vaticano termina con el limbo
[Tracy Wilkinson y Louis Sahagun] Un estudio, aprobado por el Papa, concluye que los bebés no bautizados van al cielo.
Roma, Italia. El limbo lleva en el limbo hace un tiempo, pero ahora va en camino de la extinción.
Una comisión del Vaticano que pasó años estudiando el concepto medieval, publicó el viernes un esperado informe, concluyendo que los bebés no bautizados van al cielo.
Eso podría revertir siglos de la tradicional creencia católica de que las almas de los bebés no bautizados, están condenadas a vivir toda la eternidad en el limbo, un lugar que no es ni cielo ni infierno. El limbo no es desagradable, pero no es un sitio junto a Dios.
La doctrina católica afirma que debido a que todos los seres humanos están contaminados por el pecado original, gracias a Adán y Eva, el bautismo es esencial para la salvación. Pero la idea del limbo cayó en desgracia entre muchos católicos, que lo ven como demasiado severo y no adecuado para la idea de un Dios misericordioso.
La Comisión Teológica Internacional del Vaticano dio a conocer sus conclusiones -con la aprobación del Papa Benedicto XVI- en un documento publicado por el Catholic News Service, una agencia de prensa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. La comisión es consultiva, pero el respaldo del documento por parte del Papa parece indicar la aceptación de sus conclusiones.
El limbo, dijo la comisión, "refleja una visión indebidamente restrictiva de la salvación".
"Nuestra conclusión", dijo la comisión en su informe de 41 páginas, es que hay "serias bases teológicas y litúrgicas para creer que los infantes no bautizados serán salvados y que gozarán de la felicidad eterna". La comisión agregó que aunque no es "conocimiento cierto", se entiende en el contexto de un Dios misericordioso y justo que "quiere que se salven todos los humanos".
Nunca Fue Doctrina Formal
La decisión de la iglesia de abolir el limbo se había esperado por largo tiempo. Benedicto y su predecesor, el difunto Papa Juan Pablo II, expresaron sus dudas sobre el concepto. Benedicto, cuando era todavía el Cardenal José Ratzinger y el principal defensor del dogma, dijo que veía al limbo como una mera "hipótesis teológica". Nunca parte de la doctrina formal, porque no aparece en las escrituras, el limbo fue retirado del catecismo católico hace quince años.
Del latín limbus, cerco o borde, el limbo refiere a un "estado de bienaventuranza natural" fuera del cielo, el destino de las almas de los bebés que no fueron bautizados y algunas personas virtuosas, tales como los fieles judíos que vivieron antes de Cristo.
En el siglo quinto, San Agustín declaró que, al morir, los bebés no bautizados iban al infierno. Pero en la Edad Media, la idea fue suavizada para sugerir un destino menos severo: el limbo.
En su ‘Divina Comedia', Dante caracterizó el limbo como el primer círculo del infierno y lo pobló con los grandes pensadores de la Grecia y Roma clásicas, así como de importantes filósofos islámicos.
El documento publicado el viernes dice que la cuestión del limbo se había convertido en un "urgente asunto pastoral" debido al creciente número de bebés que no reciben el rito bautismal. Especialmente en África y otras partes del mundo donde el catolicismo está creciendo, pero debe hacer frente a la competencia de otros credos, como el islam, las altas tasas de mortalidad implican que muchas familias viven en una iglesia que les dice que sus bebés no podían ir al cielo.
El Padre Thomas Weinandy, director general para la doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo que el documento "trata el problema desde una perspectiva completamente nueva: si esos niños van al cielo, ya no tenemos que preocuparnos sobre el limbo".
"Aunque en realidad no elimina completamente el limbo", agregó Weinandy, "ofrece otros modos de tratar la salvación de los infantes que mueren sin estar bautizados".
El Padre jesuita Thomas Reese, del Centro Teológico Woodstock de la Universidad de Georgetown, elogió el cambio como "pastoral y sensible".
"Muestra que Benedicto no tiene miedo de revisar algo que la iglesia viene enseñando desde hace siglos y decir que no pertenece a lo esencial del credo católico", dijo Reese en una declaración por e-mail.
El Padre Thomas Rausch, teólogo de la Universidad Loyola Marymount, dijo que el documento "pone a la iglesia católica en una posición diferente a los evangélicos protestantes, que enseñan que si no tienes una relación consciente explícita con Cristo, no te puedes salvar".
Dijo que los teólogos católicos de generaciones anteriores tenían una frase en latín para decirlo: "Extra ecclesia nulla salus, que quiere decir que fuera de la iglesia no hay salvación, o que el bautismo es necesario para la salvación".
Rausch dijo que "la mayoría de los jóvenes católicos probablemente no saben nada del limbo", debido a que fue retirado del catecismo. "Así que no creo que este documento sea terriblemente revolucionario. Pero es un interesante ejemplo del desarrollo doctrinario en una iglesia que está viva y respondiendo a nuevos interrogantes".
Conservadores Escépticos
Los católicos conservadores criticaron todo intento de relegar el limbo al olvido.
Remover el concepto de las enseñanzas de la iglesia debilitaría la importancia del bautismo y desalentaría el bautismo de los infantes, dijo Kenneth J. Wolfe, columnista de Washington en el diario católico tradicionalista Remnant.
"Convierte el bautismo en una formalidad, una fiesta, en lugar de una necesidad", dijo Wolfe. "No habrá motivos para bautizar a los niños. Pone a la iglesia católica a la par con los protestantes".
También privaría a los líderes católicos de una herramienta en su lucha contra el aborto, agregó. Los sacerdotes han dicho a las mujeres durante largo tiempo que los fetos abortados no van al cielo, lo que en teoría era otro argumento para no interrumpir el embarazo. Sin el limbo, esos fetos presumiblemente no serán impedidos de vivir con Dios.
En la doctrina católica, el bautismo con agua sigue siento un paso fundamental para la salvación y el nuevo documento insta a los padres a continuar bautizando a sus hijos.
"No existe una salvación que no sea, por su naturaleza, cristiana y eclesiástica", dice el informe.
Una comisión del Vaticano que pasó años estudiando el concepto medieval, publicó el viernes un esperado informe, concluyendo que los bebés no bautizados van al cielo.
Eso podría revertir siglos de la tradicional creencia católica de que las almas de los bebés no bautizados, están condenadas a vivir toda la eternidad en el limbo, un lugar que no es ni cielo ni infierno. El limbo no es desagradable, pero no es un sitio junto a Dios.
La doctrina católica afirma que debido a que todos los seres humanos están contaminados por el pecado original, gracias a Adán y Eva, el bautismo es esencial para la salvación. Pero la idea del limbo cayó en desgracia entre muchos católicos, que lo ven como demasiado severo y no adecuado para la idea de un Dios misericordioso.
La Comisión Teológica Internacional del Vaticano dio a conocer sus conclusiones -con la aprobación del Papa Benedicto XVI- en un documento publicado por el Catholic News Service, una agencia de prensa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. La comisión es consultiva, pero el respaldo del documento por parte del Papa parece indicar la aceptación de sus conclusiones.
El limbo, dijo la comisión, "refleja una visión indebidamente restrictiva de la salvación".
"Nuestra conclusión", dijo la comisión en su informe de 41 páginas, es que hay "serias bases teológicas y litúrgicas para creer que los infantes no bautizados serán salvados y que gozarán de la felicidad eterna". La comisión agregó que aunque no es "conocimiento cierto", se entiende en el contexto de un Dios misericordioso y justo que "quiere que se salven todos los humanos".
Nunca Fue Doctrina Formal
La decisión de la iglesia de abolir el limbo se había esperado por largo tiempo. Benedicto y su predecesor, el difunto Papa Juan Pablo II, expresaron sus dudas sobre el concepto. Benedicto, cuando era todavía el Cardenal José Ratzinger y el principal defensor del dogma, dijo que veía al limbo como una mera "hipótesis teológica". Nunca parte de la doctrina formal, porque no aparece en las escrituras, el limbo fue retirado del catecismo católico hace quince años.
Del latín limbus, cerco o borde, el limbo refiere a un "estado de bienaventuranza natural" fuera del cielo, el destino de las almas de los bebés que no fueron bautizados y algunas personas virtuosas, tales como los fieles judíos que vivieron antes de Cristo.
En el siglo quinto, San Agustín declaró que, al morir, los bebés no bautizados iban al infierno. Pero en la Edad Media, la idea fue suavizada para sugerir un destino menos severo: el limbo.
En su ‘Divina Comedia', Dante caracterizó el limbo como el primer círculo del infierno y lo pobló con los grandes pensadores de la Grecia y Roma clásicas, así como de importantes filósofos islámicos.
El documento publicado el viernes dice que la cuestión del limbo se había convertido en un "urgente asunto pastoral" debido al creciente número de bebés que no reciben el rito bautismal. Especialmente en África y otras partes del mundo donde el catolicismo está creciendo, pero debe hacer frente a la competencia de otros credos, como el islam, las altas tasas de mortalidad implican que muchas familias viven en una iglesia que les dice que sus bebés no podían ir al cielo.
El Padre Thomas Weinandy, director general para la doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo que el documento "trata el problema desde una perspectiva completamente nueva: si esos niños van al cielo, ya no tenemos que preocuparnos sobre el limbo".
"Aunque en realidad no elimina completamente el limbo", agregó Weinandy, "ofrece otros modos de tratar la salvación de los infantes que mueren sin estar bautizados".
El Padre jesuita Thomas Reese, del Centro Teológico Woodstock de la Universidad de Georgetown, elogió el cambio como "pastoral y sensible".
"Muestra que Benedicto no tiene miedo de revisar algo que la iglesia viene enseñando desde hace siglos y decir que no pertenece a lo esencial del credo católico", dijo Reese en una declaración por e-mail.
El Padre Thomas Rausch, teólogo de la Universidad Loyola Marymount, dijo que el documento "pone a la iglesia católica en una posición diferente a los evangélicos protestantes, que enseñan que si no tienes una relación consciente explícita con Cristo, no te puedes salvar".
Dijo que los teólogos católicos de generaciones anteriores tenían una frase en latín para decirlo: "Extra ecclesia nulla salus, que quiere decir que fuera de la iglesia no hay salvación, o que el bautismo es necesario para la salvación".
Rausch dijo que "la mayoría de los jóvenes católicos probablemente no saben nada del limbo", debido a que fue retirado del catecismo. "Así que no creo que este documento sea terriblemente revolucionario. Pero es un interesante ejemplo del desarrollo doctrinario en una iglesia que está viva y respondiendo a nuevos interrogantes".
Conservadores Escépticos
Los católicos conservadores criticaron todo intento de relegar el limbo al olvido.
Remover el concepto de las enseñanzas de la iglesia debilitaría la importancia del bautismo y desalentaría el bautismo de los infantes, dijo Kenneth J. Wolfe, columnista de Washington en el diario católico tradicionalista Remnant.
"Convierte el bautismo en una formalidad, una fiesta, en lugar de una necesidad", dijo Wolfe. "No habrá motivos para bautizar a los niños. Pone a la iglesia católica a la par con los protestantes".
También privaría a los líderes católicos de una herramienta en su lucha contra el aborto, agregó. Los sacerdotes han dicho a las mujeres durante largo tiempo que los fetos abortados no van al cielo, lo que en teoría era otro argumento para no interrumpir el embarazo. Sin el limbo, esos fetos presumiblemente no serán impedidos de vivir con Dios.
En la doctrina católica, el bautismo con agua sigue siento un paso fundamental para la salvación y el nuevo documento insta a los padres a continuar bautizando a sus hijos.
"No existe una salvación que no sea, por su naturaleza, cristiana y eclesiástica", dice el informe.
wilkinson@latimes.com
louis.sahagun@latimes.com
Wilkinson informó desde Roma; Sahagun desde Los Angeles.
23 de abril de 2007
21 de abril de 2007
©los angeles times
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