Blogia
mQh

niños como anzuelos


[Kirk Semple] Terroristas iraquíes hacen explotar a dos niños usados como señuelos.
Bagdad, Iraq. Un grupo de insurgentes hizo detonar una bomba en un coche con dos niños dentro, después de utilizarlos como señuelos para pasar un puesto de control militar en Bagdad, dijo el martes un general norteamericano.
En una rueda de prensa en el Pentágono, el general de división Michael Barbaro, subdirector de operaciones regionales del Estado Mayor Conjunto, dijo que los soldados norteamericanos habían hecho detener el coche en un puesto de control, y autorizado a que continuara su camino después de ver a los niños en el asiento trasero.
"Los niños en el asiento trasero eliminaron las sospechas", dijo, de acuerdo a una transcripción. "Los dejamos pasar. Aparcaron el vehículo y los adultos escaparon, haciéndolo detonar dejando a los niños detrás".
El general Barbaro no ofreció mayores detalles.
El teniente coronel Christopher Garver, un alto portavoz militar americano en Bagdad, dijo el martes noche que su oficina no tenía registro del atentado, pero que estaba investigándolo. "No sé sobre qué incidente está hablando", dijo el coronel Garver.
La agencia France-Presse, citando a un oficial norteamericano no identificado, dijo que el incidente ocurrió el domingo. Los terroristas aparcaron el vehículo al otro lado de la calle frente a una escuela y huyeron, dejando a los niños dentro, dijo el oficial a la agencia de prensa. La explosión mató a los niños y a otros tres civiles e hirió a siete, dijo el oficial.
El martes el comando americano entregó su versión de un polémico allanamiento de una mezquita chií en Bagdad el lunes noche, que indignó a muchos en la comunidad chií y llevó a algunos a cuestionar su cooperación con el último plan de seguridad norteamericano.
De acuerdo a una declaración militar norteamericana, un grupo de soldados iraquíes irrumpió en la mezquita en el barrio predominantemente chií de Kadhimiya al noroeste de Bagdad, a la búsqueda de militantes sospechosos. Unas cincuenta personas fueron detenidas brevemente durante el allanamiento, pero nadie fue arrestado y no se encontraron materiales con los que se pudieran fabricar bombas, dijeron los oficiales.
Al contrario de las reclamaciones de vecinos y líderes de la comunidad chií, el comando americano dijo que sus soldados permanecieron fuera del edificio durante la operación. En el pasado, allanamientos de mezquitas realizados por soldados norteamericanos han provocado el resentimiento de los musulmanes aquí, que rechazan que sus espacios sagrados sean empujados al conflicto.
Después del allanamiento, la fuerza conjunta iraquí-norteamericana fue atacada por unos veinte hombres armados con armas pequeñas y lanzagranadas, de acuerdo a la declaración militar. Los norteamericanos retornaron el fuego, matando a tres hombres que fueron descritos como insurgentes.
Líderes y vecinos de la comunidad chií en el barrio del allanamiento ofrecieron una versión significativamente diferente. Dijeron que las tropas americanas habían irrumpido no en una, sino en dos mezquitas, las dos vinculadas a Moqtada al-Sáder, el clérigo chií antinorteamericano.
Cuando los soldados entraron en una de las mezquitas, abrieron fuego contra los fieles que intentaron huir, dijo Salah Abdul Qadir, portavoz del Fondo Chií, una organización gubernamental que supervisa las mezquitas chiíes de Iraq.
Sáder, que dirige una poderosa y a menudo indisciplinada milicia, ha dado órdenes a sus milicianos de no resistir el plan de seguridad. Al mismo tiempo, ha denunciado públicamente la ampliada presencia norteamericana en Bagdad y exigido que las tropas americanas se mantengan fuera de los barrios controlados por él.
La reacción ante el allanamiento entre gran parte de los líderes chiíes elegidos fue apagada, sugiriendo que la versión norteamericana reflejaba su punto de vista o que no querían crear revuelo para no poner en peligro el nuevo plan de seguridad iraquí-norteamericano.
Fuertes combates tuvieron lugar el martes en las cercanías de Faluya, entre combatientes tribales sunníes y la policía iraquí, por un lado, e insurgentes de al-Qaeda en Mesopotamia por el otro, en los que murieron 32 rebeldes, 10 combatientes tribales y 8 agentes de policía, de acuerdo a oficiales del departamento de policía de Faluya.
Los combates, en la disputada zona de Amiriya, cerca de Faluya, participaron miembros del Consejo de Salvación de Anbar, una federación de tribus que se unieron en septiembre pasado para hacer frente a los yihadistas sunníes del grupo al-Qaeda en Mesopotamia.
Hamid al-Eesouwi, jefe de una de las tribus, dijo en una conferencia telefónica que la federación tribal decidió atacar a los rebeldes después de que terroristas suicidas atacaran en territorio tribal al sur de Faluya, el viernes, utilizando vehículos cargos con gas cloro y explosivos.
Una bomba estalló junto a una patrulla americana cerca del Puente de Jadriya en Bagdad el martes, matando a un soldado norteamericano, dijo un funcionario del ministerio del Interior.
En la capital, tres coches bomba -en las cercanías de una mezquita en el barrio de Obaydie, en una zona industrial en la calle del Jeque Omar y cerca del Puente 14 de Julio, que conduce a la Zona Verde- mataron al menos a ocho personas y dejaron heridas a 28, dijo el funcionario del ministerio.
Proyectiles de mortero impactaron en el barrio de Dora al sur de Bagdad, matando al menos a seis personas e hiriendo a quince, dijo el funcionario, y se encontraron 32 cuerpos en varios sitios en todo Bagdad. Hombres armados asesinaron al capitán Hussain Abdullah, un agente del servicio de inteligencia del ministerio del Interior, dijo el funcionario.
El cuerpo de Taha Yassin Ramadan, vice-presidente de Saddam Hussein, que fue ahorcado el martes al alba, fue trasladado en un helicóptero norteamericano a una base militar norteamericana en las afueras de Tikrit. El cuerpo de Ramadan, envuelto en una bandera iraquí, fue sepultado en el pueblo de Awja, cerca de la tumba de mármol donde yace el cuerpo de Hussein después de ser colgado en diciembre. La semana pasada, los cuerpos de los hijos de Hussein, Uday y Qusay, fueron desenterrados y vueltos a enterrar junto a la tumba.

Alissa J. Rubin y empleados iraquíes del New York Time en Faluya, Ramadi y Tikrit, contribuyeron al reportaje.

21 de marzo de 2007
©new york times
©traducción mQh
rss

0 comentarios