británicos asesinan a civiles
Londres, Reino Unido. Las fuerzas armadas británicas en Iraq han causado la muerte por disparos de varios civiles iraquíes, entre ellos una niña de ocho años y el invitado de una boda, en situaciones en las que no existía ninguna amenaza aparente para ellos mismos ni para terceros, según un nuevo informe de Amnistía Internacional.
En el informe se detallan también casos de homicidios políticos y de lo que se conoce como "homicidios morales" cometidos por grupos e individuos armados en el sur de Iraq, administrado por el Reino Unido. Los datos indican que entre las víctimas figuran ex miembros del Partido Baas, profesionales, vendedores de alcohol y comerciantes que venden música y vídeos, pese a lo cual no se ha enjuiciado a nadie.
Muchos casos de homicidios de civiles cometidos por las fuerzas armadas británicas ni siquiera se han investigado. Las investigaciones realizadas por la Real Policía Militar están rodeadas de secretismo, y a las familias de las víctimas se les da poca o ninguna información sobre sus avances. Amnistía Internacional pide una investigación dirigida por civiles de todos los homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas, y que sus conclusiones se hagan públicas.
"Lejos de haber sido liberado, el pueblo de Iraq sigue viviendo bajo el temor y la inseguridad", ha declarado Amnistía Internacional.
"Los grupos armados atacan con aparente impunidad. Los homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas, en situaciones en las que no deberían haber empleado la fuerza letal, se investigan en secreto y a puerta cerrada. En lugar de que las fuerzas armadas británicas decidan si investigarse a sí mismas cuando se produce un homicidio, debe haber una investigación exhaustiva, imparcial y dirigida por civiles de todas las denuncias de homicidios cometidos por las tropas británicas."
El informe, titulado Homicidios de civiles en Basora y al-'Amara (consultable en inglés), se basa en las investigaciones realizadas por los delegados de Amnistía Internacional en febrero y marzo de este año. La organización entrevistó a familias de víctimas y a testigos presenciales de las muertes, agentes de policía iraquíes y funcionarios de la Autoridad Provisional de la Coalición responsables del orden público.
En él se ofrecen detalles de numerosos homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas y por grupos armados. Uno de estos casos es el de Hanan Saleh Matrud, de ocho años, que según las fuentes murió de un disparo efectuado por un soldado de la Compañía B del Primer Batallón del Regimiento del Rey en agosto del 2003. Un testigo presencial contradice la afirmación del ejército británico de que la niña podría haber resultado herida accidentalmente por un disparo de advertencia. El testigo declaró a Amnistía Internacional que Hanan murió después de que un soldado la apuntó y realizó un disparo contra ella a unos 60 metros de distancia.
Los informes indican asimismo que en enero de este año, Ghanem Kadhem Kati', un joven desarmado de 22 años, murió tras ser tiroteado por la espalda cuando estaba en la puerta de su casa celebrando una boda familiar. Los soldados británicos, que respondieron al sonido de los disparos al aire efectuados en la celebración, le dispararon cinco veces a unos 45 metros de distancia, pese a que, según los informes, un vecino les dijo que no disparasen y que los tiros que habían oído eran de celebración. La Real Policía Militar ha abierto una investigación, pero no ha informado a los familiares de los trámites que debe hacer para pedir una indemnización.
Resulta frecuente que no se facilite a las familias información sobre cómo reclamar una indemnización por el homicidio de sus seres queridos. En algunos casos se les ha dado información errónea, como por ejemplo, que la responsabilidad de la indemnización sería de un nuevo gobierno iraquí. El funcionario de Reclamaciones de Zona, ante quien hay que presentar las reclamaciones, tiene su oficina en un barrio de difícil acceso para los civiles corrientes (el aeropuerto de Basora). Además, escasean las explicaciones en inglés o en árabe sobre el trámite de reclamación. Como consecuencia de ello, las personas entrevistadas tenían poca confianza en el sistema de indemnizaciones.
El informe revela también homicidios de personas, en su mayoría cristianos, que intervienen en el comercio de alcohol. Varios comerciantes de licores con licencia han perdido la vida y sus tiendas han sido clausuradas. Según las fuentes consultadas, alrededor de 150 familias cristianas han huido de Basora. El 15 de febrero de 2004, una banda de 13 hombres enmascarados abrió fuego con ametralladoras en la calle principal de la ciudad, en una zona donde se suele vender alcohol, y causó la muerte de al menos nueve personas.
"Todos los grupos e individuos armados de Iraq deben respetar el derecho a la vida y dejar de cometer estos homicidios inmediatamente. Debe imperar el Estado de derecho afirma Amnistía Internacional. Para que exista auténtica seguridad en Iraq, es esencial que se haga justicia."
Amnistía Internacional expresa satisfacción por los esfuerzos que están haciendo los gobiernos del Reino Unido y de otros países para reforzar la capacidad de la fuerza policial iraquí. No obstante, esto ha de ir unido a la voluntad de la policía de actuar en todos los casos en que se infringe la ley. No se ha producido ni un solo enjuiciamiento por homicidios "políticos", y algunos agentes de policía declararon a Amnistía Internacional que pensaban que estaba justificado el homicidio de ex miembros del Partido Baas.
En el informe se detallan también casos de homicidios políticos y de lo que se conoce como "homicidios morales" cometidos por grupos e individuos armados en el sur de Iraq, administrado por el Reino Unido. Los datos indican que entre las víctimas figuran ex miembros del Partido Baas, profesionales, vendedores de alcohol y comerciantes que venden música y vídeos, pese a lo cual no se ha enjuiciado a nadie.
Muchos casos de homicidios de civiles cometidos por las fuerzas armadas británicas ni siquiera se han investigado. Las investigaciones realizadas por la Real Policía Militar están rodeadas de secretismo, y a las familias de las víctimas se les da poca o ninguna información sobre sus avances. Amnistía Internacional pide una investigación dirigida por civiles de todos los homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas, y que sus conclusiones se hagan públicas.
"Lejos de haber sido liberado, el pueblo de Iraq sigue viviendo bajo el temor y la inseguridad", ha declarado Amnistía Internacional.
"Los grupos armados atacan con aparente impunidad. Los homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas, en situaciones en las que no deberían haber empleado la fuerza letal, se investigan en secreto y a puerta cerrada. En lugar de que las fuerzas armadas británicas decidan si investigarse a sí mismas cuando se produce un homicidio, debe haber una investigación exhaustiva, imparcial y dirigida por civiles de todas las denuncias de homicidios cometidos por las tropas británicas."
El informe, titulado Homicidios de civiles en Basora y al-'Amara (consultable en inglés), se basa en las investigaciones realizadas por los delegados de Amnistía Internacional en febrero y marzo de este año. La organización entrevistó a familias de víctimas y a testigos presenciales de las muertes, agentes de policía iraquíes y funcionarios de la Autoridad Provisional de la Coalición responsables del orden público.
En él se ofrecen detalles de numerosos homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas y por grupos armados. Uno de estos casos es el de Hanan Saleh Matrud, de ocho años, que según las fuentes murió de un disparo efectuado por un soldado de la Compañía B del Primer Batallón del Regimiento del Rey en agosto del 2003. Un testigo presencial contradice la afirmación del ejército británico de que la niña podría haber resultado herida accidentalmente por un disparo de advertencia. El testigo declaró a Amnistía Internacional que Hanan murió después de que un soldado la apuntó y realizó un disparo contra ella a unos 60 metros de distancia.
Los informes indican asimismo que en enero de este año, Ghanem Kadhem Kati', un joven desarmado de 22 años, murió tras ser tiroteado por la espalda cuando estaba en la puerta de su casa celebrando una boda familiar. Los soldados británicos, que respondieron al sonido de los disparos al aire efectuados en la celebración, le dispararon cinco veces a unos 45 metros de distancia, pese a que, según los informes, un vecino les dijo que no disparasen y que los tiros que habían oído eran de celebración. La Real Policía Militar ha abierto una investigación, pero no ha informado a los familiares de los trámites que debe hacer para pedir una indemnización.
Resulta frecuente que no se facilite a las familias información sobre cómo reclamar una indemnización por el homicidio de sus seres queridos. En algunos casos se les ha dado información errónea, como por ejemplo, que la responsabilidad de la indemnización sería de un nuevo gobierno iraquí. El funcionario de Reclamaciones de Zona, ante quien hay que presentar las reclamaciones, tiene su oficina en un barrio de difícil acceso para los civiles corrientes (el aeropuerto de Basora). Además, escasean las explicaciones en inglés o en árabe sobre el trámite de reclamación. Como consecuencia de ello, las personas entrevistadas tenían poca confianza en el sistema de indemnizaciones.
El informe revela también homicidios de personas, en su mayoría cristianos, que intervienen en el comercio de alcohol. Varios comerciantes de licores con licencia han perdido la vida y sus tiendas han sido clausuradas. Según las fuentes consultadas, alrededor de 150 familias cristianas han huido de Basora. El 15 de febrero de 2004, una banda de 13 hombres enmascarados abrió fuego con ametralladoras en la calle principal de la ciudad, en una zona donde se suele vender alcohol, y causó la muerte de al menos nueve personas.
"Todos los grupos e individuos armados de Iraq deben respetar el derecho a la vida y dejar de cometer estos homicidios inmediatamente. Debe imperar el Estado de derecho afirma Amnistía Internacional. Para que exista auténtica seguridad en Iraq, es esencial que se haga justicia."
Amnistía Internacional expresa satisfacción por los esfuerzos que están haciendo los gobiernos del Reino Unido y de otros países para reforzar la capacidad de la fuerza policial iraquí. No obstante, esto ha de ir unido a la voluntad de la policía de actuar en todos los casos en que se infringe la ley. No se ha producido ni un solo enjuiciamiento por homicidios "políticos", y algunos agentes de policía declararon a Amnistía Internacional que pensaban que estaba justificado el homicidio de ex miembros del Partido Baas.
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