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persistencia de la poligamia


[Nicholas Riccardi] La secta de Warren Jeffs y muchas otras continuarán practicando el matrimonio múltiple, y no hay mucho que pueda hacer el estado.
St. George, Utah, Estados Unidos. En 1953, el estado de Arizona disolvió un enclave poligámico de 385 personas que se extendía por sobre la frontera de Utah, arrestando a todos los hombres y colocando a los niños en familias adoptivas.
Finalmente un juez resolvió que la acción era ilegal, y los miembros de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días [IFJUS] pudieron volver a sus casas. Ahora, 54 años después, la comunidad se acerca a los diez mil miembros.
La condena esta semana del líder del grupo, Warren Jeffs, por complicidad en una violación es el golpe más importante dado a la insular secta durante décadas. En noviembre, Jeffs podría ser sentenciado a morir en prisión.
Pero varios observadores creen que incluso sin la presencia física del hombre que creen que es un profeta, su iglesia podría resistir, como en los años cincuenta, a la presión para que se adapte las leyes del estado. Y en Utah el matrimonio plural no va a desaparecer.
"Utah es el santuario de los polígamos", dijo Jay Beswick, que pasó años como defensora de los derechos del niño investigando a la secta. "No recuerdo haber visto alguna vez en Utah la voluntad de terminar con la poligamia. Simplemente está por encima de sus medios".
El fiscal general de Utah, Mark Shurtleff, ha atacado a grupos polígamos como la IFJUS, pero dice que su despacho no perseguirá a nadie solamente por participar en un matrimonio múltiple. Con unos 37 mil vecinos que llevan estilos de vida polígamos, Shurtleff dijo en una entrevista, eso sería imposible.
"Toda vez que un fiscal considera perseguir una serie de delitos, tiene que tomar en cuenta sus recursos", dijo Shurtleff. "Tenemos cuatro mil camas en las cárceles del estado. Ellos harían colapsar nuestro sistema".
En realidad, Shurtleff ha aceptado tratar de reducir los matrimonios con menores de edad y con los abusos de menores de edad en comunidades polígamas. "No es algo con lo que me sienta feliz", dijo.
La condena de Jeffs implicaba un matrimonio con una menor de edad -no un caso de poligamia. El martes, el jurado condenó a Jeffs por complicidad de violación por obligar a una niña de catorce a casarse con Allen Steed, su primo de diecinueve. La víctima, ahora de 21, declaró que Steed la obligó a tener relaciones sexuales. El miércoles, los fiscales locales presentaron cargos de violación contra Steed y firmaron una orden de detención.
El juicio ha llamado la atención sobre las prácticas de matrimonio en la secta dirigida por Jeffs, donde los hombres normalmente tienen varias esposas y decenas de hijos. Jeffs dictaminaba aparejamientos y realizaba matrimonios, que el estado no reconoce como legales.
La poligamia de Utah es en parte un legado de la Iglesia Mormona, que todavía practicaba el matrimonio múltiple cuando llegaron huyendo al estado en los años de 1840 desde Illinois. Pero en 1890, la iglesia terminó con la poligamia como parte de su proyecto de obtener la condición de estado. La iglesia de los Últimos Santos dice que la poligamia está el centro de sus creencias y que la Iglesia Mormona cometió un error al ceder a la presión pública.
La IFJUS opera prácticamente como su propio gobierno en la frontera entre Utah y Arizona, donde las dos comunidades se reúnen en la frontera interestatal y la secta tiene escuelas, y controla ayuntamientos y departamentos de policía.
Dirigiéndose a miembros de la iglesia en 2002, cuando los dos estados empezaron a reprimir los matrimonios con menores de edad, Sam Barlow, entonces jefe de policía de Ciudad de Colorado, Arizona, una ciudad controlada por la IFJUS, dijo a los fieles que esas campañas eran contrarias a las garantías sobre libertad de credo de la Primera Enmienda.
"Hemos cuestionado si los legisladores pueden, en un país donde el Congreso no puede dictar leyes con respecto al establecimiento de una religión ni prohíbir la libre opción, predeterminar a qué edad puede una persona firmar un pacto religioso", dijo Barlow en un comunicado grabado la semana pasada en el juicio de Jeffs.
El abogado Rodney Parker defendió a algunos miembros de la IFJUS cuando estaban siendo investigados por jurados en Utah por participar en matrimonios con menores de edad. "Los hombres decían: ‘Si me niego a reconocer la autoridad del estado para regular el matrimonio, me meterán en la cárcel", dijo Parker. "Pero si decido capitular y convertirme en un apóstata, me condenaré. Creo que prefiero ir a la cárcel".
Parker dijo que el estado tenía un interés legítimo en la protección de los niños, y que la Primera Enmienda no permitía que la gente violara la ley por motivos religiosos. Pero, agregó, la IFJUS cree que cuando la Iglesia Mormona prohibió la poligamia, cometió un pecado mortal.
"Es un problema real, y puede no tener solución", dijo Parker sobre el conflicto entre las creencias de la IFJUS. Si el estado persiste, "simplemente la comunidad continuará sus prácticas clandestinamente y las hará invisibles".
Los que dirigen la campaña contra la IFJUS esperan cambiar al grupo. Las autoridades se han encargado del distrito escolar de Ciudad de Colorado, anulado las medidas de la IFJUS y embargado el fondo en el que la iglesia conservaba los capitales de la comunidad.
Greg Hoole, un abogado de Salt Lake City que lleva varias de las demandas contra la iglesia a nombre de jóvenes que fueron expulsados de la comunidad u obligados a casarse con menores de edad, dice que Jeffs había predicho, tres o cuatro veces, el fin del mundo. Cuando el apocalipsis no se materializó, cambió la descripción. "Si él puede retractarse de una profecía apocalíptica", dijo Hoole, "también puede retractarse un poco de los matrimonios con menores de edad".
Aunque la atención pública se ha concentrado en el grupo de Jeff, hay varios otras organizaciones poligámicas en Utah.
El grupo Kingston, en el área de Salt Lake City, posee varias empresas importantes y una mina, y es relativamente adinerado. El grupo Allred, también en el norte de Utah, desaprueba el matrimonio infantil. Enclaves más pequeños salpican los desiertos y montañas.
La persistencia de grupos poligámicos es embarazoso para muchos en Utah, especialmente para el setenta por ciento que son mormones. A medida que se difunde la religión y se integra a prácticas más tradicionales, las sectas que practican el matrimonio múltiple son cada vez más un handicap, dijo Richard Cowan, profesor de historia y doctrina eclesiásticas en la Universidad de Brigham Young.
"Es más problemático que hace cincuenta o 75 años, cuando los Santos de los Últimos Días eran grupos más regionales", dijo Cowan.
Los críticos dicen que las familias poligámicas son también un lastre para los servicios sociales, con tasas más altas de pobreza infantil. Algunas esposas declaran que son solteras para asegurarse los subsidios de la seguridad social para sus hijos.
Daniel S. Medwed, profesor de derecho en la Universidad de Utah, dijo que la falta de recursos de fiscalía no era la única razón por la que las autoridades eran reacias a perseguir a los polígamos.
"También hay una fuerte influencia del libertarismo que impregna Utah y la Montaña del Oeste [Mountain West]", dijo Medwed. "La idea de autonomía, de libertad -religiosa y sexual- y de mínima interferencia del estado".
El ex senador del estado Ron Allen, que escribió un proyecto de ley en 2002 para endurecer las penas por obligar a niñas a casarse en matrimonios múltiples, dijo que se sentía alentado por las medidas que habían tomado las autoridades del estado.
Dijo que se decía que los otros grupos poligámicos habían jurado abandonar el matrimonio con menores de edad durante la represión contra la IFJUS.
"Están haciendo grandes progresos", dijo Allen sobre las autoridades del estado. Pero, agregó: "No creo que puedas hacer nada en cuanto a los adultos consintientes. Tendrás que concentrarte en conductas criminales específicas.
"Esto en realidad empezó hace ciento cincuenta años", dijo. "Enderezarlo va a tomar unos años".

nicholas.riccardi@latimes.com

27 de septiembre de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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