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mormones parias expulsan a niños


[Erik Eckholm] Niños expulsados encuentran ayuda.
St. George, Utah, Estados Unidos. Woodrow Johnson tenía quince años y de acuerdo a las reglas de la secta polígama en que vivía su familia, tenía un vicio que lo condenaba al infierno: Le gustaba ver películas.
Cuando sus padres descubrieron su alijo secreto de DVDés, incluyendo la serie ‘Duro de matar' [Die Hard] y comedias, los quemaron y le dieron un ultimátum. O dejas de ver películas, le dijeron, o tendrás que irte de esta familia y de la iglesia para siempre.
Con la televisión e internet también prohibidos como cosas pecaminosas, aparte de las camisas de manga corta -un signo de falta de decoro- y mirar chicas, para no decir nada de salir con ellas, Woodrow tomó la desgarradora decisión de marcharse. Y así, hace unos diez meses, con una enseñanza de sólo siete años y una maleta llena de ropa, fue arrojado al poco familiar mundo que le habían enseñado a temer.
En los últimos seis años, cientos de niños adolescentes han sido expulsados o se han sentido obligados a abandonar el asentamiento polígamo montado a horcajadas entre Colorado City, en Arizona, y Hildale, en Utah.
La desobediencia es el motivo de expulsión mencionado más habitualmente, pero ex miembros de la secta y funcionarios del estado dicen que el éxodo de hombres -la expulsión de niñas es algo más raro- también remedia un enorme desequilibrio en el mercado matrimonial. Los miembros de la secta creen que para merecer la salvación eterna, los hombres deben tener al menos tres mujeres.
Funcionarios del estado dicen que los intentos de ayudarles proporcionándoles un albergue, hogares adoptivos y otros servicios son frustrados por la desconfianza que abrigan los chicos hacia el gobierno y el temor a meter a sus padres en problemas.
Pero la ayuda a los adolescentes está mejorando. En St. George, una ciudad cercana donde terminan muchos de ellos, dos grupos privados han abierto, con ayuda del estado, la primera residencia y centro para niños expulsados. Les ofrecerá orientación psicológica y asesoría en cosas que nunca aprendieron, tales como cómo rellenar un cheque o invitar a salir a una chica cortésmente, así como un hogar provisional para ocho de ellos que asistirán a la escuela y trabajarán a tiempo parcial.

El asentamiento polígamo está controlado en gran parte por la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y aliados de su profeta encarcelado, Warren S. Jeffs, que será juzgado pronto por cargos de explotación sexual.
Ahora de 16 años, y viviendo con unos tíos comprensivos, Woodrow es uno de esos chicos afortunados, aunque ve rara vez a sus padres y dice, quejumbrosamente: "Realmente los echo de menos". Algunos niños terminan en grupos no supervisados que comparten viviendas donde viven hacinados, mientras otros duermen en coches o terminan en la cárcel.
Funcionarios de Utah dicen que se dieron cuenta del alcance del problema hace sólo cuatro años, cuando se enteraron de que cientos de niños de la secta vivían solos y a menudo en condiciones muy difíciles. Aunque la mayoría de ellos conoce el trabajo de construcción que les ayuda a ganarse la vida, pocos de ellos han cursado más allá de los primeros años de la secundaria.
"La casa es un pilar, pero es simplemente el principio", dice Paul Murphy, director de comunicaciones del despacho del fiscal general de Utah que ha trabajado con agencias del estado y privadas para reunir ayuda. "Finalmente estamos ayudando, pero ha sido terriblemente lento".
El asentimiento religioso es esencialmente una ciudad al otro lado de la frontera, un revoltijo de recintos cercados, caravanas y granjas a los pies de espectaculares y rojos despeñaderos. Casi todos sus seis mil habitantes acatan los dictados de Jeffs, del que creen que habla por Dios; las mujeres llevan vestidos hasta los tobillos y enseñan a los niños a huir de los desconocidos.
Jeffs, 51, está en la cárcel Purgatorio en el sur de Utah. Su juicio empezó el 10 de septiembre por cargos de ser cómplice de violación, por su papel en el matrimonio forzado de una niña de catorce con un primo mayor. En Arizona podría ser acusado de otros delitos sexuales.
Pero sus aliados todavía controlan la iglesia, dicen ex miembros, y los chicos continúan saliendo gota a gota de la comunidad, obligados o voluntariamente.
"En parte, se trata del control",dijo Murphy sobre las duras normas. Pero detras las expulsiones, agregó, se oculta una realidad matemática. "Si tienes que vivir en matrimonios plurales, se necesitan menos hombres', dijo.
Andrew Chatwin, 39, el tío que acogió a Woodrow, dejó la secta hace diez años. Narró cómo transcurren las expulsiones: "Los jefes dicen a los padres que uno de sus hijos está desobedeciendo la fe y a Warren Jeffs. Así que los padres lo echan, porque de otro modo el padre podría perder a sus esposas y a toda la familia".
La secta, que cuenta con avanzadas más pequeñas en otros estados, no tiene vínculos con la iglesia mormona tradicional, que prohíbe la poligamia.
Las autoridades eclesiásticas se niegan a hablar con la prensa y los alcaldes de Colorado City y Hildale se negaron a hacer comentarios. El abogado defensor de Jeff no respondió nuestras llamadas telefónicas ni mensajes por correo electrónico.
Las autoridades de Utah y Arizona han acusado de delitos sexuales a Jeffs y otros polígamos, pero han dejado de lado la persecución de casos de abandono de menores, en parte, dijo Murphy, porque los niños invariablemente se niegan a declarar contra sus padres.

En abril seis adolescentes expulsados que entablaron lo que se llamó luego la demanda de los niños perdidos contra los jefes de la iglesia, aceptaron un acuerdo por el que 250 mil dólares serán utilizados para fomentar la educación y apoyo de emergencia a jóvenes expulsados. El dinero será reunido mediante la venta de algunas de las propiedades de la iglesia ahora bajo administración judicial debido a que los funcionarios de la iglesia nunca se aparecieron por tribunales para defenderse de esta y otras demandas. El agente nombrado por el tribunal que controla ahora las propiedades adjudicó a cada uno de los demandantes 1.2 hectáreas de tierras de la iglesia.

Un demandante era Richard Gilbert, ahora de 22. Tuvo que dejar Colorado City a los 16, dijo, cuando se negó a obedecer la orden de Jeffs de dejar la escuela secundaria pública.
"Yo creía que me iría al infierno, en serio", recuerda Gilbert.
Durante un tiempo Gilbert vivió en Hurricane, una ciudad cercana, donde alquilaba un apartamento de dos dormitorios con otros cinco chicos, pero donde llegaron a vivir hasta 19 niños expulsados. Algunos de ellos, dijo, fueron expulsados sin nada más que la ropa que llevaban.
"Un montón de chicos la pasaron muy mal", dijo Gilbert. "Para mí, significó alcohol y fiestas".
Ahora trabaja en la construcción, lleva un año de casado y tiene un hijo.
Gilbert calcula que cien chicos de su clase en la escuela, esto es un 70 por ciento de ellos, han sido expulsados o se han marchado por propia decisión; no hay modo de verificar estas cifras. "Hay un montón de padres con el corazón roto, pero si cuestionas esta decisión arriesgas tu propia salvación", dijo Gilbert.
El problema del excedente de hombres empeoró en los años noventa cuando el difunto profeta Rulon Jeffs, padre de Warren Jeffs, se echó docenas de jóvenes esposas -escogiendo a las más guapas e inteligentes, dijo DeLoy Bateman, un profesor de secundaria que lo vio ocurrir.
Warren Jeffs, que se hizo cargo tras la muerte de su padre en 2002, adoptó a la mayoría de las esposas de su padre y se casó con otras, y también empezó a adjudicar más esposas a sus colaboradores más cercanos en la iglesia, dicen ex miembros. Entonces aumentaron las expulsiones.

Shannon Price, directora de la Fundación Diversidad, una organización educativa sin ánimos de lucro cerca de Salt Lake City, calcula, basándose en los cientos de chicos que han tomado contacto con su grupo y otra organización sin fines de lucro, New Frontiers for Families, que en los últimos seis años entre quinientos y mil niños y jóvenes han abandonado la secta de Jeffs.
Fundada por Dan Fisher, un rico ex miembro de la secta, la Fundación Diversidad ha sido una poco habitual fuente de ayuda para los niños expulsados -y niñas que han dejado la secta para evitar la poligamia-, ayudando a muchos a terminar la secundaria y estudiar en la universidad y despertando la conciencia pública sobre sus penurias.
El nuevo proyecto -una casa de ocho dormitorios en St. George- lo llevan las dos organizaciones privadas con subvenciones privadas y 95 mil dólares de la legislatura de Utah.
Lo único que comparten casi todos los chicos es una fuerte ética del trabajo y experiencia en construcción. Pero muchos, pasando del control total a la libertad total, tienen problemas con las drogas, el alcohol y la delincuencia.
"Son niños y todavía necesitan estar conectados con adultos que puedan orientarlos", dijo Michelle Benward, directora clínica de New Frontiers for Families.
Un joven de 21 apodado Marc, que está en libertad condicional por vender cocaína, se ha rehabilitado y trabaja ahora como mentor para niños que abandonan la secta. Marc se negó a dar su nombre porque quiere conservar la relación con su padre, que todavía cree en Jeff pese a haber sido expulsado él mismo de la secta. Marc contó la manera abrupta en que se derrumbó su mundo en 2004, cuando tenía diecisiete.
"Yo era un niño bueno, y trabajaba trece horas al día", dijo. Pero había estado haciendo preguntas, especialmente después de que las cuatro esposas de su padre fueran adjudicadas a otros maridos. Entonces Marc fue sorprendido cuando se dirigía a ver una película a una ciudad cercana.
Una tarde se estaba preparando un bocadillo de pollo, dijo, cuando "mis dos hermanos mayores se acercaron y dijeron que Warren había dicho que me tenía que marchar porque había ido al cine".
"Fui a mi dormitorio y mi madre estaba empacando mis cosas y llorando", dijo. "Esa noche me llevaron a casa de un familiar en St. George".

19 de septiembre de 2007
9 de septiembre de 2007
©new york times
©traducción mQh
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4 comentarios

Anónimo -

QUE HORROR NI SIQUIERA TUVE EL VALOR DE SEGUIR LEYENDO EXPULSAR A SUS PROPIOS HIJOS Y TENR VARIAS ESPASO DEJENME DECIRLES QUE NO SE NESECITAR ESTAR EN UNA RELIGION PARA DARSE CUENTA QUE ESTOS SON UNOS CMPLETOS LOCOS Y DEPRAVADOS SOY MADRE Y ESPOSA Y SOY MIEMBRO DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ULTIMOS DIAS LA CUAL EN SUS PRINCIPIO Y DOCTRINA NO APOYA NADA DE ESTAS COSAS

Carlos -

Hola
Yo soy mormon, primero hay que poner en orden las cosas, hay una secta que se dicen mormones y viven en el mismo UTAH, pero que se revelaron contra los principios de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias conocidos como mormones, no mezclemos la paja con el trigo, ay que diferenciar los dos grupos, una es Iglesia y la otra solo secta, la secta es la que esta siguiendo esa mala creencia de tener varias esposas y ponerse reglas a su antojo y hasta espulsar a sus propios hijos como el articulo mensionado aqui.

Saludos.

JAVIER PEREZ -

HOLA,
SOY MORMON NORMAL COM OEL AMIGO ANTERIOR NO CONOCIA ESTE TIPO DE JUICIOSY LO TERRIBLE QUE SE ASA EN ESTA PARTE DE UTAH DEBE SER ATERRADOR PAR ALA IGLESIA TRATAR DE CONTROLAR ESTE TIPO DE ACONTESIMIENTOS. LA IGLESIA DEBERIA HACER ALGO EXTRAORDINARIO NO SE DECRETAR UNA REGLA QUE NO PERMITA A ESE TIP ODE HGENTE Y QUE LOS CHICOS ABANDONADOS QUEDEN EN CUSTODIA DE FAMILIAS BUENAS OMCO QUIZA SE HACE CON NIÑOS DE OTRA SITUACION.
QUE OPOSICIOJN TAN GRANDE EL HECH OQUE EXISTA GENTE OCM OES QUE ENTORPEZCA LA PREDICA DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO.

juan -

soy mormon "normal" lo digo asi porque estos realmente estan locos,y, efectivamente, la iglesia mormona no apoya a estoy deprabados y no practicamos la poligamia y es absurda esa teoria satanica de que para salvarse tienen que tener 3 mujeres, para mi ese jeffs es un pedofilo encubierto. ojala que lo condenen con la peor duresa por mansillar la puresa de los niños. realmente es terrible.