deportan a guardia nazi
[Shelley Murphy] Gendarme nazi fue deportado. Hombre de Sutton, 91, colaboró en redadas en el gueto de Varsovia.
Ya había sido despojado de la nacionalidad estadounidense. Y ahora, más de seis décadas después de haber participado en una de las peores atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, Vladas Zajanckauskas, un obrero jubilado de 91 años, de Sutton, ha sido deportado a su nativa Lituania.
En una resolución del 2 de agosto y anunciada ayer por el ministerio de Justicia, un juez de inmigración determinó que Zajanckauskas fue un miembro activo de una unidad nazi que en abril de 1943 detuvo a miles de judíos en el gueto de Varsovia, para conducirlos a campos de exterminio.
Eli M. Rosenbaum, que desde 1979 dirige la oficina del ministerio de Justicia que ha estado persiguiendo a criminales de guerra nazis en Estados Unidos, dijo que la deportación "envía un mensaje claro y fuerte que todo aquel que ose cometer crímenes contra la humanidad será perseguido, por más tiempo que tome, incluso si eso significa perseguirlos en su vejez".
Thomas J. Butters, el abogado de Boston que representa a Zajankauskas no devolvió ayer las llamadas telefónicas. Ni Zajanckauskas ni su familia pudieron ser localizados.
El gobierno demostró que Zajanckauskas era uno de los guardias que fueron adiestrados en el infame campo de Trawniki en Polonia durante la ocupación nazi, "para asistir en todos los aspectos de la Operación Reinhard, el plan nazi para asesinar a los judíos de Polonia", escribió el juez de inmigración Wayne R. Iskra, en Boston.
El juez rechazó la defensa de Zajanckauskas de que fue obligado involuntariamente a enrolarse en el ejército alemán y que sólo trabajó en la cantina del campo Trawniki. Resolvió que Zajanckauskas "desempeñó un papel activo en la persecución" de los judíos. La unidad militar de Zajanckauskas fue "responsable de violaciones, homicidios y otros actos de barbarie", escribió el juez.
Zajanckauskas, que vive con su esposa en una pequeña casa de campo en Sutton, tiene plazo hasta el 4 de septiembre para apelar la orden de deportación de la Comisión de Apelaciones de Inmigración en Virginia. Si recurre y pierde, todavía pueden pasar dos años antes de que sea deportado, dijo Rosenbaum, director de la Oficina de Investigaciones Especiales.
La oficina -que hace tres años empezó también a perseguir a los llamados criminales de guerra modernos asociados con atrocidades cometidas en Bosnia, Ruanda y otros países- ha actuado con éxito en 105 casos, que han resultado en 63 deportaciones, dijo Rosenbaum.
En casos relacionados con atrocidades durante la Segunda Guerra Mundial, Rosenbaum dijo que llevar a criminales envejecidos a la justicia es "definitivamente una carrera contra el tiempo".
"A veces ganamos, a veces gana el ángel de la muerte", dijo Rosenbaum.
La familia de Zajanckauskas declaró que es un hombre trabajador, cariñoso y religioso que frecuenta la iglesia y le gusta cuidar su jardín, según actas judiciales.
Zajanckauskas, que trabajó en una fábrica durante 35 años, tiene una hija, tres nietos y cuatro biznietos.
Su hija, Diane Lavoie, de Sutton, lo describió ante el tribunal como "el mejor padre que alguien puede tener" y declaró ante el tribunal de inmigración que "tiene un profundo respeto por la vida y la naturaleza". Dijo que sus dos padres sufren de una serie de afecciones y que sería devastador para ellos si su padre llega a ser deportado.
La orden de deportación se firmó tras una larga batalla jurídica. En enero de 2005 un juez federal despojó a Zajanckauskas de la ciudadanía estadounidense, que concluyó después de un juicio que había mentido en los documentos de inmigración cuando entró al país en 1950.
Zajanckauskas dijo que había trabajado en la granja de sus padres en Lituania hasta 1944, cuando huyó a Alemania y luego a Austria. No reveló que había estado en Varsovia y que se había enrolado en el ejército alemán. Su esposa, Gladys, que llegó a Estados Unidos con él, indicó en los formularios de inmigración que había nacido en Lituania, aunque en realidad nació en Trawniki y lo conoció cuando él estaba asignado en el campo.
En declaraciones tanto durante el juicio federal como en la vista de deportación este año, Zajanckauskas dijo que él y su esposa ocultaron sus lazos con Trawniki porque otros lituanos les habían dicho que provocarían interrogatorios adicionales que podría retrasar su inmigración durante años.
Zajanckauskas declaró que él era un soldado lituano, incorporado en el ejército soviético y más tarde capturado por los alemanes en 1941. Después de ser encarcelado en un campo de concentración, dijo Zajanckauskas, fue enrolado forzosamente por los alemanes y asignado a trabajar en la cantina del campo de adiestramiento de Trawniki.
Insistió en que se quedaba en el campo cuando en 1943 los otros guardias eran enviados al gueto de Varsovia a realizar allanamientos para detener a judíos y trasladarlos al campo para su exterminio.
Pero Rosenbaum dijo que las pruebas, incluyendo una antigua plantilla del campo de Trawniki, demostraban que Zajanckauskas era un "cómplice del genocidio" que se cometió en una de las operaciones más infames de la Segunda Guerra Mundial, el exterminio de los judíos del gueto de Varsovia.
En una resolución del 2 de agosto y anunciada ayer por el ministerio de Justicia, un juez de inmigración determinó que Zajanckauskas fue un miembro activo de una unidad nazi que en abril de 1943 detuvo a miles de judíos en el gueto de Varsovia, para conducirlos a campos de exterminio.
Eli M. Rosenbaum, que desde 1979 dirige la oficina del ministerio de Justicia que ha estado persiguiendo a criminales de guerra nazis en Estados Unidos, dijo que la deportación "envía un mensaje claro y fuerte que todo aquel que ose cometer crímenes contra la humanidad será perseguido, por más tiempo que tome, incluso si eso significa perseguirlos en su vejez".
Thomas J. Butters, el abogado de Boston que representa a Zajankauskas no devolvió ayer las llamadas telefónicas. Ni Zajanckauskas ni su familia pudieron ser localizados.
El gobierno demostró que Zajanckauskas era uno de los guardias que fueron adiestrados en el infame campo de Trawniki en Polonia durante la ocupación nazi, "para asistir en todos los aspectos de la Operación Reinhard, el plan nazi para asesinar a los judíos de Polonia", escribió el juez de inmigración Wayne R. Iskra, en Boston.
El juez rechazó la defensa de Zajanckauskas de que fue obligado involuntariamente a enrolarse en el ejército alemán y que sólo trabajó en la cantina del campo Trawniki. Resolvió que Zajanckauskas "desempeñó un papel activo en la persecución" de los judíos. La unidad militar de Zajanckauskas fue "responsable de violaciones, homicidios y otros actos de barbarie", escribió el juez.
Zajanckauskas, que vive con su esposa en una pequeña casa de campo en Sutton, tiene plazo hasta el 4 de septiembre para apelar la orden de deportación de la Comisión de Apelaciones de Inmigración en Virginia. Si recurre y pierde, todavía pueden pasar dos años antes de que sea deportado, dijo Rosenbaum, director de la Oficina de Investigaciones Especiales.
La oficina -que hace tres años empezó también a perseguir a los llamados criminales de guerra modernos asociados con atrocidades cometidas en Bosnia, Ruanda y otros países- ha actuado con éxito en 105 casos, que han resultado en 63 deportaciones, dijo Rosenbaum.
En casos relacionados con atrocidades durante la Segunda Guerra Mundial, Rosenbaum dijo que llevar a criminales envejecidos a la justicia es "definitivamente una carrera contra el tiempo".
"A veces ganamos, a veces gana el ángel de la muerte", dijo Rosenbaum.
La familia de Zajanckauskas declaró que es un hombre trabajador, cariñoso y religioso que frecuenta la iglesia y le gusta cuidar su jardín, según actas judiciales.
Zajanckauskas, que trabajó en una fábrica durante 35 años, tiene una hija, tres nietos y cuatro biznietos.
Su hija, Diane Lavoie, de Sutton, lo describió ante el tribunal como "el mejor padre que alguien puede tener" y declaró ante el tribunal de inmigración que "tiene un profundo respeto por la vida y la naturaleza". Dijo que sus dos padres sufren de una serie de afecciones y que sería devastador para ellos si su padre llega a ser deportado.
La orden de deportación se firmó tras una larga batalla jurídica. En enero de 2005 un juez federal despojó a Zajanckauskas de la ciudadanía estadounidense, que concluyó después de un juicio que había mentido en los documentos de inmigración cuando entró al país en 1950.
Zajanckauskas dijo que había trabajado en la granja de sus padres en Lituania hasta 1944, cuando huyó a Alemania y luego a Austria. No reveló que había estado en Varsovia y que se había enrolado en el ejército alemán. Su esposa, Gladys, que llegó a Estados Unidos con él, indicó en los formularios de inmigración que había nacido en Lituania, aunque en realidad nació en Trawniki y lo conoció cuando él estaba asignado en el campo.
En declaraciones tanto durante el juicio federal como en la vista de deportación este año, Zajanckauskas dijo que él y su esposa ocultaron sus lazos con Trawniki porque otros lituanos les habían dicho que provocarían interrogatorios adicionales que podría retrasar su inmigración durante años.
Zajanckauskas declaró que él era un soldado lituano, incorporado en el ejército soviético y más tarde capturado por los alemanes en 1941. Después de ser encarcelado en un campo de concentración, dijo Zajanckauskas, fue enrolado forzosamente por los alemanes y asignado a trabajar en la cantina del campo de adiestramiento de Trawniki.
Insistió en que se quedaba en el campo cuando en 1943 los otros guardias eran enviados al gueto de Varsovia a realizar allanamientos para detener a judíos y trasladarlos al campo para su exterminio.
Pero Rosenbaum dijo que las pruebas, incluyendo una antigua plantilla del campo de Trawniki, demostraban que Zajanckauskas era un "cómplice del genocidio" que se cometió en una de las operaciones más infames de la Segunda Guerra Mundial, el exterminio de los judíos del gueto de Varsovia.
18 de agosto de 2007
©new york times
©traducción mQh
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