedad". Henneman dice no temer que algunos quieran dañar la escultura. "No tiene sentido. Si cruzas la calle puedes morir atropellado por un coche. Tampoco a eso le tienes miedo". El distrito tiene que cuidar del monumento, dice. "La imagen ya no me pertenece".

19 de marzo de 2007
©het parool
©traducción mQh
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